CARTA VEINTE

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Carta Veinte

بِاسْمِهِ سُبْحَانَهُ وَاِنْ مِنْ شَيْءٍ اِلاَّ يُسَبِّحُ بِحَمْدِهِ

لاَ اِلهَ اِلاَّ اللّٰهُ وَحْدَهُ لاَ شَرِيكَ لَهُ لَهُ الْمُلْكُ وَ لَهُ الْحَمْدُ يُحْيِى وَ يُمِيتُ وَ هُوَ حَىٌّ لاَ يَمُوتُ بِيَدِهِ الْخَيْرُ وَ هُوَ عَلَى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ وَ اِلَيْهِ الْمَصِيرُ
[Esta oración expresa la Unidad Divina, que se recita luego de la oración de la mañana y del atardecer, posee numerosos méritos y según una narración auténtica, alcanza el nivel de Su Nombre Más Grande. Contiene once frases y en cada una de ellas están presentes las buenas nuevas y un grado en la afirmación de la Unicidad de la Soberanía de Allah, y un aspecto de la grandeza y la perfección de la Unidad Divina desde el punto de vista de Su Nombre Más Grande. Haciendo referencia a una explicación exhaustiva de estas grandiosas y sublimes verdades ya mencionadas en otras partes de Risale-i Nur, y en cumplimiento de una promesa, escribiremos en esta ocasión un pequeño resumen a modo de índice en dos Estaciones y una Introducción.]

Introducción

Ten seguridad de que el objetivo más elevado de la creación y su resultado más importante es creer en Allah. La categoría más exaltada de la humanidad y su grado más elevado es conocer a Allah, que es parte de creer en Él. La felicidad más radiante y la recompensa más dulce para los seres humanos están en el amor a Allah que implica conocer a Allah. Asimismo, el placer más puro del espíritu humano y el deleite absoluto para el corazón humano es el embelesamiento del espíritu que implica amar a Allah. Ciertamente, la felicidad absoluta, el deleite puro, las dulces recompensas y los placeres librados de todo inconveniente yacen en conocer y en amar a Allah; si no nada de esto existe.
Quien conoce y ama a Allah es propenso a recibir innumerables recompensas, felicidad, luz y misterios. Mientras que quien no Lo conoce ni Lo ama de verdad está afligido espiritual y materialmente en miseria, dolor y miedo interminables. Si un ser humano muy miserable e impotente fuera el dueño del mundo, éste no valdría nada para él, ya que le parecería que vive una vida infructuosa dentro de la raza humana vagabunda en un mundo espantoso que no tiene dueño ni protector. Todos podemos comprender qué tan miserable sería y qué tan desconcertada estaría una persona dentro de la raza humana en este sorprendente mundo efímero si no conociera a su Dueño, si no descubriera a su Maestro. Pero si en verdad Lo descubre y Lo conoce, buscará refugio en Su misericordia y confiará en Su poder. El mundo desolado se convertirá en un lugar de recreación y placer, será un lugar para negociar el Más Allá.
Primera Estación
Cada una de las once frases de la oración mencionada anteriormente que afirma la Unidad Divina contiene albricias. Y en las albricias de cada una radica una cura, y en cada cura se puede encontrar un placer espiritual.
LA PRIMERA FRASE: لاَ اِلهَ اِلاَّ اللّٰهُ
Esta frase contiene las siguientes albricias para el espíritu humano, sujeto a un sinnúmero de necesidades y a los innumerables ataques enemigos. Por un lado, encuentra un lugar al que puede recurrir, una fuente de ayuda a través de la cual se abre la puerta al tesoro de la misericordia que garantizará todas sus necesidades. Mientras que, por otro lado, encuentra un punto de apoyo y de fuerza, ya que la frase le hace conocer a su Creador y Único Objeto de Adoración, Quien posee un poder absoluto que lo protegerá del mal que le causen sus enemigos; le muestra a su Maestro y Su dueño. Habiendo señalado esto, la frase alivia al corazón de la total desolación y al espíritu del dolor de la tristeza, le garantiza alegría y felicidad eterna.
LA SEGUNDA FRASE: وَحْدَهُ
Esta frase anuncia las siguientes albricias, que son a la vez una cura y una fuente de felicidad:
El corazón y el espíritu del ser humano, que están conectados a la mayoría de los seres del Universo y llegan a estar abrumados en la miseria y confusión por esta conexión, encuentran en la frase وَحْدَهُun refugio y una protección que los librará de toda confusión y desconcierto.
Es decir, es como si la frase وَحْدَهُ le estuviera diciendo al ser humano: “Allah es Uno Solo. No te agotes recurriendo a otras cosas; no te rebajes ni te sientas en deuda con ellas; no las halagues ni las adules humillándote a ti mismo; no las sigas para complicarte más; no les temas y sucumbas ante ellas porque el Monarca del Universo es Uno y Único, Él tiene la llave de todas las cosas, las riendas de todas las cosas están en Sus manos, todo se resuelve bajo Su mandato. Si Lo encuentras, estarás a salvo de un sinfín de endeudamientos y de innumerables temores”.
LA TERCERA FRASE: لاَ شَرِيكَ لَهُ
Tal como en Su Divinidad y en Su Soberanía Allah no tiene copartícipes, es el Único y no puede ser muchos, así también en Su dominación, en Sus acciones y en Su creación Allah no tiene copartícipes. Algunas veces sucede que un monarca es uno solo, sin tener copartícipes en su soberanía, pero en lo que respecta a sus asuntos, tiene oficiales que son sus copartícipes, ellos son los que evitan que alguien llegue a él diciendo: “Recurran a nosotros”.
Sin embargo, Allah Todopoderoso, el Monarca que siempre ha existido y siempre existirá, no tiene copartícipes que compartan Su soberanía, tal como no necesita ni de copartícipes ni de ayudantes para ejercer Su dominación. Si no fuera por Su mandato y voluntad, por Su fuerza y poder, ni una sola cosa podría interferir con otra. Todos pueden recurrir a Él directamente. Ya que no tiene copartícipes ni ayudantes, no se puede decir a alguien que busca a Allah: “Está prohibido, no puedes entrar en Su presencia”.
Esta frase, por consiguiente, entrega el siguiente mensaje de alegría al espíritu humano: el espíritu humano que ha alcanzado la fe puede presentarse con sus necesidades ante el Más Bello y Glorioso, el Único con poder y perfección, el Dueño Que siempre ha existido y siempre existirá de los tesoros de la misericordia y de la felicidad sin obstáculos ni impedimentos, sin oposición ni interferencia, en el estado en que esté, por cualquier cosa que desee, en cualquier momento y en cualquier lugar. Al encontrar Su misericordia y al confiar en Su poder, obtendrá tranquilidad y felicidad.
LA CUARTA FRASE: لَهُ الْمُلْكُ
Esto quiere decir que Él es el dueño absoluto de todo lo que existe. En cuanto a ti, tú eres Suyo y trabajas en Su propiedad. Esta frase anuncia las siguientes albricias alegres y sanadoras:
“¡Oh, ser humano! No creas que eres dueño de ti mismo, porque no tienes el control sobre nada de lo que te concierne; tal carga sería demasiado pesada. Tampoco eres capaz de protegerte a ti mismo, ni de evitar desastres, ni de hacer todas aquellas cosas que debes hacer. En tal caso, no sufras dolor ni tormento sin razón, ya que el dueño es Otro. ¡El Dueño es Todopoderoso y a la vez es el Más Misericordioso; confía en Su poder y no pongas en duda Su misericordia! ¡Deja atrás el dolor y sé feliz! ¡Desecha tus problemas y encuentra la serenidad!”.
Y también dice: “El Universo que tú amas, al cual estás conectado, que te aflige con sus confusiones y el cual no puedes corregir, es propiedad del Todopoderoso y Más Misericordioso. Entonces, entrégale la propiedad a su Dueño, déjaselo a Él. Atrae Su complacencia, no Su severidad. Él es Omnisciente y Misericordioso. Él dispone libremente de Su propiedad y la administra como desea. Cuando tengas miedo, di lo que dijo Ibrahim Hakki: “Veamos qué hace el Maestro; sea lo que sea que Él haga, será lo mejor”. “¡Cuídalo bien y no intervengas!”.
LA QUINTA FRASE: وَ لَهُ الْحَمْد
Las adoraciones, los elogios y las aclamaciones pertenecen a Allah y son propias de Él. Es decir, Suyas son las recompensas que vienen de Sus tesoros. Y en cuanto a esos tesoros, son interminables. Esta frase, por consiguiente, nos da esta buena noticia:
“¡Oh, ser humano! No sufras ni te apenes cuando las bendiciones se acaben porque el tesoro de la misericordia es interminable. No te concentres en la naturaleza efímera de los placeres mundanales ni grites de dolor porque el fruto de la recompensa es una misericordia inagotable. Ya que su árbol no muere, cuando se termina la fruta, vuelve a nacer más. Si eres agradecido, si piensas que dentro del placer de las bendiciones en sí mismas hay un favor misericordioso cien veces más placentero, entonces podrás multiplicar el placer cientos de veces más que las bendiciones mismas.
“Dentro de una manzana que un monarca augusto te presenta hay un placer superior al que brindan cien, o incluso mil manzanas porque es él quien te la ha otorgado y te ha hecho experimentar el placer de un favor real. De la misma manera, a través de la frase لَهُ الْحَمْدُla puerta a un placer espiritual mil veces más dulce que las bendiciones mismas se abrirá ante ti. Porque la intención de esta frase es ofrecer las gracias y las alabanzas, es decir, es percibir el otorgamiento de recompensas. Así, también se trata de reconocer al Otorgador, es decir, reflexionar sobre Quien otorga las recompensas, y finalmente es considerar el favor de Su compasión y cómo continúa permanentemente otorgando recompensas”.
SEXTA FRASE:يُحْيِى
Es decir, Él es Quien da la vida. Es también Quien sustenta la vida y permite que continúe. Es también Quien otorga las necesidades de la vida. A Él le pertenecen los objetivos más elevados de la vida y sus importantes resultados. Y Suyo es el noventa y nueve por ciento de los frutos. Así, esta frase le grita al ser humano efímero e impotente, de tal modo que le da este anuncio de felicidad:
“¡Oh, ser humano! No te compliques la vida cargando pesadas responsabilidades sobre tus hombros. No pienses en lo efímero que es la vida ni comiences a sufrir. No veles sólo por los mundanales frutos sin importancia, ni te quejes de haber venido a este mundo. Ciertamente la máquina de la vida en el barco de tu ser le pertenece al Eterno y al Auto Subsistente, y es Él Quien provee todo lo que ésta necesita. Además, tu vida tiene muchos más objetivos y resultados que también le pertenecen a Él.
”Y en cuanto a ti, tú sólo eres un timonel en el barco, así que cumple con tus tareas correctamente, y recibe el salario y disfruta. Piensa en cuán preciado es el barco de la vida y cuán valiosos son sus beneficios; luego piensa cuán Generoso y Misericordioso es el Dueño del barco. Entonces, regocíjate, da gracias y entiende que cuando cumples con tu deber correctamente, todos los resultados que produce el barco, serán transferidos de alguna forma al registro de tus acciones, y ellos te asegurarán una vida inmortal, te otorgarán la Vida Eterna”.
LA SÉPTIMA FRASE: وَ يُمِيتُ
Es decir, Allah es Quien causa la muerte. Él te libera de las obligaciones de la vida, cambia tu morada de este mundo transitorio, y te libera de realizar labores de servicio. Es decir, Allah te lleva de una vida pasajera a una inmortal. Esta frase, entonces, exclama lo siguiente a los efímeros seres humanos:
“¡Aquí tienes una buena noticia! La muerte no es la destrucción, ni la nada, ni la aniquilación; no es el cese ni la extinción; no es la separación eterna, ni la inexistencia, ni un evento fortuito; no es una obliteración anónima, sino que el Sabio Hacedor Misericordioso es Quien da por cumplidas tus tareas. Es un cambio de morada, un envío a la dicha eterna, tu verdadero hogar. Es la puerta que te une al Reino Intermedio, donde te encontrarás con el noventa y nueve por ciento de tus amigos”.
LA OCTAVA FRASE: وَ هُوَحَىٌّ لاَ يَمُوتُ
Es decir que el Poseedor de una belleza, perfección y generosidad que son infinitamente superiores a la belleza, perfección y generosidad que se encuentran en todas los seres del Universo, que despierta el amor, y es un Objeto Eterno de adoración, un Amor para siempre, una simple manifestación de cuya belleza es suficiente para reemplazar todos los demás amores, tiene una vida que siempre ha perdurado y siempre perdurará, una vida libre de todo rastro efímero de cese, y exento de toda falla, defecto o imperfección. Entonces, esta frase proclama a los seres humanos, a todos los seres conscientes y a toda la gente llena de amor y de entusiasmo:
“¡He aquí una buena noticia para ti! Existe un Amor Eterno Quien te curará y cuidará de las heridas que te causan separarte de tus seres queridos. Ya que Él existe y no muere, cualquier cosa que pase, no debes inquietarte por ellos. Además, la belleza y la generosidad, la virtud y la perfección en ellos, por lo que tú los amas, es tan solo la sombra de las más pálidas de las sombras atravesadas por muchos velos de la manifestación de la belleza eterna de Allah, amado por siempre. No sufras cuando desaparecen, ya que ellos son como espejos. El cambio de espejos renueva y embellece la manifestación del resplandor del Más Bello. Porque Él existe, es que todo existe”.

LA NOVENA FRASE: بِيَدِهِ الْخَيْرُ
Toda buena acción que realices es anotada en Su registro. Allah graba cada obra de bien que hagas. Entonces, esta frase exclama la siguiente buena noticia a toda la humanidad:
“¡Oh, seres desdichados! Cuando vayas camino a la tumba, no grites desesperado: ‘¡Ay de mí! Todo lo que tenemos se ha destruido, todos nuestros esfuerzos han sido en vano; hemos abandonado esta tierra hermosa y vasta para entrar en esta tumba estrecha’, porque todo lo tuyo está preservado, todos tus actos están escritos, cada servicio que hayas prestado está registrado. El Glorioso en Cuyas manos está todo lo bueno y Quien puede realizar todo lo bueno, te recompensará por tu servicio al llevarte con Él. Te mantendrá sólo temporalmente bajo a tierra. Luego, te hará comparecer ante Su presencia. ¡Qué felicidad para aquellos de ustedes que hayan completado sus servicios y sus obligaciones! ¡Tu trabajo ha terminado y recibirás alivio y misericordia! ¡Tu servicio y tu esfuerzo han terminado y es hora de recibir tu salario!
“Ciertamente el Glorioso y Todopoderoso preserva las semillas y los granos, que son las páginas del registro de los actos de la primavera pasada y los depósitos de servicios, y los preserva para publicarlos en la primavera siguiente de modo brillante, por cierto, de un modo cien veces más abundante que el original. De la misma manera, Allah preserva los resultados de tu vida y te recompensará por tus servicios abundantemente”.
LA DÉCIMA FRASE: وَهُوَ عَلَى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ
Es decir, Allah es Uno y Único, tiene poder sobre todas las cosas. Nada es difícil para Él. Crear la primavera le es tan fácil como crear una flor, y Él crea el Paraíso con la misma facilidad que crea la primavera. Los innumerables elementos que Él crea constantemente cada día, cada año, cada siglo, son testigos con un sinfín de lenguas que expresan el poder ilimitado de Allah. Así, esta frase trae albricias:
“¡Oh, ser humano! El servicio que has ofrecido y los actos de adoración que has realizado no son en vano. Un reinado de recompensa, una morada de felicidad, han sido preparados para ti. Un Paraíso Eterno te está esperando en lugar de tu mundo efímero. Ten fe y confianza en la promesa del Creador Glorioso a Quien conoces y a Quien adoras, porque Él nunca rompe Sus promesas. No existe absolutamente ninguna deficiencia en Su poder, la impotencia no puede interferir en Su trabajo. Tal como crea tu pequeño jardín, tiene el poder de crear un Paraíso para ti, y así lo ha hecho y te lo ha prometido. Y porque te ha prometido el Paraíso, por supuesto que te admitirá en él.
“Ya que podemos observar que cada año Allah junta y dispersa trescientos mil especies de plantas y animales sobre la faz de la tierra con perfecto orden y equilibrio, con perfecta facilidad y rapidez, ciertamente Él, Todopoderoso y Glorioso, es capaz de cumplir Su promesa. Y por ser Todopoderoso, crea ejemplos de la resurrección y del Paraíso de mil maneras año tras año.
“Y como prometió la felicidad eterna en todos Sus Libros revelados, Él anuncia albricias del Paraíso; y como todas Sus acciones y obras son realizadas con veracidad y seriedad; y como a través del testimonio de todas sus obras de arte, todas las perfecciones señalan y dan testimonio de Su infinita perfección, sin ningún tipo de defecto o falta; y como romper promesas, mentir, ser falso y decepcionar son cualidades horrendas además de ser defectos y fallas; entonces con seguridad podemos afirmar que el Todopoderoso, el Glorioso, el Omnisciente, el Perfecto, el Más Misericordioso, el Más Bello cumplirá su promesa: Él abrirá la puerta de la felicidad eterna; Él te admitirá en el Paraíso, ¡oh, creyente!, que fue el hogar original de Adán, tu antepasado”.
LA UNDÉCIMA FRASE: وَ اِلَيْهِ الْمَصِيرُ
Es decir, los seres humanos son enviados a este mundo, que es el terreno de pruebas y exámenes, con las tareas importantes de negociar y actuar como oficiales. Cuando han terminado de negociar, de cumplir con sus tareas y de completar su servicio, volverán a encontrarse con Allah, el Maestro Generoso y Creador Glorioso, que los envió en primer lugar. Al dejar esta morada efímera, ellos serán honrados y elevados a la grandiosa presencia de la morada permanente. Eso significa que luego de haber sido librado de la turbulencia de las causas y de los oscuros velos de los intermediarios, ellos se encontrarán con su Creador, el Único merecedor de adoración, el Sustentador, el Señor y Dueño, y Lo conocerá directamente. Así, esta frase proclama la siguiente buena noticia, que es más grande que todas las demás:
“¡Oh, ser humano! ¿Sabes adónde estás yendo y hacia dónde estás siendo empujado? Como dice al final de la Palabra Número Treinta y Tres, mil años de una vida feliz en este mundo no se comparan con una hora de la vida en el Paraíso. Y mil años de vida en el Paraíso no se comparan con una hora de contemplar la belleza pura del Más Bello y Glorioso. Estarás a merced de Su Misericordia y en Su presencia.
“El encanto y la belleza presente de todos los seres de este mundo y de aquellos amores metafóricos con los que tú estás tan aferrado y obsesionado y que tanto deseas, no son más que sombras de las manifestaciones de Su belleza y del encanto de Sus Nombres; y todo el Paraíso, con todas sus sutiles maravillas, una simple manifestación de Su Misericordia; y todo lo que es deseable, amable, encantador y cautivador, no es más que un destello de amor del Eterno Amor Digno de Adoración. Y tú comparecerás ante Su presencia. Eres convocado al Paraíso que es un lugar de festín eterno. Por eso, no debes entrar a la tumba llorando, sino con una sonrisa expectante”.
La frase anuncia esta otra buena noticia: “¡Oh, ser humano! No te inquietes al imaginar que vas hacia la extinción, la inexistencia, la nada, la oscuridad, el olvido, la decadencia, y la disolución, y que te ahogarás en la multiplicidad. No irás a la extinción, sino a la permanencia. No serás arrojado a la inexistencia, sino a la existencia eterna. No entrarás a la oscuridad, sino al mundo de la luz. Y estarás retornando a tu verdadero dueño, al asiento del Monarca Eterno. No te ahogarás en la multiplicidad, sino que reposarás en el ámbito de la Unidad. No estás destinado a la separación, sino a la unión”.

* * *

Segunda Estación
[La Segunda Estación demuestra la Unidad Divina al nivel del Nombre Más Grande de forma resumida.]
LA PRIMERA FRASE: لاَ اِلهَ اِلاَّ اللّٰهُ
En esta frase hay una afirmación de la Unidad de la Divinidad y del Verdadero Objeto de Adoración. Una prueba extremadamente poderosa de este nivel es como sigue:
Una actividad muy ordenada es evidente sobre la faz del universo, en especial sobre la página de la Tierra. Y observamos allí una creatividad muy sabia. Y vemos con visión de certeza una revelación muy sistemática; es decir, la apertura y el darle un diseño y una forma apropiada a todo. Además, vemos a una munificencia y una abundancia muy compasivas, generosas y misericordiosas. Ya que esto es así, este estado y esta situación necesariamente demuestra, por cierto provoca tomar conciencia de ello, la existencia necesaria y la Unidad de un Creador Activo, Que Abre, Poseedor Munificente de Gloria.
Por cierto, la desaparición constante y la renovación de los seres muestra que aquellos seres son las manifestaciones de los sagrados Nombres de un Creador Todopoderoso y son las sombras de las luces de Sus Nombres; que son las obras de arte que resultan de Sus actos y los bordados y páginas inscritas por el poder y la pluma del Decreto Divino; que son espejos que reflejan la belleza de Su perfección.
Tal como el Dueño del universo muestra esta poderosa verdad y este nivel exaltado en la afirmación de Su Unidad con todas las escrituras y libros sagrados que Él ha revelado, así también toda la gente veraz y los miembros perfeccionados de la raza humana han mostrado este mismo nivel a través de todas sus investigaciones y descubrimientos. El universo también señala a este mismo nivel al atestiguar incesantemente los milagros de arte, las maravillas de poder y las tesorerías de riqueza que muestra, a pesar de su impotencia y pobreza. Es decir, las escrituras y libros del Testigo Eterno ylas investigaciones y revelaciones de la gente de testimonio y los estados ordenados y sabios y las funciones del Mundo Manifiesto están unidos en su acuerdo en este nivel de la afirmación de la Unidad Divina.
Quienes no aceptan al Único de Unidad, entonces, deben aceptar a innumerables dioses o bien, como los sofistas tontos, negar tanto su propia existencia como la del universo.
LA SEGUNDA FRASE: وَحْدَهُ
Esta frase demuestra un nivel explícito de la afirmación de la Unidad Divina. Aludiremos una poderosa evidencia que prueba este nivel de máxima manera así:
Cuando abrimos nuestros ojos, cuando el universo apresura nuestra mirada hacia su faz, lo primero que nos llama la atención es un orden universal y perfecto; vemos que hay un equilibrio abarcativo y sensible; todo existe dentro de un orden preciso, un equilibrio y una medida delicada.
Cuando miramos un poco más cuidadosamente, un orden continuo y un equilibro nos golpea en los ojos. Es decir, alguien está cambiando el orden dentro de la regularidad y está renovando el equilibrio medidamente. Todo es un modelo y está vestido con muchas formas bien ordenadas y equilibradas.
Cuando lo estudiamos incluso más de cerca, aparecen una sabiduría y una justicia detrás del orden y el equilibrio. Se considera un propósito y un beneficio, se sigue una verdad, una utilidad en el movimiento de todo.
Cuando lo estudiamos con aún más atención, lo que atrae la mirada de nuestra conciencia es la demostración de un poder dentro de una actividad extremadamente sabia y la manifestación de un conocimiento muy abarcativo que abarca a todas las cosas junto con todos sus atributos.
Es decir, este orden y equilibrio que están en todos los seres nos muestra claramente un orden y un equilibrio universal y ese orden y equilibrio nos muestra una sabiduría y una justicia universal; y esa sabiduría y justicia a su vez nos muestra un poder y conocimiento. Es decir, es evidente que detrás de aquellos velos hay Un Poderoso sobre todas las cosas Que tiene Conocimiento de todas las cosas.
Además, vemos el comienzo y el final de todas las cosas y vemos, en especial en los seres vivos, que sus comienzos, orígenes y raíces son tales que es como si sus semillas contuvieran todos los sistemas y miembros de aquellos seres, cada una en forma de una hoja de instrucción y horario. Y nuevamente, sus frutos y resultados son tales que los significados de aquellos seres vivos están filtrados y concentrados en ellas; les legan sus historias de vida a ellas. Es como si sus semillas fueran colecciones de los principios según los cuales son creados y sus frutos y resultados, un tipo de índice de las reglas de su creación. Luego miramos las fases externas e internas de aquellos seres vivos: la disposición de un poder absolutamente sabio y el diseño y orden de una voluntad absolutamente efectiva son evidentes. Es decir, una fuerza y un poder crean; una orden y voluntad los vestirá con una forma.
Así, cuando estudiamos a todos los seres cuidadosamente, observamos que sus comienzos son hojas de instrucción preparadas por Quien Posee Conocimiento y que sus finales son planes y manifiestos de un Creador; que sus fases externas son vestidos proporcionales de arte con habilidad y belleza diseñados por Quien Elige y Desea y sus fases internas son máquinas muy bien diseñadas del Todopoderoso.
Esta situación, entonces, necesaria y evidentemente proclama que en ningún momento y en ningún lugar, absolutamente nada puede estar fuera del puño de la disposición de un solo Creador Glorioso. Cada cosa y todas las cosas, junto con todos sus atributos, están organizados y dirigidos dentro del puño de la disposición de un Todopoderoso Poseedor de Voluntad; son embellecidos por la orden y la gracia de un Misericordioso y Compasivo; y son embellecidos con el adorno de un Benefactor Amoroso.
Por cierto, para cualquiera que es inteligente y tiene ojos en su cabeza, el orden y el equilibrio, la regularidad y el adorno que hay en el universo y en los seres dentro de él demuestran, al nivel de Unidad, a Quien es Uno, Solo, Solitario, Único, Todopoderoso, Poseedor de Voluntad, Omnisapiente y Omnisciente.
No cabe duda, hay una unidad en todo y, en cuanto a la unidad, ésta señala a uno. Por ejemplo, todo el mundo se ilumina con una lámpara, el sol; en cuyo caso, el Dueño del mundo es Uno. Y, por ejemplo, todos los seres vivos de la tierra se sirven del aire, del fuego y del agua, que son los mismos. Ya que esto es así, Quien los emplea y los subyuga para nosotros es también Uno.
LA TERCERA FRASE: لاَ شَرِيكَ لَهُ
Ya que la Primera Estación de la Palabra Treinta y Dos ha demostrado esta frase de una manera muy convincente y brillante, los referimos a ella. No se puede dilucidar con más claridad que ella; no hay necesidad de mayor explicación que ella. Y no se puede explicar.

LA CUARTA FRASE: لَهُ الْمُلْكُ
Es decir, cada ser desde la faz de la tierra hasta el Trono Divino, desde el suelo hasta las Pléyades, desde las partículas hasta los cuerpos celestes, todo por toda la eternidad, los cielos y la Tierra, este mundo y el Más Allá, pertenece a Él. Suyo es el nivel más elevado de propiedad en forma de la afirmación más grande de la Unidad Divina. Una prueba poderosa de este nivel tan elevado de propiedad en forma de la afirmación más grande de la Unidad Divina fue impartida a la mente de este impotente en árabe en el tiempo delicado y bajo circunstancias placenteras. Por esa memoria placentera, anotaremos esas frases en árabe y luego escribiremos sus significados:
لَهُ الْمُلْكُ لاَنَّ ذَاكَ الْعَالَمَ الْكَبِيرَ كَهذَا الْعَالَمِ الصَّغِيرِ ٭مَصْنُوعَا قُدْرَتِهِ مَكْتُوبَا قَدَرِهِ ٭ اِبْدَاعُهُ لِذَاكَ صَيَّرَهُ مَسْجِدًا ٭ اِيجَادُهُ لِهذَا صَيَّرَهُ سَاجِدًا اِنْشَاؤُهُ لِذَاكَ صَيَّرَ ذَاكَ مِلْكًا ٭ اِيجَادُهُ لِهذَا صَيَّرَهُ مَمْلُوكًا ٭ صَنْعَتُهُ فِى ذَاكَ تَظَاهَرَتْ كِتَابًا ٭ صِبْغَتُهُ فِى هذَا تَزَاهَرَتْ خِطَابًا ٭ قُدْرَتُهُ فِى ذَاكَ تُظْهِرُ حِشْمَتَهُ ٭ رَحْمَتُهُ فِى هذَا تُنَظِّمُ نِعْمَتَهُ ٭ حِشْمَتُهُ فِى ذَاكَ تَشْهَدُ
هُوَ الْوَاحِدُ ٭ نِعْمَتُهُ فِى هذَا تُعْلِنُ هُوَ اْلاَحَدُ ٭ سِكَّتُهُ فِى ذَاكَ فِى الْكُلِّ وَاْلاَجْزَاءِ ٭ خَاتَمُهُ فِى هذَا فِى الْجِسْمِ وَ اْلاَعْضَاءِ
Primera Sección: ذَاكَ الْعَالَمَ الْكَبِيرَ…الخEs decir, el macrocosmos, llamado el universo, y el microcosmos, que es su espécimen de miniatura llamada el ser humano, señalan las evidencias de la Unidad Divina, tanto dentro del ser humano mismo como fuera de él, que están escritas con las plumas del Poder Divino y del Decreto Divino.
Hay dentro del ser humano la muestra, en una escala muy pequeña, del arte ordenado que está en el universo. Y tal como el arte que está en la esfera vasta atestigua al Único Creador, así también el arte microscópico que está en una escala diminuta en el ser humano señala al Creador y demuestra Su Unidad. Además, como el ser humano es una misiva significativa inscrita por su Sustentador y una oda bien compuesta escrita por el Decreto Divino, así también el universo es una oda bien compuesta del Decreto Divino escrito por la misma pluma pero en gran escala.
¿Es acaso posible que algo más que el Único de Unidad pudiera tener una mano que ponga la marca de singularidad en los rostros de los seres humanos, que, a pesar de parecerse entre sí, todos tienen sus marcas distintivas; y tener una mano que establezca el sello de Unidad sobre el universo, todos cuyos seres cooperan, se ayudan y se apoyan entre sí? ¿Podría algo interferir en esto?
Segunda Sección: اِنْشَائُهُ لِذَاكَ…الخ Tiene este significado: El Omnisciente Creador creó el macrocosmos de una manera tan única y maravillosa, inscribiendo en él los signos de Su grandeza, que Él lo transformó en una mezquita poderosa. Y Él creo al ser humano de esta manera: dándole intelecto y haciéndolo prosternarse maravillado por él ante esos milagros de Su arte y Su maravilloso poder, Él lo hizo leer los signos de Su grandeza. Así, preparándolo para la adoración, Él lo creó como un siervo que se prosterna en esa mezquita poderosa.
¿Es acaso posible que el verdadero objeto de adoración de aquellos fieles que se prosternan en esta mezquita poderosa pudiera ser otro más que el Creador, el Único de Unidad y Unicidad?
Tercera Sección: اِنْشَائُهُ لِذَاكَ…الخ Tiene este significado: el Señor Glorioso de Toda Soberanía creó al macrocosmos y en particular la faz de la tierra, de modo tal que es como círculos infinitos uno dentro otro. Cada esfera es como un campo donde, minuto tras minuto, estación tras estación, siglo tras siglo, Él siembra y cosecha los cultivos. Él administra continuamente Su propiedad haciéndola trabajar.
Él ha convertido al mundo de las partículas, la esfera más grande, en un campo. Con Su poder y con Su sabiduría, Él siembra cultivos incesantemente en él a lo largo del universo y los cosecha. Él los despacha del Mundo Manifiesto hacia el Mundo de lo Oculto; de la esfera de poder a la esfera del conocimiento.
Después Él ha hecho de la faz de la tierra, que es una esfera mediana, un lugar de cultivo de exactamente la misma manera, donde estación tras estación, Él planta mundos y especies y los cosecha. Sus cultivos inmateriales también los manda a los mundos inmateriales, a los Mundos de lo Oculto, al Más Allá y al Mundo de la Similitudes.
A un jardín, también, que es una esfera pequeña, Él lo llena cientos y miles de veces con poder y lo vacía con sabiduría. Y desde incluso la esfera más pequeña que es un ser vivo, un árbol o un ser humano, por ejemplo, Él cosecha los cultivos que son cien veces mayores que el ser en sí mismo. Es decir, el Señor Glorioso de Toda Soberanía crea todas las cosas, grandes y pequeñas, universales y particulares, como un modelo y los viste de cientos de maneras con los tejidos de Su arte, que son bordados con inscripciones que se renuevan constantemente; Él muestra las manifestaciones de Sus Nombres, los milagros de Su poder. Él ha creado todo en Su propiedad como una página; Él escribe cartas significativas de cientos de maneras en cada página; Él muestra los signos de Su sabiduría y Él invita a los seres inteligentes a leerlos.
Junto con traer al macrocosmos a la existencia en forma de propiedad cultivada, Él ha creado al ser humano y le ha dado tales herramientas y habilidades, sentidos, sentimientos y, especialmente, un alma tal, tales deseos, necesidades, apetitos, codicias y reclamos que en esa propiedad extensiva Él lo hizo como un ser con dueño y necesitado de toda la propiedad.
¿Es acaso posible que algo más que el Señor Glorioso de Toda Soberanía Quien hace todo, desde el vasto mundo de las partículas hasta una mosca, como un campo y una propiedad cultivada y hace del ser humano insignificante un espectador, un inspector, un timón, un comerciante, un heraldo, un fiel y un siervo en esa vasta propiedad y lo toma como un huésped honrado y un destinatario amado de Sí mismo; podría algo excepto Él tener disposición sobre la propiedad y ser el señor sobre el siervo que tiene dueño?
Cuarta Sección: صَنْعَتُهُ فِى ذَاكَ…الخ Su significado es este: el arte del Creador Glorioso en el macrocosmos es tan significativo que, debido a que se manifiesta en forma de libro, así haciendo al universo como un gran libro, el intelecto humano ha extraído la biblioteca de la verdadera ciencia y la filosofía de él y ha escrito la biblioteca según él. Y ese libro de sabiduría está ligado a la realidad y arroja asistencia de la realidad a tal punto que se ha proclamado en forma del Sabio Corán, que es una copia de ese enorme libro manifiesto.
Además, tal como Su arte en el universo está en forma de un libro, describiendo su perfecto orden, así también como Él colorea y el bordado de Su sabiduría en el ser humano ha abierto la flor del discurso. Es decir, el arte es tan significativo, sensible y bello que ha hecho que los componentes de la máquina animada hablen como si fueran gramófonos. Mientras que el arte le ha dado al ser humano un color Divino en la ‘más justa de las formas’ que la flor del discurso y la expresión, que es inmaterial, de lo oculto y viva, se ha abierto en su cabeza material, corpórea y sólida. Y ha equipado la habilidad del discurso y la expresión, que se ubica en la cabeza del ser humano, que tan exaltadas herramientas y habilidades que lo ha hecho desarrollar y progresar hasta un nivel en que el ser humano se convierte en el destinatario del Monarca Eterno. Es decir, el color Divino de la naturaleza esencial del ser humano ha abierto la flor del discurso Divino.
¿Es acaso posible que otro más que el Único de Unidad pudiera interferir en el diseño de ese arte en los seres, que es en forma de un libro y en esos colores del ser humano por los que alcanza la estación del habla y el discurso? ¡Allah no lo permita!
Quinta Sección: قُدْرَتُهُ فِى ذَاكَ…الخ Tiene este significado: el poder Divino en el macrocosmos muestra la majestuosidad de Su soberanía, mientras que la misericordia divina expone Sus bendiciones en el ser humano, que es el microcosmos. Es decir, el poder del Creador, al nivel de grandeza y Gloria, crea el universo en forma de un palacio tan magnificente que su sol es una luz eléctrica poderosa, su luna, una lámpara y sus estrellas, velas, frutos dorados y luces esparcidos. Mientras la faz de la tierra es una mesa servida, un campo para arar, un jardín, una alfombra; y sus montañas, cada una un almacén, un mástil, un fuerte; y así sucesivamente.
Por un lado, Él muestra la majestuosidad de Su soberanía de manera brillante, en una vasta escala, al convertir a todas las cosas en las necesidades del enorme palacio; y por el otro, Su misericordia al nivel de Belleza otorga sobre todas los seres con espíritus e incluso sobre los seres vivos diminutos, las variedades diferentes de sus bendiciones, ordenando sus seres con estos. Él los adorna desde la cabeza a los pies con estas bendiciones, embelleciéndolos con benevolencia y generosidad. Él ha contrapuesto la Belleza de Su misericordia a esa majestuosidad Gloriosa, con esas lenguas microscópicas a esa lengua vasta.
Es decir, mientras los enormes cuerpos celestes como el sol y la constelación están diciendo con la lengua de la majestuosidad: “¡Oh, Glorioso! ¡Oh, Poderoso! ¡Oh, Augusto!”, esos seres vivos diminutos, como las moscas y los peces, están declarando con la lengua de la misericordia: “¡Oh, Bello! ¡Oh, Compasivo! ¡Oh, Generoso!”, están agregando sus canciones suaves a esa gran orquesta, endulzándola.
¿Es acaso posible que otro que no sea el Glorioso de Belleza y el Bello de Gloria pudiese formar parte de la creación del macrocosmos y microcosmos? ¡Allah no lo permita!
Sexta Sección: حِشْمَتُهُ فِى ذَاكَ…الخ Su significado es este: tal como la majestuosidad de la soberanía, que se manifiesta en la totalidad del universo, prueba y muestra la Unidad Divina, así también la bendición Divina, que le otorga a los miembros de los seres vivos sus provisiones habituales, prueba y muestra la Unicidad Divina.
En cuanto a la Unidad, es decir que todos los seres pertenecen a Uno y miran hacia Uno y son la creación de Uno. Mientras que por Unicidad se entiende que la mayoría de los Nombres del Creador de todas las cosas se manifiestan en todos los seres. Por ejemplo, la luz del sol se puede ver como análoga a la Unidad porque abarca toda la faz de la tierra mientras que el hecho de que su luz y calor, los siete colores en su luz y algún tipo de sombra de él se encuentren en todos los objetos transparentes y gotas de agua, la hace análoga a la Unicidad. Y el hecho de que la mayoría de los Nombres del Creador se manifiestan en cada una de las cosas, especialmente en cada ser vivo y, sobre todo, en el ser humano, señala la Unicidad.
Así, esta sección indica que la majestuosidad de la soberanía Divina, que tiene disposición sobre el universo, hace al enorme sol como un siervo, una lámpara y una estufa para los seres vivos sobre la faz de la tierra; y hace de la tierra poderosa una cuna, una hostería y un lugar de comercio para ellos; y del fuego, un cocinero y un amigo presente en todas partes; y de las nubes, coladores y nodrizas; y de las montañas, depósitos y tesorerías; y del aire, un ventilador para los seres vivos para inhalar y exhalar; y del agua, una nodriza que amamanta a los nuevos llegados a la vida y un vendedor de bebidas dulces que provee a los animales con el agua de vida; esta soberanía Divina muestra la Unidad Divina de una manera muy lúcida.
Por cierto, ¿quién otro sino el Único Creador podría subyugar al sol para que sea un siervo para los habitantes de la tierra? ¿Y quién otro sino el Único de Unidad podría tomar al viento en Sus manos asignándole tantas tareas y empleándolo como un siervo rápido y ágil sobre la faz de la tierra? ¿Y quién otro sino en Único de Unidad se animaría a hacer del fuego un cocinero y hacer que una llama diminuta del tamaño de la cabeza de un fósforo consuma miles de toneladas de bienes? Y así sucesivamente. Cada una de las cosas, cada uno de los elementos, cada uno de los cuerpos celestes, señala al Glorioso Único de Unidad en el nivel de majestuosidad de la soberanía.
Así, tal como la Unidad Divina es evidente en el punto de Gloria y majestuosidad, así también la bendición y la munificencia proclaman la Unicidad Divina al punto de Belleza y misericordia. Esto es porque, dentro de este arte abarcativo, existen en los seres vivos y especialmente en el ser humano facultades y habilidades con las que comprender, aceptar y desear infinitas variedades de bendiciones y que reflejan todos los Nombres Divinos manifestados en todo el universo. Simplemente, como un punto de concentración, el ser humano muestra todos los Bellos Nombres al mismo tiempo por medio del espejo de su esencia y, a través de él, proclama la Unicidad de Allah.
Séptima Sección: سِكَّتُهُ فِى ذَاكَ فِى الْكُلِّ وَاْلاَجْزَاءِ خَاتَمُهُ فِى هذَا فِى الْجِسْمِ وَاْلاَعْضَاءِ Su significado es este: tal como el Creador Glorioso tiene una marca poderosa sobre el macrocosmos como un todo, así también Él ha puesto una marca de Unidad sobre cada una se sus partes y especies. Y, tal como Él ha establecido el sello de Unidad sobre el rostro y el cuerpo de cada ser humano, el microcosmos, así también sobre cada uno de sus miembros hay un sello de Su Unidad.
Por cierto, ese Todopoderoso de Gloria ha ubicado sobre todo, sobre los universales y sobre los particulares, sobre las estrellas y sobre las partículas, una marca de Unidad que da testimonio de Él. Sobre cada uno, Él ha establecido un sello de Unidad que Lo señala. Ya que esta verdad poderosa ha sido aclarada y demostrada de manera muy brillante y decisiva en la Palabra Veintidós, la Palabra Treinta y Dos y en las Treinta y Tres Ventanas de la Carta Treinta y Tres, los referimos a ellas y acortamos la discusión para concluirla aquí.
LA QUINTA FRASE: وَ لَهُ الْحَمْدُ
Ya que las perfecciones que se encuentran en todos los seres que son la causa de elogios y glorificaciones son Suyas, también las alabanzas le pertenecen a Él. Los elogios y las loas, de quien sea a quien sea que hayan venido y que vengan, por toda la eternidad, todo Le pertenece. Porque la bendición, la munificencia, la perfección y la belleza, que son causas de elogios, y todas las cosas, que son el medio para alabar, son Suyas. Por cierto, como lo indican las aleyas del Corán, una adoración, una glorificación, una prosternación, una súplica, una alabanza y un elogio; vienen de todos los seres, elevándose incesantemente a la Corte Divina. La siguiente es una prueba abarcativa que establece esta verdad afirmando la Unidad Divina.
Cuando observamos el universo, nos parece en forma de un parque establecido con jardines, su techo dorado con estrellas elevadas, su suelo habitado por seres ornamentados. Cuando lo vemos así, vemos que los cuerpos celestes ordenados, luminosos y elevados y los seres terrestres que tienen un propósito y están ornamentados en este parque están todos diciendo, cada uno con su lengua particular: “Somos los milagros de poder de un Todopoderoso de Gloria; atestiguamos la Unidad de un Creador Omnisciente y un Hacedor Todopoderoso”.
Luego observamos el globo terráqueo dentro del parque del universo y lo vemos en forma de un jardín en el que se han dispuesto cientos de miles de variedades de plantas multicolores y bellamente adornadas que florecen y, a través del cual cientos de miles de especies diferentes de animales se han esparcido. Y en este jardín de la tierra, todas estas plantas adornadas y estos animales decorados proclaman a través de sus formas bien ordenadas y diseños equilibrados: “Cada uno de nosotros es un milagro, una maravilla de arte, creado por un Único Creador Omnisciente y cada uno de nosotros es un heraldo, un testigo de Su Unidad”.
Además, observando los árboles del jardín, vemos los frutos y las flores de varias formas que se han creado a sabiendas, con sabiduría, generosidad, sutileza y belleza en un nivel absoluto. Y todos están proclamando con una lengua: “Somos los regalos milagrosos de un Compasivo de Belleza, un Misericordioso de Perfección; somos otorgamientos maravillosos”.
Y entonces, los cuerpos celestes y los seres en el parque del universo, las plantas y los animales en el jardín de la tierra y las flores y los frutos de sus árboles y plantas, atestiguan y proclaman con una voz infinitamente resonante: “Nuestro Creador y Diseñador, el Todopoderoso de Belleza, el Inigualable Omnisciente, el Generoso Otorgador de Favores, Quien nos otorgó como regalos es poderoso sobre todas las cosas. Nada es difícil para Él. Nada está fuera de la esfera de Su poder. En relación a Su poder, las partículas y las estrellas son iguales. Un universal es tan simple como un particular, mientras que un particular es tan valioso como un universal. Lo más grande es tan fácil como lo más pequeño en relación a Su poder y lo pequeño está tan lleno de arte como lo grande; por cierto, en cuanto al arte respecta, algo pequeño es más grande que lo grande.
“Todas las ocurrencias del pasado, que son maravillas de Su poder, atestiguan que el Absolutamente Poderoso también es poderoso sobre las maravillas del futuro y sus contingencias. Como quien hizo surgir el ayer hará surgir el mañana, el Todopoderoso Que creó el pasado también creará el futuro. El Omnisciente Creador Que hizo este mundo, también hará el Más Allá.
“Por cierto, el único que verdaderamente merece adoración es el Todopoderoso de Gloria; quien merece alabanzas es nuevamente Él. Como la adoración es exclusivamente Suya, así también las alabanzas y las loas son solo Suyas”.
¿Es acaso posible que un Omnisciente Creador Que creara los cielos y la tierra dejara sin un propósito en los seres humanos, que son el resultado más importante de los cielos y de la tierra y el fruto más perfecto del universo? ¿Es acaso posible que Él se los confiriera a las causas y la casualidad, que Él transformara Su sabiduría evidente en inutilidad? ¡Allah no lo permita! ¿Y es acaso posible que Quien es Omnisciente y Omnisapiente, habiendo planeado y luego formado un árbol, dándole una gran importancia y habiéndolo administrado y sustentado con la mayor de las sabidurías, ignorara sus frutos, que son su objetivo y propósito? ¿Es acaso posible que Él no les diera mayor importancia; que los dejara en manos de ladrones o a pudrirse esparcidos por el suelo? Por supuesto, no podría ser que Él los ignorara o no les diera ninguna importancia. Es por el fruto que se le da importancia al árbol.
El ser inteligente de la universidad, en consecuencia, y su fruto más perfecto, su resultado y objetivo es el ser humano. ¿Es acaso posible que el Creador Omnisciente del universo les diera a otros las alabanzas y la adoración, el agradecimiento y el amor, que son los frutos de aquellos frutos inteligentes y concientes, así haciendo que Su sabiduría evidente se anule, que Su poder absoluto se transforme en impotencia y que Su conocimiento abarcativo se convierta en ignorancia? ¡Allah no lo permita, cien mil veces no!
Ya que los seres inteligentes son los ejes centrales de los objetivos Divinos del palacio del universo y el ser humano es el más eminente de los seres inteligentes, ¿es acaso posible que el agradecimiento y la adoración que él ofrece en respuesta a las bendiciones que recibe fueran para otro que no sea el Creador del palacio del universo y que el Creador Glorioso permitiera que el agradecimiento y la adoración que Le corresponden a Él y que son el objetivo último de la creación del ser humano vayan a otro?
Además, ¿es acaso posible que Él se hiciera amar por los seres inteligentes a través de las variedades interminables de Sus bendiciones y que Él se diera a conocer a través de innumerables milagros de Su arte, y luego, sin darles importancia, abandonara a las causas y a la Naturaleza sus agradecimientos y adoraciones, sus alabanzas y su amor, su reconocimiento y gratitud? ¿Es acaso posible que Él hiciera que Su absoluta sabiduría se negara y que la soberanía de Su divinidad se anulara? ¡Allah no lo permita! ¡Cien mil veces no!
¿Es acaso posible que quien no puede crear una primavera ni puede crear todos los frutos ni puede crear todas las manzanas de la tierra, cuya marca es la misma, pudiera crear una manzana, que es un espécimen en miniatura de todos ellos y dárselo a alguien para comer como una bendición? ¿Es acaso posible que reclamara agradecimiento por ello y así compartir las adoraciones que le corresponden a un absoluto merecedor de alabanzas? ¡Que Allah no lo permita! Porque quien crea una manzana es quien crea todas las manzanas producidas en todo el mundo; porque su marca es la misma.
Además, quien crea todas las manzanas es también quien crea todas las semillas y frutos de todo el mundo, que son el medio de la comida. Es decir, quien da una bendición muy insignificante a un ser vivo muy insignificante es directamente el Creador del universo y el Proveedor Glorioso. Ya que esto es así, el agradecimiento y las alabanzas Le pertenecen directamente a Él. Y ya que esto es así, la realidad del universo dice incesantemente con la lengua de la verdad: لَهُ الْحَمْدُ مِنْ كُلِّ اَحَدٍ مِنَ اْلاَزَلِ اِلَى اْلاَبَدِ
SEXTA FRASE: يُحْيِى
Es decir, quien da vida es sólo Él, en cuyo caso, es también sólo Él Quien crea todas las cosas. Porque el espíritu, la luz, la levadura, la base, el resultado y el resumen del universo es la vida, entonces quien otorga la vida debe ser también el Creador de todo el universo. Quien otorga la vida, entonces, es ciertamente Él; es el Eterno y Auto-Subsistente. Entonces señalamos la prueba poderosa de este nivel en la afirmación de la Unidad Divina como sigue:
Como se ha explicado y demostrado en otra parte de Risale-i Nur, vemos ante nosotros al ejército magnificente de los seres vivos con sus tiendas montadas sobre la planicie de la faz de la tierra. Cada primavera vemos a un nuevo ejército que surge del Mundo de lo Oculto, recién movilizado; uno de los ejércitos innumerables del Eterno y Auto-Subsistente. Mirando a este ejército, vemos dentro de él más de doscientas mil naciones diferentes de familias de plantas y nuevamente más de cien mil tribus de animales. A pesar de que los uniformes de cada tribu y familia, como así también sus provisiones, instrucciones, licenciamientos, armas y períodos de servicio son todos diferentes, cualquiera que tenga ojos en su cabeza lo verá y, habiéndolo visto, no podrá negar que un comandante en jefe provee todas estas diferentes necesidades con perfecto orden y equilibro preciso exactamente al mismo tiempo; y hace esto a través de su infinito poder y sabiduría, su conocimiento ilimitado y su voluntad, su misericordia interminable, sus tesorerías inagotables, sin olvidarse ni uno de ellos ni confundir o mezclar o retrasar a ninguno de ellos.
¿Es acaso posible, entonces, que cualquier cosa pudiera mezclarse, interferir y tener parte en este dar vida y esta administración, en esta alimentación y sustentación, más que Quien tiene un conocimiento abarcativo que comprende todo el ejército junto con todas sus funciones y un poder absoluto con el cual lo administran además de proveer todas sus necesidades? ¡Allah no lo permita! ¡Cientos de miles de veces no!
Es obvio que si hubiera diez tribus en un batallón, porque la dificultad de equiparlas a todas por separado sería la misma dificultad de equipar a diez batallones, los seres humanos impotentes serían obligados a equiparlos de una sola manera. Mientras que el Eterno y Auto-Subsistente provee el equipamiento necesario para las vidas de más de trescientas mil tribus diferentes dentro de ese ejército magnificente. Además, Él hace esto sin problemas ni dificultades, de una manera liviana y fácil, muy sabiamente y manteniendo el orden. Él hace que el ejército poderoso declare con una lengua:هُوَ الَّذِى يُحْيِى y que la vasta congregación de la mezquita del universo recite:
اَللّٰهُ لاَ اِلهَ اِلاَّ هُوَ الْحَىُّ الْقَيُّومُ لاَ تَاْخُذُهُ سِنَةٌ وَ لاَنَوْمٌ
LA SÉPTIMA FRASE: وَ يُمِيتُ
Es decir, quien da la muerte es Él. Es Él Quien otorga la vida, entonces quien quita la vida y designa la muerte también es Él. Por cierto, la muerte no es sólo destrucción o extinción que se pueda atribuir a las causas o a la Naturaleza. Tal como una semilla aparentemente muere y se pudre mientras adentro suyo se amasa un brote y está surgiendo a la vida, es decir, está pasando de la vida particular de una semilla a la vida universal de un brote, así también a pesar de que la muerte es aparentemente desintegración y destierro, en realidad, para los seres humanos es el título, la introducción y el punto de inicio de la vida perpetua. En cuyo caso, el Absolutamente Poderoso Que otorga y administra la vida debe ser ciertamente Quien crea la muerte. Lo siguiente señala a una prueba poderosa de este nivel mayor en la afirmación de la Unidad Divina contenida en esta frase.
Como se explicó en la Ventana Veinticuatro de la Carta Treinta y Tres, a través de la voluntad Divina, todos los seres están fluyendo. Con la orden de su Sustentador, el universo está en continuo movimiento. Con permiso Divino, todos los seres fluyen incesantemente en el río del tiempo; son enviados desde el Mundo de lo Oculto; son vestidos con existencia externa en el mundo Manifiesto; luego son arrojados de manera ordenada al Mundo de lo Oculto. Con la orden de su Sustentador, constantemente vienen del futuro, detienen su paso para tomar aire y son arrojados al pasado.
Esta avalancha de seres se hace de arriba abajo con instancias de sabiduría, beneficios, resultados y objetivos dentro de la esfera de la misericordia y munificencia más sabia; como lo es este viaje constante, dentro de la esfera de la sabiduría y el orden más sabio; y esta corriente, dentro de la esfera de la solicitud y el equilibrio más compasivos. Es decir, el Todopoderoso de Gloria, el Omnisciente de Perfección constantemente está dando vida y empleando a las familias de los seres y los individuos dentro de cada familia y los mundos que forman esas familias. Luego, con Su sabiduría Él los licencia, manifiesta la muerte y los despacha al Mundo de lo Oculto. Él los transfiere desde la esfera del poder hasta la esfera del conocimiento.
¿Entonces es acaso posible que alguien que no tiene la habilidad de administrar el universo en su totalidad, cuya autoridad no se estira a lo largo del tiempo, cuyo poder no es suficiente para hacer que el mundo manifieste la vida y la muerte como un solo individuo, que no puede otorgar vida en la primavera como si fuera una sola flor, adjuntarla a la faz de la tierra y luego recogerla de ella con la muerte y reunirla, podría alguien así ser el dueño de la muerte y el otorgador de la muerte? Sí, la muerte del ser vivo más insignificante, incluso, como su vida, debe ocurrir necesariamente según la ley del Único de Gloria en Cuyas manos están todas las verdades de la vida y las variedades de la muerte y con Su permiso y con Su orden y a través de Su poder y con Su conocimiento.
LA OCTAVA FRASE: وَ هُوَحَىٌّ لاَ يَمُوتُ
Es decir, Su vida es eternal, siempre lo fue y siempre lo será. La muerte y la fugacidad, la inexistencia y el cese, no Le suceden. Porque la vida es esencial para Él. Algo que es esencial no puede cesar. Quien siempre existió por cierto debe existir por siempre. Quien es sempiterno por cierto debe ser eternamente perdurable. Quien es necesariamente existente, por cierto debe ser sin comienzo ni fin. ¿Cómo podría la inexistencia tocar una Vida de la cual toda la existencia, en todas sus variedades, es Su sombra? Sí, una vida que es la vida necesaria es su esencia y su título. Ciertamente la muerte y el cese no pueden ocurrirle a Él. La inexistencia, la fugacidad y el cese de ninguna manera podrían cercenar una Vida a través de la manifestación de la cual todas las vidas constantemente surgen a la existencia y de la cual todas las verdades estables del universo dependen y a través de las que subsisten.
Por cierto, un destello de la manifestación de esa Vida le confiere una unidad a la multiplicidad de las cosas, que están sujetas a la fugacidad y al deceso y las hacen mostrar en permanencia; las salva de la dispersión, preserva su existencia, manifiesta en ellas un tipo de continuación. Es decir, la vida le confiere una unidad a la multiplicidad; la hace permanente. Si la vida parte, la unidad se desintegra, cesa. Por cierto, la fugacidad y el cese no pueden acercarse a esa Vida necesaria, una manifestación de la cual son todos aquellos destellos innumerables de vida.
Los testigos decisivos de esta verdad son la fugacidad y lo efímero del universo. Es decir, a través de su existencia y de sus vidas, al ser testigos y señalar a la Vida de un Eterno que No Muere y a la necesaria existencia de Su Vida y, a través de sus muertes y su fugacidad, atestiguan y señalan la perpetuidad de Su Vida y su eternidad. Porque el hecho de que después de que los seres han perecido, otros sigan después de ellos, manifestando la vida como ellos y tomando sus lugares, demuestra que hay un ser que vive constantemente que renueva la manifestación de la vida incesantemente.
Las burbujas sobre la superficie de un río que fluye, brillan en el sol y desaparecen. Tropa tras tropa de burbujas aparecen, siguiendo una detrás de otra. Muestran el mismo brillo, se extinguen y desaparecen. A través de este estado de brillo y extinción, señalan la continuidad de un sol elevado y perdurable. De la misma manera, la alternancia de la vida y la muerte en estos seres constantemente en movimiento atestigua la continuación y perpetuidad de un Eterno Perdurable.
Estos seres son espejos. Tal como la oscuridad es el espejo para la luz y, sin importar qué tan intensa sea la oscuridad, a ese nivel mostrará el brillo de la luz, así también estos seres actúan como espejos en muchos sentidos por razón del contraste de los opuestos. Por ejemplo, los seres actúan como espejos del poder del Creador a través de su impotencia y de Sus riquezas a través de la pobreza; similarmente actúan como espejos de Su eternidad a través de su fugacidad. La pobreza de los árboles y de la faz de la tierra misma en el invierno y su fortuna brillante y sus riquezas en la primavera actúan como espejos de una manera muy inequívoca del poder y la misericordia de un Absolutamente Poderoso, el Único con Riquezas Absolutas. Es como si todos los seres estuvieran haciendo súplicas como Uvays al-Qarani a través de sus estados y estuvieran diciendo:
“¡Oh, Allah! Tú eres nuestro Sustentador, porque somos siervos; somos impotentes para sustentarnos y alimentarnos. Es decir, ¡Quien nos sustenta eres Tú! Y eres Tú Quien eres el Creador, porque nosotros somos seres, ¡nosotros somos creados! Y eres Tú Quien eres el Proveedor, porque necesitamos provisión, ¡no tenemos poder! Es decir, Quien nos crea y nos otorga nuestras provisiones eres Tú. Y eres Tú Quien eres el Dueño, porque nosotros somos propiedad con un dueño; alguien más que nosotros dispone de nosotros. Es decir, ¡eres Tú Quien eres nuestro Dueño! Y Tú, ¡Tú eres Glorioso! ¡Tú posees grandeza y sublimidad! En cuanto a nosotros, observamos nuestra humildad y vemos que hay manifestaciones de una gloria sobre nosotros. Es decir, ¡somos espejos de Tu Gloria! Y eres Tú Quien eres el Poseedor de Riquezas Absolutas, porque somos absolutamente necesitados y las riquezas nos son otorgadas porque nuestras manos indigentes no podrían obtenerlas. Es decir, eres Tú Quien eres rico, Quien da eres Tú. Y Tú, Tú eres el Eterno, el Perdurable, porque nosotros, nosotros estamos muriendo y en nuestra muerte y en nuestra resurrección vemos la manifestación de un eterno dador de vida. Y Tú, ¡Tú eres Eterno porque vemos Tu continuidad y perpetuidad en nuestro fallecimiento y fugacidad! Y Quien nos responde, el Otorgador de Regalos eres Tú. Porque todos nosotros somos seres, estamos siempre gritando y pidiendo, rogando, implorando con la lengua y el estado. Y nuestros deseos se cumplen, nuestros objetivos se alcanzan. En otras palabras, ¡Quien nos responde eres Tú!” Y así sucesivamente.
Cada ser, universal y particular, es, como Uvays al-Qarani, un espejo de una forma que tiene el significado de súplica. Todos proclaman el poder Divino y la perfección a través de su impotencia, pobreza y deficiencia.
LA NOVENA FRASE: بِيَدِهِ الْخَيْرُ
Es decir, todas las cosas buenas están en Sus manos, todas las buenas obras están en Su libro de cuentas, toda la beneficencia está en Su tesorería. Ya que esto es así, quienes desean algo bueno deben buscarlo de Él, quienes desean lo que es mejor deben buscarlo a Él. Para demostrar la verdad de esta frase de una manera concluyente, señalaremos los signos y destellos de una de las muchas evidencias trascendentales del conocimiento Divino, como sigue:
El Creador Quien controla y crea con acciones que son para verlas en el universo tiene un conocimiento abarcativo y tanto conocimiento es Su cualidad particular, inherente y necesaria. Su separación de Él es imposible. De la misma manera que no es posible que el sol exista sin que su luz exista, tampoco es posible, a través de miles de veces más, que el conocimiento del Ser Quien crea estos seres bien ordenados se separe de Él.
Tal como este conocimiento abarcativo es necesario para ese Ser, así también es también necesario para todas las cosas desde el punto de vista de estar conectadas a Él. Es decir, no es posible que nada se oculte de Él. Tal como no es posible que los objetos sobre la faz de la tierra se enfrenten al sol sin ninguna barrera y no lo vean, entonces es mil veces menos posible, es imposible, que las cosas estén ocultas frente a la luz del conocimiento del Omnisapiente de Gloria. Esto es porque están en su presencia. Es decir, todo está dentro del rango de Su vista, está enfrentándolo, está dentro del compás de Su testimonio; Él penetra en todas las cosas.
Si los poseedores de luz, como el sol inanimado, el ser humano impotente y los rayos X inconscientes pueden ver y penetrar todo lo que los enfrentan, a pesar de que son contingentes, defectuosos y transitorios, seguramente nada en absoluto puede permanecer oculto ni detrás de la luz del conocimiento eterno, que es necesario, abarcativo y esencial. El universo tiene incalculables signos y marcas que señalan a esta verdad, como se puede ver en los siguientes ejemplos:
Todas las instancias de sabiduría aparentes en todos los seres señalan a ese conocimiento. Porque hacer cosas con sabiduría puede ser con conocimiento. También todo el favor y el adorno señalan a ese conocimiento. Quien hace cosas con ayuda y favor ciertamente sabe y hace sabiamente. Y todos los seres bien ordenados, cada uno dentro de un equilibrio, y todos los diseños y todas las formas delicadamente equilibrados y medidos, cada uno dentro de un orden, también indican ese conocimiento abarcativo. Porque para llevar a cabo obras con orden significa hacerlo con conocimiento. Quien hace artísticamente con medida y balance, hace las cosas apoyándose en un conocimiento poderoso. Y la medida bien ordenada aparente en todos los seres, sus formas cortadas según su propósito y sus beneficios y las situaciones y colecciones fructíferas como si estuvieran arregladas según los principios del Decreto Divino y el compás del Decreto Divino, todo demuestra un conocimiento abarcativo. Por cierto, darle formas ordenadas y diferentes a todo, así como también un diseño particular que es apropiado y beneficioso para la vida y la existencia de cada una, ocurre a través de un conocimiento abarcativo; no podría ocurrir de ninguna otra manera.
También, es sólo a través de un conocimiento abarcativo que el sustento de los seres vivos se provee de forma apropiada, en el momento apropiado, en lugares inesperados. Porque, ya que Quien envía el sustento conoce y reconoce a quienes están necesitados de él y el momento apropiado para enviarlo y percibe su necesidad, Él es capaz de proveer su sustento de manera adecuada.
También, la hora señalada de la muerte de todos los seres vivos, que está atado a una ley de determinación, a pesar de no estar claro para los seres, demuestra un conocimiento abarcativo. Porque, a pesar de que la hora de la muerte para los individuos no parece estar determinada, de hecho la muerte de cada grupo está asignada dentro de un período de tiempo restringido por dos límites. En la hora señalada, la preservación de sus semillas, frutos y resultados, que continuarán la tarea a continuación y que son el medio para que se transforme en una nueva vida demuestra un conocimiento abarcativo.
También, la benevolencia de la misericordia, que abarca a todos los seres y está en una forma apropiada para cada uno de ellos, demuestra un conocimiento abarcativo dentro de una vasta misericordia. Porque, por ejemplo, Quien alimenta la cría de los seres vivos con leche y asiste a las plantas de la tierra necesitadas de agua con lluvia, por cierto conoce a las crías y sus necesidades y ve las plantas, percibe qué necesaria es la lluvia para ellas y entonces la envía; y así sucesivamente. Todas las manifestaciones interminables de misericordia delicadamente sabia demuestran un conocimiento abarcativo.
También, el cuidado y la atención, el diseño artístico y la decoración habilidosa presentes en el arte de todas las cosas demuestran un conocimiento abarcativo. Porque elegir un estado ordenado, adornado, artístico y con un propósito de entre miles de estados posibles puede sólo ocurrir a través de un conocimiento profundo. Esta elección aparente en todos los seres demuestra un conocimiento abarcativo.
También, la completa facilidad en la creación y el origen de las cosas señala a un conocimiento muy perfecto. Porque la facilidad de adquirir una situación cierta es acorde al nivel de conocimiento y habilidad. A cualquier nivel que una cosa se conoce, a ese nivel se llevará a cabo con facilidad. Así, como consecuencia de este misterio, vemos de los seres, cada uno de los cuales es un espejo de arte, que son creados con facilidad, sin problemas ni confusión, en un corto período de tiempo, de una manera maravillosa, por cierto milagrosa. Es decir, hay un conocimiento ilimitado que se expresa con facilidad ilimitada; y así sucesivamente.
Hay miles de signos veraces como los mencionados en los ejemplos anteriores del hecho de que Quien tiene disposición del universo tiene un conocimiento abarcativo; que Él conoce todos los atributos de todos los seres y entonces, actúa. Ya que el Dueño del universo tiene tanto conocimiento, seguramente Él ve a los seres humanos y sus acciones y Él sabe lo que los seres humanos merecen y lo que es apropiado para ellos. Y Él dispone de ellos y dispondrá de ellos según los requerimientos de sabiduría y misericordia.
¡Oh, ser humano! ¡Entra en razones! ¡Piensa con cuidado qué tipo de Ser es Quien te conoce y te observa; piensa en ello y despierta!
Si se dice: El conocimiento solo no es suficiente; la voluntad también es necesaria. Si la voluntad no estuviera presente, el conocimiento no sería suficiente, ¿no?
La Respuesta: Todos los seres indican y atestiguan un conocimiento abarcativo y señalan a una voluntad abarcativa del dueño de ese conocimiento abarcativo. Es como sigue:
El hecho de que, mientras se duda entre una gran cantidad de posibilidades, una individualidad ordenada se le da a cada cosa, especialmente a cada ser vivo, a través de una probabilidad determinada entre una gran cantidad de probabilidades confusas y a través de un camino que arroja resultados entre muchos caminos infructíferos, demuestra una voluntad universal de muchas facetas.
Los diseños medidos y las identidades bien ordenadas se les han dado a todas las cosas en una medida muy sensible y delicada, y con un orden muy delicado y sutil. Se les dio éstos de entre los elementos inanimados que fluyen sin equilibrio en las avalanchas confusas y monótonas y de entre los senderos estériles e infructuosos y de las posibilidades ilimitadas que rodean a todos los seres. Esto demuestra necesaria y evidentemente que son las obras de una voluntad abarcativa. Porque la elección de innumerables estados ocurre por medio de una designación, una elección, un propósito y una voluntad. Está especificado por una intención y un deseo deliberado. Por cierto, especificar requiere de alguien que especifica y elegir, alguien que elige. Y quien especifica y elige es la voluntad.
Por ejemplo, la creación de un ser como el ser humano, que es como una máquina ensamblada con cientos de componentes y sistemas diferentes, a partir de una gota de agua; y la creación de un pájaro, que tiene cientos de miembros diferentes, de un simple huevo; y la de un árbol, se separa en cientos de partes diferentes de una simple semilla; la creación de éstos atestigua el poder y el conocimiento, tal como indican la voluntad universal de su Creador de una manera muy decisiva y necesaria. Y con esa voluntad, Él le da un diseño diferente y particular a cada componente, a cada miembro, a cada parte. Él los viste con un estado elegido.
En Breve: El hecho de que haya entre las distintas cosas muchas semejanzas y coincidencias con respecto a sus esencias y resultados; por ejemplo, entre los miembros principales y los órganos de los cuerpos de los animales, y el hecho de que muestren la misma marca de Unidad, indica de manera fehaciente que el Creador de todos los animales es el mismo; Él es Uno, Él es Único, Él posee Unidad. Y el hecho de que estos animales tengan diferentes identidades y características distintivas, todas determinadas con sabiduría y un propósito, indica que su Único Creador es Quien actúa con elección y voluntad. Él hace lo que Él desea hacer, Él no hace lo que Él no desea hacer; Él actúa con intención y voluntad.
Existen tantas indicaciones y tantos testimonios del conocimiento Divino y de la voluntad Divina como seres que existen, por cierto como los atributos y las cualidades de los seres. En consecuencia, algunos filósofos que niegan la voluntad Divina y algunos de aquellos que favorecen la innovación niegan el Decreto Divino, algunos extraviados que afirman que Allah no se ocupa de asuntos menores, los naturalistas que le atribuyen algunos seres a la Naturaleza y a las causas, son mentiras multiplicadas por la cantidad de seres y un delirio de extravío multiplicado por la cantidad de atributos de esos seres. Porque quien niega las innumerables instancias de testimonio veraz está diciendo una mentira de infinitas proporciones.
Entonces, puedes ver por ti mismo qué tan equivocado y contrario a la verdad es llamar a los eventos, que existen a través de la voluntad Divina, “Naturalmente, naturalmente” en lugar de “Si Allah lo desea así, si Allah lo desea así”.
LA DÉCIMA FRASE: وَهُوَ عَلَى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ
Es decir, absolutamente nada es difícil para Él. Sin importar cuántas cosas hay en la esfera de la contingencia, Él es capaz de vestirlas a todas con existencia muy fácilmente. Es tan simple y fácil para Él que, según el misterio de: اِنَّمَا اَمْرُهُ اِذَا اَرَادَ شَيْئًا اَنْ يَقُولَ لَهُ كُنْ فَيَكُونُ es como si Él sólo tuviera que dar la orden y se lleva a cabo.
Un artista habilidoso pone sus manos en su obra, éste funciona como una máquina. Para expresar su velocidad y habilidad, se dice que la obra y el arte están bajo su control al punto tal que es como si con su orden, al tocarlo, las piezas aparecen, las obras de arte vienen a la existencia. De la misma manera, esta aleya afirma:
اِنَّمَا اَمْرُهُ اِذَا اَرَادَ شَيْئًا اَنْ يَقُولَ لَهُ كُنْ فَيَكُونُ
aludiendo a la subyugación absoluta y la obediencia de todas las cosas al poder del Todopoderoso de Gloria y la absoluta facilidad y falta de problema con la que Su poder funciona. Aclararemos con Cinco Puntos cinco de los innumerables misterios contenidos en esa poderosa verdad.
EL PRIMERO
En relación al poder Divino, lo más grande es tan fácil como lo más pequeño. La creación de una especie con todos sus individuos es tan fácil y libre de problemas como la creación de un individuo. Es tan fácil crear el Paraíso como la primavera y es tan fácil crear la primavera como una flor.
Este misterio se ha explicado y demostrado a través de las seis comparaciones – el Misterio de la Luminosidad, el Misterio de la Transparencia, el Misterio de la Reciprocidad, el Misterio del Equilibrio, el Misterio del Orden, el Misterio de la Obediencia y el Misterio de la Desconexión – al final de la Palabra Diez, que es sobre la resurrección de los muertos, y en la discusión también sobre la resurrección de los muertos en el Segundo Objetivo de la Palabra Veintinueve, que es sobre los ángeles, la inmortalidad del espíritu del ser humano y la resurrección. Se ha demostrado en estos tratados que, en relación al poder Divino, las estrellas son tan fáciles como los átomos y que los innumerables individuos son creados con tanta facilidad como un individuo. Ya que estos misterios se han demostrado en dos Palabras, los referimos a ellas y acortamos la discusión aquí.
EL SEGUNDO
Una prueba decisiva y evidente de que todo es igual en relación al poder Divino es esta: vemos con nuestros propios ojos en la creación de los animales y de las plantas el nivel más elevado de maestría y exquisitez de arte dentro de una infinita multiplicidad y generosidad; y la más grande distinción y diferenciación dentro de la absoluta confusión y mezcla; y la consideración más elevada con respecto al arte y la belleza más suprema en cuanto a la creación dentro de la más grande abundancia y profusión. Mientras que necesita mucho equipamiento y mucho tiempo, son creados con mucha facilidad y velocidad con el arte más grande. Sencillamente, aquellos milagros de arte vienen a la existencia de repente y de la nada.
Así, al observar esta actividad de poder cada estación sobre la faz de la tierra, vemos que establece irrefutablemente que lo más grande es tan fácil como lo más pequeño en relación al poder que es la fuente de aquellas acciones y que la creación y administración de innumerables individuos es tan fácil como la creación y administración de un solo individuo.
EL TERCERO
El universal más grande es tan fácil como el particular más pequeño en relación al poder del Creador Todopoderoso Que regula el universo con acciones y una disposición que se ven claramente. La creación de un universal que consiste de una multiplicidad de individuos es tan fácil como la creación de un solo particular y en un particular e insignificante se muestra el más elevado valor de arte. Este misterio y la sabiduría en él provienen de tres fuentes:
La Primera: de la asistencia de la Unidad.
La Segunda: de la facilidad de la Unidad.
La Tercera: de la manifestación de la Unicidad.
La Asistencia de la Unidad, que es la primera fuente: Es decir, si todas las cosas son propiedad de un solo ser, entonces como resultado de la unidad, puede concentrar el poder de todas las cosas detrás de cualquier cosa y todas las cosas pueden ser administradas con tanta facilidad como una sola cosa. Explicaremos este misterio con una comparación para hacerlo más fácil de entender:
Por ejemplo, si hay un solo monarca de un país, por la ley de unidad de su soberanía, podría ser capaz de movilizar la fuerza inmaterial de todo un ejército detrás de cada uno de los soldados. Y porque sería capaz de hacer eso, un solo soldado podría ser capaz de capturar a un rey y tenerlo bajo su comando en nombre del monarca. Además, tal como el monarca emplearía y dirigiría a un solo soldado y a un solo oficial, por el misterio de la unidad de soberanía, sería capaz de dirigir a todo un ejército y a todos sus oficiales. Es como si, por el misterio de la unidad de soberanía, fuera capaz de enviar a todos y a todo a ayudar a un individuo.
Cada individuo, en consecuencia, confiaría en una fuerza tan grande como la de todos los individuos; es decir, recibiría asistencia de ellos. Si la soga de la unidad de la soberanía se soltara y se convirtieran en soldados irregulares, entonces cada soldado, al perder de repente una fuerza ilimitada, caería de una posición elevada de influencia a la de una persona común. Y dirigirlos y emplearlos traería tantas dificultades como cantidad de individuos.
De exactamente la misma manera, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى ya que el Creador del universo es Uno, Él reúne Sus Nombres, que miran hacia todas las cosas, ante cada una de las cosas, y Él crea con un arte infinito de una forma valiosa. Si hay necesidad de ello, Él mira hacia una sola cosa por medio de todas las cosas, Él las hace mirar hacia ella; Él le da asistencia y la fortalece. También, por el misterio de la Unidad, Él crea, dispone y administra todas las cosas como si fueran una sola cosa.
Es debido al misterio de esta asistencia de Unidad que en el universo se evidencia una cualidad que es exaltada y sublime al grado extremo en cuanto a su arte y valor y esto dentro de una absoluta abundancia y profusión.
La Facilidad de la Unidad, que es la segunda fuente: Es decir, los asuntos que ocurren según los principios de la Unidad, en un centro, de una mano, según una ley, ocurren con la mayor facilidad. Si se esparcieran entre numerosos centros, numerosas leyes y numerosas manos, engendraría dificultades.
Por ejemplo, si el equipamiento de todos los soldados de un ejército se fabrica en un centro, según una ley y bajo la orden de un comandante en jefe, es tan fácil como equipar a un solo soldado. Si, por otra parte, todo su equipamiento se hiciera en distintas fábricas, en diferentes centros, entonces todas las fábricas militares necesarias para equipar un ejército serían necesarias para equipar a un soldado. Es decir, si se confía en la Unidad, un ejército es tan fácil como un soldado. Mientras que si no hay unidad, tantas dificultades surgirán al equipar a un soldado como al equipar a un ejército.
Además, si en relación a la Unidad, los elementos necesarios para la vida se dan de los frutos de un árbol, confiando en un centro, una ley y una raíz, miles de frutos son tan fáciles como un solo fruto. Si, por otra parte, cada fruto está ligado a un centro diferente y si todas sus necesidades vitales se envían por separado, cada fruto engendrará tantas dificultades como todo el árbol. Porque los elementos necesarios para la vida de todo el árbol también serán necesarios para cada fruto.
Así, como estas dos comparaciones, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَىporque el Creador del universo es el Único de Unidad, Él actúa con Unidad, y porque Él actúa con Unidad, todas las cosas son tan fáciles como una sola. Además, Él es capaz de hacer una sola cosa tan valiosa como todas las cosas con respecto a su arte. Y al crear innumerables individuos de una forma muy valiosa, Él demuestra absoluta liberalidad a través de la lengua de la abundancia ilimitada y de la profusión interminable de los seres y Él manifiesta una generosidad ilimitada y una creatividad infinita.
La Manifestación de la Unicidad, que es la tercera fuente: Es decir, ya que el Creador Glorioso no es físico ni corpóreo, el tiempo y el espacio no pueden restringirlo, la creación y el lugar no pueden obstruir Su presencia y testimonio, los medios y la masa no pueden ocultar Sus acciones. No hay fragmentación ni división en Su consideración y actuación hacia la creación. Una cosa no puede ser un obstáculo para otra. Él realiza innumerables actos como si fueran un solo acto. Es por esta razón que de la misma manera que, Él encapsula un enorme árbol en una semilla inmaterialmente, Él también puede contener un mundo adentro de un solo individuo y todo el mundo está abarcado por la Mano de Poder.
Como Hemos explicado este misterio en otras partes de Risale-i Nur, decimos que: el sol es en cierta forma ilimitado con respecto a su luminosidad, entonces su imagen se refleja en cada objeto bruñido y brillante. Si miles y millones de espejos se exponen a su luz, entonces la manifestación de su semejanza se encontrará en cada uno de ellos sin dividirse, como si fueran un solo espejo. Si las capacidades de los espejos fueran así, el sol sería capaz de demostrar sus efectos en ellos en toda su magnitud. Una cosa no puede ser un obstáculo de otra. Miles de cosas entran en miles de lugares con la facilidad de una cosa que entra en un lugar. Cada lugar muestra la manifestación del sol tanto como miles de lugares.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى la manifestación del Creador Glorioso del universo es tal, con todos Sus atributos que son luz y con todos Sus Nombres que son luminosos, que a través del misterio de la consideración de la Unicidad, a pesar de que Él no está en ningún lugar, Él es Omnipresente y Omnividente en todos los lugares. No hay división en Su consideración. Él realiza todas las cosas al mismo tiempo, en todos los lugares, sin dificultad, sin estorbos.
Así, es a través de estos misterios de la asistencia de la Unidad, la facilidad de la Unidad y la manifestación de la Unicidad, que cuando todos los seres se le atribuyen a un solo Creador, la creación de todos se vuelve tan simple y fácil como la de un solo ser. Y cada ser puede ser tan valioso como todos los seres con respecto a la delicadeza de su arte. Esta verdad se demuestra por el hecho de que dentro de la ilimitada plenitud de seres, hay ilimitadas sutilezas de arte en cada individuo. Si los seres no se atribuyen directamente a un solo Creador, entonces cada uno se vuelve tan problemático como todos los seres y el valor de todos ellos disminuye, cae al de un solo ser. Si este fuera el caso, nada surgiría a la existencia, o si lo hiciera, sería sin valor.
Este misterio condujo a los sofistas, que eran los filósofos más avanzados, porque habían apartado sus rostros del camino de la Verdad y girado hacia el de la incredulidad y el extravío, a darse cuenta de que el camino de asociar copartícipes con Allah era cientos de miles de veces más difícil que el camino de la Verdad y el camino de afirmar la Unidad Divina; que era irracional al grado extremo. Entonces, estuvieron obligados a renunciar a sus razones negando la existencia de todo.
EL CUARTO
La creación del Paraíso es tan fácil como la de la primavera en relación al poder del Todopoderoso Que administra el universo con acciones que son claras de ver. La creación de la primavera es tan fácil como la de una flor. El encanto en el arte de una flor y la delicadeza de su creación pueden ser tan encantadores y valiosos como una primavera. El misterio de esta verdad se multiplica por tres:
Primero: la necesaria existencia y la imparcialidad total del Creador.
Segundo: la absoluta otredad de Su esencia y Su ilimitación.
Tercero: que Él no está limitado por el espacio y Él es indivisible.
Primer Misterio: El hecho de que la necesaria existencia y la imparcialidad total provocan infinita facilidad es un misterio extremadamente profundo. Facilitaremos su comprensión con la siguiente comparación:
Los niveles de existencia son diversos. Y los mundos de existencia son todos diferentes. Porque son todos diferentes, una partícula de un nivel de existencia que está profundamente enraizada en la existencia es tan grande como una montaña de un nivel de existencia que es menos sustancial que su nivel; contiene la montaña.
Por ejemplo, la facultad de la memoria, que es del tamaño de una semilla de mostaza en la cabeza del Mundo Manifiesto toma una existencia del tamaño de una biblioteca del Mundo del Significado. Y un espejo del tamaño de una uña del mundo externo abarca una poderosa ciudad del nivel del Mundo de las Similitudes. Si la memoria y el espejo del mundo externo hubieran tenido conciencia y poder creativo, hubieran sido capaces de hacer surgir ilimitadas transformaciones y disposiciones en los Mundos del Significado y de las Similitudes a través del poder de sus existencias diminutas en el mundo externo. Es decir, cuando la existencia se establece con firmeza, el poder aumenta; lo que es sólo un poco se vuelve mucho. Especialmente después de que la existencia ha alcanzado una estabilidad absoluta, si está desligada y distante de la materialidad y no se restringe, entonces sólo una manifestación parcial de ella será capaz de transformar muchos mundos de otros niveles menos sustanciales de existencia.
Así,وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى el Creador Glorioso del universo es Necesariamente Existente. Es decir, Su existencia es esencial, es eterno, su inexistencia es imposible, su cese es imposible; es el nivel de existencia más firmemente arraigado, el más básico, el más fuerte y el más perfecto. En relación a Su existencia, los otros niveles de existencia son como sombras extremadamente pálidas.
El nivel de Necesaria Existencia es tan estable y real y la existencia contingente es tan insustancial y pálida que muchos de quienes han investigado la creación, como han reducido los otros niveles de existencia al nivel de delirio e imaginación; dijeron: لاَ مَوْجُودَ اِلاَّ هُوَ O sea, no se debe decir de las otras cosas que tienen existencia en relación a la Necesaria Existencia. Afirmaron que no valían el título de existencia.
Y entonces, por el poder del Necesariamente Existente, que es necesario y esencial, los seres contingentes, tanto las existencias creadas como las temporarias y tanto las realidades inestables como las impotentes, son infinitamente fáciles y simples. Darles vida a todos los seres humanos y luego juzgarlos en la Gran Reunión es tan fácil como las hojas, las flores y los frutos que Él resucita en la primavera, por cierto, en un jardín o en un árbol.
Segundo Misterio: La razón de la facilidad con respecto a la absoluta otredad de Su Esencia y Su ilimitación es esta: Por cierto, el Creador del universo no es del mismo tipo que el universo. Su Esencia no se parece a ninguna otra esencia. Ya que esto es así, los obstáculos y las restricciones dentro de la esfera del universo no Lo pueden dificultar, no pueden restringir Sus acciones. Él tiene absoluta disposición sobre todo el universo y es capaz de transformarlo todo al mismo tiempo. Si la disposición y las acciones que son evidentes en el universo se le atribuyeran al universo, causaría tantas dificultades y tanta confusión que no quedaría ningún orden ni nada continuaría existiendo; por cierto, nada sería capaz de surgir a la existencia.
Por ejemplo, si el arte maestro de los domos abovedados se le atribuyera a las piedras de los domos y si la orden de una batalla, que le corresponde a su oficial, se le dejara a los soldados, ninguno de ellos existiría alguna vez o bien con gran dificultad y confusión alcanzarían un estado completamente carente de orden. Mientras que, si para que la situación de las piedras del domo se alcance, se acuerda a un maestro que no es del tipo de la piedra y, si la orden de los soldados del regimiento se delega, le confiere a un oficial que tiene la cualidad esencial de mando, el arte es fácil así como lo es la orden y la organización. Esto es porque, mientras que las piedras y los soldados son obstáculos entre sí, el maestro y el oficial pueden ver cada aspecto y ordenan sin obstáculos.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى la sagrada Esencia del Necesariamente Existente no es del mismo tipo de las esencias de los seres contingentes. Más bien, todas las verdades del universo son rayos del Nombre de Verdad, que es uno de los Bellos Nombres de Su Esencia. Ya que Su Esencia sagrada es Necesariamente Existente y está completamente aislada de la materialidad y es diferente a todas las otras esencias, no tiene igual, ni equivalente, ni similar. Entonces, por cierto, la administración y el sustento de todo el universo en relación al poder eterno de ese Glorioso es tan fácil como el de la primavera, por cierto, de un árbol. Y la creación de la resurrección de los muertos, el reino del Más Allá, del Paraíso y del Infierno, es tan fácil como la resurrección durante la primavera que había muerto el otoño anterior.
Tercer Misterio: El hecho de que esa indivisibilidad y no estar limitado por el espacio que resulta en la absoluta facilidad tiene este significado: ya que el Creador Todopoderoso está libre de las restricciones del espacio, Él está presente en todo lugar a través de Su poder. Y ya que no hay división ni fragmentación con respecto a Su Esencia, Él puede considerar y actuar sobre todas las cosas con todos Sus Nombres. Y ya que Él está presente en todas partes y actúa sobre todo, los seres y los intermediarios y la masa no pueden perjudicar ni evitar Sus acciones, por cierto, no hay necesidad de que lo hagan.
Supongamos que hubiera alguna necesidad, entonces cosas como los cables eléctricos, las ramas de los árboles y las venas de los seres humanos, sería como los medios para la facilitación, para la llegada de la vida y la causa de la rapidez de las acciones. Entonces, ignoremos la idea de dificultar, restringir e intervenir y digamos que son el medio para facilitar, expedir y unir. Es decir, desde el punto de vista de la obediencia y la sumisión de todas las cosas al dominio del poder del Todopoderoso y Glorioso, no hay necesidad de ellas. Si hubiera alguna necesidad de ellas, sería como un medio para la facilidad.
En Breve: El Creador Todopoderoso crea todo de una forma apropiada sin problema, sin pasar por ningún proceso, rápida y fácilmente. Él crea los universales tan fácilmente como los particulares. Él crea los particulares tan llenos de arte como Él hace los universales. Por cierto, quien crea los universales y los cielos y la tierra debe necesariamente ser quien crea los particulares y los seres vivos individuales contenidos en los cielos y en la tierra; no podría ser otro más que Él. Porque aquellos diminutos particulares son los frutos, las semillas y los especimenes en miniatura de los universales.
Además, quien crea los particulares debe también ser quien crea los elementos y los cielos y la tierra, que abarca los particulares. Porque vemos que los particulares son cada uno como una semilla y una copia diminuta en relación a los universales. Ya que esto es así, los elementos universales y los cielos y la tierra deben estar en las manos del Ser Que crea esos particulares para que, según los principios de Su sabiduría y el equilibrio de Su conocimiento, Él pueda insertar la esencia, los significados, las muestras de esos seres universales y abarcativos en aquellos particulares, que son como sus especimenes en miniatura.
Por cierto, desde el punto de vista de las maravillas las obras de arte y de la creatividad, los particulares no están detrás de los universales; ni las flores están debajo de las estrellas, ni las semillas son inferiores a los árboles. Por cierto, el árbol inmaterial, que es el bordado del Decreto Divino y está en la semilla, es más maravilloso que el árbol físico, que es el tejido del poder Divino y está en el jardín. Y la creación del ser humano es más maravillosa que la creación del universo. Si un Corán de Sabiduría se escribiera en partículas de éter sobre un átomo, sobrepasaría por mucho el valor de un Corán de Grandeza escrito en las estrellas sobre la faz de los cielos. Similarmente, hay muchas partículas que son superiores a los universales con respecto al milagro de su arte.

EL QUINTO
Hemos demostrado en cierta forma en nuestras explicaciones anteriores, la infinita facilidad, la absoluta velocidad, la extrema rapidez de acciones y la ilimitada facilidad evidentes en la creación de los seres, junto con los misterios y las instancias de sabiduría en su creación. La existencia de las cosas con su ilimitada rapidez e infinita facilidad, en consecuencia, ha engendrado en los bien guiados la siguiente firme convicción, que en relación al poder de Quien crea a los seres, los Paraísos son tan fáciles como las primaveras, las primaveras son tan fáciles como los jardines y los jardines son tan fáciles como las flores.
Según el misterio de: مَا خَلْقُكُمْ وَلاَ بَعْثُكُمْ اِلاَّ كَنَفْسٍ وَاحِدَةٍ la resurrección de toda la humanidad es tan fácil como hacer que una persona muera y vuelva a la vida nuevamente. Y según la afirmación explícita de:
اِنْ كَانَتْ اِلاَّ صَيْحَةً وَاحِدَةً فَاِذَاهُمْ جَمِيعٌ لَدَيْنَا مُحْضَرُونَ resucitar a todos los seres humanos es tan fácil como reunirlos con el sonido de un clarín, un ejército que se ha dispersado a descansar.
Así, a pesar de que esta velocidad infinita y facilidad ilimitada son pruebas decisivas y estos argumentos convincentes de la perfección evidente del poder del Creador y de que todo es fácil en relación a Él, en vista de los extraviados, la formación y la creación de cosas por el poder del Creador, que es fácil al nivel de necesidad, hizo surgir la noción de que las cosas se forman a sí mismas, que es absolutamente imposible y así se volvieron la causa de confusión. Es decir, porque ven que algunas cosas comunes vinieron a la existencia muy fácilmente, imaginan que la formación de ellas es autoformación. Es decir, no son creadas sino que surgen a la existencia por sus propios medios.
¡Allí, observa los niveles infinitos de estupidez! Convirtieron a lo que es la prueba de un poder ilimitado, en la prueba de su inexistencia; abren la puerta a innumerables imposibilidades. Porque si ese fuera el caso, sería necesario que los atributos de perfección, como el poder infinito y el conocimiento abarcativo, que son necesarios del Creador del universo, se atribuyeran a cada partícula de cada ser para que fuera capaz de formarse a sí mismo.
LA UNDÉCIMA FRASE: وَ اِلَيْهِ الْمَصِيرُ
Es decir, todas las cosas regresarán al reino de permanencia desde el reino efímero e irán al trono de la soberanía del Eterno. Irán de la multiplicidad de las causas a la esfera de poder del Glorioso de Unidad y serán transferidas de este mundo al Más Allá. Vuestro lugar de recurso es Su Corte, en consecuencia, y vuestro lugar de refugio, Su misericordia. Y así sucesivamente.
Existen muchas verdades que afirman esta frase así. La que afirma que regresarán a la dicha eterna y al Paraíso se ha demostrado tan fehacientemente por la certeza irrefutable de los doce argumentos de la Palabra Diez y por los seis Principios que comprenden las numerosas pruebas convincentes de la Palabra Veintinueve, que no queda necesidad de más explicación. Esas dos Palabras han demostrado, con la certeza de que el sol sale la mañana siguiente a la que se pone el día anterior, que la vida también que es el sol inmaterial en este mundo, saldrá de una forma perdurable la mañana de la resurrección después de que se ponga con la destrucción del mundo. Algunos de los seres humanos y los genios llegarán a la felicidad eterna y algunos llegarán a la miseria eterna. Ya que las Palabras Diez y Veintinueve han demostrado esta verdad a la perfección, los referimos a ellas y aquí sólo decimos esto:
Además de lo que se ha demostrado fehacientemente en la explicación anterior, el Creador Omnisciente del universo, Quien posee un poder absoluto ilimitado, una voluntad universal inagotable y un conocimiento abarcativo infinito, el Creador Misericordioso de los seres humanos, ha prometido con todos Sus Libros celestiales y Sus decretos el Paraíso y la dicha eterna para aquellos de la humanidad que creen en Él. Ya que Él lo ha prometido, Él por cierto lo realizará porque es imposible que Él rompa Su promesa. Y porque, no llevar a cabo una promesa es una falta horrible y el Único de Perfección Absoluta está totalmente exento y libre de toda falta. No cumplir una promesa surge por ignorancia o por impotencia. Sin embargo, ya que es imposible que haya ignorancia o impotencia que le pertenezca a ese Absolutamente Poderoso, el Omnisapiente de Todas las Cosas, que Él rompa una promesa también es imposible.
Además, primero y principal, el Orgullo de los Mundos (PyB) y todos los profetas (p.), evliyas, eruditos purificados y los creyentes, constantemente requieren e imploran, desean y buscan al Generoso y Compasivo por la dicha eterna que les han prometido. Ellos la buscan a través de Sus Más Bellos Nombres. Porque principalmente Su compasión y misericordia, justicia y sabiduría, Sus Nombres de Misericordioso y Compasivo, Justo y Sabio, Su soberanía y monarquía y la mayoría de Sus Nombres incluyendo el de Sustentador y Allah, requieren y necesitan el reino del Más Allá y la felicidad eterna y atestiguan y señalan su ocurrencia. Por cierto, todos los seres con todas sus verdades señalan al Más Allá.
El Sabio Corán, el más grande de los Libros revelados, también muestra y enseña esta verdad con miles de sus aleyas; con evidencias claras y pruebas veraces y concluyentes.
El Más Noble Amado (PyB), también, que es la causa del orgullo de la raza humana, apoyándose en miles de milagros deslumbrantes, enseñó esta verdad a lo largo de su vida, con toda su fuerza; la demostró, la proclamó, la vio y la mostró.
اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَسَلِّمْ وَبَارِكْ عَلَيْهِ وَعَلَى آلِهِ وَصَحْبِهِ بِعَدَدِ اَنْفَاسِ اَهْلِ الْجَنَّةِ فِى الْجَنَّةِ وَ احْشُرْنَا وَ نَاشِرَهُ وَ رُفَقَائَهُ و َصَاحِبَهُ سَعِيدًا وَ وَالِدِينَا وَ اِخْوَانَنَا وَ اَخَوَاتِنَا تَحْتَ لِوَائِهِ وَارْزُقْنَا شَفَاعَتَهُ وَ اَدْخِلْنَا الْجَنَّةَ مَعَ آلِهِ وَ اَصْحَابِهِ بِرَحْمَتِكَ يَا اَرْحَمَ الرَّاحِمِينَ آمِينَ آمِينَ
رَبَّنَالاَتُؤَاخِذْنَا اِنْ نَسِينَا اَوْ اَخْطَاْنَا ٭رَبَّنَالاَتُزِغْ قُلُوبَنَا بَعْدَ اِذْ هَدَيْتَنَا وَهَبْ لَنَا مِنْ لَدُنْكَ رَحْمَةً اِنَّكَ اَنْتَ الْوَهَّابُ٭رَبِّ اشْرَحْ لِى صَدْرِى٭ وَيَسِّرْ لِى اَمْرِى٭وَاحْلُلْ عُقْدَةً مِنْ لِسَانِى٭يَفْقَهُوا قَوْلِى٭رَبَّنَا تَقَبَّلْ مِنَّا اِنَّكَ اَنْتَ السَّمِيعُ الْعَلِيمُ ٭ وَ تُبْ عَلَيْنَا اِنَّكَ اَنْتَ التَّوَّابُ الرَّحِيمُ
سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ

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