PALABRA TRECE

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وَنُنَزِّـلُـ مِنَ الْقُرْاٰنِ مَا هُوَ شِفَٓاءٌ وَرَحْمَةٌ لِلْمُؤْمِن۪ـينﭯ ﱳ وَمَا عَلَّمْنَاهُ 1لَهُ يَنْبَغ۪ى وَمَا الشِّعْرَ

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

Si quieres comparar los resultados que revelan la sabiduría del Sabio Corán y de las ciencias de la filosofía, y sus instrucciones y enseñanzas y los niveles de sus conocimientos, entonces escucha atentamente las siguientes palabras:

Con sus exposiciones agudas, el Corán de Milagrosa Exposición rasga el velo de la familiaridad y lo habitual lanzado sobre todos los seres del universo, que se conocen como las cosas comunes, pero son todas extraordinarias y milagrosas del poder Divino, y revela aquellas maravillas deslumbrantes a los seres concientes. Atrae sus miradas y abre ante sus mentes un tesoro inagotable de conocimiento.

En cuanto a la filosofía, dentro de los velos de lo común y corriente oculta todos los milagros del poder, que son extraordinarios, y pasa sobre ellos de una manera ignorante e indiferente. Sólo se destacan por ser anormales, que se han caído por ser extraordinarios y por estar desviados del orden de la creación, y desviados de las perfecciones de sus verdaderas naturalezas; los ofrece a los seres concientes como objetos de instrucción sabia. Por ejemplo, dice que la creación es común y corriente, a pesar de que es un milagro abarcativo de poder, y le es indiferente. Pero luego, con gritos de asombro, señala como un objeto de instrucción a una persona que se ha deparado de la perfección de la creación, y tiene tres piernas y dos cabezas.

Y por ejemplo, considera común el sustento regular de los infantes y jóvenes, otorgado del tesoro de la misericordia, que es un milagro de misericordia muy delicado y general, y arroja un velo de ingratitud sobre él. Mientras que, al encontrar un insecto debajo del mar que es una excepción del orden general y está solo y aislado de sus compañeros, alimentado con algas verdes, quiere hacer llorar a los pescadores que estaban presentes, por el favor Divino y la munificencia manifestada sobre él.2

¡Entonces observa la riqueza y los alcances del Sagrado Corán con respecto al conocimiento, la sabiduría, y el conocimiento de Allah, y la pobreza y la quiebra de la filosofía con respecto al aprendizaje, la instrucción y el conocimiento del Creador! ¡Obsérvalos y aprende una lección!

1 Corán, 17:82, 36:69
2 Tal como un evento que ocurrió en Estados Unidos.

Es por esto, porque el Sabio Corán contiene verdades infinitamente brillantes y elevadas, que está libre de las ilusiones de la poesía. Otra razón por la que el Corán de Milagrosa Exposición no está escrito en verso, a pesar de la perfección del orden de sus palabras y exponer con sus estilos bien ordenados el orden y el arte del libro del universo, es que al no estar bajo las restricciones de la métrica, cada estrella de sus aleyas puede ser una especie de centro para la mayoría de las otras aleyas, y puede ser un hermano para ellas, y cada una puede formar una línea que se conecta con las aleyas dentro de la esfera que lo abarcan para ser un lazo en las relaciones que existen entre ellas. Es como si cada aleya independiente tuviera un ojo que mira a la mayoría de las otras aleyas, y un rostro que mira hacia ellas. Miles de Coranes están presentes dentro del Corán, cada uno de los cuales se ofrece a los seguidores de los diferentes caminos. Como se describe en la Palabra Veinticinco, en la sura al-Ijlás es un tesoro de conocimiento sobre la unidad Divina que comprende el de treinta y seis Suras al-Ijlás, formado por un compendio de seis frases, cada una sublime. Por cierto, como con las estrellas del cielo que están aparentemente sin orden, cada una está limitada y como una especie de centro extiende una línea de conexión con todas las estrellas en el área que la rodea, indicando una relación oculta entre los seres. Es como si, como las estrellas de las aleyas, cada una de las estrellas tuviera un ojo que mira a todas las estrellas y un rostro que se vuelve a ellas. ¡Ve entonces el orden perfecto dentro de la aparente falta de orden, y aprende una lección! Comprende un significado de la aleya:

لَهُ يَنْبَغ۪ى وَمَا nComprende tambié 1 الشِّعْرَ عَلَّمْنَاهُ وَمَا, de ella que la marca de la poesía es para adornar los hechos insignificantes y torpes con imágenes y caprichos grandes y brillantes, y hacerlos atractivos. Mientras que las verdades del Corán son tan grandes, elevadas y brillantes que incluso las imaginaciones más grandes y más brillantes son torpes e insignificantes en comparación a ellas. Las innumerables verdades como las siguientes aleyas dan testimonio de esto. Por ejemplo:

يَوْمَ نَطْوِى السَّمَٓاءَ كَطَىِّ السِّجِلِّ لِلْكُتُبِ ﱳ يُغْشِى الَّيْلَ النَّهَارَ يَطْلُبُهُ 2حَث۪يثًا

مُحْضَرُونَ لَدَيْنَا جَم۪يعٌ هُمْ فَاِذَا وَاحِدَةً صَيْحَةً اِلَّا كَــانَتْ اِنْ

Si quieres ver y apreciar cómo, como estrellas brillantes, cada una de las aleyas del Corán dispersa la oscuridad de la incredulidad al esparcir la luz del milagro y de la guía, imagínate a ti mismo en la época de ignorancia y en el desierto del salvajismo donde todo estaba cubierto de velos de la naturaleza y donde no había vida en medio de la oscuridad de la ignorancia y el descuido. Entonces, de repente, de la lengua elevada del Corán, escuchas aleyas como:

يُسَبِّحُ لِلّٰهِ مَا ﯺﰆ السَّمٰوَاتِ وَمَا ﯺﰆ الْاَرْضِ الْمَلِكِ الْقُدُّوسِ 3 ﭭالْحَك۪ــيم الْعَز۪يزِ

1 Corán, 36:69
2 Corán, 21:104, 7:54, 36:53
3 Corán, 62:1

¡Ve cómo esos seres del mundo muertos o dormidos surgen a la vida con el sonido  يُسَبِّحُ Yusabbihu, declaran las alabanzas y las glorificaciones en las mentes de aquellos que oyen, cómo despiertan, surgen y mencionan los Nombres de Allah! Y con el sonido de:

تُسَبِّحُ لَهُ السَّمٰوَاتُ السَّبْعُ وَالْاَرْضُ[1], las estrellas en aquellos cielos negros, todos pedazos de fuego sin vida, y los seres desdichados sobre la faz de la tierra, presentan el siguiente punto de vista a aquellos que oyen: el cielo parece como una boca y las estrellas cada una como palabras que muestran sabiduría y luces que dicen la verdad. El planeta parece como la cabeza, la tierra y el mar como lenguas, y todos los animales y plantas como palabras de glorificación. De lo contrario, no apreciarán los puntos delicados y el placer al ver desde esta época hacia aquella. Porque si cuando consideras sus aleyas, las ves como si hubieran esparcido su luz desde aquella época, y se han vuelto como conocimiento aceptado universalmente con el correr del tiempo, y como si brillara con las luces del Islam, y al tomar su color del sol del Corán, o si las observas a través de un velo de familiaridad superficial y simple, no verás verdaderamente la oscuridad que cada aleya disipa o cuán dulce es el recital de su milagro, y no apreciarás este tipo de milagro entre sus muchas variedades. Si quieres comprender uno de los niveles más altos del

[1] Corán, 17:44

milagro del Corán de Milagrosa Exposición, escucha la siguiente comparación:

Imaginemos que un árbol extremadamente extraño, vasto y que se expande está disimulado debajo del velo de lo oculto y escondido en un nivel de ocultación. Está claro que tiene que haber una relación, una armonía y un equilibrio entre un árbol y todos sus miembros como sus ramas, frutas, hojas, y brotes, al igual que los miembros del ser humano. Cada una de sus partes toma una forma y se le da un diseño acorde a la naturaleza del árbol. Entonces si alguien aparece y hace un dibujo por encima del velo que corresponde a los miembros del árbol, que nunca fue visto, entonces delimita a cada miembro, y desde las ramas hasta la fruta, y de la fruta a las hojas, dibuja una forma proporcionada, y llena el espacio entre sus fuentes y extremidades, que están a una distancia infinita unas de otras, con dibujos que muestran exactamente el diseño y la forma de sus miembros, ciertamente no quedará ninguna duda de que el artista ve al árbol escondido con un ojo que penetra y abarca lo oculto, luego lo representa.

Del mismo modo, las declaraciones sagaces del Corán de Milagrosa Exposición, relacionadas con la realidad de los seres contingentes (es decir, relacionados a la realidad del árbol de la creación que se extiende desde el comienzo del mundo hasta los límites más lejanos del Más Allá, y se esparce desde la tierra hasta el Trono Divino y desde una partícula hasta el sol), han preservado la proporción entre los miembros a tal punto y le han dado a todos los miembros y frutos una forma tan apropiada que todos los investigadores eruditos han declarado al concluir sus investigaciones sobre sus representaciones: Ma’shallah “¡Qué maravillas Allah ha deseado! Barak Allah ¡Qué grandes son las bendiciones de Allah!” Han dicho: “¡Sólo tú eres quien resuelve y aclara el misterio del universo y el misterio de la creación, Oh, Sabio Corán!”

[1]وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ الْاَعْـﱱﲄ  No hay error en la comparación; representemos los Nombres y Atributos Divinos, y los actos y las obras de la soberanía como un árbol de Tuba de luz, la extensión de cuya grandeza se estira por toda la eternidad, y los límites de cuya inmensidad se esparce a lo largo del infinito, el espacio interminable, y lo abarca, y el alcance de cuyas obras se extienden desde:

يَحُوـلُـ بَـيْنَ الْمَرْءِ وَقَلْبِه۪ ﱳ فَالِقُ الْحَبِّ وَالنَّوٰى ﱳ

[1] Corán, 16:60

هُوَ الَّذ۪ى يُصَوِّرُكُــﮥْ  ﯺﰆ الْاَرْحَامِ كَيْفَ يَشَٓاءُ[1]

hasta:  وَالسَّمٰوَاتُ مَطْوِيَّاتٌ بِيَم۪ينِه۪ ﱳ خَلَقَ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضَ ﯺﰍ سِتَّةِ اَيَّامٍ ﱳ[2]

وَسَخَّرَ الشَّمْسَ وَالْقَمَرَ

El Sabio Corán ha descrito esa realidad luminosa, las verdades de esos Nombres y atributos, y de los actos y las obras, junto con todas sus ramas y ramitas, objetivos y frutos de una manera tan armoniosa, tan adecuadas entre sí, tan apropiadas entre sí, sin unirse entre sí ni arruinando el decreto de unos a otros, ni al ser remotos entre sí, que todos aquellos que han discernido la realidad de las cosas y han penetrado los misterios, y todos los sabios y los sagaces que han viajado al reino de la dimensión interna de las cosas, han declarado: Subhanallah “¡Glorificado sea Allah!” frente a esa Exposición Sagaz, y lo han afirmado diciendo: “¡Qué correcto, qué ajustado a la realidad, qué delicado, qué merecedor!”

Toma, por ejemplo, los seis pilares de la fe, que se parecen a una rama simple de aquellos dos árboles poderosos que buscan en toda la esfera de la contingencia y la esfera de la necesidad: representa a todas las ramas de esos pilares – incluso las frutas y flores más alejadas – observando tal armonía y proporción entre ellos, y los describe de una manera tan equilibrada, y los ilustra de un modo tan simétrico que la mente humana queda no es capaz de percibirlos y se queda asombrada ante su belleza. Y la prueba que una belleza proporcionada y una relación perfecta y un equilibrio completo han sido preservados entre los cinco pilares del Islam, que son como ramitas de la rama de la fe, hasta el más mínimo detalle, el punto de conducta más pequeño, los objetivos más lejanos, la sabiduría más profunda, y las frutas más insignificantes, es el perfecto orden y equilibrio y belleza proporcionada y la solidez de la Más Grande Ley del Islam, que ha surgido de las declaraciones, sentidos, indicaciones y alusiones decisivas del Corán abarcativo; forman una prueba irrefutable y decisiva y un testigo justo que no se puede poner en duda.

Esto significa que las exposiciones del Corán no pueden atribuirse al conocimiento parcial del ser humano, y en particular al conocimiento de alguien iletrado. Más bien se basan en un conocimiento abarcativo y son la palabra de Quien es capaz de ver todas las cosas juntas y es capaz de observar todas las verdades entre el pasado y la eternidad en un segundo. Se relaciona a este hecho, esta aleya:

اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ الَّذ۪ٓى اَنْزَـلَـ ﱬ عَبْدِهِ الْكِــتَابَ وَلَمْ يَجْعَلْ لَهُ عِوَجًا[1]

اَللّٰهُمَّ يَا مُنَزِّـلَـ الْقُرْاٰنِ بِحَقِّ الْقُرْاٰنِ وَبِحَقِّ مَنْ اُنْزِلَ عَلَيْهِ الْقُرْاٰنُ نَوِّرْ قُلُوبَنَا

وَقُبُورَنَا بِنُورِ الْا۪يمَانِ وَالْقُرْاٰنِ اٰم۪ـينﭯ يَا مُسْتَعَانُ

¡Oh, Allah! ¡Oh, Revelador del Corán! Por el Corán y por aquél a quien Tú le has revelado el Corán, ilumina nuestros corazones y nuestras tumbas con la luz de la fe y del Corán. Amén. ¡Oh, Tú en Quien buscamos ayuda!

 

[1] Corán, 18:1

[1] Corán, 8:24, 6:95, 3:6

[2] Corán, 39:67, 7:54, etc, 13:2, etc