PALABRA TREINTA Y TRES

Ventana Veinticinco

Así como un golpe da cuenta de alguien que golpea, una fina obra de arte necesita de un artista, un hijo requiere de un padre, una superficie inferior demanda una superior y así sucesivamente… Todas estas cualidades conocidas como asuntos relativos que no son absolutos y que no pueden existir los unos sin los otros, es contingencia, que se evidencia en las partículas del universo. Y el estado en el cual debe ser visto en todos ellos, señala a un acto, la creación evidente en todo señala a la creatividad, multiplicidad y composición para ser visto en todo, demanda unidad. Y la necesidad, un acto, la creatividad y la unidad, clara y necesariamente requieren alguien que no sea contingente, actuado, numeroso, compuesto y creado sino que tenga los atributos de ser necesario, un agente, único y un creador. En tal caso, todas las contingencias, estados de actuación, creatividad, multiplicidad y composición testifican sobre el necesariamente Existente, el único que hace lo que quiere, el Creador de todas las cosas, el único de la unidad.

Para resumir: así como la necesidad es evidente en la contingencia,  el acto del estado de haber sido actuado y la unidad de la multiplicidad y la existencia de los primeros, indican a los últimos con certeza, de la misma manera, las cualidades como la creatividad y tener provistas todas sus necesidades -las cuales son vistas en los seres- claramente señalan la existencia de los atributos de hacer y proveer. A su vez la existencia  de estos atributos señala necesaria y evidentemente la existencia del Compasivo Hacedor quien es el Creador y Proveedor. Esto quiere decir que con las lenguas de los cientos de atributos de esta clase que ellos llevan, todos los seres dan testimonio a cientos de seres de los más hermosos nombres del necesariamente Existente. Si este testimonio no es aceptado, entonces se hace necesario negar todos los atributos de esta clase relacionados con los seres…

 

Ventana Veintiséis [1]

Los casos que siempre se renuevan de belleza y justicia que pasan sobre los rostros de los seres en el universo muestran que son sombras de las manifestaciones de un Eternamente Bello. Sí, las burbujas espumosas sobre la superficie de un río que luego desaparecen para que vengan otras burbujas después de las anteriores y que brillen como las anteriores, muestran que son espejos de los rayos del perpetuo sol. De la misma forma, los rayos de belleza que brillan sobre los seres que están en el río mientras transcurre el tiempo, señalan al Eternamente Bello y son signos de Él.

También, el amor ardiente en el corazón del universo refiere a un Amado inmortal. Del mismo modo que si algo no se encuentra dentro de un árbol, tampoco lo estará dentro de su fruto. El amor ardiente hacia Allah presente en el género humano, el sensible fruto del árbol del universo, muestra que un ardiente amor y pasión se encuentra en todo el universo, pero en otras formas. En tal caso, esta pasión y el amor verdadero en el corazón del universo señala a un Amado Eterno. Además, todas las atracciones y fuerzas magnéticas que aparecen en formas diferentes en el corazón del universo,  muestran a los corazones conscientes que ellos están, por lo tanto, siendo atraídos por esta verdad.

Asimismo, de acuerdo al consenso de los piadosos y aquellos que revelan los misterios de la creación, que son los más sensibles y luminosos de los seres, confiando en su iluminación y testimonio, han recibido la manifestación del Bello de Gloria y a través de sus iluminaciones han percibido que el Glorioso de Belleza se da a conocer y se hace amar por ellos. Su relato, una joya, testifica con certeza a un necesariamente Existente, la existencia del Bello de Gloria y su darse a conocer al ser humano.

Además, la pluma del embellecimiento y del adorno que obra en los seres y en la faz del universo refiere claramente a la belleza de los Nombres del Dueño de la pluma. Por lo tanto, la belleza sobre la faz del universo, el amor en su corazón, la atracción en su pecho, el descubrimiento y el testimonio en su ojo y la belleza y adorno sobre él como un todo, abre una verdaderamente sutil y luminosa ventana. Se muestra a las mentes y a los corazones conscientes al Bello de Gloria, Inmortal Amado y Eternamente Adorado cuyos Nombres son todos hermosos.

¡Tú, negligente que luchas para mantenerte a flote entre las asfixiantes dudas en la oscuridad de la materia y del engaño! ¡Reflexiona! ¡Alcanza un estado digno de humanidad! ¡Mira a través de estas cuatro aperturas, comprende la belleza de la unidad, alcanza la perfecta fe y transfórmate en un verdadero ser humano!

Ventana Veintisiete

اَللّٰهُ خَالِقُ كُــلِّ شَىْءٍ وَهُوَ ﱬ كُلِّ شَىْءٍ وَك۪ــيلٌ[2]

Nos fijamos en las cosas que parecen ser las causas y los efectos del universo y vemos que la más elevada de las causas posee insuficiente poder para el efecto más sencillo. Esto significa que las causas son un velo y que algo más produce los efectos. Para tomar sólo un pequeño ejemplo de los innumerables seres, consideraremos la facultad de la memoria, que está situada en la mente del ser humano en un espacio tan pequeño como una semilla de mostaza: vemos que en un libro muy completo -de hecho, es tan grande como una biblioteca-  en el que está escrita la historia entera de la vida de una persona sin ninguna confusión.

¿Qué causa puede ser mostrada por este milagro de poder? ¿Las circunvoluciones del cerebro? ¿Las simples partículas de sus células? ¿Tal vez azar o coincidencia? Pero ese milagro de arte solamente puede ser la obra del Hacedor Omnisciente quien, para informar al ser humano de todas las acciones que ha realizado, las ha registrado y serán recordadas cuando sea el tiempo de rendir cuentas; se escribe en un pequeño libro de contabilidad del gran libro de las obras de los seres humanos para ser publicadas en la resurrección y echa mano de su mente. Por lo tanto, otros casos son comparables con la facultad de la memoria de los seres humanos; se puede hacer una analogía con todos, huevos, semillas, granos y entonces se puede comparar otros efectos con estos pequeños y completos milagros. Porque cualquier efecto y obra de arte que mires, contiene un arte tan bello que no es solamente su causa es simple y común, sino que si se juntaran todas las causas, declararían su impotencia, delante de él.

Por ejemplo, supongamos el sol, que la gente cree que es una gran causa que posee voluntad y conciencia, si se le dice: “¿puedes hacer una mosca?”, obviamente contestaría “a través de la bendición de mi Creador, hay mucha luz, calor y colores en mi negocio pero las cosas que tiene una mosca tales como ojos, oídos y vida, no poseo ni están en mi poder”.

Además, el maravilloso arte y adorno en los efectos descartan las causas e indican al Necesariamente Existente, el Causante de las causas. De acuerdo con la siguiente aleya:

وَاِلَيْهِ يُرْجَعُ الْاَمْرُ كُــلُّهُ[3] se entregan los asuntos a Él. De la misma forma, los resultados, propósitos y beneficios relacionados con los efectos demuestran evidentemente que las obras del Generoso Sustentador, Omnisciente y Compasivo, están detrás del velo de las causas. Porque ciertamente las causas inconscientes no pueden pensar sobre algún objetivo ni trabajar sobre él y sin embargo vemos que cada ser existente, no sigue uno sino muchos objetivos, beneficios y ejemplos de sabiduría. Esto significa que el Omnisciente y Generoso Sustentador hace aquellas cosas y las envía; Él hace que esos beneficios sean el objetivo de su existencia.

Por ejemplo, va a llover. Es obvio, cuán distantes son las causas que aparentemente  provocan la lluvia, las cuales son la lástima y la compasión que Él tiene por animales.  Esto quiere decir que se envía lluvia para ayudarles a través de la sabiduría del Compasivo Creador, quien creó a los animales y les garantiza su sustento. La lluvia es llamada Rahmet “misericordia”, porque comprende numerosas obras de misericordia y beneficios; es como si la compasión se hubiese materializado en lluvia, se haya transformado en gotas y llegue de esa forma.

Además, todas las plantas finamente adornadas, que sonríen a los seres, los adornos y muestras en los animales evidentemente señalan a la necesaria existencia y unidad de un Todo Glorioso detrás del velo del Oculto; Aquel quien desea darse a conocer y ser amado a través de las artes finamente adornadas y bellas. Es decir, el adorno en las cosas y las muestras de embellecimiento indican con certeza los atributos de darse a conocer y hacerse amar y así, dichos atributos evidentemente testifican la necesaria existencia y unidad del Todopoderoso Hacedor Quien es Conocido y Amado.

En resumen: puesto que las causas son muy comunes e impotentes y los efectos atribuidos a ellas son más valiosos y llenos de arte, entonces se rechazan las causas. Los objetivos y beneficios de los efectos también liberan causas ignorantes y sin vida y las entregan al Omnisciente Hacedor. Además, los adornos y habilidades de los efectos indican a un Sabio Hacedor que quiere que los seres conscientes conozcan Su poder y desea que Le amen.

¡Oh miserable adorador de las causas! ¿Con qué puedes explicar estas tres importantes verdades? ¿Cómo puedes engañarte a ti mismo? ¡Si reflexionas, desgarra el velo de las causas y declara:

وَحْدَهُ لٰاشَرِيكَ لَهُ “Él es uno, no tiene socios”! ¡Sálvate de innumerables falsas ilusiones!

Ventana Veintiocho

وَمِنْ اٰيَاتِه۪ خَلْقُ السَّمٰوَاـتِـ وَالْاَرْضِ وَاخْتِلَافُ اَلْسِنَتِكُـــﮥْ وَاَلْوَانِكُـﮥْ

اِنَّ ﯺﰍ ذٰلِكَ لَاٰيَاتٍ لِلْعَالِم۪ـين[4]

Miramos al universo y vemos que la sabiduría y el orden abarcan todo, desde las células del cuerpo hasta la totalidad del mundo.

Miramos y vemos que en las células del cuerpo, por medio del mandato y de acuerdo con la ley de aquel que considera lo que es beneficioso para el cuerpo y lo dirige, existe una administración significativa de las mismas. Por un lado, una clase de sustancia se almacena en el estómago en forma de grasa y se gasta cuando es necesario y por el otro, en esas pequeñas células hay una regulación y un almacenamiento.

Si nos fijamos en las plantas, hay una sabia planificación y nutrición que son evidentes.

Si nos fijamos en los animales, vemos que la crianza y la alimentación son generosas en el más alto grado.

Vemos en los elementos poderosos del universo, un gobierno maravilloso y una iluminación que sigue objetivos trascendentales.

Si nos fijamos en el universo como un todo, vemos un orden perfecto para exaltados casos de sabiduría y elevados objetivos así, como si fuese un país, una ciudad o un palacio.

Como se describe en la primera parada de la Palabra Treinta y dos, incluso en las diminutas partículas de las estrellas, no hay lugar para asociar copartícipes a Allah. En efecto, todos los seres están relacionados entre sí por lo que uno no puede dominar a todas las estrellas y guardarlas en su mano, ni puede hacer que una partícula atienda a sus reclamos para ser su señor y sustentador. Es necesario poseer todas las estrellas para ser un verdadero sustentador de una sola partícula.

Además, como se describe y prueba en las segunda parada de la Palabra Treinta y dos, uno no es capaz de crear ni arreglar los cielos, ni puede hacer las características individuales del rostro humano. Es decir, aquel que no es el Sustentador de todos los cielos no puede hacer los rasgos distintivos del rostro humano.

Por lo tanto, esta es una ventana tan grande como el universo que, si miramos a través de ella, las siguientes aleyas aparecerán en el ojo de la mente, escritas en las páginas del universo en grandes letras:

اَللّٰهُ خَالِقُ كُلِّ شَىْءٍ وَهُوَ ﱬ كُلِّ شَىْءٍ وَك۪ــيلٌ ﱳ لَهُ مَقَال۪يدُ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضِ[5]

¡Aquel que no ve estas cosas no tiene mente ni corazón o es un animal con un cuerpo humano!

Ventana Veintinueve

وَاِنْ مِنْ شَىْءٍ اِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِه۪[6]

Una primavera en la que estaba saliendo de viaje, un extraño y profundo hecho me sucedió cuando me encontraba en estado de contemplación. Bordeando una colina, un brillante y dorado botón de flor golpeó mi ojo. Inmediatamente me vino a la mente la misma especie de botón dorado que había visto tiempo atrás en mi tierra natal y en otros países. Este significado fue transmitido a mi corazón: esta flor es el sello de, la marca de, la firma de, la impresión de, todas las flores de esa especie a través de toda la tierra y son sin duda Sus sellos, Sus marcas.

Después de esta noción de sello, se me ocurrió el siguiente pensamiento: así como un sello en una carta remite al autor de la misma, de la misma manera, esta flor es un sello que indica al Más Misericordioso. Y esta colina que está inscrita con las impresiones de estas especies y escrita con las líneas de estas plantas tan llenas de significados, es la misiva del Hacedor de las flores.

Esta colina también es un sello.  Esta meseta y esta llanura tomaron la forma de una misiva del Más Misericordioso. Después de este pensamiento, vino a mi mente el siguiente hecho: como un sello, todas las cosas atribuyen todo a su propio Creador; prueba de que cada uno es la letra de su propio Escritor.

Por lo tanto, todas las cosas son ventanas hacia la Unidad Divina de tal forma que cada una atribuye todas las cosas a Uno solo de Unidad, es decir, hay una huella  tan maravillosa, un arte tan milagroso en cada cosa y especialmente en los seres vivos, que el único que lo hace y lo inscribe de modo tan significativo puede hacer todas las cosas y el único que puede hacer todas las cosas verdaderamente es Allah. Esto quiere decir que si alguien no puede hacer todas las cosas entonces no puede crear ni una sola de ellas.

¡Tú, irresponsable! ¡Mira la faz del universo! ¡Comprende las páginas de los seres una dentro de otra como las letras del Eternamente Adorado, cada letra impresa con innumerables sellos de Unidad Divina! ¿Quién pueden negar el testimonio de todos estos sellos? ¿Qué poder puede silenciarlos? ¡Cualquiera de ellos que escuches con el oído del corazón declarará: اَشْهَدُ اَنْ لَٓا اِلٰهَ اِلَّا اللّٰهُ “Atestiguo que no hay dios sino Allah”.

 

Ventana Treinta

لَوْ كَــانَ ف۪يهِمَٓا اٰلِهَةٌ اِلَّا اللّٰهُ لَفَسَدَتَا ﱳ كُــلُّ شَىْءٍ هَالِكٌ اِلَّا وَجْهَهُﮈ  لَهُ الْحُكْـﮥُ وَاِلَيْهِ تُرْجَعُونَ[7]

Esta es la ventana de los sabios de la teología (kalâm), basada en la contingencia y creatividad y su camino para probar al necesariamente Existente. Para más detalles, nos remitimos a los grandes libros de los sabios como Sharh al-Mawaqif  y Sharh al-Maqasid. Aquí solamente mostraremos uno o dos rayos que se derraman del espíritu resplandeciente del Corán y esta ventana, los cuales son como sigue:

Es un requisito del dominio y del gobierno no aceptar rivales: rechazan asociarse y repudian la interferencia. Es por esto que si hay dos jefes en un pueblo chico, destruirán su tranquilidad y el orden o, si hay dos jefes de oficiales en un distrito o dos gobernadores en una provincia, provocarán caos o, si hubiera dos reyes en un país, causarían una completa confusión tormentosa.

Debido a que el ejemplo del dominio y gobierno de los impotentes seres humanos necesitados de asistencia es una pálida e insignifcante sombra de no aceptar la interferencia de rivales, adversarios o pares, entonces podrás comparar cuán completo es un gobierno que tiene la forma de una absoluta soberanía y señorío en un nivel de dominación, por lo que se hará cumplir esa ley del rechazo de interferencia. Es decir, la más definitiva y constante necesidad de la Divinidad y Dominación es la unidad y la singularidad. La clara prueba y verdadero testimonio de esto, es un orden perfecto y una hermosa armonía en el universo. Existe un orden que va desde el ala de una mosca hasta las lámparas en el cielo que hace que el intelecto se postre delante de él con maravilla y reconocimiento, declarando ¡Subhanallah!  ¡Glorificado sea Allah! ¡Ma’shallah!  ¡Qué maravillas Allah ha deseado!  ¡Barakallah! ¡Qué grandes son las bendiciones de Allah! Si hubiera habido un ápice de espacio para copartícipes de Allah e interferencia, como dice la aleya:

لَوْ كَــانَ ف۪يهِمَٓا اٰلِهَةٌ اِلَّا اللّٰهُ لَفَسَدَتَا[8] esto indica, que el orden hubiese sido destruido, la forma cambiada y los signos del desorden hubiesen aparecido. Pero como leemos en las siguientes aleyas:

فَارْجِعِ الْبَصَرَ هَلْ تَرٰى مِنْ فُطُورٍ ﱳ ثُمَّ ارْجِعِ الْبَصَرَ كَــرَّتَـيْنِ يَنْقَلِبْ

اِلَيْكَ الْبَصَرُ خَاسِئًا وَهُوَ حَس۪يرٌ [9]

Afirma y señala cuánto trata la mirada humana de encontrar faltas; no puede encontrar ninguna y vuelve agotada a su morada, y dice a la mente que la envió a buscar la falta: “Estoy exhausta por nada, no hay fallas”. Esto muestra que el orden y la regularidad son más perfectos. Es decir, el orden del universo es un testimonio definitivo de la Unidad Divina.

Ahora, consideraremos la “creatividad”. Los estudiosos de la teología afirmaron: “El mundo está sujeto al cambio y todas las cosas que están sometidas al cambio están creadas. Todas las cosas creadas tienen un creador, un hacedor. En tal caso, el universo tiene un Creador Eterno”.

Y también decimos: sí, el universo es creado. Porque vemos que todos los siglos, todos los años, todas las estaciones, un universo, un mundo va y viene otro. Esto significa que hay un Todopoderoso, poseedor de  la Gloria que crea el universo, crea un universo cada año, cada estación y todos los días y se lo muestra a la conciencia, luego lo saca y pone otro en su lugar. Sujeta un universo a otro como los eslabones de una cadena y los cuelga del cordón del tiempo. Por supuesto, los universos que aparecen de la nada y desparecen delante de nuestros ojos cada primavera, cada nuevo universo como este mundo, son milagros del poder del Omnipotente que los ha creado -Aquel que continuamente crea y cambia los mundos dentro del mundo y que definitivamente ha creado el mundo- y hace al mundo y a la faz de la tierra una casa de huéspedes para los grandes visitantes.

Ahora analicemos la “contingencia”. Los estudiosos de teología dijeron:

La contingencia es igual a considerar tanto la existencia como la no existencia”. Esto es, si la existencia y la no existencia son ambas igualmente posibles, es necesario alguien que especifique, prefiera y pueda crear. Los seres contingentes no pueden crearse uno al otro sin ininterrumpidas ni interminables cadenas de causas y efectos. Ninguno puede crear al otro ni al próximo, en la forma de causalidad. En tal caso hay un necesariamente Existente que los ha creado. Se dejó sin efecto las secuencias causales interminables con las famosas doce pruebas categóricas llamadas “el argumento escalera” y se demostró que la causalidad es imposible. Cortaron las cadenas de las causas y probaron la existencia del Necesariamente Existente.

Y decimos esto: es más seguro y fácil demostrar que existe un sello particular del Creador de todas las cosas sobre todo lo creado, a que se corten las causas en los extremos del mundo con las pruebas que refutan la causalidad. A través del resplandor del Corán, todas las Ventanas y todas las Palabras están basadas en este principio. Sin embargo, el punto de contingencia posee una amplitud infinita, ya que demuestra la existencia del necesariamente Existente en innumerables aspectos; no se limita a la forma de los estudiosos de la teología –cortando las cadenas de las causas- que en verdad es una ruta amplia y poderosa sino que abre un camino al conocimiento del Necesariamente Existente con maneras que se comentarán como sigue:

Vemos las cosas en su existencia, atributos y vida, mientras se encuentra indecisa entre innumerables posibilidades, esto es, que de entre las numerosas formas verdaderas y aspectos, cada cosa sigue un orden con respecto a su ser en innumerables asuntos; también sus atributos le son dados de una forma particular y todos los atributos y estados por los cuales cambia durante su vida están especificados de la misma forma. Esto significa que es impulsado por una sabia manera en medio de innumerables formas a través de la voluntad de alguien que especifica, la elección del que elige y la creación de un Sabio Creador. Se viste de atributos bien ordenados y distintos estados.

Luego sale del aislamiento y forma parte de un cuerpo compuesto y las posibilidades aumentan, porque pueden encontrarse de miles de maneras en ese cuerpo. Mientras existen aquellas posibilidades infructuosas, le es otorgado un estado particular y fructífero, en el que se obtienen importantes resultados y beneficios para el cuerpo y se llevan a cabo importantes funciones; entonces el cuerpo se hace un componente de otro cuerpo, una vez más, aumentan las posibilidades, porque podría existir en miles de formas, por lo tanto, le es dado un estado entre miles de formas y es a través de ese estado en que se le hace realizar importantes funciones y así sucesivamente. Progresivamente se demuestra con mayor certeza la necesaria existencia de un Omnisciente Planificador. Se da a conocer que está siendo impulsado por la orden de un Comandante que todo lo sabe. Un cuerpo dentro del cuerpo, cada uno tiene un función, una tarea bien ordenada, en todos los compuestos donde uno dentro de los otros se convierten en componentes de compuestos más grandes y tiene relaciones particulares con cada uno, de la misma forma que un soldado tiene una función, una tarea bien ordenada en su escuadrón, compañía, batallón, regimiento, división y en su ejército y tiene una relación particular con cada una de estas secciones; una dentro de la otras. Una célula de la pupila de tu ojo tiene una tarea en tu ojo y una relación con él, tiene sabias funciones y deberes en tu cabeza como un todo y una relación con ella. Si se confunde esto de manera muy pequeña, la salud y la organización del cuerpo se arruinarán. Tiene funciones particulares con respecto a cada una de las venas, de los nervios motores y aún con el cuerpo como un todo y sabias relaciones con ellos. Dicho estado específico ha sido dado dentro de miles de posibilidades a través de la sabiduría del Hacedor Omnisciente.

De la misma forma, cada uno de los seres en el universo testifica del Necesariamente existente a través del ser particular, la sabia forma, los atributos beneficiosos dados de entre numerosas posibilidades. Así también cuando entran en los compuestos, aquellos seres proclaman su Hacedor de diferentes maneras en cada compuesto. Paso a paso hasta el más grande compuesto, a través de sus relaciones, funciones y tareas, testifican la necesaria existencia, elección y voluntad del Omnisciente Hacedor. Porque aquel que sitúa una cosa dentro de los compuestos mientras preserva sus sabias relaciones, debe ser el creador de todos los compuestos. En otras palabras, es como si una sola cosa testifica de Él con miles de lenguas. Por lo tanto, desde el punto de vista de la contingencia, el testimonio de la existencia del Necesariamente Existente es tan numeroso, no como los números de seres del universo, sino como los atributos de los seres y los compuestos que lo forman.

¡Tú, irresponsable! Aquel que no escucha este testimonio, estas voces que llenan el universo, debes estar muerto y sin razón ¿no es así? Vamos, tú dices…

 

Ventana Treinta y uno

لَقَدْ خَلَقْنَا الْاِنْسَانَ ﯺﰍﰉ اَحْسَنِ تَقْو۪يمﭰ ﱳ وَﯺﰆ الْاَرْضِ اٰيَاتٌ لِلْمُوقِن۪ـينﭯ ﱳ

وَﯺﰍﰉ اَنْفُسِكُــمْ اَفَلَا تُبْصِرُونَ [10]

Esta es la Ventana del ser humano, y concierne a él mismo. Para elaborar discusiones de este aspecto, los referimos a los libros detallados de los miles de sabios evliyas y estudiosos. Aquí solo tomaremos unos pocos principios que hemos recibido del resplandor del Corán. Es como sigue:

Tal como se explica en la Palabra Once, “El ser humano es un mensaje muy completo a través de su ser. Allah todopoderoso hace que perciba todos Sus nombres”. Para más detalles, los referimos a las otras partes de Risale-i Nur, aquí solamente explicaremos tres puntos.

Punto Uno: El ser humano es un espejo de los Nombres Divinos en tres aspectos.

Primer aspecto: como la oscuridad de la noche muestra la luz, así también a través de su debilidad, impotencia, pobreza y necesidad, sus faltas y defectos, los seres humanos hacen que se conozca el poder, la fuerza, la riqueza y la misericordia del Todopoderoso, poseedor de  la Gloria y así sucesivamente… De esta manera, actúa como un espejo de los numerosos Atributos Divinos. Aún, a través de la búsqueda de un punto de apoyo en su infinita impotencia y su debilidad sin límites, enfrentando a innumerables enemigos, constantemente, su conciencia mira a Allah, Necesariamente Existente. Y puesto que es obligado en su absoluta pobreza e interminable necesidad a buscar un punto de asistencia en el rostro de sus innumerables objetivos, en ese sentido su conciencia todo el tiempo descansa en la corte de Allah, Compasivo de la Riqueza y abre sus manos para suplicarle. Es decir, con respecto a este punto de apoyo y asistencia en la conciencia, dos pequeñas ventanas se abren en la Corte de Misericordia del Todopoderoso y Compasivo, por las cuales siempre se puede mirar.

Segundo aspecto de ser como un espejo es el siguiente: a través de los detalles como su conocimiento parcial, fuerza, sentidos de la vista y el oído, dominación y soberanía, que son algunos tipos de muestras que le han sido dadas al ser humano que actúa como un espejo de conocimiento, fuerza, vista, oído, dominación y soberanía del Señor del Universo; los entiende y los hace conocer. Por ejemplo: “así como hice esta casa y sé como hacerla, la veo, la poseo y la administro, así el poderoso palacio del universo tiene un Hacedor que lo conoce, lo hace, lo ve y lo administra”. Y así sucesivamente…

Tercer aspecto de ser como un espejo: el ser humano actúa como un espejo de los Nombres Divinos, cuyas huellas están en él. Hay más de setenta Nombres que son evidentes en la naturaleza integral del ser humano. Estos han sido descritos al inicio de la Tercera parada de la Palabra Treinta y dos. Por ejemplo, a través de su creación, el ser humano muestra los nombres de Hacedor y Creador, a través de su ser “Más excelente de las Formas”, los nombres de Más Clemente y Misericordioso, a través del buen camino en que se levanta y alimenta, los nombres de Generoso y Otorgador de favores, y así sucesivamente. Muestra las diferentes impresiones de los distintos nombres a través de todos sus miembros y facultades, todos sus órganos y miembros, todos sus sutiles sentidos, todos sus sentimientos y emociones. Es decir, así como entre los nombres hay un Gran Nombre, así entre las huellas de esos Nombres de Allah, hay una mayor, que es  el ser humano.

¡Oh tú que te consideras un verdadero ser humano! ¡Léete a ti mismo! ¡De otra forma, es posible que seas un ser humano que se parece a un animal o a algo inanimado!

Punto Dos: Este apunta al importante misterio de la unicidad Divina. Es como sigue:

La relación entre el espíritu del ser humano y su cuerpo es tal que hace que todas sus partes y todos sus miembros se asisten unos a otros. Esto es, el espíritu humano es una ley que ordena y que se encuentra entre las leyes que pertenecen a la creación –la manifestación de la voluntad Divina- que ha sido vestida en existencia externa y es una facultad sutil de dominación. Por lo tanto, para administrar las partes del cuerpo, oír sus voces inmateriales y ver sus necesidades, no forman obstáculos entre sí, ni confunden al espíritu. Lejos y cerca están en la misma relación con el espíritu. No se ocultan entre sí. Si el espíritu lo desea, puede traer a la mayoría para asistir sólo a uno. Si lo desea, puede conocer, percibir y administrar a través de cada parte del cuerpo. Aún, si adquiere una gran luminosidad, puede ver y oír a través de todas las partes.

De la misma forma, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ الْاَعْـﱱﲄ a Allah le corresponde la descripción más alta, puesto que el espíritu, una ley de Allah Todopoderoso, muestra la habilidad del cuerpo y los miembros del ser humano, quien es un microcosmo, sin duda, los actos sin límites, las voces innumerables, las súplicas interminables, las incontables materias en el universo, que es el macrocosmos, no presentarán dificultad de la voluntad que todo lo abarca y del poder absoluto del Necesariamente Existente. No constituyen obstáculos entre ellos. No ocupan el lugar del Glorioso Creador, ni se confunden con Él. Él los mira simultáneamente y escucha todas sus voces. Cerca o lejos, es lo mismo para Él. Si desea, envía todo para que asistan a uno. Puede ver todo y escuchar sus voces a través de todas las cosas. Conoce todo a través de todas las cosas y así sucesivamente…

Punto Tres: La vida tiene la naturaleza más importante y la función más significativa, pero esto ha sido discutido en detalle en la Ventana de la Vida [Ventana Veintitrés] y en la Octava frase de la Carta Veinte, los referimos a ellas, y aquí solamente recordaremos lo siguiente:

Las impresiones en la vida, que están mezcladas, salen en la forma de emociones, señalan a numerosos Nombres y Cualidades Divinas Esenciales. Actúan como espejos reflejando de la forma más brillante las cualidades esenciales del Eterno y que Subsiste por sí solo. Pero esto no es el tiempo de explicar este misterio para aquellos que no reconocen a Allah o todavía no lo afirman plenamente, por esto aquí cerramos esta puerta…

 Ventana Treinta y Dos

هُوَ الَّذ۪ٓى اَرْسَلَ رَسُولَهُ بِالْهُدٰى وَد۪ينِ الْحَقِّ لِيُظْهِرَهُ ﱰ  الدّينِ كُلِّه۪ﮈ وَكَفٰى بِاللّٰهِ شَه۪يدًاﮈ ﱳ
قُلْ يَٓا اَيُّهَا النَّاسُ اِﯼﰍﰇ رَسُوـلُـ اللّٰهِ اِلَيْكُــمْ جَم۪يعًاۨ الَّذ۪ى لَهُ مُلْكُ السَّمٰوَاـتِـ

وَالْاَرْضِﮊ   لَٓا اِلٰهَ اِلَّا هُوَ يُحْي۪ى وَيُم۪يتُﮎ [11]

Esta es la Ventana del Profeta Muhammad (PyB), el Sol del cielo de los mensajeros, de hecho, el Sol de los soles. Está probado en la Palabra Treinta y uno, el Tratado de la Ascensión, en la Palabra Diecinueve, El tratado de la profecía de Muhammad (PyB) y en el signo Diecinueve de la Carta Diecinueve, cuán luminosa y evidente es la más brillante, grande y luminosa ventana, pensaremos en estas dos Palabras, esa Carta, su signo Diecinueve y referimos la palabra a ellos. Por ahora sólo decimos esto:

Muhammad (PyB), el viviente, la prueba elocuente de la Divina unidad, la demostró y la proclamó a través de su vida con las dos alas de mensajero y de cercano de Allah, esto es con una fuerza que contenía el consenso de todos los profetas que le precedieron y la unanimidad de los piadosos y sabios evliyas que vinieron después de él. Abrió una ventana al conocimiento de Allah tan amplia, brillante, luminosa como el mundo del Islam. Millones de sabios puros y veraces como Imam Ghazzali, Imam-i Rabbani, Muhyiddin al-‘Arabi, y ‘Abd al-Qadir Geylani miraron a través de esta Ventana, y se la mostraron también a otros. ¿Existe un velo que pueda oscurecer una Ventana como esta? ¿Puede aquel que tiene tono acusador decir que aunque no mira a través de esa Ventana tiene razón? ¡Vamos, dilo!

 

Ventana Treinta y Tres

اَلْحَمْدُ ِللّٰهِ الَّذ۪ٓى اَنْزَلَ ﱬ عَبْدِهِ الْكِتَابَ وَلَمْ يَجْعَلْ لَهُ عِوَجًا ﱳ قَيِّمًا
الٓرٰ كِــتَابٌ اَنْزَلْنَاهُ اِلَيْكَ لِتُخْرِجَ النَّاسَ مِنَ الظُّلُمَاتِ اِﱫﱷ النُّورِ[12]

Piensa en todas las ventanas que hemos mencionado como si fueran unas pocas gotas del océano del Corán, entonces podrá comparar cuántas luces de la Unidad Divina como el agua de vida contiene el Corán. Pero incluso si el Corán, la fuente y el origen de todas estas Ventanas, se considera una pequeña y simple forma, constituye  la más brillante, luminosa y completa Ventana. Para ver cuán verdadera, brillante y luminosa es esta Ventana, te referimos al Tratado sobre el milagro de Corán, la Palabra Veinticinco y el Decimoctava Señal de la Carta Diecinueve. Y suplicando al Trono Misericordioso del Glorioso quien nos envió el Corán, decimos:

رَبَّنَا لَا تُؤَاخِذْ نَٓا اِـنْـ نَس۪ينَٓا اَوْ اَخْطَاْنَا ﱳ رَبَّنَا لَا تُزِغْ قُلُوبَنَا بَعْدَ اِذْ هَدَيْتَنَا  ﱳ

رَبَّنَا تَقَبَّلْ مِنَّا اِنَّكَ اَنْتَ السَّم۪يعُ الْعَل۪يمُ ﱳ وَتُبْ عَلَيْنَا اِنَّكَ اَنْتَ التَّوَّابُ الرَّح۪يمُ

“El Mensajero cree en lo que se le ha hecho descender procedente de su Señor y los creyentes (con él). Todos creen en Allah, en sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros: No aceptamos a unos y negamos a otros. Y dicen: Oímos y obedecemos, (danos) Tu perdón Señor nuestro, y hacia Ti es el retorno”. (Corán, 2:285)

“¡Señor nuestro! No desvíes nuestros corazones después de habernos guiado y concédenos misericordia procedente de ti, ciertamente Tú eres el Dador Generoso”. (Corán, 3:8)

“…¡Señor acéptanoslo! Tú eres quien oye, quien sabe”. (Corán, 2:127)

“¡Señor nuestro! Haz que estemos sometidos a ti y haz de nuestra descendencia una comunidad sometida a Ti. Enséñanos a cumplir nuestros ritos de adoración y vuélvete a nosotros, realmente Tú eres Quien se vuelve a favor del siervo, el Compasivo”. (Corán, 2:128)

[1] Esta ventana está dirigida en particular a quienes aman a Allah y se acercan a Él de corazón, más que a la gente en general.

[2] Corán, 39:62

[3] Corán, 11:123

[4] Corán, 30:22

[5] Corán, 39:62-63

[6] Corán, 17:44

[7] Corán, 21:22, 28:88

[8] Corán, 21:22

[9] Corán, 67:3-4

[10] Corán, 95:4, 51:20-21

[11] Corán, 48:28, 7:158

[12] Corán, 18:1, 14:1