PALABRA TREINTA Y DOS

Una Súplica

¡Oh, Allah! Cuando una persona llama a la puerta de un gran palacio y no le abren, golpea y llama con la voz de alguien que es familiar del palacio, para que le abran. Y entonces esta persona desdichada llama a la puerta de la Corte de Tu Misericordia gritando con la voz de Tu amado siervo Uveysu’l-Qarani y con su súplica. ¡Abre esa Corte Tuya para mi, como la abriste para él! Grito como él lo hizo:

اَقُولُ كَمَا قَالَ

اِلٰهِى اَنْتَ رَﯹﱎﰇ   وَاَنَا الْعَبْدُ      ﱳ  وَاَنْتَ الْخَالِقُ   وَاَنَا الْمَخْلُوقُ

وَاَنْتَ الرَّزَّاقُ   وَاَنَا الْمَرْزُوقُ  ﱳ  وَاَنْتَ الْمَالِكُ   وَاَنَا الْمَمْلُوكُ

وَاَنْتَ الْعَز۪يزُ   وَاَنَا الذَّل۪يلُ     ﱳ  وَاَنْتَ الْغَنِىُّ   وَاَنَا الْفَق۪يرُ

وَاَنْتَ الْحَىُّ   وَاَنَا الْمَيِّتُ       ﱳ  وَاَنْتَ الْبَاﯻﰍ   وَاَنَا الْفَاﯼﰍ

وَاَنْتَ الْكَر۪يمُ   وَاَنَا اللَّئ۪يمُ      ﱳ  وَاَنْتَ الْمُحْسِنُ   وَاَنَا الْمُس۪يئُ

وَاَنْتَ الْغَفُورُ   وَاَنَا الْمُذْنِبُ  ﱳ  وَاَنْتَ الْعَظ۪يمُ   وَاَنَا الْحَق۪يرُ

وَاَنْتَ الْقَوِىُّ   وَاَنَا الضَّع۪يفُ  ﱳ  وَاَنْتَ الْمُعْط۪ى   وَاَنَا السَّٓائِلُ

وَاَنْتَ الْاَم۪ـينﭮ   وَاَنَا الْخَٓائِفُ     ﱳ  وَاَنْتَ الْجَوَّادُ   وَاَنَا الْمِسْك۪ـينﭮ

وَاَنْتَ الْمُج۪يبُ   وَاَنَا الدَّاع۪ى  ﱳ  وَاَنْتَ الشَّاﯺﰍ   وَاَنَا الْمَر۪يضُ

فَاغْفِرْﱫﲀ ذُنُوﯹﱎ وَتَجَاوَزْ عَنّ۪ى وَاشْفِ اَمْرَاض۪ى يَٓا اَللّٰهُ  يَاكَــاﯺﰍ  يَا رَبِّ يَا وَاﯺﰍ  يَا رَح۪يمُ يَا شَاﯺﰍ  يَا كَــر۪يمُ يَا مُعَاﯺﰍ  فَاعْفُ عَنّ۪ى مِنْ كُــلِّ ذَنْبٍ وَعَافِن۪ى مِنْ كُلِّ دَآءٍ وَارْضَ عَنّ۪ى اَبدًا بِرَحْمَتِكَ يَٓا اَرْحَمَ الرَّاحِم۪ـينﭯ

وَاٰخِرُ دَعْوٰيهُمْ اَنِ الْحَمْدُ لِلّٰهِ رَبِّ الْعَالَم۪ـينﭯ

        ¡Oh, Allah! Tú eres nuestro Sustentador, porque somos merossiervos; somos impotentes para sustentarnos y alimentarnos por nuestros propios medios. Es decir, ¡Quien sustenta eres Tú! ¡Y eres Tú Quien eres el Creador, porque somos seres, somos creados! ¡Y eres Tú Quien eres el Proveedor, porque necesitamos la provisión, no tenemos poder! Es decir, ¡Quien nos crea y nos otorga nuestras provisiones eres Tú! ¡Y eres Tú Quien eres el Dueño, porque somos propiedad totalmente con dueño! ¡Y Tú, Tú eres Poderoso! ¡Tú posees grandeza y eres sublime! En cuanto a nosotros, observamos nuestra bajeza y vemos que hay manifestaciones de un poderío sobre nosotros. Es decir, ¡somos espejos de Tu poderío! Y eres Tú Quien eres el Poseedor de Riquezas Absolutas, porque estamos completamente anhelando, y las riquezas se nos otorgan porque nuestras manos indigentes no podrían obtenerlas. Es decir, ¡eres Tú Quien eres rico, Quien da eres Tú! ¡Y Tú, Tú eres el Siempre Vivo, el Eterno, porque nosotros, nosotros estamos muriendo, y en nuestra muerte y en nuestra resurrección vemos la manifestación de un eterno dador de vida! ¡Y Tú, Tú eres Eterno, porque vemos Tu continuación y eternidad en nuestro fallecimiento y nuestra fugacidad! Y Quien nos responde, el Otorgador de Dones eres Tú. Porque todos los seres como nosotros estamos siempre rogando y pidiendo, suplicando, implorando con la lengua y con nuestros actos. Y nuestros deseos se cumplen, nuestros objetivos se alcanzan. En otras palabras, ¡Quien nos responde eres Tú!                                                                                 

Entonces perdona mis pecados y se tolerante conmigo y sana mis males, ¡Oh, Allah mío! ¡Oh, Autosuficiente! ¡Oh, Sustentador! ¡Oh, Fiel! ¡Oh, Compasivo! ¡Oh, Sanador! ¡Oh, Munificente! ¡Oh, Perdonador! ¡Perdona todos mis pecados y otórgame salud de toda enfermedad, y está complacido conmigo por toda la eternidad! ¡Por tu Misericordia, Oh el Más Misericordioso de los Misericordiosos!   

Y el cierre de esta súplica será: ¡Alabado sea Allah, el Sustentador de Todos los Mundos!

 

 

Palabra Treinta y Uno

Palabra Treinta y Tres

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