PALABRA VEINTICUATRO

CUARTA RAMA

 

اَلَمْ تَرَ اَنَّ اللّٰهَ يَسْجُدُ لَهُ مَنْ ﯺﰆ السَّمٰوَاـتِـ وَمَنْ ﯺﰆ الْاَرْضِ وَالشَّمْسُ وَالْقَمَرُ وَالنُّجُومُ وَالْجِبَاـلُـ وَالشَّجَرُ وَالدَّوَٓابُّ وَكَث۪يرٌ مِنَ النَّاسِ وَكَــث۪ـيرﭱ حَقَّ عَلَيْهِ الْعَذَابُ وَمَنْ يُهِنِ اللّٰهُ فَمَا لَهُ مِنْ مُكْــرِمٍ اِنَّ اللّٰهَ يَفْعَلُ مَايَشَٓاءُ  ﱳ [1]

Señalaremos solamente una simple joya del tesoro de esta aleya extensiva y sublime. Es así:

El Sabio Corán establece con claridad que todo, desde los cielos hasta la tierra, desde las estrellas hasta las moscas, desde los ángeles hasta los peces, y desde los planetas hasta las partículas, se prosterna, adora, alaba y glorifica a Allah Todopoderoso. Pero su adoración varía según sus capacidades y los Nombres Divinos que ellos manifiestan; es todo diferente. Explicaremos una de las variedades de su adoración con una comparación.

Por ejemplo, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ الْاَعْـﱱﲄ Y a Allah le corresponde la descripción más alta, cuando un señor poderoso de toda dominación construye una ciudad o un espléndido palacio, emplea cuatro categorías de trabajadores.

La Primera Categoría: son sus esclavos y siervos. Esta clase no recibe ni un salario ni remuneración, pero para cada ítem de trabajo que ellos realizan a través de la orden de su señor, experimentan un sutil placer y un agradable entusiasmo. Todo lo que dicen a modo de alabanza y descripción de su señor incrementa su placer y entusiasmo. Sabiendo que su conexión con su sagrado señor es un gran honor, se conforman con eso. También encuentran placer espiritual al mirar su trabajo con la mirada de su señor, y por su bien y en su nombre. No necesitan ningún salario, ni rango, ni remuneración.

La Segunda Categoría: son los siervos comunes. Ellos no saben por qué están trabajando o que son empleados por el señor glorioso. Él los hace trabajar por Su propia idea y conocimiento y les da un salario apropiadamente pequeño. Estos siervos no son concientes de la magnitud e importancia de sus trabajos, ni de sus objetivos y de los  asuntos exaltados que resulten de los mismos. Algunos siervos incluso imaginan que su trabajo les concierne a ellos mismos sin otra recompensa más que sus salarios.

La Tercera Categoría: El señor de toda soberanía tiene algunos animales que emplea en varios trabajos en la construcción de la ciudad y del palacio. Sólo les da forraje, pero trabajar en tareas adecuadas a sus habilidades les da placer. Porque, si una potencialidad o habilidad se da cuenta en acción y trabajo, hay una inhalación y una expansión y resulta en placer. El placer que se obtiene de esta actividad proviene de esto. El salario y remuneración de este tipo de siervo, entonces, es sólo forraje y ese placer espiritual.

La Cuarta Categoría: son los trabajadores que saben lo que están haciendo;  por qué y para quién están trabajando; por qué los otros trabajadores están trabajando; cuál es el propósito del señor de toda soberanía y por qué él los está haciendo trabajar. Éstos, entonces son los jefes y supervisores de los otros trabajadores. Ellos reciben una remuneración que está graduada según su rango y nivel.

De exactamente la misma manera, el Sustentador de Todos los Mundos, Quien es el Señor Glorioso de los cielos y de la tierra y el Constructor Bello de este mundo y del Más Allá, emplea tanto a ángeles como a animales, seres inanimados y plantas, y a seres humanos en el palacio de este mundo, en este lugar de causalidad. Los emplea no por necesidad, ya que el Creador de todo es Él, sino por ciertas instancias de sabiduría, como el funcionamiento de Su poder, sublimidad y soberanía. Él hace que ellos Lo adoren y les ha designado estas cuatro categorías con diferentes tareas de adoración.

La Primera Categoría: son los ángeles, que están representados en la comparación por los esclavos. Para los ángeles no hay esfuerzo ni progreso; todos ellos tienen su estación fija y su rango determinado, y reciben un placer particular del trabajo mismo y una emanación de su adoración según sus rangos. Lo que significa que la  recompensa de estos siervos se encuentra dentro de sus tareas. Tal como el ser humano se alimenta del aire, del agua, de la luz y de la comida, y recibe placer de ellos, así también los ángeles se alimentan por las luces de las variedades de recuerdo, glorificación, alabanza, adoración, conocimiento y amor de Allah, y se complacen con ellos. Porque, ya que están creados de luz, la luz es suficiente para su sustento. Las fragancias, incluso, que están cerca de la luz, son un tipo de alimento para ellos y lo disfrutan. Por cierto, los buenos espíritus se complacen con los aromas dulces.

Además, en las tareas que realizan los ángeles a la orden de Quien ellos adoran, en el trabajo que llevan a cabo por Él, en el servicio que cumplen en Su nombre, en la supervisión que ejecutan a través de Su favor, en el honor que ganan a través de su conexión con Él, en la impecabilidad que obtienen al estudiar Su soberanía tanto en la faz externa como en la faz que mira hacia Él, y en la facilidad que encuentran al contemplar las manifestaciones de Su belleza y gloria. Existe una dicha tan sublime que la mente humana no podría comprenderla, y mucho menos percibirla.

Un tipo de ángeles son los adoradores, y la adoración de otro tipo es en el trabajo. De los ángeles de la tierra, el tipo que son los trabajadores tienen una especie de ocupación humana. Si se puede decir, un tipo son como los pastores y otro como los granjeros. Es decir, la faz de la tierra es como una granja general y un ángel designado supervisa todas las especies de animales dentro de él a la orden del Creador Glorioso, con Su permiso, por Él y a través de Su poder y fuerza. Y, para todas las especies de animales hay un ángel menor que está asignado para actuar como un pastor especial.

La faz de la tierra también es un lugar de cultivo; todas las plantas están sembradas en ella. Hay un ángel a cargo de supervisarlas en nombre de Allah Todopoderoso y a través de Su poder, y hay ángeles que son menores a él y que adora y glorifica a Allah al supervisar algunas especies en particular. El Arcángel Miguel (la paz sea con él), que es uno de los portadores del trono del sustento, es el capataz más importante de todos ellos.

Los ángeles que están en la posición de pastores y granjeros no cargan con ningún parecido a los seres humanos, porque su supervisión es puramente por Allah Todopoderoso, y en Su nombre y a través de Su poder y orden. Su supervisión de animales consiste sólo en contemplar las manifestaciones de soberanía en las especies a las que están asignados; estudiar las manifestaciones de poder y misericordia en ella; dar a conocer a las especies las órdenes divinas por medio de una especie de inspiración; y de alguna manera ordenar los actos voluntarios de las especies.

Su supervisión de las plantas en el campo de la tierra en particular consiste en representar la glorificación de las plantas en lengua angelical; proclamar en lengua angelical las salutaciones espirituales que las plantas Le ofrecen al Creador Glorioso a través de sus vidas; emplear las facultades dadas a las plantas correctamente, dirigiéndolas hacia ciertos objetivos y ordenándolos en cierta forma. Estas tareas de los ángeles son acciones meritorias de un tipo de razonamiento de la facultad de voluntad de los ángeles. Por cierto, son un tipo de culto y adoración. Pero los ángeles no tienen un poder de disposición real, porque sobre todas las cosas hay una marca peculiar del Creador de Todo. Otra mano no puede interferir en la creación. Es decir, este tipo de trabajo de los ángeles forma su adoración. No es una costumbre como con los seres humanos.

La Segunda Categoría: son los trabajadores de este palacio del universo que son los animales. Ya que los animales también tienen un alma con apetito y la facultad de voluntad, su trabajo no es ‘puramente por Allah’; en cierta forma, toman una parte para sus almas. En consecuencia, ya que el Señor Glorioso y Munificente de Toda Soberanía es generosísimo, Él les otorga un salario por su trabajo para que sus almas reciban su parte. Por ejemplo, el Creador Omnisciente emplea al famoso ruiseñor[2], reconocido por su amor por las rosas, con cinco objetivos:

Primer Objetivo: Es el oficial empleado para proclamar en nombre de la especie animal la relación intensa que existe con la especie vegetal.

Segundo Objetivo: Es un orador soberano entre los animales, que son como huéspedes del Misericordioso que necesitan de sustento, empleados para aclamar las bendiciones enviadas por el Proveedor Generoso y para anunciar su alegría.

Tercer Objetivo: Es anunciarles a todos la bienvenida ofrecida a las plantas, que son enviadas para la asistencia de sus amigos animales.

Cuarto Objetivo: Es anunciar, sobre las cabezas bendecidas, y a los bellos rostros de las plantas, la necesidad intensa que tienen los animales de ellas, que alcanza el nivel de amor.

Quinto Objetivo: Es presentar con anhelo agudo ante la Corte de Misericordia del Glorioso y Bello y Señor Munificente de Toda Soberanía la glorificación más llena de gracia inspirada por el verdaderamente delicado rostro de la rosa.

Hay otros significados similares a estos cinco objetivos, y son el propósito de las obras que el ruiseñor realiza por la Verdad, glorificado sea Allah y exaltado sea. El ruiseñor habla en su propia lengua, pero comprendemos estos significados a través de sus palabras quejumbrosas. Si él por sí mismo no conoce por completo el significado de su propia canción como sí lo conocen los ángeles, eso no impide nuestra comprensión. El dicho: “Quien escucha comprende mejor que quien habla” es famoso. También, el ruiseñor no demuestra que no sabe estos objetivos en detalle, pero esto no significa que no existen. Al menos él te informa sobre ellos como un reloj te informa sobre la hora. Él no sabe lo que está haciendo. No te impide saber.

Sin embargo, el pequeño salario del ruiseñor es el deleite que experimenta al observar las rosas hermosas y sonrientes, el placer que recibe de conversar con ellas y de revelarle sus aflicciones. Es decir, su canto acongojado no es una queja que surge de una pena animal, es las gracias a cambio de las bendiciones del Más Misericordioso. Compara la abeja, la araña, la hormiga, los insectos que se arrastran, los animales machos que son el medio para la reproducción, y los ruiseñores de todos los seres pequeños, con el ruiseñor: las obras de todos ellos tienen numerosos objetivos como el ruiseñor. Para ellos también se ha incluido en sus tareas un placer en particular, como un pequeño salario. A través de ese placer, ellos cumplen con importantes objetivos incluidos en el arte soberano. Tal como un marinero actúa como un timonel en un barco imperial y recibe un pequeño salario, así también cada uno de los animales empleados en tareas de glorificación recibe un pequeño salario.

Un Apéndice de la Discusión sobre el Ruiseñor: Sin embargo, no creas que esta proclama, esta anunciación y estas canciones de glorificación son peculiares del ruiseñor. En la mayoría de las especies hay una clase similar al ruiseñor que consiste de un delicado individuo o individuos que representan los sentimientos más delicados de esa especie con la glorificación más magnífica y la poesía más delicada. Los ruiseñores de las moscas e insectos, en particular, son numerosos y variados. A través de su poesía melódica hacen que todos los animales con oídos desde los más grandes hasta los más pequeños, escuchen sus glorificaciones y les da placer. Algunos de ellos son nocturnos. Estos narradores de poesía amigos de todos los pequeños animales son sus oradores de voz dulce cuando todos los seres están sumergidos en el silencio y la tranquilidad de la noche. Cada uno es el centro de un círculo de recuerdo silencioso de Allah, una asamblea en soledad, al que todos los demás oyen, y, de algún modo, recuerdan y alaban al Creador Glorioso en sus propios corazones.

Otros son diurnos. De día, en primavera y en verano, proclaman la misericordia del Más Misericordioso y Compasivo a todos los seres animados desde los púlpitos de los árboles con sus voces resonantes, canciones sutiles y glorificaciones poéticas. Es como si, como los líderes de una reunión para la recitación de los Nombres de Allah induce el éxtasis de los participantes, todos los seres que escuchan comienzan a alabar al Creador Glorioso cada uno en su propia lengua especial y con un canto particular. Por todo lo dicho cada tipo de ser, e incluso las estrellas, tienen un jefe de recitación y un ruiseñor que esparce luz. Pero el ruiseñor más excelente, más noble, más luminoso, más deslumbrante, más grande y más honorable, cuya voz fue la más resonante, cuyos atributos fueron los más brillantes, cuya recitación fue la más completa, cuyo agradecimiento fue el más universal, cuya esencia fue la más perfecta, y cuya forma fue la más bella, quien provocó en todos los seres de los cielos y de la tierra del jardín del universo el éxtasis y el embelesamiento a través de su poesía sutil, su dulce canción, su glorificación exaltada, fue el glorioso ruiseñor de la humanidad, el ruiseñor del Corán: Muhammad el árabe,

عَلَيْهِ وَﱭ اٰلِه۪ وَاَمْثَالِه۪ اَفْضَلُ الصَّلَاةِ وَاَجْمَلُ التَّسْل۪يمَاتِ sobre él y su Familia y quienes se le parecen sean las mejores bendiciones y la paz.

Para Concluir: Los animales, que sirven en el palacio del universo, acatan con absoluta obediencia las órdenes divinas y demuestran perfectamente en el nombre de Allah Todopoderoso los objetivos incluidos en sus naturalezas. La glorificación y adoración que realizan al llevar a cabo las tareas relacionadas con sus vidas de esta manera maravillosa a través del poder de Allah Todopoderoso, son regalos y salutaciones que presentan ante la Corte del Creador Glorioso, el Otorgador de Vida.

La Tercera Categoría de Trabajadores son las plantas y los seres inanimadas. Ya que ellas no tienen la facultad de voluntad, no reciben ningún salario. Su trabajo es ‘puramente por Allah’, y en Su nombre, debido a Él, y a través de Su voluntad, poder y fuerza. Sin embargo, puede percibirse desde su crecimiento y desarrollo que reciben una especie de placer por sus tareas de polinización y por producir semillas y frutos. Pero no experimentan dolor en absoluto. Debido a su voluntad, los animales experimentan dolor así como también placer. Ya que la voluntad no entra en el trabajo de las plantas y de los seres inanimados, su trabajo es más perfecto que el de los animales, que sí tienen voluntad. Entre quienes poseen voluntad, el trabajo de los seres como la abeja que está iluminado por revelación e inspiración, es más perfecto que el trabajo de aquellos animales que cuentan con su facultad de voluntad.

Todas las especies de plantas en el campo de la faz de la tierra rezan y piden por el Creador Omnisciente a través de su estado y de su potencialidad: “¡Oh, nuestro Sustentador! Danos fuerza para que al levantar la bandera de nuestra especie en cada parte del mundo, podamos proclamar el esplendor de Tu soberanía; y otórganos éxito para que podamos adorarte en cada esquina de la mezquita de la tierra; y otórganos el poder para esparcirnos y viajar para exhibir con nuestra lengua particular los bordados de Tus Más Bellos Nombres y de Tus artes maravillosas y antiguas”.

El Creador Omnisciente responde sus oraciones espirituales y le otorga a las semillas de una especie alas diminutas hechas de pelo: viajan esparciéndose por todas partes. Hacen que los Nombres Divinos se lean en el nombre de su especie (como las semillas de la mayoría de las plantas con espinas y algunas flores amarillas). Él les da a algunas especies una carne hermosa que es necesaria o agradable para los seres humanos; Él hace que el ser humano las preserve y las plante por doquier. A algunas, Él les da, cubriendo un carozo duro y no digerible, carne que los animales comen para que dispersen las semillas en una amplia área. A algunos, Él les otorga pequeñas garras para atrapar todo lo que los toque; yéndose a otros lugares, levantan la bandera de la especie y exhiben el arte antiguo del Creador Glorioso. Y a algunas especies, como al melón amargo, Él les da la fuerza de un rifle de perdigones para que, llegado el momento, los pequeños melones que son sus frutos, se caigan y disparen sus semillas como un disparo a una distancia de varios metros, y las siembren. Ellas trabajan para que muchas lenguas glorifiquen al Creador Glorioso y reciten Sus Bellos Nombres. Puedes pensar en otros ejemplos de la misma manera.

El Creador Omnisciente, Que es Todopoderoso y Omnisapiente, ha creado a todo de modo bello y con orden perfecto. Las ha ubicado bellamente, giró sus rostros hacia los objetivos bellos, los empleó en bellas tareas, las hizo pronunciar bellas glorificaciones y adorar bellamente. ¡Oh, ser humano! Si en verdad eres un ser humano, no confundas la naturaleza, la casualidad, la inutilidad y el extravío con estos bellos asuntos. No los hagas horribles. No actúes de manera horrible. ¡No seas horrible!

La Cuarta Categoría son los seres humanos. Los seres humanos, que son siervos de alguna manera del palacio del universo, se parecen tanto a los ángeles como a los animales. Se parecen a los ángeles en lo universal de la adoración, lo extenso de la supervisión, lo abarcativo del conocimiento y al ser heraldos de la soberanía Divina. Sin embargo, el ser humano es más abarcativo, pero ya que tiene un alma con apetito que está predispuesta al mal, al contrario de los ángeles, está sujeto a progresar y deteriorarse, que es de gran importancia. También, ya que en su trabajo el ser humano busca placer para su alma y una parte para sí mismo, se parece a un animal. Ya que esto es así, el ser humano recibe dos salarios: el primero es insignificante, animal e inmediato; el segundo es angelical, universal y postergado.

Ahora, la tarea del ser humano y sus salarios, su progreso y deterioro, se ha discutido en parte en todas las veintitrés Palabras, y se han explicado en mucho detalle en las Palabras Once y Veintitrés en particular. Entonces terminaremos nuestra discusión aquí y cerramos la puerta. Y rogándole al Más Misericordioso para abrirnos las puertas de Su misericordia, para finalizar esta palabra con su Asistencia y buscando el perdón por nuestras faltas y errores, concluimos aquí.

QUINTA RAMA: La Quinta Rama tiene cinco ‘Frutos’.

Primer Fruto: ¡Oh, mi alma que te adoras a ti misma! ¡Oh, mi amigo que adoras el mundo! El amor es una de  las causas de la existencia del universo, y lo que lo une; y es tanto la luz del universo como su vida. Ya que el ser humano es el fruto más abarcativo del universo, un amor que conquistará el mundo se ha incluido en su corazón, la semilla de ese fruto. Así, sólo quien posea una perfección infinita podrá ser merecedora de semejante amor infinito.

¡Oh, alma y, oh, amigo! Dos facultades, a través de las que uno puede experimentar temor y amor, se han incluido en la naturaleza del ser humano. Este amor y temor están destinados a volverse ya sea hacia los seres o al Creador. Sin embargo, el temor de los seres es una aflicción penosa, mientras que el amor por ellas es una tribulación calamitosa. Porque temerás a los seres que no tendrán pena por ti ni aceptarán tus peticiones de misericordia. Entonces el temor es una calamidad penosa. En cuanto al amor, a quien amas no te reconocerá o bien partirá sin despedirse, como tu juventud y propiedad. O bien te despreciará por tu amor. ¿No has notado que en el noventa y nueve por ciento de los casos de amor metafórico, el amante se queja sobre el amado? Porque idolatrar a amados mundanales con el corazón interno, que es el espejo del Eternamente Adorado, oprime al amado, lo encuentra desagradable y lo rechaza. Porque la naturaleza del ser humano rechaza y aleja las cosas que son contrarias a ello y que no lo merecen (los amores físicos están fuera de discusión).

Es decir, las cosas que amas no te reconocerán, o bien te despreciarán, o bien no te acompañarán. Se alejarán de ti a tu  pesar. Ya que esto es así, dirige este temor y este amor hacia Quien tu temor se volverá una humillación agradable y tu amor, una felicidad sin sombra. Sí, temer al Creador Glorioso significa encontrar un camino hacia Su misericordia compasiva, y buscar refugio en él. El temor es una citación; te lleva a abrazar Su misericordia. Es bien sabido que una madre asusta gentilmente a su hijo, por ejemplo, y lo lleva hacia tu pecho. El temor es muy agradable para el niño, porque lo lleva a su pecho de compasión. Mientras que la ternura de todas las madres no es más que un destello de misericordia Divina. Esto significa que hay un placer supremo en el temor de Allah. Si hay tal placer en el temor de Allah, está claro qué infinito placer se encuentra en el amor de Allah. Además, quien teme a Allah se salva del temor calamitoso y angustiante de otros. También, porque es por Allah que el amor que tiene por los seres no está teñido de pena y separación.

Por cierto, el ser humano se ama primero a sí mismo, luego a sus relaciones, luego a su nación, luego a los seres vivos, luego al universo, y al mundo. Está conectado con todas estas esferas. Puede recibir placer con su placer y dolor con su dolor. Sin embargo, ya que nada es estable en este mundo de altibajos y revoluciones rápidos como el viento, el corazón del ser humano desdichado resulta herido constantemente. Las cosas a las que sus manos están aferradas lo desgarran cuando parten, incluso lo cortan. Permanece en angustia perpetua, o bien se hunde en una embriaguez descuidada. Por esto, alma mía, si eres razonable, reúne a todos estos amores y dáselos a su verdadero dueño; sálvate de esas calamidades. Estos amores ilimitados son particulares a Quien posee infinita perfección y belleza. Cuando se lo des a su verdadero dueño, podrás amar todo sin angustia en Su nombre y como Sus espejos. Eso significa que este amor no se debe gastar directamente en el universo. De lo contrario, mientras que es una bendición deliciosa, se vuelve una aflicción penosa.

Hay otro aspecto además, y es el más importante. ¡Oh, alma maligna! Tú gastas todo tu amor en ti mismo. Haces de tu propia alma tu objeto de adoración y de amor. Sacrificas todo por tu alma. Simplemente, le atribuyes una especie de soberanía. Mientras que la causa de amor es la perfección, porque la perfección es amada por sí misma, o bien es el beneficio, o es el placer, o es el bien, o causas como estas. Ahora, ¡oh, alma maligna! en muchas de las Palabras hemos demostrado de forma decisiva que tu naturaleza esencial está trabajada por la falla, la deficiencia, la pobreza y la impotencia, y  así como el nivel relativo de oscuridad muestra el brillo de la luz, con respecto a los opuestos, tú actúas como un espejo a través de ellos hacia  la perfección, la belleza, el poder y la misericordia del Creador Bello. Eso significa, oh, alma maligna, que no es amor lo que debes sentir por tu alma, sino enemistad, deberías tenerle lástima y después de que esté en paz, compadécete de ella. Si amas a tu alma porque es la fuente de placer y beneficio y tú estás cautivado por sus delicias, no prefieras el placer y el beneficio del alma, que es una mera pizca, al placer y los beneficios infinitos. No te parezcas a la luciérnaga. Porque hunde a todos sus amigos y a las cosas que ama en la oscuridad de la desolación y se conforma con una luz diminuta de sí misma. Deberías amar al Eterno Adorado de Cuyos favores llenos de gracia dependen todos los placeres y beneficios de tu alma junto con todos los beneficios y bendiciones y seres del universo con los que estás conectado; de los que te beneficias y a través de cuya felicidad te contentas, entonces luego podrás obtener placer tanto de tu propia felicidad y la de ello y recibir un placer infinito del amor del Absolutamente Perfecto.

De todos modos, tu amor intenso por ti mismo y por tu alma es amor por la Esencia Divina que tú utilizas mal y desperdicias en tu propio ser. En cuyo caso, arranca el egoísmo de tu alma y muéstralo a Él. Todos tus amores dispersos a lo largo del universo son amor dado a ti para que uses en Sus Nombres y atributos. Tú lo has usado mal y sufres un castigo. Porque el castigo por un amor ilícito y malgastado es un tormento sin misericordia. Por cierto, una partícula del amor del Eterno Amado Quien, a través de los Nombres de Más Misericordioso y Compasivo, ha preparado una morada como el Paraíso adornado por huríes para ti en el que todos tus deseos corporales serán gratificados, y a través de otros de Sus Nombres ha preparado para ti en ese Paraíso favores eternos que satisfarán  todos los anhelos de tu espíritu, corazón, mente y otras facultades internas, y en todos Cuyos Nombres están contenidos muchos tesoros de gracia y munificencia; una partícula de Su amor puede tomar el lugar de todo el universo. Pero el universo no puede tomar el lugar ni siquiera de una manifestación particular de Su amor. En cuyo caso, presta atención a este Decreto Eterno que aquél Eternamente Adorado hizo que Su propio Amado anunciara, y acatara:

اِنْ كُــنْتُمْ تُحِبُّونَ اللّٰهَ فَاتَّبِعُوﯼﰍ يُحْبِبْكُــمُ اللّٰهُ

 “Di: Si amáis a Allah, seguidme, que Allah os amará”. (Corán, 3:31)

Segundo Fruto: ¡Oh, alma! La adoración no es la introducción a recompensas adicionales, sino el resultado de las bendiciones anteriores. Sí, hemos recibido nuestro salario, y estamos consecuentemente a cargo de las tareas de servicio y adoración. Porque, ¡oh, alma!, ya que el Creador Glorioso, Que te viste con una existencia que es puro bien, te ha dado un estómago y apetito, a través de Su Nombre de Proveedor, Él ha ubicado ante ti todos los alimentos sobre una mesa de bendiciones. Entonces, ya que Él te ha dado una vida engalanada con sentidos, la vida también requiere sustento como un estómago; todos tus sentidos como los ojos y los oídos son como manos ante las cuales Él ha ubicado una mesa de bendiciones tan amplia como la tierra. Entonces, porque Él te ha dado humanidad, que requiere de muchos alimentos y bendiciones inmateriales, Él ha dispuesto ante ese estómago de humanidad, en la medida en lo que la mano de la mente puede alcanzar, una mesa extensa llena de bendiciones tan amplias como los mundos de tanto la dimensión interna como la externa de las cosas. Entonces, ya que Él te ha dado el Islam y la fe, que requieren de bendiciones infinitas y te alimentas a través de innumerables frutos de misericordia y es una humanidad suprema, Él ha abierto para ti una mesa de bendiciones, placer y felicidad que incluye la esfera de la contingencia junto con la esfera de Sus sagrados Nombres y atributos. Entonces, al darte amor, que es una luz de la fe, Él te ha otorgado una mesa ilimitada de bendiciones, felicidad y placer. Es decir, con respecto a tu corporeidad eres particularmente insignificante, débil, impotente, humilde, restringido y limitado, pero a través de Su favor, te has como elevado de ser un particular insignificante a ser un todo universal y luminoso. Porque al darte vida, Él te ha elevado de la particularidad hasta un tipo de universalidad; y al darte humanidad, hasta una verdadera universalidad; y al otorgarte el Islam, hasta una universalidad exaltada y luminosa; y al darte sabiduría y amor por Él, Él te ha elevado hasta una luz abarcativa.

¡Oh, alma maligna! Has recibido este salario, y estás a cargo de la tarea de adoración agradable, fácil, liviana y con bendiciones. Pero eres perezoso en esto también. La realizas superficialmente, es como si los salarios mencionados anteriormente fueran insuficientes para ti y quieres con autoritarismo cosas más grandes. También, te quejas: “¿Por qué mi oración no fue aceptada?” Pero tu derecho no es la queja sino la súplica. A través de Su gracia pura y munificencia, Allah Todopoderoso otorga el Paraíso y la felicidad eterna. Entonces busca refugio en Su misericordia y munificencia constantemente. Confía en Él y presta atención a este decreto:

قُلْ بِفَضْلِ اللّٰهِ وَبِرَحْمَتِه۪ فَبِذٰ لِكَ فَلْيَفْرَحُوا هُوَ خَـيْرٌ مِمَّا يَجْمَعُونَ

“Di: Que con el favor de Allah y con Su misericordia se regocijen, ello es mejor que cuanto reúnen”. (Corán, 10:58)

Si dices: “¿Cómo puedo responder a estas ilimitadas y universales con mi agradecimiento limitado y parcial?”

La Respuesta: Con una intención universal y una fe ilimitada… Por ejemplo, un hombre se presenta ante el rey con un regalo que vale cinco pesos, y ve que otros regalos que valen millones llegaron de gente aceptable y estaban alineados allí. Se le ocurre: “Mi regalo es nada. ¿Qué hago?” Entonces de repente dice: “¡Mi Señor! Te ofrezco todos estos regalos en mi nombre. Porque eres merecedor de ellos. Si tuviera el poder, te hubiera dado regalos iguales a estos”. Así, el rey, que no tiene necesidad de nada y acepta los regalos de sus súbditos como un signo de su lealtad y respeto, acepta la intención universal y el deseo de aquel hombre desdichado, y el mérito de su fe elevada como si fuera el regalo más grande.

De exactamente la misma manera, mientras realiza las cinco oraciones diarias, un impotente siervo de Allah Todopoderoso declara: “¡Las salutaciones sean con Allah!” Es decir: “Te ofrezco por mi propia cuenta todos los regalos de la adoración que todos los seres Te ofrecen con sus vidas. Si hubiera podido, Te hubiera ofrecido tantas salutaciones como ellos, porque Tú eres merecedor de ellas, y de muchas más”. Semejante intención y fe se compone de un agradecimiento extenso y universal. Las semillas y los granos de las plantas son sus intenciones.

Y por ejemplo, el melón pronuncia mil intenciones en su corazón en forma de núcleo de sus semillas: ¡Oh, mi Creador! Quiero proclamar los bordados de Tus Más Bellos Nombres en muchos lugares de la tierra”. Ya que Allah Todopoderoso sabe cómo serán las cosas futuras, Él acepta su intención como verdadera adoración. La regla: La intención de un creyente es mejor que sus acciones[3], se refiere a este misterio. También la sabiduría al ofrecer glorificaciones en los números infinitos se comprende de este misterio. Por ejemplo:

سُبْحَانَكَ وَبِحَمْدِـكَـ عَدَدَ خَلْقِكَ وَرِضَٓاءَ نَفْسِكَ وَزِنَةَ عَرْشِكَ وَمِدَادَ كَــلِمَاتِكَ وَنُسَبِّحُكَ بِجَم۪يعِ تَسْب۪يحَاـتِـ اَنْبِيَٓائِكَ وَاَوْلِيَٓائِكَ وَمَلٰٓئِكَــتِكَ

Glorificado y alabado seas Tú en la misma cantidad que Tus seres, que pueden ser tan agradables contigo como la extensión de Tu Trono y la tinta de Tus palabras, y Te glorificamos con todas las glorificaciones de Tus profetas y evliyas y ángeles.[4]

Tal como un oficial le presenta todos los servicios de sus soldados al rey en su propio nombre, así también el ser humano, que actúa como oficial de otros seres, ordena a los animales y a las plantas, tiene la capacidad de ser el vicegerente de Allah sobre los seres de la tierra, y en su propio mundo considera que él mismo representa a todos, declara:

اِيَّاكَ نَعْبُدُ وَاِيَّاكَ نَسْتَعِينُ[5] Ofrece la adoración y la búsqueda de ayuda de toda la creación al Verdadero Objeto de Adoración en su propio nombre.

Hace que todos los seres digan por su cuenta:

سُبْحَانَكَ بِجَم۪يعِ تَسْب۪يحَاتِ جَم۪يعِ مَخْلُوقَاتِكَ وَبِاَلْسِنَةِ جَم۪يعِ مَصْنُوعَاتِكَ

También dice: اَللّٰهُمَّ صَلِّ ﱬ مُحَمَّدٍ بِعَدَدِ ذَرَّاـتِـ الْكَٓــائِنَاتِ وَمُرَكَّبَاتِهَا

¡Oh, Allah! ¡Otórgale bendiciones a Muhammad en la misma cantidad de las partículas que existen y todos sus compuestos!

Ofrece bendiciones para el Profeta (PyB) en el nombre de todo. Porque todo está conectado con la Luz de Muhammad. Así, puedes entender la sabiduría en los números infinitos mencionados en las glorificaciones y bendiciones para el Profeta (PyB).

Tercer Fruto: ¡Oh, alma! Si, en una vida breve, quieres hacer algo que te beneficiará infinitamente en el Más Allá y quieres que cada momento de tu vida sea tan beneficioso como una vida entera, si quieres transformar tus actos habituales en adoración y tu descuido en conciencia de la presencia Divina, sigue las Prácticas Ilustres del Profeta (PyB). Porque cuando aplicas tus acciones a las reglas de la Sharía, te ofrece un tipo de conciencia de la presencia de Allah; de esa manera  se vuelve adoración y produce muchos frutos para el Más Allá. Por ejemplo: compraste algo; el momento en que aplicaste lo que es aceptable y requerido por la Sharía, ese acto común de comprar algo adquirió el valor de adoración. Recordar los mandamientos de la Sharía nos recuerda la Revelación. Al pensar en el Legislador, te vuelves hacia Allah. Y eso te hace conciente de Su presencia. Eso significa, al aplicar el Ilustre Hadiz Profético a las acciones que  esta  vida efímera va a producir frutos eternos y uno puede obtener beneficios que ayudarán en la vida eterna. Presta atención a este decreto:

فَاٰمِنُوا بِاللّٰهِ وَرَسُولِهِ النَّبِىِّ الْاُمِّىِّ الَّذ۪ى يُؤْمِنُ بِاللّٰهِ وَكَلِمَاتِه۪ وَاتَّبِعُوهُ لَعَلَّكُمْ تَهْتَدُونَ[6]

Intenta reflejar ampliamente la refulgencia y la manifestación de cada uno de los Más Bellos Nombres, cuyas manifestaciones están esparcidas dentro de las ordenanzas de la Sharía y de el Ilustre Hadiz Profético…

Cuarto Fruto: ¡Oh, alma maligna! No mires a los mundanos, y en especial a los disolutos y los incrédulos, ni te engañes por su brillo superficial y sus placeres ilícitos; no los imites. Porque incluso si los imitas, no serás como ellos; te deteriorarás inmensurablemente. Ni siquiera puedes ser un animal. Porque el intelecto en tu cabeza se vuelve una herramienta desfavorable que constantemente te golpea en la cabeza. Por ejemplo, hay un palacio y en uno de sus grandes departamentos hay una lámpara eléctrica poderosa. Las luces eléctricas pequeñas que se ramifican de ella y que están pegadas a ella se han dividido entre sus pequeños departamentos. Ahora, alguien toca el interruptor de la luz grande y la apaga; todos los departamentos se hunden en una profunda oscuridad y desolación. Otro palacio tiene luces eléctricas pequeñas en todos sus departamentos que no están conectados a la luz grande. Si el dueño de este palacio presiona el interruptor de la luz eléctrica grande y la apaga, pueden estar aún las luces en los otros departamentos por lo que puede seguir su trabajo, y no dejará que los ladrones se beneficien de la oscuridad.

¡Oh, alma maligna! El primer palacio es un musulmán, y el Profeta Muhammad (PyB) es la luz eléctrica grande en su corazón. Si lo olvida, o (me refugio en Allah del Maldito Satanás) lo echa de su corazón, no aceptará a ninguno de los otros profetas, por cierto, no quedará lugar en su espíritu para ninguna perfección. Ni siquiera reconocerá a Su Sustentador. Todos los departamentos y facultades sutiles de su naturaleza se hundirán en la oscuridad, y habrá una terrible destrucción y desolación en su corazón. ¿Cómo se beneficiará en la faz de esta destrucción y desolación? ¿Dónde encontrará familiaridad? ¿Qué beneficio obtendrá que repare el daño? Sin embargo, los extranjeros europeos se parecen al segundo palacio; incluso si erradican de sus corazones la luz del Profeta Muhammad (PyB), luces de algún tipo pueden quedar, o creen que quedan. Pueden seguir teniendo un tipo de fe en su Creador y en Moisés y en Jesús (la paz sea con ellos), lo que les permitirá obtener una buena moral y un buen carácter.

¡Oh, mi alma dominada por el mal! Si dices: “No quiero ser un extranjero, quiero ser un animal”, ¿cuántas veces te he dicho: “no puedes ser un animal”? Porque hay inteligencia en su cabeza, y le pega a tu rostro, tus ojos y cabeza con los dolores del pasado y los temores del futuro, y te golpea. Agrega mil dolores a un placer. Mientras que los animales reciben placer sin dolor y se divierten. ¡Entonces primero arranca tu inteligencia y tírala, luego sé un animal! También recibirás la bofetada aleccionadora de:

كَالْاَنْعَامِ بَلْ هُمْ اَضَلُّ [7] “Son como animales de rebaño o peor aún en su extravío”.

Quinto Fruto: ¡Oh, alma mía! Como hemos dicho repetidamente, ya que el ser humano es el fruto del árbol de la creación, él es el ser que, como una fruta, es el más lejano, el más abarcativo y mira hacia todo, y carga la semilla de un corazón que sostiene dentro él los aspectos de unidad de todo, y cuyo rostro mira hacia la multiplicidad, la trascendencia y el mundo. En cuanto a la adoración, es una línea de unión que gira su rostro de la trascendencia hacia la permanencia, de la creación hacia el Creador, de la multiplicidad a la unidad, y de lo extremo a la fuente, o es un punto de unión entre la fuente y lo extremo. Si una fruta valiosa y conciente que formará una semilla mira hacia los seres vivos debajo del árbol y confiando en su belleza se arroja á sus manos; si al ser descuidada, se cae; caerá en sus manos y se aplastará y no será más que una fruta común. Pero si la fruta encuentra su punto de soporte y es capaz de pensar que por la semilla dentro de ella que sostiene los aspectos de unidad de todo el árbol, será el medio para la continuación del árbol y la existencia continua de la realidad del árbol, entonces una sola semilla dentro de una sola fruta manifestará una verdad perpetua universal dentro de una vida eterna.

De la misma manera, si el ser humano se sumerge en la multiplicidad, se ahoga en el universo y se intoxica con el amor por el mundo, es engañado por las sonrisas de los seres efímeros y se arroja a sus brazos, por cierto cae en una pérdida infinita. Cae tanto en la transitoriedad como en lo efímero y la inexistencia. De hecho se sentencia a sí mismo a la muerte. Pero si escucha con el oído de su corazón las lecciones de fe de la lengua del Corán y eleva su cabeza y se vuelve hacia la unidad; puede elevarse a través de la ascensión de la adoración hasta el trono de las perfecciones. Puede convertirse en un ser humano eterno.

¡Oh, alma mía! Ya que la realidad es esta, y ya que eres un miembro de la nación de Abraham (la paz sea con él), como Abraham, di:

لَٓا اُحِبُّ الْاٰفِل۪ـينﭯ [8]No amo lo que se desvanece”. Gira tu rostro hacia el Eternamente Adorado y llora con las siguientes líneas como yo.

(Los versos en idioma persa que debían incluirse aquí, han sido incluidos en la Segunda Estación de la Palabra Diecisiete, y no se han repetido aquí.)

 

[1] Corán, 22:18

[2] Ya que el ruiseñor habla poéticamente, nuestra discusión también se vuelve un poco poética. Pero no es imaginaria, es la verdad.

[3] al-Manawi, al-Fayd al-Qadir, vi, 291, No: 9295.

[4] Muslim, Dhikr, 79; Tirmidhi, Da’wat, 103; Nasa’i, Sahw, 94; Musnad, i, 258, 353.

[5] Corán, 1:5

[6] Corán, 7:158

[7] Corán, 7:179

[8] Corán, 6:76

Palabra Veintitrés

Palabra Veinticinco

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