PALABRA VEINTISÉIS

Apéndice

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

 [Este Apéndice corto tiene gran importancia; es beneficioso para todos.]

Los caminos que llevan a Allah Todopoderoso son verdaderamente numerosos. Mientras que todos los verdaderos caminos se toman desde el Corán, algunos son más cortos, más seguros y más generales que otros. De estos caminos tomados por el Corán está el de la impotencia, la pobreza, la compasión y la reflexión, de los que, con mi entendimiento defectuoso, me he beneficiado.

Por cierto, como el amor, la impotencia es un camino que, por medio de la adoración, conduce a ganar el amor de Allah; pero es más seguro. La pobreza también lleva al Nombre Divino del Más Misericordioso. Y, como el amor, la compasión lleva al Nombre del Más Compasivo, pero es un sendero más veloz y más amplio. También como el amor, la reflexión lleva al Nombre del Omnisciente, pero es un sendero más rico, más amplio y más brillante. Este sendero consiste no de diez pasos como las ‘diez facultades sutiles’ de algunas órdenes sufíes (tariqat) que emplean recuerdos silenciosos, ni las siete etapas como las ‘siete almas’ de aquellos que practican la recitación en público, sino de cuatro ‘Pasos’. Es la realidad [haqiqat], más que una tariqat. Es la Sharía.

Sin embargo, que no se malentienda. Significa ver la impotencia de uno, la pobreza  y las faltas ante Allah Todopoderoso, no fabricarlos ni mostrarlos a la gente. El método de este sendero corto es seguir las Prácticas del Profeta (PyB), realizar las obligaciones religiosas y renunciar a los pecados serios. Y es especialmente realizar las oraciones prescritas correctamente y con atención y hacer las glorificaciones (tesbihat) después de las oraciones prescritas.

La aleya: فَلَا تُزَكُّٓوا اَنْفُسَكُمْ Así pues, no os vanagloriéis”, (Corán, 53:32), señala al Primer Paso.

La aleya:  وَلَا تَكُونُوا كَالَّذ۪ينَ نَسُوا اللّٰهَ فَاَنْسٰيهُمْ اَنْفُسَهُمْ

Y no seáis como aquéllos que olvidaron a Allah y Él los hizo olvidarse de sí mismos”, (Corán, 59:19), señala al Segundo Paso.

La aleya: مَٓا اَصَابَكَ مِنْ حَسَنَةٍ فَمِنَ اللّٰهِ وَمَٓا اَصَابَكَ مِنْ سَيِّئَةٍ فَمِنْ نَفْسِكَ

Lo bueno que te ocurre viene de Allah y lo malo, de ti mismo”, (Corán, 4:79), señala al Tercer Paso.

La aleya: كُلُّ شَىْءٍ هَاِلكٌ اِلَّا وَجْهَهُ Todo perecerá excepto Su faz”, (Corán, 28:88) señala al Cuarto Paso.

Una breve explicación de estos Cuatro Pasos:

EL PRIMER PASO: Como la aleya فَلَا تُزَكُّٓوا اَنْفُسَكُمْ  sugiere, es no purificar el alma maligna. Porque debido a su naturaleza y creación, el ser humano se ama a sí mismo. Por cierto, él se ama antes que a nada y sólo a sí mismo. Él sacrifica cualquier otra cosa por su propia alma. Se alaba de una manera correspondiente a algún objeto de adoración. Se absuelve y se exonera por las faltas de la misma manera. En cuanto a lo que le es posible, no ve las faltas como apropiadas para él y no las acepta. Se defiende apasionadamente como si se adorara a sí mismo. Incluso, usando para sí mismo las habilidades y facultades otorgadas como parte de su naturaleza para alabar y glorificar el Verdadero Objeto de Adoración, muestra el significado de la aleya:

مَنِ اتَّخَذَ اِلٰهَهُ هَوٰيهُ“Quien hace de su deseo su dios” (Corán,25:43; 45:23)

Se considera a sí mismo, confía en sí mismo, se gusta a sí mismo. Así, su purificación y limpieza en esta etapa, es el de no purificarse a sí mismo; no es absolverse a sí mismo.

SEGUNDO PASO: Como la aleya

وَلَاتَكُــونُواكَالَّذ۪ينَ نَسُوااللّٰهَ فَاَنْسٰيهُمْ اَنْفُسَهُمْ enseña, el ser humano se olvida y no está conciente de sí mismo. Si piensa en la muerte, es en relación a otros. Si ve la fugacidad y la declinación, no las atribuye a sí mismo. El alma dominada por el mal demanda que en cuanto a las inconveniencias y el servicio, se olvida a sí mismo, pero en cuanto a recibir su recompensa, a los beneficios y el placer, piensa en sí mismo, y toma su parte fervientemente. Su purificación, limpieza y entrenamiento en esta etapa es el reverso de este estado. Es decir, cuando se olvida de sí mismo, no es ser olvidadizo. Es olvidarse de sí mismo en cuanto a los placeres y las ambiciones y pensar en sí mismo en cuanto a la muerte y al servicio.

TERCER PASO: Como enseña la aleya

مَٓا اَصَابَكَ مِنْ حَسَنَةٍ فَمِنَ اللّٰهِ وَمَٓا اَصَابَكَ مِنْ سَيِّئَةٍ فَمِنْ نَفْسِكَ, la naturaleza del alma maligna demanda que siempre se considere el bien como de sí mismo y se vuelve vanidosos y engreído. Así, en este Paso, una persona ve sólo faltas, defectos, impotencia y pobreza en sí mismo, y comprende que todas sus buenas cualidades y perfecciones son bendiciones otorgadas a él por el Creador Glorioso. Agradece en vez de ser engreído y ofrece alabanzas en vez de presumir. Según el significado de la aleya: قَدْ اَفْلَحَ مَنْ زَكّٰيهَا Su purificación en esta etapa es saber que su perfección yace en la imperfección, su poder en la impotencia y su riqueza en la pobreza.

CUARTO PASO: Como enseña la aleya كُــلُّ شَىْءٍ هَاِلكٌ اِلَّا وَجْهَهُ, el alma maligna se considera a sí misma libre e independiente y que existe por sí misma. Por esto, el ser humano reclama poseer una especie de soberanía. Él alberga una rebeldía hostil hacia su Verdadero Objeto de Adoración. Así, al comprender el siguiente hecho, se salva de esto.

Según el significado concreto de las cosas, todo es transitorio, incompleto, accidental e inexistente. Pero según el significado que refleja a su Creador, y, en relación a cada cosa que es el espejo de los Nombres del Glorioso Creador y tiene a cargo varios deberes, cada una es un testigo, es atestiguada y existe. La purificación y limpieza de una persona en esta etapa es así:

En su existencia él es inexistente, y en su inexistencia él tiene existencia. Es decir, si se valora a sí mismo y le atribuye la existencia a sí mismo, él está en una oscuridad de inexistencia tan grande como el universo. O sea, si confía en su existencia individual y hace caso omiso del Verdadero Dador de Existencia, tiene una luz individual de existencia como la de una luciérnaga y está sumergido en una oscuridad interminable de inexistencia y separación. Pero si renuncia al egoísmo, ve que por sí mismo no es nada y es un espejo de las manifestaciones del Verdadero Dador de Existencia, obtiene a todos los seres y una existencia infinita. Porque quien encuentra al Necesariamente Existente, la manifestación de Cuyos Nombres todos los seres manifiestan, encuentra todo.