PALABRA VEINTISIETE

Apéndice de la Palabra Veintisiete

Sobre los Compañeros del Profeta (PyB)

 

          Como Mevlana Jami, digo:

يا رسول الله چه باشد چو ون سكِ اصحابِ كهف

داخل جنّت شَوَمْ دَرْ زمره اصحابِ تو

او رَوَدْ دَرْ جنّت من دَرْ جهنّم كى رَوَاست

او سكِ اصحابِ كهف من سكِ اصحابِ تو

¡Oh, Mensajero de Allah! Si sólo como el perro de los Compañeros de la Cueva,

Yo pudiera estar en el Paraíso entre tus Compañeros.

¿Es correcto que su perro esté en el Paraíso mientras que yo estoy en el Infierno?

¡Él fue el perro de esos Compañeros; yo soy el perro de tus Compañeros!

بِاسْمِه۪ سُبْحَانَهُ   وَاِنْ مِنْ شَىْءٍ اِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِه۪


مُحَمَّدٌ رَسُوـلُـ اللّٰهِ وَالَّذ۪ينَ مَعَهُٓ اَشِدَّٓاءُ ﱰ  الْكُفَّارِ رُحَمَٓاءُ بَيْنَهُمْ[1]

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

Vosotros Preguntáis: Hay algunas narraciones que dicen: “En una época cuando las innovaciones son extendidas, algunos de los rectos de entre los creyentes y aquellos que temen a Allah estarán al nivel de los Compañeros, o aún de una virtud más grande”. ¿Son válidas estas narraciones? Y si es así, ¿cuál es su verdadero significado?

La Respuesta: El consenso de los Sunnitas, el Ahl al-Sunna wa’l-Jama’at, que después de los profetas, los más virtuosos de la humanidad son los Compañeros, es una prueba certera de que aquellas que son válidas de aquellas narraciones se refieren a virtudes menores. Porque en las virtudes menores y en las perfecciones particulares, una cualidad puede considerarse preferible para que sea superior y de hecho es preferible. Pero, desde el punto de vista de la virtud general, los Compañeros no se pueden alcanzar, ellos son los sujetos de la alabanza Divina al final de la Sura al-Fath, y son alabados y aplaudidos en la Torá, en los Evangelios y en el Corán. Por ahora, explicaremos tres puntos de sabiduría relacionada a esta verdad, que comprende tres razones, de las muchas razones e instancias de sabiduría.

Primera Instancia de Sabiduría: La conversación del Profeta (PyB) fue tal elixir que alguien que la experimentó por un minuto recibió luces de realidad equivalentes a años de viajes espirituales. Porque en la conversación hay reflexión y está coloreada. Es bien sabido que a través de la reflexión y el cumplimiento y a través de la luz sublime de la misión profética, un nivel verdaderamente exaltado se puede alcanzar; como a través de la alianza con un soberano y al seguirlo un siervo del sultán, puede elevarse a una posición tan alta a la que un rey no puede llegar. Es debido a este misterio que aún los más grandes evliyas no pueden alcanzar el nivel de los Compañeros. Incluso evliyas como Jalaluddin Suyuti, que conversó muchas veces con el Noble Mensajero de Allah (PyB) mientras estaba despierto, si vieran al Noble Mensajero de Allah y le hablaran en este mundo, aún así no podrían alcanzar a los Compañeros. Porque a través de la luz de la misión profética de Muhammad (PyB), la conversación de los Compañeros era con él como Profeta. Mientras que los evliyas lo vieron después de su muerte y conversaron con él (PyB) a través de la luz de su virtud. Es decir, la personificación y la aparición del Noble Mensajero de Allah (PyB) son en relación a su virtud, no en relación a su profecía. Ya que esto es así, sin importar qué tan alto el nivel de profecía es en comparación a la virtud, uno debe diferenciar entre las dos conversaciones en ese sentido.

Qué tan luminoso elixir fue la conversación del Profeta (PyB) se puede comprender a través de lo siguiente: un hombre primitivo con un corazón tan duro y tan salvaje que enterró viva a su hija venía y tenía el honor de conversar con el Profeta (PyB) por una hora, adquiría tal bondad y compasión que no pisaría ni a una hormiga. Y un salvaje ignorante que conversara con el Profeta (PyB) por un día, entonces iría a las tierras de China o de la India y sería un profesor de las realidades y un guía de las perfecciones  para esos pueblos civilizados.

Segunda Razón: Como se explicó y demostró en la discusión del iytijad en la Palabra Veintisiete, la amplia mayoría de los Compañeros estuvieron en el nivel más alto de las perfecciones humanas. Porque en esa época en la poderosa revolución del Islam, el bien y la verdad aparecieron en todo su esplendor, y el mal y la falsedad, en todo su horror, y se sentían físicamente. Tal diferencia era evidente entre el bien y el mal; tal distancia se abría entre la verdad y la falsedad que se alejaban tanto uno del otro como la fe de la incredulidad, e incluso como el Infierno del Paraíso. Los Compañeros, que por naturaleza poseían emociones elevadas, se cautivaban por la moralidad más elevada, se inclinaban hacia la dignidad y la virtud, no tendían sus manos voluntariamente hacia el mal y la falsedad, cayendo así  en el nivel de Musaylima el Mentiroso y sus afirmaciones ridículas. Porque él era el heraldo de la falsedad, del mal y de las mentiras; era su personificación. Sus caracteres demandaban que velaran por el rango de las perfecciones, aquellas del Amado de Allah (PyB) en lo más alto de lo alto, quien fue el heraldo y la personificación de la veracidad, del bien y de lo correcto, y que se apresuraran de esa manera con toda su fuerza y empeño.

Por ejemplo: a veces sucede que en el mercado de la civilización humana y en el negocio de la vida social, todos huyen disgustados de los resultados temibles y de las consecuencias horribles de ciertas cosas, como de un veneno mortal, mucho menos comprarlos, mientras que los resultados bellos y las consecuencias valiosas de ciertas otras cosas y de la mercadería inmaterial atrae la mirada general y demandan para sí como una panacea y un brillante; todos hacen su mayor esfuerzo para comprarlas. De la misma manera, en la Era de la Dicha en el mercado de la vida social humana, ya que las mercaderías como las mentiras, el mal y la incredulidad han arrojado resultados como la miseria eterna y los bufones humillantes como Musaylima el Mentiroso, es cierto y claro que los Compañeros, que estaban cautivados con características elevadas y amor por las cosas exaltadas, huirían de todo esto con aversión como si fuera un veneno mortal. Y necesariamente, los Compañeros, con sus naturalezas puras y características dignas de ser alabadas, deseaban con todas sus fuerzas, emociones y facultades. Eran consumidores de la verdad, la veracidad y la fe, lo que arrojaba resultados como la felicidad eterna y frutos luminosos como el Noble Mensajero de Allah (PyB), como si fuera para la más efectiva panacea y el diamante más precioso. Sin embargo, después de esa época, la distancia entre la veracidad y las mentiras ha disminuido gradualmente, hasta encontrarse hombro a hombro. Después de que se comenzaron a vender juntas en el mismo negocio, la moralidad social se ha vuelto corrupta. La propaganda de los políticos ha causado una demanda más grande de mentiras. En un momento en que lo increíblemente horrible de mentir ha comenzado a disimularse y la belleza brillante de la veracidad ha comenzado a no ser evidente, ¿quién puede alcanzar la fuerza, la constancia y la taqwa de los Compañeros en los asuntos de justicia, veracidad, exaltación y rectitud, o sobrepasar su nivel? Explicaré algo que me ocurrió e iluminará esto en cierta forma.

Una vez, se me ocurrió, ¿por qué los individuos maravillosos como Muhyiddin al-‘Arabi no podría alcanzar los niveles de los Compañeros? Entonces, mientras decía: سُبْحَانَ رَﯹﰇﱇﭯ الْاَعْـﱱﲄ “Glorificado sea mi Sustentador, el Más Elevado” durante mis oraciones, el significado de la frase me fue develado. No en su significado completo, pero su realidad en parte se volvió evidente para mí. Dije desde mi corazón: “Si sólo pudiera realizar una de las cinco oraciones diarias de la misma manera que esta frase, sería mejor que un año de adoración”. Después de las oraciones, comprendí que esa memoria y ese estado era la guía que indicaba que el nivel de los Compañeros en la adoración no se podía alcanzar. En esa poderosa revolución social traída por las luces del Corán, mientras los opositores se separaban entre sí; y los males junto con toda su oscuridad, sus detalles y todos sus seguidores; y el bien y las perfecciones junto con todas sus luces y resultados, se enfrentaron; en ese momento tan excitante, todas las glorificaciones de Allah y las recitaciones de Sus Nombres expresaron todos los niveles de sus significados de una manera nueva, fresca y joven. Así también, bajo esa poderosa revolución aplastante, todos los sentidos y las facultades internas sutiles de la gente se despertaron, incluso aquellos de fantasía e imaginación, en un estado despierto y alerta, recibieron los numerosos significados de aquellas recitaciones y glorificaciones según sus propias percepciones, y las absorbieron.

Así, debido a esta sabiduría, cuando los Compañeros, cuyos sentidos se habían despertado y las facultades sutiles, alertas, pronunciaron aquellas palabras benditas que comprendían las luces de la fe y la glorificación, lo hicieron en todo su significado y fueron partícipes de ellas con todos sus sentidos. Sin embargo, después de esa revolución y explosión, las facultades sutiles se han hundido gradualmente en sueño y los sentidos se han caído de ese punto de realidades hacia la negligencia; como frutos, bajo el velo de la familiaridad, aquellas palabras benditas han perdido gradualmente su delicadeza y frescura. Simplemente, como si se secaran por el aire de la superficialidad, sólo queda un poco de frescura. Puede volver a su estado previo sólo con un tipo de cirugía drástica reflexiva y racional. Así, es por esto que alguien puede alcanzar la virtud y el nivel que los Compañeros lograron en cuarenta minutos, sólo en cuarenta días, incluso en cuarenta años.

Tercera Razón: Como se demuestra en las Palabras Doce, Veinticuatro y Veinticinco, la comparación de los profetas y de los virtuosos es la del sol mismo y la imagen del sol como aparece reflejada en los espejos. Así, cuanto más alta es la esfera de la profecía que la de los virtuosos, los siervos de la esfera de la profecía y de los Compañeros, las estrellas de ese Sol, tienen que ser superiores a los rectos de la esfera de los virtuosos al mismo nivel. El legado de los profetas y la veracidad, que es de una virtud suprema, es la virtud de los Compañeros; incluso si un evliya alcanza esto, aún así no puede alcanzar el nivel de los Compañeros, el primer rango. Explicaremos tres de los numerosos aspectos de esta Tercera Razón.

Primer Aspecto: Los Compañeros no pueden ser alcanzados en iytijad; ya sea al deducir sus ordenanzas, como al comprender lo que quiere Allah Todopoderoso de Su Palabra. Porque esa revolución Divina poderosa giraba en torno a comprender los deseos de Allah Soberano y las ordenanzas Divinas. Todas las mentes estaban dirigidas a contemplar los misterios de las ordenanzas Divinas. Todos los corazones ansiaban saber: “¿Qué quiere nuestro Sustentador de nosotros?” Todo lo que pasaba en ese momento sucedía de modo que se daba a conocer y a entender. Las conversaciones de ese momento les preocupaban. Así, ya que todo; todas las situaciones, las discusiones y conversaciones e historias ocurrían de tal manera como para dar algún tipo de instrucción en estos significados,  ya que esto perfeccionó las habilidades de los Compañeros e iluminó sus mentes, ya que su habilidad para hacer iytijad y deducir sus ordenanzas estaba lista para encenderse con un fósforo; alguien de esta época con la inteligencia y la capacidad de los Compañeros no podría alcanzar en diez años o tal vez en cien, el nivel de deducción y de iytijad que ellos alcanzaban en un día o en un mes. Porque ahora, la felicidad mundanal es el foco de atención en lugar de la felicidad eterna. La atención y la mirada de la humanidad están dirigidas hacia distintos objetivos.

Ya que la lucha por la subsistencia junto con la falta de confianza en Allah ha desconcertado al espíritu del ser humano, y la filosofía naturalista y materialista ha cegado su intelecto, tal como el ambiente social no fortalece la mente y la habilidad de una persona en cuanto a hacer iytijad, así también las confunde y las esparce. Demostramos en la discusión sobre el iytijad en la Palabra Veintisiete en la comparación entre Sufyan ibn Uyayna y alguien de su inteligencia en la actualidad que la otra persona no pudo adquirir en cien años lo que Sufyan adquirió en diez.

Segundo Aspecto: El nivel de los Compañeros en la cercanía a Allah no se puede alcanzar con el pie de la virtuosidad. Porque Allah Todopoderoso está infinitamente cerca de nosotros; más cerca nuestro que cualquier cosa, pero nosotros estamos infinitamente alejados de Él. La proximidad Divina se puede obtener de dos maneras:

La Primera es el desarrollo de la cercanía Divina, la que considera la proximidad Divina en la profecía y la que los Compañeros manifestaron con el legado de la profecía y la conversación del Profeta (PyB).

  La Segunda Manera es atravesar los niveles de nuestra distancia de Allah y ser honrados con la proximidad Divina en cierto grado. La mayoría de los viajes espirituales de los evliyas se basan en esto, la iluminación por el mundo interior y por el mundo exterior procede de esta manera.    La primera es puramente dada, no es adquirida; es atracción, la atracción del Más Misericordioso, y es ser amado por Él. El camino es corto, pero muy severo, muy elevado, muy puro y sin sombra. El otro es adquirido, largo y en la sombra. Incluso si sus maravillas extrañas son muchas, no puede alcanzar al primero con respecto a la cualidad y la proximidad Divina. Por ejemplo, hay dos caminos para llegar al ayer. El primero es no estar sujeto al curso del tiempo. Con un poder sagrado, es elevarse sobre el tiempo, y ver el ayer tan presente como el hoy. El segundo es atravesar la distancia de un año, viajar, dar la vuelta, y volver al ayer. Pero aún así el ayer no se puede sostener; deja a la persona y parte. De la misma manera, hay dos formas de pasar de lo aparente a la realidad. La primera es para llevarla a cabo directamente sobre la atracción de la realidad, y, sin entrar en el reino intermedio del camino sufí, encontrar la realidad dentro de lo aparente mismo. El segundo es pasar por muchos niveles a través de los viajes espirituales. Por cierto, los evliyas son exitosos en la aniquilación del alma maligna y matan al alma dominada por el mal, pero aún así no pueden alcanzar a los Compañeros. Porque las almas de los Compañeros han sido purificadas y limpiadas, a través de muchas facultades dentro del alma, manifestaron en un grado mayor las variedades de la adoración, agradecimiento y alabanzas. Después de que el alma maligna ha sido aniquilada, la adoración de los evliyas adquiere simplicidad.

Tercer Aspecto: Los Compañeros no pueden ser alcanzados con respecto a las acciones virtuosas y las buenas obras pertenecientes al Más Allá. Porque, tal como bajo ciertas condiciones en un puesto importante y aterrador, un soldado puede obtener en una hora de guardia la virtud de un año de adoración, y al ser embestido por una bala puede elevarse en un minuto a una estación similar al grado de evliya que sólo puede obtenerse en no menos de cuarenta años; así también, el servicio de los Compañeros en el establecimiento del Islam y en publicar los decretos del Corán, y su declaración de guerra sobre todo el mundo para el Islam fue tan elevado que otros no pueden alcanzar un minuto de ellos ni en un año. Incluso se puede decir que en ese servicio sagrado cada minuto fue como ese solo minuto del soldado martirizado. Cada hora fue como la única hora de guardia de un soldado fiel en un puesto aterrador en el que los actos son muy pocos pero la recompensa es grande y el valor es alto.

  Por cierto, ya que los Compañeros formaron el primer rango en el establecimiento del Islam y en esparcir las luces del Corán, según la regla اَلسَّبَبُ كَالْفَاعِلِ ‘la causa es como quien lo hace’, una parte de todas las buenas obras de toda la comunidad islámica pasa a ellos. La comunidad islámica que dice:

اَللّٰهُمَّ صَلِّ ﱬ سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ وَﱭ اٰلِه۪ وَاَصْحَابِه۪  “¡Oh, Allah! Otórgales bendiciones a nuestro maestro Muhammad y a su Familia y sus Compañeros” demuestra que los Compañeros reciben una parte de las buenas obras de toda su comunidad.

Además, tal como una característica insignificante en la raíz de un árbol toma una gran forma en las ramas de los árboles, y es más grande que la rama más larga; y tal como una pequeña protuberancia al principio gradualmente forma una masa; y tal como un exceso de tamaño de una aguja que señala al centro puede volverse más que un metro en la circunferencia del círculo, así es que los Compañeros fueron las raíces y los fundamentos del árbol luminoso del Islam, estaban en el comienzo de las líneas luminosas de la estructura del Islam, estuvieron entre los líderes de la comunidad islámica y fueron los primeros en su número. Y  ya que estaban cerca del centro del Sol de la Profecía y la Lámpara de la Realidad, sus pocas buenas obras fueron muchas y sus pequeños actos de servicio fueron grandes. Para alcanzar su nivel se necesita ser un verdadero Compañero.

اَللّٰهُمَّ صَلِّ ﱬ سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ ﮂ الَّذ۪ى قَالَ اَصْحَاﯹﱎ كَالنُّجُومِ بِأَيِّهِـﮥْ اِقْتَدَيْتُـﮥْ اِهْتَدَيْتُمْ    وَ خَـيْرُ الْقُرُونِ قَرْﯼ وَﱭ اٰلِه۪ وَصَحْبِه۪ وَسَلِّمْ

سُبْحَانَكَ لَاعِلْمَ لَنَٓا اِلَّا مَاعَلَّمْتَنَاﮈ اِنَّكَ اَنْتَ الْعَل۪يمُ الْحَك۪ــيمُ

¡Oh, Allah! Otórgale bendiciones a nuestro maestro Muhammad, quien dijo: “Mis Compañeros son como las estrellas, cualquiera que sigáis, seréis bien guiados”[2], y: “El mejor siglo es mi siglo”[3], y a su Familia y Compañeros, y otórgales paz.

 “¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento  que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, El Conocedor perfecto, el Sabio”.

(Corán 2:32)

PREGUNTA: Se dice, los Compañeros vieron al Noble Mensajero de Allah (PyB), entonces creyeron. Sin embargo, nosotros hemos creído sin verlo, por lo que nuestra fe es más fuerte. Además, hay narraciones que mencionan la fuerza de nuestra fe, ¿no es así?

LA RESPUESTA: En esa época, cuando todas las ideas eran opositoras y hostiles con las verdades del Islam, los Compañeros creyeron con tanta fuerza – a veces sólo al ver en persona al Mensajero de Allah (PyB) y sin milagros – que todas las ideas que se sostienen generalmente en el mundo no sacudía su fe, ni mucho menos las dudas, ni siquiera les causaba ansiedad ni escrúpulos. Vosotros estáis comparando vuestra fe con la de los Compañeros, pero ¿cómo vosotros podéis hacer alguna comparación? ¡A pesar de que todos los pensamientos del Islam son pruebas y soportes de vuestras fe y veis con el ojo de la mente, no la humanidad del Mensajero (PyB) y su forma corpórea, que fue la semilla del árbol de Tuba de su profecía, sino a través de todas las luces del Islam y las verdades del Corán, su personalidad colectiva luminosa y magnífica, rodeada de mil milagros, en qué nivel está vuestra fe que flaquea y cae en la duda con la palabra de un filósofo europeo! ¡En qué nivel está la fe de los Compañeros que no flaquea frente a los ataques del mundo entero de la incredulidad ni de los cristianos, judíos y filósofos! ¿Y cómo puedes comparar el intenso temor de Allah de los Compañeros y su completa rectitud, que demostró la fuerza de su fe y procedieron de allí, y tu fe apagada, que debido a tu extremada debilidad no te impulsa a realizar ni siquiera las prácticas obligatorias por completo, ¡Oh, tú que haces semejante reclamo!? Sin embargo, el hadith cuyo significado es: “Aquellos del fin de los tiempos que no me ven y creen, son más aceptados”[4], se refiere a las virtudes particulares. Se relaciona a ciertos individuos en particular. Nuestra discusión, sin embargo, es con respecto a la virtud general y a la mayoría.

SEGUNDA PREGUNTA: Dicen que los evliyas y quienes posee la perfección abandonaron el mundo. Incluso un hadith dice: “El amor de este mundo es la fuente de todo error” [5]. Mientras que los Compañeros estaban involucrados con el mundo. No era abandonar el mundo, algunos de ellos estaban adelantados a la civilización de esa época, incluso. ¿Cómo puede ser que digas que incluso el menor de esos Compañeros fue de mucho más valor que el evliya más grande?

LA RESPUESTA: Se ha demostrado fehacientemente en el Segundo y Tercer Lugar de Parada de la Palabra Treinta y Dos que amar la cara de la tierra que considera al Más Allá y que considera los Nombre Divinos no es la causa de perdición sino el medio de perfección, y, sin importar qué tan lejos uno vaya en esas dos caras, cuanto más lejos uno llegue en adoración y conocimiento de Allah. El mundo de los Compañeros estuvo en esas dos caras. Ellos vieron a este mundo como un campo fértil para el Más Allá, lo sembraron y lo cosecharon. Ellos vieron a los seres como los espejos de los Nombres Divinos, y los observaron con anhelo. En cuanto a la trascendencia del mundo, es su cara transitoria, que considera los deseos viles del ser humano.

  TERCERA PREGUNTA: Los caminos sufíes son los caminos de la realidad. Algunos de los héroes y líderes de la orden Naqshbandi, que es la más famosa, la más elevada, y la carretera grande entre los caminos sufíes, definieron sus bases como sigue. Dijeron:

دَرْ طَرِيقِ نَقْشِبَنْدِى لاَزِمْ آمَدْ چَارْ تَرْكْ تَرْكِ دُنْيَا تَرْكِ عُقْبَى

تَرْكِ هَسْتِى تَرْكِ تَرْكْ

En el camino Naqshbandi son necesarios cuatro ‘abandonos’: abandonar el mundo, abandonar el Más Allá, abandonar la existencia, y abandonar el abandono. Es decir, en el camino Naqshi uno tiene que renunciar a cuatro cosas: renunciar a este mundo; y, en cuanto al alma maligna, ni siquiera hacer del Más Allá el verdadero objetivo de uno; olvidar la existencia de uno; y para no volverse vanidosos ni orgulloso, no pensar en estos actos de renuncia. ¿Eso significa que el verdadero conocimiento de Allah y las perfecciones humanas se logran al renunciar a todo lo que no sea Allah?

LA RESPUESTA: Si el ser humano consistiese sólo de un corazón, sería necesario renunciar a todo excepto Allah, y dejar atrás incluso a los Nombres y atributos Divinos y atar nuestro corazón sólo a la Esencia Divina. Pero el ser humano posee muchos sentidos y facultades sutiles cargadas con tareas, como la mente, el espíritu, el alma y otras. La persona perfecta es quien, conduciendo todos esos sentidos y facultades sutiles hacia la realidad por los diferentes caminos de la adoración particular a ellos, marcha heroicamente como los Compañeros en una arena amplia y de un modo rico hacia el objetivo, con el corazón como comandante y las facultades sutiles como soldados. Que el corazón abandone a sus soldados para salvarse solo y proceder por su cuenta no es a causa del orgullo sino del resultado de la angustia.

CUARTA PREGUNTA: ¿De dónde surge el reclamo de la superioridad de los Compañeros? ¿Y quién la hizo? ¿Por qué este asunto debe estar sujeto a discusión en esta época? También, ¿por qué existe este reclamo de igualdad con los grandes muyytajids?

LA RESPUESTA: Hay dos grupos: Algunos son personas religiosas sinceras y eruditos de religión que, al ver algunos hadices, abren estas discusiones para incentivar y alentar a los piadosos y a los rectos de esta época. No tenemos nada que decirles a ellos. De todos modos son muy pocos y rápidamente se vuelven concientes. Otro es de gente más aterradora y engreída que quiere difundir su negación de las escuelas de jurisprudencia islámica al afirmar la igualdad con los grandes intérpretes de la ley, y fomentar su irreligión al afirmar la igualdad con los Compañeros. Porque primeramente, esa gente desviada se ha vuelto depravada, se ha vuelto adicta a la depravación, y no puede llevar a cabo las obligaciones de la Sharía, ya que forma un obstáculo para su depravación. Para encontrar un pretexto para ellos mismos, dicen: “Estos asuntos pueden ser interpretados. Las escuelas se oponen unas a otras en estos asuntos. Y los intérpretes de la ley fueron seres humanos como nosotros y pudieron haber cometido errores. En cuyo caso, como ellos, haremos iytijad y realizaremos nuestra adoración como deseamos. ¿Por qué debemos estar obligados a seguirlos?” Así, debido a estas artimañas de Satanás, estos desgraciados se ponen por fuera del marco de las escuelas de jurisprudencia islámica. Se demuestra claramente en la Palabra Veintisiete qué tan viles e infundadas son estas afirmaciones, entonces te referimos a ella.

  En segundo lugar, ese grupo de personas extraviadas vieron que el asunto no termina con los intérpretes de la ley, porque lo que yace sobre sus hombros fueron sólo los asuntos teóricos de religión. Mientras que este grupo quiere renunciar y cambiar las enseñanzas esenciales de la religión. Si dicen: “Nosotros somos mejores que ellos”, el asunto no termina allí. Porque los muyytajids pueden interferir en asuntos teóricos y en asuntos secundarios que no son ciertos, pero esta gente desviada que no sigue ninguna escuela de jurisprudencia islámica quiere mezclar sus ideas en la esencia de la religión también, cambiar asuntos de los que no pueden cambiarse y oponerse a los incontrovertibles pilares del Islam. Entonces seguramente atacarán a los Compañeros, que son los que cargan y apoyan las esencias de la religión. ¡Ay! Se ha demostrado decisivamente en la Palabra Veintisiete que ni animales en forma humana como ellos, sino los verdaderos seres humanos y los más grandes de los evliyas incluso, que son los más perfectos de los seres humanos, no pueden ganar el caso de afirma la igualdad con el menor de los Compañeros.

اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَسَلِّمْ ﱬ رَسُولِكَ الَّذ۪ى قَاـلَـ: لَا تَسُبُّوا اَصْحَاﯹﱎ، لَوْ اَنْفَقَ اَحَدُكُــمْ

مِثْلَ اُحُدٍ ذَهَبًا مَا بَلَغَ نِصْفَ مُدٍّ مِنْ اَصْحَاﯹﱎ صَدَقَ رَسُوـلُـ اللّٰهِ

سُبْحَانَكَ لَا عِلْمَ لَنَٓا اِلَّا مَا عَلَّمْتَنَاﮈ اِنَّكَ اَنْتَ الْعَل۪يمُ الْحَك۪ــيمُ

         ¡Oh, Allah! Otórgale bendiciones y paz a Tu Mensajero, quien dijo: “¡No insultéis a mis Compañeros! ¡Por Quien en Cuyas manos estoy, si uno de vosotros quisiera que gastar el oro equivalente al monte de Uhud, no podría alcanzar el equivalente a dos puñados de lo que ellos gastaron, ni siquiera la mitad de eso!” [6]

    “¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio”. (Corán, 2:32)

[1] Corán, 48:29

[2]  al-‘Ajluni, Kashf al-Khafa’, i, 132, No: 381.

[3]  Bukhari, Shahada, 9; Fada’il Ashab al-Nabi, 1; Ayman, 10, 27; Tirmidhi, Fitan, 45.

[4]  Musnad, v, 248, 257, 264; al-Hakim, al-Mustadrak, iii, 41; iv, 89.

[5]  al-Munawi, Fayd al-Qadir, iii, 368, No: 3662.

[6]  Bukhari, Fada’il Ashab al-Nabi, 5; Muslim, Fada’il al-Sahaba, 221, 222.

 

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