CARTA VEINTIOCHO

El Quinto Asunto, que es la Quinta
Parte Sobre el Agradecimiento
ﭡ٭وَ اِنْ مِنْ شَيْءٍ اِلاَّ يُسَبِّحُ بِحَمْدِهِ

El Sagrado Corán reitera aleyas como, por ejemplo, éstas:
اَفَلاَيَشْكُرُونَ٭اَفَلاَيَشْكُرُونَ٭وَسَنَجْزِى الشَّاكِرِينَ٭لَئِنْ شَكَرْتُمَْلاَزِيدَنَّكُمْ ٭ بَلِ اللّهَ فَاعْبُدْ وَكُنْ مِنَالشَّاكِرِينَ
El Corán, de Milagrosa exposición, muestra que el agradecimiento de los siervos es lo más importante que desea el Creador Más Misericordioso. El Corán, El Sapientísimo que distingue entre la verdad y la falsedad, llama a los seres humanos para dar gracias, dando al agradecimiento la mayor importancia. Mostrar ingratitud al rechazar las bondades, y en la Sura al-Rahman, menciona treinta y un veces un trato severo y temible con respecto al decreto que muestra que la ingratitud es rechazo y negación:
فَبِاَىِّ آلاَءِ رَبِّكُمَاتُكَذِّبَانِ En verdad, el Sabio Corán muestra que el agradecimiento es el resultado de la creación y el universo que es el poderoso Corán muestra que el resultado más importante de la creación del mundo es dar gracias. Porque si se observa cuidadosamente al universo, es evidente que todas las cosas conllevan dentro de sí agradecimiento; en un grado cada uno da gracias y se vuelve a ella. Es como si el fruto más importante del árbol de la creación diera gracias y el mejor producto de la fábrica del universo diera gracias. El motivo para esto es lo siguiente:
Vemos en la creación que el mundo y sus seres están organizados en un círculo con la vida como su punto central. Todos los seres buscan, sirven y producen las necesidades para la vida. Esto significa, que El Creador del universo eligió la vida para ellos.
Entonces vemos que Él creó a los seres vivos con la forma de un círculo cuyo punto central es el ser humano. Simplemente, centró en los humanos todos los propósitos previstos para los seres animados, juntando todas las criaturas a su alrededor y subyugándolos a él. Hizo que le sirvan y lo hizo dominante sobre ellos. Esto significa que el Glorioso Creador eligió al ser humano de entre todos los seres vivientes, y ha querido y decretado esta posición para él en el mundo.
Entonces vemos que el mundo del ser humano y también el de los animales, están formados en círculos con el alimento como punto central. Ha creado a los seres humanos y a los animales enamorados del sustento y los ha sujetado a él, e hizo que sean sus siervos. El alimento los domina. Hizo que el sustento sea un gran y rico tesoro que englobe sus innumerables bondades. Incluso, con una facultad llamada sentido del gusto, en la lengua ha puesto finas y sensibles escala según los alimentos, se puede reconocer las distintas variedades de alimentos. Es decir, la verdad más extraña, rica, maravillosa, agradable, comprensiva del universo yace en el sustento.
Ahora vemos como si todo se juntara alrededor de los alimentos y fuera el centro de todo, el sustento en todas sus variedades subsiste a través del agradecimiento, tanto material como inmaterial ya sea ofrecido por palabras o hechos; existe a través del agradecimiento, se produce por él y se muestra a través de él. Porque el apetito y el deseo por el sustento son una clase de agradecimiento innato o instintivo. El gozo y el placer son también una clase de agradecimiento inconsciente, ofrecido por todos los animales. Solamente el ser humano cambia la naturaleza de ese agradecimiento innato a través del extravío y la incredulidad, se desvía del agradecimiento y asocia compañeros a Allah.
Además, las exquisitas formas adornadas, los aromas fragantes, los gustos deliciosos y maravillosos de las bondades que existen en los alimentos, invitan a dar gracias. Despiertan entusiasmo en los seres animados, y a través de esto impulsan una especie de afecto y respeto dando lugar a alguna clase de agradecimiento. Atraen la atención de los seres conscientes y generan admiración en ellos. Los animan a respetar las bondades, a través de esto, los llevan a agradecer verbalmente y por medio de los actos, y a ser agradecidos. Los hacen experimentar el placer y el gozo más importante y dulce dentro del agradecimiento.
Es decir, muestran que además de placer breve y temporalmente superficial, a través del agradecimiento, estas deliciosas comidas y bondades ganan los favores del Más Misericordioso, quien provee un placer permanente, verdadero y sin límites. Hacen que los seres conscientes reflexionen sobre los placeres infinitos y agradables del Poseedor Generoso de los tesoros de misericordia, y para probar las delicias eternas del Paraíso mientras se permanece en este mundo. Así, por medio del agradecimiento, el sustento se convierte en un tesoro valioso, rico y omnímodo, por el contrario a través de la ingratitud se convierte en algo absolutamente sin valor.
Como se explica en la Sexta Palabra, cuando el sentido del gusto en la lengua se torna hacia el alimento por la gracia de Allah Todopoderoso, es decir, cuando siente el deber de dar gracias, se transforma en un agradecido inspector de las infinitas cocinas de la misericordia Divina y un supervisor altamente estimado al nivel de un cuidador de la fábrica del estómago y el dueño del establo que sería como el cuidador del vientre.
Si, en cambio, se torna hacia el alma, es decir, sin pensar en dar las gracias a Quien le ha otorgado el sustento, el sentido del gusto cae desde el rango de ser un supervisor altamente estimado a ser un cuidador de la fábrica del estómago y el portero del establo del vientre. Mientras que a través de la ingratitud estos siervos del alimento descienden a tal nivel, que la naturaleza del alimento y sus otros siervos caen, descienden del más alto rango al más bajo; se hunden en un estado opuesto a la sabiduría del Creador del universo.
La medida del agradecimiento es la alegría, la templanza, estar satisfecho y dar gracias. Mientras que la medida del ingratitud es avaricia, el despilfarro y la extravagancia; es falta de respeto, es comer cualquier cosa, esté permitida o no.
Como la ingratitud, la codicia provoca pérdida y degradación. Por ejemplo, es como si por causa de la avaricia, una hormiga bendita, que tiene vida social, muera aplastada por una pisada. Porque, a pesar de que unos pocos granos de trigo serían suficiente para un año, no se contenta con esto y recoge miles, tanto como pueda. Mientras que una abeja bendita que hace la miel, vuela contenta y a través del Divino mandato brinda miel para que se alimenten los seres humanos.
El Nombre del Misericordioso, el más grande de los nombres después del Nombre de Allah, que significa la Esencia Divina, se refiere al alimento y se logra por las gracias provocada por el sustento. También el significado más evidente de Misericordioso es Proveedor.
Además hay diferentes formas de agradecimiento. La más completa de todas y su índice universal son las oraciones establecidas.
Asimismo, dentro del agradecimiento existe una creencia pura, una afirmación sincera en la unidad de Allah. Porque una persona que come una manzana y dice “¡Alabado sea Allah!” a través de su agradecimiento está proclamando: “esta manzana es un souvenir otorgado directamente por la mano de poder, un regalo directo del tesoro de la misericordia”. Al decir y creer esto, se entrega todas las cosas, particulares e universales, a la mano de poder. Reconoce que la manifestación de la misericordia está en todo. Anuncia a través del agradecimiento una creencia verdadera y una afirmación sincera de la Unidad Divina.
De los numerosos aspectos de la gran pérdida que el hombre negligente incurre por medio de la ingratitud, describiremos sólo uno, que es el siguiente:
Si alguien come algo delicioso y da gracias, la comida se convierte en una luz por medio del agradecimiento y se transforma en un fruto del Paraíso en el más allá. A través del pensamiento que dicha comida es una obra de la gracia y la misericordia de Allah Todopoderoso debido al placer que otorga, da un deleite duradero y una alegría verdadera. Envía semillas y esencias que conciernen a su significado y sustancias inmateriales como estas, para las moradas del más allá, mientras que el material residual, esto es, aquello que ha completado su tarea y ahora es innecesario, se convierte en excremento y va a ser transformado en su sustancia original, es decir, en los elementos.
Si no agradece, el placer temporal deja un dolor y una tristeza a su paso, y se convierte en un residuo. La bendición que es de la naturaleza de los diamantes se transforma en carbón. A través del agradecimiento, el sustento efímero produce placeres duraderos, frutos eternos. Pero la bendición que se encuentra con la ingratitud se transforma, pasa de ser una de las mejores formas a algo muy desagradable. De acuerdo a una persona negligente como esa, después de un placer temporal, el final del sustento es un residuo.
Con certeza, el sustento es en una forma valiosa de amor, que se hace patente a través del agradecimiento. Mientras la pasión del extravío y de la negligencia es la animalidad que se siente por el sustento. Puedes hacer más comparaciones parecidas a esta y ver cuanto pierden los negligentes y los extraviados.
Entre las especies animadas, la más necesitada de variedades de alimentos es el ser humano. Allah Todopoderoso creó al hombre como un espejo completo de todos sus Nombres; como un milagro de poder con la capacidad de examinar y reconocer los contenidos de todos Sus tesoros de misericordia; y como su subgerente en la tierra, posee las facultades de dibujar las escalas todas las sutilezas de las diferentes manifestaciones de Sus Nombres. Por lo tanto, le dio una necesidad ilimitada por las diferentes variedades infinitas de alimentos, materiales e inmateriales. Los medios para elevar al ser humano “a la mejor de las formas” que es la posición más alta de esta amplitud, es el agradecimiento. Si no agradece, cae “a lo más bajo”, y comete un grave error.
En resumen: el más esencial de los cuatro principios fundamentales de la forma para adorar y para ganar el amor de Allah y la manera más alta e importante, es dar gracias. Estos cuatro principios han sido definidos de la siguiente manera:
“Mi amigo, cuatro cosas son necesarias en el camino del impotente: Absoluta impotencia, absoluta pobreza, absoluto fervor y absoluto agradecimiento, mi amigo…”
اَللّٰهُمَّ اجْعَلْنَا مِنَ الشَّاكِرِينَ بِرَحْمَتِكَ يَا اَرْحَمَ الرَّاحِمِينَ
سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ
اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَ سَلِّمْ عَلَى سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ سَيِّدِ الشَّاكِرِينَ وَ الْحَامِدِينَ وَ عَلَى آلِهِ وَ صَحْبِهِ اَجْمَعِينَ آمِينَ
وَ آخِرُ دَعْوَيهُمْ اَنِ الْحَمْدُ لِلّٰهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ

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El Sexto Asunto, que es la Sexta Parte

Esta parte se incluirá en otra colección y no se incluyó aquí.
El Séptimo Asunto, que es la Séptima Parte

قُلْ بِفَضْلِ اللّٰهِ وَبِرَحْمَتِهِ فَبِذلِكَ فَلْيَفْرَحُواهُوَخَيْرٌمِمَّايَجْمَعُونَ
Este asunto consiste de siete Signos, pero primero, para narrar algunas de las bendiciones Divinas, explicaremos siete ‘Razones’ que develan unos misterios del favor Divino.
Primera Razón: Antes de la Primera Guerra Mundial, o cerca de su comienzo, tuve una visión verdadera. En ella, yo estaba debajo de la famosa montaña de Agri, conocida como el Monte Ararat. La montaña de repente explotó con un golpe terrible. Pedazos del tamaño de montañas se esparcieron por todo el mundo. Miré y vi, que en esa situación horrible, mi madre estaba a mi lado. Le dije: “No te asustes. Esto está pasando por orden de Allah Todopoderoso y Él es Compasivo y Sabio”. De repente, mientras estaba en esa situación, vi que una persona importante me estaba ordenando: “¡Explica el milagro del Corán!” Me desperté y comprendí que habría una gran explosión y después de la explosión y de la revolución, los muros que rodean al Corán iban a ser destruidos. El Corán entonces se defendería a sí mismo directamente. Iba a ser atacado y su milagro sería su armadura de hierro. Y de una manera superando su habilidad, alguien como yo iba a ser asignado en este momento para revelar un tipo de su milagro; y comprendí que era yo quien había sido designado.
Ya que el milagro del Corán se ha explicado hasta cierto punto en Risale-i Nur, establecer los favores Divinos recibidos en nuestro servicio del Corán, que son tipos de bendiciones y emanaciones de él, seguramente ayuda al milagro y es en su nombre y en consecuencia debería establecerse.
Segunda Razón: El Sabio Corán es nuestra guía, nuestro maestro, nuestro líder y nos muestra el camino en toda nuestra conducta. Entonces, ya que se alaba a sí mismo, siguiendo su instrucción, alabaremos su comentario.
Además, ya que Risale-i Nur es un tipo de comentario del Corán, y sus tratados son propiedad del Corán y sus realidades; y ya que en la mayoría de sus Suras y en particular en الرy en حمel Sabio Corán se muestra a sí mismo en toda su magnificencia, habla de sus propias perfecciones y se alaba a sí mismo de la manera que merece; por cierto estamos a cargo de dar a conocer los destellos del milagro del Corán que se reflejan en Risale-i Nur y los favores Divinos que son el signo de la aceptación de ese servicio. Porque nuestro maestro hace esto y nos enseña a hacerlo.
Tercera Razón: No digo esto sobre Risale-i Nur por modestia, sino para explicar una verdad, que las verdades y perfecciones en Risale-i Nur no son mías; son del Corán y se expiden del Corán. La Palabra Diez, por ejemplo, consiste de algunas gotitas que se filtraron de cientos de aleyas. El resto de los tratados son todos como ese. Ya que sé que es así y ya que soy efímero, partiré y por supuesto que algo, una obra que es perdurable no debería y no debe atarse a mi persona. Y ya que es la costumbre de los extraviados y rebeldes refutar una obra que no se adecua a sus propósitos al refutar a su autor, los tratados, que están ligados a las estrellas de los cielos del Corán, no deberían estar ligados a un poste podrido como yo que puede ser objeto de críticas y objeciones y puede caer. También, es una costumbre generalizada buscar los méritos de un trabajo en las cualidades de su autor, de quien la gente cree que es la fuente y el origen de la obra. Atribuir esas verdades elevadas y esas joyas brillantes a un quebrado como yo según esa costumbre y a mi persona que no podría producir ni una milésima de ellas por sí mismo, es una gran injusticia en contra de la verdad; en consecuencia, me veo obligado a proclamar que los tratados no son de mi propiedad; son propiedad del Corán y se expiden del Corán manifestando sus virtudes. Sí, las cualidades de los deliciosos racimos de uvas no deberían buscarse en sus tallos secos. Yo me parezco a ese tallo seco.
Cuarta Razón: A veces la modestia sugiere ingratitud por las bendiciones, por cierto, es ingratitud por las bendiciones. Luego, a veces, narrar las bendiciones es la causa de orgullo. Ambas cosas son dañinas. La única solución es que no suceda ninguna de las dos. Admitir las virtudes y perfecciones, pero sin reclamar la propiedad de ellas es mostrarlas como las obras del otorgamiento del Verdadero Otorgador. Por ejemplo, supongamos que alguien te vistiera con una vestimenta de honor bordada e incrustada y te volvieras muy bello y la gente te dijera: “¡Que maravilla Allah ha deseado! ¡Qué bello eres! ¡Qué bello te has vuelto!” y modestamente respondieras: “¡Que Allah no lo permita! ¿Qué soy? ¡Esto no es nada!” Esto sería una ingratitud por la bendición y le faltaría el respeto al artesano habilidoso que te vistió con esa vestimenta. Mientras que si respondieras con orgullo: “Sí, soy muy bello. ¡Seguramente nadie se compara conmigo!”, eso sería un orgullo arrogante.
Y entonces, para salvarse de la arrogancia y de la ingratitud, uno debería decir: “Sí, me he embellecido. Pero la belleza emana de la vestimenta y así directamente de quien me vistió con ella; no es mía”.
De esta manera, si mi voz fuera lo suficientemente fuerte, le gritaría a todo el mundo: “Risale-i Nur es bello y verdad; pero no es mío. Es los rayos que brillan de las verdades del Noble Corán”.
Según el principio de:
وَمَامَدَحْتُ مُحَمَّدًابِمَقَالَتِى٭وَلكِنْ مَدَحْتُ مَقَالَتِى بِمُحَمَّدٍ
digo: وَمَامَدَحْتُ الْقُرْآنَ بِكَلِمَاتِى٭وَلكِنْ مَدَحْتُ كَلِمَاتِى بِالْقُرْآنِ
Es decir, yo no pude embellecer las verdades del milagro del Corán, no las pude mostrar bellamente; más bien, las bellas verdades del Corán embellecieron mis palabras y las elevaron. Ya que esto es así, es una narración aceptable de las bendiciones Divinas dar a conocer, en nombre de la belleza de las verdades del Corán, las bellezas de sus espejos conocidas como Risale-i Nur y los favores Divinos que comprenden aquellos espejos.
Quinta Razón: Hace mucho tiempo oí de un evliya que había deducido de las alusiones – recibidas desde lo Oculto – de los evliyas ancianos que “Una luz aparecería en el este que esparciría la oscuridad de la innovación”. Él estaba seguro de esto. Yo he esperado por mucho tiempo la llegada de la luz y la estoy esperando. Pero las flores aparecen en la primavera, y se tiene que preparar el suelo para esas flores sagradas. Comprendimos que con este servicio nuestro estamos preparando el suelo para esa gente luminosa. Entonces proclamar los favores Divinos que no pertenecen a nosotros, sino a las luces llamada Risale-i Nur, no puede ser la causa de orgullo ni de arrogancia sino de alabanzas y agradecimiento, y la narración de las bendiciones Divinas.
Sexta Razón: Los favores Divinos, que son una recompensa inmediata por nuestro servicio del Corán por medio de Risale-i Nur y un aliento son un éxito. Y el éxito se puede dar a conocer. Si superan el éxito, se vuelven un otorgamiento Divino. Dar a conocer el otorgamiento Divino es un agradecimiento espiritual. Si superan eso también, se vuelven keramets del Corán sin interferencia de parte de nuestra voluntad; simplemente las manifestamos. Dar a conocer los keramets de este tipo que ocurren sin anunciarse ni intervención de la voluntad no es dañino. Si superan los keramets comunes, entonces se vuelven rayos del milagro espiritual del Corán. Y ya que el milagro se puede dar a conocer, dar a conocer lo que asiste al milagro pasa a cuenta del milagro y no puede ser la causa de orgullo ni de arrogancia, más bien debería ser la causa de alabanzas y agradecimiento.
Séptima Razón: El ochenta por ciento de la humanidad no son investigadores que puedan penetrar la realidad, reconocer la realidad como realidad y aceptarla como tal. Más bien aceptan los asuntos a modo de imitación, que oyen de gente aceptable y confiable, como consecuencia de sus buenas opiniones de ellos. De hecho, ven una verdad poderosa como débil cuando está en manos de una persona débil, mientras que si ven un asunto insignificante en manos de una persona valorable, lo consideran valioso. Por esto, para no reducir el valor ante los ojos de la mayoría de la gente de las verdades de la fe y el Corán que están en manos de un desdichado débil e insignificante como yo, estoy obligado a proclamar que fuera de nuestro conocimiento y voluntad, alguien nos está empleando; no lo sabemos, pero él nos está haciendo trabajar en tareas importantes. Nuestra evidencia es esta: fuera de nuestra voluntad y conciencia, manifestamos ciertos favores y facilidades. En cuyo caso, estamos obligados a proclamar gritando esos favores.
Como consecuencia de las Siete Razones mencionadas, señalaremos varios Signos de los favores divinos universales.
Primer Signo: Explicadas en el Primer Punto del Octavo Asunto de la Carta Veintiocho, están las tevafuks. Por ejemplo, en la Carta Diecinueve, sobre los Milagros de Muhammad, en una copia escrita por un escriba que no se había percatado de este factor, en sesenta páginas – con excepción de dos – desde el Tercero hasta el Décimo Octavo Signo, se enfrentan más de doscientas instancias de la frase ‘el Noble Mensajero de Allah, (PyB)’ concordando a la perfección. Cualquiera que sea justo que mire dos páginas confirmaría que no son el producto de la casualidad. Si muchas instancias de la misma palabra están en la misma página, la mitad puede concordar entre sí por casualidad; sólo sería totalmente ‘tevafuk’ si esto ocurriese en más de una página. Entonces, si dos, tres, cuatro o incluso más instancias de la frase ‘el Noble Mensajero de Allah (PyB)’ se miran entre sí con perfecta concordancia en todas las páginas, seguramente no es posible que sea casualidad. También muestra que dentro de una tevafuk que ocho escribas diferentes no han sido capaces de arruinar es un signo poderoso de lo Oculto. A pesar de que varios niveles de elocuencia se encuentren en los libros de los eruditos de la retórica y la elocuencia, la elocuencia del Sabio Corán se ha elevado al nivel de milagro y no está en manos de nadie alcanzarlo. Similarmente, las tevafuks en la Carta Diecinueve, que es un espejo de los Milagros de Muhammad, y en la Palabra Veinticinco, que es un intérprete de los milagros del Corán, y en las diversas partes de Risale-i Nur, que es un tipo de comentario del Corán, demuestran un nivel extraño que supera a todos los otros libros. Se entiende de esto que es un tipo de keramet maravilla de los Milagros del Corán y de los Milagros de Muhammad que está manifestado y representado en aquellos espejos.
Segundo Signo: El segundo de los favores Divinos que pertenecen al servicio del Corán es este: Allah Todopoderoso le otorgó a alguien como yo que tiene dificultad para escribir, es semi-alfabetizado, está solo, en el extranjero y no se le permite mezclarse con la gente, hermanos como ayudantes que son fuertes, serios, sinceros, emprendedores, abnegados y cuyas plumas son como espadas de diamante. Él puso sobre sus hombros poderosos el deber Coránico que pesaba demasiado sobre mis hombros débiles e impotentes. Por Su perfecta munificencia, Él alivianó mi peso. En las palabras de Hulûsi, esa comunidad bendecida es como los receptores inalámbricos del telégrafo y en palabras de Sabri, como las máquinas que producen electricidad de la ‘fábrica de luz’. Junto con sus diferentes virtudes y características valiosas, nuevamente en palabras de Sabri, en una especie de tevafuk que procede de lo Oculto, esparcen por doquier los misterios del Corán y las luces de la fe de una manera en que se parecen unos a otros con entusiasmo, esfuerzo, emprendimiento y seriedad, haciéndolos llegar a todas partes. En esta época, es decir, cuando el alfabeto se ha cambiado y no hay imprentas y todos necesitan las luces de la fe y hay muchas cosas para desalentar a una persona y destruir su entusiasmo, su servicio no disminuye su absoluto fervor y esfuerzo es directamente un keramet del Corán y un claro favor Divino. Sí, tal como la cercanía de Allah tiene su keramet, así también una intención pura tiene keramet, así como también lo tiene la sinceridad. Especialmente, la solidaridad sincera y seria entre los hermanos dentro de la esfera de la hermandad que es puramente por Allah, puede tener muchos keramets. De hecho, la personalidad colectiva de esa comunidad puede convertirse en un evliya perfeccionado y manifestar los favores Divinos.
Y entonces, ¡mis hermanos y amigos en el servicio del Corán!, tal como es injusto y un error darle toda la gloria y todo el botín al sargento de una compañía que conquista un fuerte, tampoco ustedes pueden adjudicarle los favores Divinos de las victorias obtenidas a través de la fuerza de vuestra personalidad colectiva y vuestras plumas a un desafortunado como yo. De hecho, hay otra indicación de lo Oculto en una comunidad bendecida como esa, más poderosa que los tevafuks que proceden de lo Oculto y yo la veo, pero no puedo señalársela a todo el mundo.
Tercer Signo: El hecho de que varias partes de Risale-i Nur demuestren la más importante de las verdades de la fe y el Corán de manera brillante a incluso la persona más obstinada es un signo poderoso de lo Oculto y un favor Divino. Porque entre las verdades de la fe y el Corán están aquellas que Ibn Sina, que era considerado como el más grande de los genios, confesó su incapacidad para comprender, diciendo: “La razón no puede resolverlo”. Mientras que la Palabra Diez explica lo que no podía alcanzar con su genialidad a la gente común o incluso a los niños.
Y, por ejemplo, un erudito académico como Sa’d al-Din Taftazani sólo podría resolver el misterio del Decreto Divino y la voluntad del ser humano en cuarenta o cincuenta páginas con el famoso Muqaddimat-i Ithna ‘Ashar en su obra Talwihat. Aquellos mismos asuntos, que él sólo presentó para la elite se explican por completo en dos páginas en el Segundo Tema de la Palabra Veintiséis, que es sobre el Decreto Divino, para que todos puedan comprenderlos; si eso no es una marca de favor Divino, ¿qué es?
También están los que son conocidos como el misterio de la creación del mundo y el talismán del universo, que han dejado perplejos a todas las mentes y ninguna filosofía ha podido resolver; pero a través del milagro del Corán de Poderosa Estatura, ese misterio profundo y ese enigma sorprendente se resuelven en la Carta Veinticuatro y en el Punto Alusivo hacia el final de la Palabra Veintinueve y en las seis instancias de sabiduría en las transformaciones de las partículas explicadas en la Palabra Treinta. Han descubierto y explicado el misterio de la actividad sorprendente en el universo y el enigma de la creación del universo y su fin y el misterio de la sabiduría en el movimiento de las transformaciones de las partículas; están allí para que todos los vean y puedan referirse a ellos.
Además, las Palabras Dieciséis y Treinta y Dos explican con perfecta claridad la inigualable Unidad Divina, a través del misterio de la Unicidad Divina, junto con las verdades sorprendentes de la infinita proximidad Divina y nuestra distancia infinita de Allah. Mientras la exposición de la frase
وَهُوَعَلَى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ en la Carta Veinte y su Apéndice, que contiene tres comparaciones, demuestran claramente que las partículas y los planetas son iguales en relación al Poder Divino y que en la resurrección de los muertos, el surgimiento a la vida de todos los seres con espíritu será tan fácil para ese poder como el surgimiento a la vida de una sola alma y que la intervención de un copartícipe de Allah en la creación del universo es tan alejado de la razón que es imposible, así develando este misterio vasto de la Unidad Divina.
Además, a pesar de que en las verdades de la fe y del Corán hay tanta amplitud que el genio humano más grande no puede comprenderlas, el hecho de que aparecieran juntas con la gran mayoría de sus puntos delicados a través de alguien como yo, cuya mente está confundida, cuya situación es desdichada, que no tiene ningún libro de referencia y escribe con dificultad y rápido, es directamente la obra del milagro espiritual del Sabio Corán y es una manifestación de favor Divino y un signo poderoso de lo Oculto.
Cuarto Signo: De cincuenta a sesenta tratados (ahora son ciento treinta) se otorgaron de tal modo que, siendo las obras que no se podrían escribir con los esfuerzos de grandes genios y eruditos exigentes, mucho menos alguien como yo que piensa poco, sigue lo que viene a su corazón y no tiene tiempo para estudiar minuciosamente, demuestran que son directamente las obras del favor Divino. Porque en todos estos tratados, las verdades más profundas se enseñan a la gente más común y sin educación por medio de comparaciones. Mientras que los eruditos líderes han dicho de la mayoría de esas verdades que “no se pueden hacer comprender”, y no las han enseñado a la elite ni mucho menos a la gente común.
Así, que yo enseñe estas verdades tan distantes a la persona más común, de la manera más cercana, con maravillosa facilidad y claridad de expresión, alguien como yo que sabe poco turco, cuyas palabras son oscuras y mayormente incomprensibles y que por muchos años ha sido famoso por complicar los hechos más claros y cuyas obras anteriores confirman esta mala fama, es ciertamente y sin lugar a dudas, una marca de favor Divino y no puede ser a través de su habilidad; es una manifestación del milagro espiritual del Noble Corán y una representación y reflejo de las comparaciones del Corán.
Quinto Signo: El hecho de que a pesar de que en general los tratados de Risale-i Nur se han distribuidos ampliamente y que clases y grupos de personas, desde los más grandes eruditos hasta los que no tienen educación, y desde los grandes evliyas entre quienes se acercan a la realidad con sus corazones hasta los filósofos irreligiosos obtusos, los han visto y estudiado y no los han criticado, a pesar de que algunos de ellos han recibido golpes a través de ellos; y el hecho de que cada grupo se ha beneficiado de ellos según su nivel; es directamente una marca de favor Divino y un keramet del Corán. Y a pesar de que los tratados de ese tipo sólo se escriben después de mucho estudio e investigación, que se escribieran a una velocidad extraordinaria y en épocas angustiantes cuando mi mente estaba contraída confundiendo a mi pensamiento y comprensión es una marca de favor Divino y un otorgamiento Divino.
Sí, la mayoría de mis hermanos, todos los amigos que están conmigo y los escribas saben que las cinco partes de la Carta Diecinueve se escribieron sin referirse a ningún libro en unos días trabajando durante dos o tres horas por día haciendo un total de doce horas; y la Cuarta Parte, que es la parte más importante y muestra un sello claro de la Profecía en la frase ‘el Noble Mensajero de Allah (PyB)’ se escribió de memoria en tres o cuatro horas bajo la lluvia en las montañas; y que un tratado importante y profundo como la Palabra Treinta se escribiera en seis horas en un huerto; y como la Palabra Veintiocho que se escribió finalmente en dos horas en el jardín de Süleyman, la mayoría de ellos se escribieron en condiciones similares; mis amigos cercanos también saben que por muchos años, cuando sufro dificultades y mi mente está contraída, no puedo ni siquiera explicar los hechos más simples, por cierto, ni siquiera los se. En especial cuando se agrega la enfermedad a la angustia, me impide enseñar y escribir mucho más aún. Aún a pesar de esto, las partes más importantes de Risale-i Nur y sus tratados se escribieron cuando estuve sufriendo más dificultades, enfermedad y en forma muy acelerada. Si esto no es un favor Divino directo y un otorgamiento de Allah y un keramet del Corán, ¿qué es?
Además, cualquier libro que sea, si debate las verdades Divinas y las realidades de la fe, por cierto algunos de sus asuntos serían dañinos para algunas personas y por esta razón, todos sus asuntos no se enseñarían a todos. Sin embargo, a pesar de que le he preguntado a muchas personas, hasta ahora, estos tratados no le han provocado daño a nadie; no han provocado ningún efecto adverso, ninguna reacción desfavorable, ni han perturbado ninguna mente. Que esto es un signo directo de lo Oculto y un favor Divino es absolutamente cierto en nuestra opinión.
Sexto Signo: Ahora se ha vuelto absolutamente claro desde mi punto de vista que la mayor parte de mi vida ha sido dirigida de manera muy extraño y de tal modo, fuera de mi propia voluntad, poder, comprensión y previsión, que pudiera producir estos tratados para servir al Sabio Corán. Es como si toda mi vida, como erudito se hubiera pasado como preparación y preliminares, cuyo resultado fue la exposición del milagro del Corán a través de Risale-i Nur. Ni siquiera tengo dudas de que estos siete años de exilio y la situación impuesta sobre mí por la cual me han aislado sin ninguna razón y en contra de mi deseo, viviendo una vida solitaria en un pueblo de modo opuesto a mi temperamento y mi sentimiento de disgusto y abandono de muchos de los lazos y las reglas de la vida social a la que estaba acostumbrado, fue para hacerme llevar a cabo esta tarea de servir al Corán directamente y de modo puramente sincero. Opino que el maltrato que recibí frecuentemente por una mano de favor bajo el velo de la opresión injusta, con compasión, para enfocar y restringir mi pensamiento sobre los misterios del Corán y no permitir que mi mente se distraiga. A pesar de haber tenido un gran deseo de estudiar, una prohibición y evitar estudiar todos los otros libros se le ha dado a mi espíritu. Comprendí que lo que me había hecho renunciar a estudiar, que hubiera sido un consuelo y algo familiar durante mi exilio, fue para que las aleyas del Corán sean mis maestras absolutas directamente.
Además, la gran mayoría de las obras que se han escrito, los tratados, se han otorgado instantáneamente y de repente como consecuencia de alguna necesidad que surge de mi espíritu, no de una causa externa. Entonces cuando después se los he mostrado a algunos amigos, me han dicho que son el remedio para las heridas de esta época. Después de que se han diseminado, he comprendido de la mayoría de mis hermanos que han cubierto las necesidades de la época exactamente y son como una cura para cada enfermedad.
Entonces, no tengo dudas de que los puntos mencionados anteriormente, el curso de mi vida y mis involuntarios estudios opuestos a la práctica normal sobre distintos conocimientos, fuera de mi propia voluntad y conciencia, fueron un poderoso favor Divino y un otorgamiento de Allah dado para arrojar el resultado sagrado como éste.
Séptimo Signo: Durante este período de nuestro servicio por cinco o seis años, hemos visto con nuestros propios ojos y sin exagerar cien instancias de otorgamiento Divino y favor Divino y de keramets del Corán. Señalamos algunos de ellos en la Carta Dieciséis y hemos descrito algunos de ellos en varios asuntos del Cuarto Tema de la Carta Veintiséis y algunos en el Tercer Asunto de la Carta Veintiocho. Mis amigos cercanos los conocen. Mi amigo constante, Süleyman, sabe muchos de ellos. En especial al diseminar Risale-i Nur y los tratados y al corregirlos y ubicarlos y en los borradores y las últimas versiones, experimentamos una facilidad extraordinaria y maravillosa. No tengo dudas de que es un keramet del Corán. Hay cientos de instancias como esta.
Además, en cuanto al sustento, somos alimentados con tanta ternura que el Lleno de Gracia que nos emplea nos otorga el más mínimo deseo de nuestros corazones de modos completamente fuera de lo común para gratificarnos. Y así sucesivamente. Así, esta situación es un signo muy poderoso de lo Oculto de que somos empleados; nos hacen servir al Corán tanto dentro de la esfera de la complacencia Divina como a través del favor Divino.
اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ هذَا مِنْ فَضْلِ رَبِّى
سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ
اَللّٰهُمَّ صَلِّ عَلَى سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ صَلاَةً تَكُونُ لَكَ رِضَاءً وَ لِحَقِّهِ اَدَاءً وَ عَلَى آلِهِ وَ صَحْبِهِ وَ سَلِّمْ تَسْلِيمًا كَثِيرًا آمِينَ
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