RAYO SIETE

Segunda Puerta

 

Acerca de las Pruebas de la Unidad Divina.

[El viajero a quien habían enviado al mundo a fin de alcanzar la fe, quién viajó por el cosmos entero mentalmente, a fin de preguntar a todas las cosas acerca de su Creador, buscar su Sustentador en cada lugar y encontrar a Allah, con suma certeza, en el punto de la Existencia Necesaria; este viajero del mundo dijo a su intelecto: “vengan, iremos nuevamente de viaje para contemplar las pruebas de la unidad de nuestro Creador Necesariamente Existente”. Se fueron juntos. En el Primer Lugar de parada, ellos vieron que cuatro verdades elevadas cubren el cosmos entero, verdades que evidentemente requieren la unidad de Allah.]

LA PRIMERA VERDAD: La Divinidad Absoluta

Sí, la asimilación de cada tipo de persona a modo de adoración realizada por sus disposiciones innatas; las especies que, junto a otros seres vivos y a seres inertes, adoran a través de sus funciones esenciales; el camino del cual todas las bendiciones materiales e inmateriales y los regalos en el cosmos se hacen medios que incitan a los seres humanos a adorar y agradecer, elogiar y gratificar; la manera en la cual todas las manifestaciones del Invisible y las epifanías del espíritu, revelación e inspiración, unánimemente proclaman que la capacidad exclusiva de Allah recibe la adoración – todo esto, de la manera más fundada, demuestra la realidad y el dominio de una Divinidad única y absoluta. Si la verdad de tal Divinidad existe, no puede aceptar de ninguna manera la asociación. Para aquellos que responden a la Divinidad –es decir, la capacidad para ser adorado – con gracias y adoración, son las frutas conscientes y animadas en las ramas más altas del árbol del cosmos. Si los otros fueran capaces de satisfacer y colocar conforme a la obligación sus seres conscientes de tal forma como para apartarlos y olvidar su objeto verdadero de adoración –Quién, en efecto, puede ser rápidamente olvidado debido a su invisibilidad – esto sería una contradicción completa a la esencia de la Divinidad y sus objetivos sagrados que no podría ser de ninguna manera permitido. Es por esta razón que el Corán tan repetidamente y con tal vehemencia refuta al politeísmo y amenaza a los politeístas con el fuego del Infierno.

LA SEGUNDA VERDAD: La Dominación Absoluta

Las creaciones de una mano sabia y compasiva que están presentes escondidas en todas partes del cosmos, sobre todo en los seres vivos, en su nutrición y desarrollo, en todas partes de la misma manera y aún de una forma totalmente inesperada, deben ser, sin duda, la emanación y la luz de un dominante absoluto y una prueba decisiva de su realidad.

Un dominante absoluto no puede aceptar ninguna asociación, ya que los objetivos importantes y los propósitos de dominación, como la manifestación de su belleza, la proclamación de su perfección, la revelación de sus artes preciosas y la demostración de sus logros escondidos, están combinados y concentrados en detalles y, en los seres vivos, la mínima asociación de copartícipes con Allah (shirk), entrando incluso en la más particular de las cosas y el más pequeño de los seres vivos, frustra el logro de aquellos objetivos y los destruye. Desviándonos de los seres conscientes, de aquellos objetivos y de Quién los concibió, hacia las causas que serán totalmente opuestas y hostiles a la esencia de la dominación, y la absoluta dominación no puede de ningún modo permitirlo.

Las proclamaciones abundantes en el Corán de la refinación y la trascendencia de Allah, sus aleyas y palabras, hasta sus letras y formas, son guías constantes de la unidad de Allah, hechas necesarias por el misterio que acabamos de exponer.

LA TERCERA VERDAD: Las Perfecciones

Sí, el testimonio evidente de la existencia de la verdad de las perfecciones dadas por todos los casos exaltados de la sabiduría en el universo, todas sus bellezas maravillosas, sus leyes justas, sus objetivos sabios, y en particular su testimonio de las perfecciones del Creador y que además ha creado este cosmos de la nada Que dio a luz el cosmos del vacío y luego lo administró de cada forma milagrosa y bellamente, así como las perfecciones del ser humano, que es el espejo consciente del Creador –tal testimonio está muy claro.

Entonces existe la verdad de las perfecciones, y la certeza de que el Creador Que formó el cosmos con perfección, debe poseer perfección. Además, las perfecciones del ser humano, la fruta más importante del universo, vicegerente de Allah en la tierra, el querido y objeto más valorado de Su creación –también son establecidas como verdaderas. Por lo tanto, adjudicar copartícipes a Allah sería inaceptable y falso, ya que esto condenaría a la destrucción y a la perdición a todos los seres perfectos y sabios que contemplamos con nuestros ojos; esto convertiría el cosmos en el juguete vano de la casualidad, un lugar de diversión para la naturaleza, un cruel matadero para el ser vivo, una casa imponente de penas para el consciente; reduciría al ser humano, cuyas perfecciones son visibles en sus trabajos, al nivel del animal más desgraciado, afligido y vil; y correría un velo a través de las perfecciones infinitas del Creador que son reflejadas en el espejo de todos los seres, anulando así el resultado de Su actividad y negando Su creatividad.

Ya que la asignación de copartícipes a Allah contradice las perfecciones Divinas, humanas y cósmicas y la negación de ellos ha sido establecida y explicada con la Primera Estación del Rayo Dos (dedicado a las tres ‘Frutas’ de la unidad Divina) con pruebas fuertes y decisivas, referimos a nuestros lectores a que trabajen e interrumpan la discusión aquí.

LA CUARTA VERDAD: La Soberanía.

Cualquiera que mire el cosmos con gran atención, lo verá parecido al reino más próspero y activo, una ciudad administrada de la forma más sabia y gobernada firmemente; él ve todas las cosas y todas las especies obedientemente contratadas en una función particular.

Según la metáfora militar contenida en la aleya,

وَ لِلّٰهِ جُنُودُ السَّمٰوَاتِ وَاْلاَرْضِ, las órdenes creativas predominantes, órdenes imperiosas y leyes reales enunciadas en  aquellos numerosos ejércitos, que varían desde el átomo, los batallones del reino vegetal, las brigadas del reino animal, hasta los ejércitos de las estrellas, e incluyendo tanto al soldado más humilde como al comandante más elevado, todos ellos indican evidentemente la existencia de una soberanía absoluta y una autoridad universal.

Hay entonces una verdad de soberanía absoluta, y no puede haber ninguna verdad en adjudicar copartícipes a Allah. Ya que según la verdad decisiva de la aleya:  لَوْ كَانَ فِيهِمَا اٰلِهَةٌ اِلاَّ اللهُ لَفَسَدَتَا. Si numerosas manos se ocupan todas fuertemente de la misma tarea, el resultado será la confusión. Si hay dos reyes en un país, o hasta dos jefes en un distrito, el orden desaparece y la administración es sustituida por la anarquía. Pero por el contrario vemos en todas partes tal orden, desde el ala de la mosca a las lámparas del cielo, desde las células del cuerpo a los signos de los planetas, que no hay ninguna posibilidad para la intervención de ningún copartícipe en los asuntos de Allah.

La soberanía es, además, una estación de dignidad; aceptar a un rival incumpliría la dignidad de la soberanía. El hecho de que este ser humano, que necesita la asistencia de muchas personas debido a su impotencia, mata a sus hermanos e hijos de la manera más cruel por un poco de aparente y temporal soberanía, muestra que la soberanía rechaza cualquier asociación. Si alguien tan débil actúa así por tan poca soberanía, resulta que el Posesor del Poder Absoluto, el maestro de Toda la Creación, nunca permitiría que nadie más que Él participe en Su sagrada soberanía, el significado de su dominación real y universal y de su Divinidad.

Ya que esta verdad ha sido establecida con pruebas firmes en numerosos sitios de todo Risale-i Nur y sobre todo en la Segunda Estación del Rayo Dos, referimos al lector a aquellas páginas para una discusión adicional.

Al atestiguar estas cuatro verdades, nuestro viajero aprendió la unidad divina con un nivel de presencia cierta y clara. Su fe brilló, y con todo su poder él dijo: لاَ اِلٰهَ اِلاَّ اَللهُ وَحْدَهُ لاَ شَرِيكَ لَهُ . En breve alusión a la lección, él regresó a esta estación, dijimos en la Segunda Puerta de la Primera Estación:

لاَاِلٰهَ اِلاَّاَللهُ الْوَاحِدُ اْلاَحَدُ الَّذِى دَلَّ عَلَى وَحْدَانِيَّتِهِ وَوُجُوبِ وُجُودِهِ مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِحَقِيقَةِتَبَارُزِاْلاُلُوهِيَّةِالْمُطْلَقَةِوَكَذَامُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِحَقِيقَةِتَظَاهُرِ الرُّبُوبِيَّةِ الْمُطْلَقَةِ الْمُقْتَضِيَّةِ لِلْوَحْدَةِ وَكَذَا مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِ حَقِيقَةِ الْكَمَالاَتِ النَّاشِيَةِ مِنَ الْوَحْدَةِ وَكَذَا مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِ حَقِيقَةِ الْحَاكِمِيَّةِ الْمُطْلَقَةِ الْمَانِعَةِ وَالْمُنَافِيَةِ للِشِّرْكَةِ

Entonces aquel viajero agitado se dirigió a su corazón y dijo: “El hecho de que la gente de fe, y en particular aquellos afiliados a una orden de un sabio, están constantemente repitiendo las palabras: لاَ اِلٰهَ اِلاَّ هُوَ , que recuerdan y proclaman la unidad de Allah, es una indicación de que la afirmación de la unidad de Allah comprende varios niveles. Tal afirmación es, además, el deber sagrado más agradable, más valioso y más exaltado, la función instintiva, y el acto de adoración de la fe. Abramos entonces, para alcanzar un nivel más, la puerta de otra parada en esta morada de instrucción. Ya que la afirmación verdadera de la unidad de Allah que buscamos no está en algunas especies imaginarias de conocimiento. Mejor dicho, una afirmación, que en términos de lógica es considerada como lo opuesto de la imaginación, que es más valioso que el conocimiento basado en la imaginación, es el resultado de la prueba que es designada un conocimiento”.

La afirmación verdadera de la unidad de Allah es un juicio, una confirmación, un asentimiento y la aceptación que puede encontrar que su Sustentador está presente en todas las cosas, que ve en todas las cosas un camino que conduce a su Creador y no considera nada como un obstáculo en Su presencia. Por otra parte siempre sería necesario para rasgar y descorrer el velo del cosmos para encontrar a su Sustentador. “Entonces, vamos, adelante,” se dijo el viajero, como él golpeó la puerta de la Sublimidad y  Grandeza de Allah. Entró en el Lugar de parada de los hechos y funcionamientos de Allah, el mundo de la creación y el origen, y allí vio que cinco verdades completas prevalecían sobre el cosmos entero y ofrecían la prueba evidente de la unidad Divina.

LA PRIMERA VERDAD: de Grandeza y Sublimidad.

Ya que esta verdad es explicada con distintas pruebas en la Segunda Estación del Rayo Dos y en otros sitios de Risale-i Nur, nos restringimos aquí a lo siguiente:

El Ser que crea y luego administra en tan solo un instante y de una manera única las estrellas que están miles de años distantes unas de otras; esto en tan solo un instante y de una manera única a los miembros innumerables de las mismas especies de la flor, distribuida del este al oeste y del norte al sur del globo; administra, nutre, acelera, distingue y embellece más de doscientos mil tipos diferentes de plantas y especies de animales en cinco o seis semanas, con suma regularidad y equilibrio, sin confusión, defecto o error, a fin de proporcionar cada primavera en la faz de la tierra más de cien mil especimenes de la resurrección suprema, y así demostrar ante los ojos del ser humano un acontecimiento remarcable, ahora perteneciendo al pasado y al reino de lo Invisible,  concretamente la creación del cielo y la tierra en seis días, como indica en la aleya,    هُوَ الَّذِى خَلَقَ السَّمٰوَاتِ وَاْلاَرْضَ فِى سِتَّةِ اَيَّامٍ; el Ser que hace que la tierra gire, como se evidencia en la aleya,

يُولِجُ الّيْلَ فِى النَّهَارِ وَيُولِجُ النّهَارَفِى الّيْلِ   y convierte la noche en la página en la cual se escriben los acontecimientos del día; este mismo Ser sabe y administra según Su propia voluntad, todos al mismo tiempo, los pensamientos más secretos y obscuros que ocurren en los corazones de los seres humanos. Ya que cada uno de los actos ya mencionados es en realidad un solo acto, resulta que su Hacedor Glorioso es un Ser Único y Poderoso, disfrutando de tal grandeza y sublimidad que en ninguna parte, en nada, de ninguna manera, cabe la posibilidad mínima de la aceptación de asociación; al contrario, esto desarraiga tal posibilidad.

Ya que tal poder sublime y grandeza existen, ya que la grandeza está en el mismo ápice de la perfección y abarca todo, no es de ninguna manera posible permitir una atribución de copartícipes a aquél Ser Único y Poderoso, ya que al hacerlo asignaría impotencia o necesidad a aquél poder, falta a aquella grandeza, defecto a aquella perfección, e impondría una restricción contra este completo. Ningún intelecto sano podría juzgar esto posible.

La asignación de copartícipes a Allah, es entonces en virtud de la ofensa que esto causa a la Grandeza de Allah, la dignidad de su Gloria y Su Sublimidad, un delito tan grave que el Corán de la Exposición Milagrosa decreta con una amenaza seria:

اِنَّ اللهَ لاَيَغْفِرُاَنْ يُشْرَكَ بِهِ وَيَغْفِرُ مَا دُونَ ذٰلِكَ

              LA SEGUNDA VERDAD: Lo absoluto, lo completo y la aparición de obras Divinas que demuestran de infinitas maneras la dominación en el trabajo del cosmos.

Esto es sólo la sabiduría y voluntad de Allah que limitan y restringen aquellas obras, así como las capacidades inherentes de los objetos y sitios en los cuales ellos se manifiestan. El cambio vago, la naturaleza muda, la fuerza ciega, la causalidad inconsciente y los elementos que sin restricción son dispersados en todas direcciones, nada de esto puede tener alguna participación en los hechos perspicaces, vivificantes, ordenados, firmes, más equilibrados y sabios del Creador. Ellos son usados, mejor dicho, por orden, voluntad y poder del Hacedor Glorioso como un velo aparente para ocultar Su poder.

Señalaremos tres de los innumerables ejemplos; expondremos tres de entre los numerosos puntos sutiles que relatan tres hechos indicados en tres aleyas de la Sura al-Nahl (Sura de la Abeja).

La Primera:وَاَوْحٰى رَبُّكَ اِلَى النَّحْلِ اَنِاتَّخِذِى مِنَ الْجِبَالِ بُيُوتًا La abeja es, con respecto a su disposición y función, tal milagro del poder de Allah que una sura entera, Sura al-Nahl (Sura de la Abeja), ha sido nombrada en su honor. Para inscribir en la cabeza diminuta de aquella pequeña máquina de miel un programa completo para la realización de su tarea importante; colocar en su estómago diminuto la más deliciosa comida y madurarla allí; para colocar en su aguijón un veneno que destruye y mata seres vivos, sin hacer ningún daño a su propio cuerpo o al miembro en cuestión; hacer todo esto sin cuidado ni conocimiento, excede toda sabiduría y propósito, toma parte de un orden perfecto y equilibrio. Por esto es que la inconsciente, desordenada, desequilibrada y accidentada naturaleza no podría nunca interferir o participar de esto.

El aspecto y la totalidad de este arte Divino, esta obra de dominación, que es milagroso en tres aspectos separados, en la abejas innumerable que se encuentran dispersas por la tierra, con la misma sabiduría, el mismo cuidado, la misma simetría, al mismo tiempo y de la misma manera; esta es una prueba evidente de la unidad de Allah.

La Segunda: وَاِنَّ لَكُمْ فِى اْلاَنْعَامِ لَعِبْرَةً نُسْقِيكُمْ ِممَّا فِى بُطُونِهِ مِنْ بَيْنِ فَرْثٍ وَدَمٍ لَبَنًا خَالِصًا سَائِغًا لِلشَّارِبِينَ

Esta aleya es un decreto que desborda de instrucción útil. Para colocar en  las mamas de camellos, vacas, cabras y ovejas, así como en las madres humanas, en medio de sangre y excrementos, pero sin ser contaminado por ellos, una sustancia que por el contrario es leche pura, limpia, agradable, nutritiva y blanca, que inspira en su corazones tiernos hacia su cría que es todavía más agradable, más dulce y más valiosa que la leche, requiere tal nivel de misericordia, sabiduría, conocimiento, poder, voluntad y cuidado que esto no puede ser de ninguna manera un trabajo de un cambio turbulento, de elementos enredados o de fuerzas ciegas.

La Tercera: وَمِنْ ثَمَرَاتِ النَّخِيلِ وَاْلاَعْنَابِ تَتَّخِذُونَ مِنْهُ سَكَرًا وَرِزْقًا حَسَنًا اِنَّ فِى ذٰلِكَ َلآيَةً لِقَوْمٍ يَعْقِلُونَ

Esta aleya llama nuestra atención por los dátiles y las uvas, diciendo: “Para aquellos con inteligencia, hay una gran prueba, argumento y evidencia de la unidad Divina en estas dos frutas. Estas dos frutas producen nutrición y sustento, fruta fresca y seca, dan ocasión a las formas más deliciosas de alimento; aunque los árboles que los aguantan estén en la arena y el suelo seco, demostrando así milagros del poder y maravillas de la sabiduría. Cada uno de ellos es como una fábrica que produce azúcar dulce, una máquina que hace miel como jarabe, una obra de arte creada con orden perfecto y equilibrio sensible, sabiduría y cuidado; de ahí alguien con un grano de inteligencia dirá al contemplarlos: quién los hizo de esta forma puede muy bien ser el Creador del cosmos entero”.

Porque, por ejemplo, delante de nuestros ojos cada vid se bifurca en el grosor de un dedo y hay veinte manojos de uvas, cada manojo tiene por su parte cientos de uvas azucaradas, cada uno como una pequeña cápsula que emana jarabe. Cubrir la superficie de cada uva con una protección fina, delicada, delgada, y colorida; poner, en su corazón delicado y suave, semillas con sus duras cáscaras, que se parecen a una facultad retentiva, un programa y la historia de su vida; fabricar en su estómago un caramelo como el dulce del Paraíso, una miel como el agua de al-Kawzar; para crear un número infinito de uvas sobre la faz de la tierra entera, con el mismo cuidado, sabiduría y arte maravilloso  al mismo tiempo y de la misma manera. Así demuestra de manera evidente que quien cumple estas tareas es el Creador del cosmos entero, y que ésta evidentemente requiere un poder infinito y una sabiduría ilimitada, puede ser sólo Su obra.

Sí, las fuerzas ciegas y vagabundas, desordenadas e inconscientes, sin objetivo, agresivas, anárquicas, la naturaleza y la causalidad, no pueden tener nada que ver con este equilibrio tan sensible, con este arte tan habilidoso, con este esquema tan sabio. No pueden ni siquiera acercar sus manos hacia ello. Les cae encima sólo para que lo empleen por una orden dominante como objetos pasivos, como los barrales que sostienen las cortinas.

Justo como los tres puntos que demuestran la unidad Divina contenida en las tres verdades indicadas en las tres aleyas, las manifestaciones innumerables y los funcionamientos de los hechos infinitos y dominantes, certifican unánimemente la unidad de un Único de Unidad, el Glorioso.

LA TERCERA VERDAD: La creación de seres, en particular plantas y animales, con velocidad absoluta y orden absoluto; con facilidad absoluta y habilidad, talento, capacidad y orden extremos; con gran valor y diferencia, a pesar de la abundancia extrema y entremezclada.

Sí, para producir con rapidez y en abundancia extrema, más hábil y artísticamente, con gran facilidad y extremo talento, habilidad, destreza y orden, con gran valor y diferencia a pesar de la abundancia y la mezcla, sin ninguna forma de confusión o deficiencia –esto puede ser conseguido sólo por un Ser Único Cuyo poder es tal que nada le parece difícil.

Para aquel poder es tan fácil crear estrellas como lo es crear átomos, algo muy grande o algo muy pequeño, una especie entera o un solo miembro de una especie, un sublime y completo universo o un detalle restringido y pequeño; es tan fácil para Él avivar de nuevo y acelerar la tierra entera como lo es hacer lo mismo con un árbol o, erigir un árbol tan alto como una montaña como producir una semilla no más grande que una uña. Todas estas obras Él las hace ante nuestros ojos.

Entonces la exposición, la solución, el destape y la prueba del misterio de este nivel de la aseveración de la unidad Divina, esta Tercera Verdad, esta palabra de unidad –el misterio es que algo universal es como algo particular, sin la más mínima diferencia entre ambos – esta sabiduría beneficiosa, este misterio supremo, este enigma que está más allá del alcance del intelecto, este fundamento más significativo del Islam, esta fuente más profunda de fe, esta gran base para la unidad Divina. Tal exposición abre el misterio del Corán y permite conocer el enigma más secreto y desconocido de la creación de todos los seres, un enigma que a la filosofía la reduce a impotencia.

Cien mil gracias y alabanzas a las cartas del Risale-i Nur por ser el Creador Compasivo el que ha resuelto el Risale-i Nur, destapó y estableció este misterio maravilloso, esta criba maravillosa. Ha sido probado con argumentos decisivos, al mismo grado de la certeza que dos más dos son cuatro, en particular en la discusión de que وَهُوَعَلٰى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ  hacia el final de la Carta Veinte; en la sección acerca de que Allah es un agente en la Palabra Veintinueve, dedicado a la resurrección; y en la sección que demuestra el poder Divino en los niveles de اَكْبَرُ اَللهُ en el Destello Veintinueve, escrito en árabe. Por esta razón adjudicamos a aquellas partes del Risale-i Nur la exposición de esta materia, deseo, sin embargo, disponer brevemente las fundaciones y pruebas que solucionan este misterio y aludimos a trece misterios que parecen trece pasos, o una lista de contenido. En efecto he escrito los primeros y segundos misterios, pero lamentablemente dos obstáculos poderosos, uno material y otro inmaterial, han hecho que abandone el resto.

El Primer Misterio: Si algo es esencial, su opuesto no puede tener acceso a la esencia definida por aquella cosa. Porque esto sería el equivalente a la unión de contraposiciones, que es una imposibilidad. Ahora en cuanto a este principio, ya que el poder de Allah está relacionado con Su Esencia y es un fenómeno relacionado a lo esencial de Su Esencia más Sagrada, algo que es impotente – lo opuesto del poder – no puede de ningún modo acceder a aquella Esencia Todopoderosa.

Además, la existencia de niveles dentro de una cosa se debe a la intervención en ella de su opuesto. Por ejemplo, niveles fuertes y débiles son el resultado ligero de la intervención de la oscuridad; los niveles altos y bajos del calor provienen de la adición de frialdad; y las cantidades mayores y menores de la fuerza son determinadas por la intervención y oposición de la resistencia. Es por lo tanto imposible que los niveles deban existir en aquel poder de la Esencia Divina. Él crea todas las cosas como si ellos fueran sólo una cosa sola. Y ya que los niveles no existen en el poder de la Esencia Divina y esto no admite debilidad ni deficiencia, ningún obstáculo puede de ninguna manera obstruirlo, ni tampoco la creación de algo puede causarle dificultad.

Entonces, nada es difícil para el poder de Allah, Él crea la resurrección suprema con la misma facilidad que la primavera; crea la primavera con la misma instalación que un árbol; y un árbol con tan poco esfuerzo como una flor. Así, Él crea una flor tan artísticamente como un árbol; un árbol tan milagrosamente como una primavera; y una primavera tan exhaustiva y maravillosamente como una resurrección. Todo esto Él lo lleva a cabo delante de nuestros ojos.

Ha sido probado en Risale-i Nur con pruebas decisivas y fuertes que si no hubiera ninguna unidad Divina, la fabricación de una flor sería tan difícil como un árbol o aún más difícil; la fabricación de un árbol sería tan difícil como una primavera o aún más difícil; y la creación perdería hasta su valor y calidad artística. Un ser vivo que ahora toma un minuto para producirse sería producido con la dificultad en un año, o tal vez nunca del todo.

Es entonces debido a este misterio que estas frutas, flores, árboles y animales, que son muy valiosos a pesar de su omnipresencia y abundancia, y que son extremadamente artísticos a pesar de la rapidez y la facilidad de su formación, surgen de manera regular en la llanura de la existencia y asumen sus funciones. Proclamando la Gloria de Allah, ellos llevan a cabo sus deberes y se marchan, dejando su semilla en su lugar.

Segundo Misterio: Por el misterio de la luminosidad, la transparencia y la obediencia, como por la manifestación de su poder esencial, un sol solo refleja su luz en un solo espejo, entonces también, a través de la orden Divina, debido a la actividad extensa de aquel poder sin restricción,  puede otorgar fácilmente la misma reflexión –junto con su luz y calor – en espejos innumerables, objetos brillantes y gotitas. Grande y pequeño es lo mismo, no hay ninguna diferencia entre ellos.

Del mismo modo, como una sola palabra puede entrar en el oído de una persona sin problemas, entonces también debido a la anchura infinita de la creatividad ilimitada, puede entrar en un millón de oídos, con el permiso dominante. Y una sola luz como un ojo, o un solo espíritu luminoso como Gabriel (la paz sea con él), por la anchura infinita de la actividad dominante dentro de la manifestación de piedad, puede estar presente, mirar o entrar en miles de sitios por el poder Divino, tan fácilmente como ellos miran o entran en un solo lugar. No hay ninguna diferencia entre mucho y poco.

El poder siempre existente de la esencia de Allah es el más sutil y la más selecta de las luces, la luz de todas las luces; las sutilezas, las esencias y las dimensiones interiores de todas las cosas son luminosas y lustrosas como espejos; todas las cosas, desde el átomo, la planta y el ser animado hasta las estrellas, el sol y las lunas, son muy obedientes y sumisas a la orden de aquel poder de la Esencia Divina y están subordinadas a las órdenes del poder siempre existente. Es por todos estos motivos completamente naturales que las cosas innumerables deberían ser creadas con la misma facilidad que una sola cosa y situadas unas al lado de otras. Ninguna preocupación o tarea interfieren con otra. Grande y pequeño, mucho y poco, particular y universal – todo es lo mismo para aquel poder, para el cual nada es difícil.

Como fue dicho en las Palabras Diez y Veintinueve, por los misterios del orden, equilibrio, obediencia para mandar y sumisión para pedir, aquel poder causa un gran barco, tan grande como cien casas, para moverse y avanzar como cuando el dedo de un niño empuja su juguete.

Como cuando un comandante envía a un soldado de infantería solo a la batalla con una orden desde su trono, entonces también él puede lanzar a un ejército obediente entero a la lucha con la misma única orden.

Supongamos que dos montones están en un estado de equilibrio grande y sensible. Del mismo modo que una sola nuez haría que un platillo de la balanza se elevara y el otro bajara, si pusiéramos en un lado de la balanza dos huevos, produciría el mismo resultado con la escala que contiene los montones; por una ley sabia esto haría que un platillo con su montón se elevara a la cumbre, y el otro descendiera con su montón al fondo del valle.

Ya que se encuentra en el poder absoluto, infinito, luminoso, esencial y eterno de Allah una justicia Divina y una sabiduría sin fin que es el origen, la fuente, fundamento y el principio de todo el orden, regularidad y equilibrio en la creación; y ya que todas las cosas, particulares y universales, pequeñas y grandes, son obedientes a la orden de aquel poder y sumiso a sus trabajos – resulta que Allah hace que las estrellas giren y se muevan, por la sabiduría de Su orden, tan fácilmente como Él hace girar y mueve los átomos.

En primavera, como Él trae a la vida una sola mosca con una sola orden, así también Él otorga la vida, con la misma facilidad y la misma orden en las especies enteras de moscas, así como toda la multitud de plantas y animales por el misterio de la sabiduría y el equilibrio inherente en Su poder, y luego los lanza a la llanura de vida.

Del mismo modo que él rápidamente da vida a un árbol en primavera e infunda la vitalidad en sus huesos, con Su sabio y poder sólo absoluto, Él también resucita en primavera al cadáver de la tierra enorme y da vida a cientos de miles de especimenes diferentes de resurrección similares al árbol, todo esto con la mayor  facilidad.Con Su orden creativa, Él devuelve la vida a tierra. Por el decreto de:

اِنْ كَانَتْ اِلاَّ صَيْحَةً وَاحِدَةً فَاِذَاهُمْ جَمِيعٌلَدَيْنَا مُحْضَرُونَ

Es decir, todos los seres humanos y los genios, con un solo grito y una sola orden serán traídos y presentados ante Allah en la llanura de la resurrección.

Otra vez, por Su orden: وَمَااَمْرُالسَّاعَةِاِلاَّكَلَمْحِ الْبَصَرِاَوْهُوَاَقْرَبُ Es decir, causar la resurrección y la reunión que sigue no ocupará más tiempo de lo que se tarda en abrir y cerrar un ojo, o incluso menos.

Entonces aquí está la aleya: مَاخَلْقُكُمْ وَلاَبَعْثُكُمْ اِلاَّكَنَفْسٍ وَاحِدَةٍ que significa lo siguiente: “¡Oh seres humanos! Crearos y traeros a la vida, resucitaros y reuniros, es tan fácil para mí como traer un alma a la vida; esto no presenta ningún problema a Mi poder”.

Según el sentido interior de estas tres aleyas, Allah traerá a todos los seres humanos y genios, todos los animales, seres de espíritu y ángeles al campo de la Reunión Suprema y al gran equilibrio con una sola orden y con gran facilidad. Un asunto no interfiere con el otro.

Los Misterios restantes, el tercero, cuarto y hasta el decimotercero, han sido pospuestos para otro momento, lo cual me resulta desagradable.

 

              LA CUARTA VERDAD: La existencia y el aspecto de todos los seres proclaman la unidad Divina de una manera evidente por sus numerosos puntos de unidad y convergencia, como estando simultáneamente juntos y aún separados y únicos; pareciéndose el uno al otro; siendo la miniatura o versiones ampliadas el uno del otro; siendo unos universales y especies, y otros, particulares e individuales; pareciéndose unos a otros en el sello de la disposición innata; teniendo afinidad en la huella del arte; y, ayudando y complementando el uno al otro con respecto a sus funciones innatas. Ellos establecen la unidad de su Hacedor. Y con respecto a la dominación, deje claro que el cosmos es universal y un todo que no puede ser dividido o fragmentado.

Sí, por ejemplo, cada primavera, para crear, pedir y sostener a los miembros innumerables de las cuatrocientas mil especies diferentes de plantas y animales, juntos y entremezclados, en un solo momento y de la misma manera, sin ningún error, con suma sabiduría y perfección del arte; crear todas las especies diferentes de pájaros, desde moscas, que parecen pájaros en miniatura, a águilas que son los especimenes supremos de esas especies, luego equiparlos con las capacidades del vuelo y la subsistencia y hacer que ellos viajen por el reino del aire; imprimir en los semblantes de cada una de las aves de manera milagrosa un sello o arte, en el cuerpo de cada uno de ellos un sello de sabiduría, y en la esencia de cada una de ellas, sosteniendo una manera, un signo de la unidad de Allah; hacer sabia y misericordiosamente partículas de alimento para apresurarse a la ayuda de las células del cuerpo, plantas para precipitarse a la ayuda de los animales, y a todas las madres para ir rápidamente a la ayuda de sus niños impotentes; para trabajar en todas las cosas, particulares y universales, desde la Vía Láctea, el Sistema Solar y los elementos de la tierra, hasta los velos de la pupila del ojo, los pétalos de la rosa, la cáscara del maíz, las semillas del melón, como una serie de círculos que se cruzan, con la misma regularidad, la perfección del arte, el mismo hecho, y la plenitud de la sabiduría – para hacer todo esto establezca lo siguiente con la certeza evidente:

Quien realiza estos hechos es Uno y Único; Su marca está en todas las cosas. Del mismo modo que Él no está en ningún lugar, está presente en cada lugar. Como el sol, todas las cosas están lejos de Él, pero Él está cerca de todas las cosas. Como crear objetos mayores, como la Vía Láctea, el Sistema Solar, no es difícil para Él, tampoco lo es crear las células en la sangre del ser humano y los pensamientos que pasan a través de su corazón no están ocultos para Él, ni más allá del alcance de Su poder.

Entonces, aunque una cosa sea grande y multitudinaria, es tan fácil para Él como una cosa más pequeña y escasa, ya que Él crea con facilidad una mosca con el modelo de un águila, una semilla como si formara un árbol, un árbol como si formara un jardín, un jardín con la maestría de una primavera y una primavera en la escala de una resurrección. Las cosas más valiosas en su arte, Él nos las da y ofrece al precio más bajo. El precio que Él nos pide es simplemente decir بِسْمِ ﷲِ y اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ. En otras palabras, el precio aceptado para todas aquellas numerosas bendiciones preciosas es decir al comienzo de todas las cosas,  بِسْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ, y a su final, اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ.

Ya que esta Cuarta Verdad está explicada y probada en otra parte de Risale-i Nur, nos contentamos aquí con esta breve alusión.

              LA QUINTA VERDAD percibida por nuestro viajero en la segunda etapa: la existencia en la totalidad del cosmos, sus pilares y partes y todos los seres contenidos en él, de la orden más perfecta y regularidad; la igualdad de las sustancias y los seres con sentido que son los medios de la rotación y la administración de ese reino enorme y están relacionados con su esquema general; el hecho de que los Nombres Divinos y los hechos que están trabajando en aquella ciudad magnífica, esa exposición enorme, se cercan y entienden todas las cosas o la mayor parte de ellas, a pesar de que están uno dentro del otro, son de la misma naturaleza, lo mismo, y que son el mismo Nombre y hecho en cada lugar; el hecho de que los elementos y las especies, que son los medios para administrar, habitar y construir ese palacio bien embellecido, cubre la faz entera de la tierra en su difusión, a pesar de que están el uno dentro del otro, son de la misma naturaleza, y el mismo elemento y las mismas especies que se encuentran en todas partes – todas estas demandas, demuestran y afirman, necesaria y evidentemente, lo siguiente:

El Hacedor y Quien Dispone de este cosmos, el Monarca y Nutrido de este reino, el Maestro y Constructor de este palacio, es uno, único, solo. Él no tiene semejante ni par, ni compañero, ni ministro, ni ayuda. Él no tiene ni compañero, ni opuesto, él no tiene, ni inhabilidad, ni deficiencia. Sí, ordenar es en sí mismo una expresión perfecta de la unidad; demanda un sola orden. No da lugar a la asignación de copartícipes a Allah, fuente de disputa y desacuerdo.

Hay una orden sabia y precisa inherente en todas las cosas, universal o particular, desde el esquema total del cosmos y la rotación diaria y anual de la tierra hasta la fisonomía del ser humano, lo complejo de los sentidos en la cabeza del ser humano y circulación de las células blancas y rojas en la sangre del ser humano. Nadie sino el Absolutamente Poderoso y Absolutamente Sabio puede estirar su mano intencional y creativamente hacia cualquier cosa, ni interferir. Al contrario, todas las cosas son destinatarios, medios de manifestación y objetos pasivos.

Ahora, la búsqueda de ciertos objetivos y la concesión de regularidad con miras a beneficios seguros, puede hacerse sólo por medio del conocimiento y de la sabiduría y realizarse sólo con voluntad y elección.

Seguramente y en todos los acontecimientos, esta regularidad que nutre la sabiduría, esta orden infinitamente variada del cosmos que ante nuestros mismos ojos asegura varias ventajas, demuestra y afirma, con un nivel evidente, que el Creador y Quien Dispone de todos los seres es uno, un agente poseedor de voluntad y elección. Todo nace a través de Su poder, asume un estado particular por Su voluntad, y toma una forma particular por Su elección.

La lámpara como una estufa de esta morada que es el mundo es una; la vela que es la base para el cálculo del tiempo es una; la esponja de clemencia es una; el fuego del cocinero es uno; la bebida vivificante es una; el campo bien cuidado es uno; uno.. uno.. uno.. así hasta miles de uno. Así que, además de todos estos casos de unidad, el Hacedor y Maestro de esta morada es también uno, Él es muy generoso y hospitalario, ya que Él emplea a numerosos funcionarios superiores y preparados para servir a los invitados con vida de Su morada.

Los nombres como “Sabio, Misericordioso, Formador, Quien Dispone, Vivificador, y Nutrido,” las marcas y manifestaciones que deben ser vistas en el trabajo en cada esquina del mundo, los atributos como “Sabiduría, Piedad y Gracia,” y los actos como “Formación, Disposición y Nutrición,” son todos uno solo. Ellos abarcan cada lugar con sumo agrado, cada Nombre y acto están presentes allí.

Ellos también complementan la marca de cada uno de ellos, de tal forma que es como si aquellos Nombres y hechos estuvieran unidos, de tal manera que el poder se hace idéntico a la sabiduría y piedad, y la sabiduría se hace idéntica a la gracia y vida. Por ejemplo, tan pronto como la actividad del Nombre de Dador de Vida aparece en una cosa, la actividad de numerosos otros Nombres como Creador, Dador de Forma, y Proveedor, también aparece en el mismo instante, en todas partes y en el mismo sistema. Esto, como una certeza y evidencia, establece y demuestra que quien es designado por los Nombres y el Hacedor de hechos completos, que aparecen en todas partes de la misma manera, también debe ser uno, solo y único. ¡En esto creemos y sobre esto asentimos!

Los elementos que son la sustancia y el material de la creación rodean la tierra entera. Cada una de las especies de creación, que tienen una marca que certifica la unidad, es difundida por toda la tierra en unidad, y hablando, la conquista. Esto también demuestra al grado extremo que aquellos elementos junto con lo que ellos abarcan y aquellas especies junto con sus miembros separados son el producto y la propiedad de un ser solo. Ellos son los productos y criados del Único y Poderoso, Él emplea aquellos elementos enormes e imperiosos como criados obedientes y difundió aquellas especies por todas las partes de la tierra como soldados bien disciplinados. Ya que esta verdad también ha sido establecida y explicada en otros sitios de Risale-i Nur, nos contentamos aquí con esta breve indicación.

En resumen, de las presencias que él sacó de estas Cinco Verdades, por la superabundancia de la fe y la alegría de la unidad Divina, y en expresión de sus sentimientos, nuestro viajero le dijo a su corazón:

Mira la página coloreada del libro cósmico;

Ve lo que forma la pluma de oro del poder, lo que ha trazado.

No queda ningún punto oscuro para la mirada del ojo del corazón;

Es como si Allah hubiera inscrito Sus signos con luz.

Entiende también que:

Las hojas de los libros del mundo son dimensiones infinitas;

Las las líneas de los acontecimientos del tiempo son trabajos innumerables.

Escrito en la mesa de trabajo del Cuaderno Conservado de la realidad,

Una palabra encarnada significativa, es cada ser en este mundo.

Y escucha también esto:

چُو لاَ اِلٰهَ اِلاَّ اَللهُ بَرَابَرْ مِيزَنَنْدْ هَرْ شَىْ دَمَادَمْ جُويَدَنْدْ

يَا حَقْ سَرَاسَرْ گُويَدَنْدْ يَا حَىْ

نَعَمْ وَ فِى كُلِّ شَيْءٍ لَهُ آيَةٌ تَدُلُّ عَلٰى اَنَّهُ وَاحِدٌ

Escuchando esto, su corazón y su alma afirmaron la verdad de lo que ellos oyeron y dijeron, “¡Sí, en efecto!”

En breve alusión a las Cinco Verdades de la Unidad observadas por nuestro viajero por el mundo, nuestro viajero por el cosmos, en este Segundo Lugar de parada, dijo esto en la Segunda Puerta de la Primera Estación:

لاَاِلٰهَ اِلاَّاَللهُ الْوَاحِدُاْلاَحَدُالَّذِى دَلَّ عَلَى وَحْدَتِهِ فِى وُجُوبِ وُجُودِهِ مُشَاهَدَةُ حَقِيقَةِ الْكِبْرِيَاءِ وَالْعَظَمَةِ فِى الْكَمَالِ وَ اْلاِحَاطَةِ ..

وَكَذَا مُشَاهَدَةُ حَقِيقَةِ ظُهُورِاْلاَفْعَالِ بِاْلاِطْلاَقِ وَعَدَمُ النِّهَايَةِ لاَ تُقَيِّدُهَا اِلاَّ اْلاِرَادَةُ وَ الْحِكْمَةُ ..

وَكَذَا مُشَاهَدَةُ حَقِيقَةِ اِيجَادِالْمَوْجُودَاتِ بِالْكَثْرَةِالْمُطْلَقَةِ فِى السُّرْعَةِ الْمُطْلَقَةِوَخَلْقُ الْمَخْلُوقَاتِ بِالسُّهُولَةِ الْمُطْلَقَةِفِى اْلاِتْقَانِ الْمُطْلَقِ وَ اِبْدَاعُ الْمَصْنُوعَاتِ بِالْمَبْذُولِيَّةِالْمُطْلَقَةِفِى غَايَةِحُسْنِ الصَّنْعَةِوَغُلُوِّالْقِيْمَةِ

وَكَذَامُشَاهَدَةُ حَقِيقَةِ وُجُودِ الْمَوْجُودَاتِ عَلَى وَجْهِ الْكُلِّ وَالْكُلِّيَّةِ وَ الْمَعِيَّةِ وَ الْجَامِعِيَّةِ وَ التَّدَاخُلِ وَ الْمُنَاسَبَةِ ..

وَكَذَا مُشَاهَدَةُ حَقِيقَةِ اْلاِنْتِظَامَاتِ الْعَامَّةِ الْمُنَافِيَةِ للِشِّرْكَةِ ..

وَكَذَا مُشَاهَدَةُ وَحْدَةِ مَدَارَاتِ تَدَابِيرِ الْكَائِنَاتِ الدَّالَّةِ عَلَى وَحْدَةِ صَانِعِهَا بِالْبَدَاهَةِ ..

.وَكَذَا وَحْدَةُ اْلاَسْمَاءِ وَ اْلاَفْعَالِ الْمُتَصَرِّفَةِ الْمُحِيطَةِ

وَكَذَا وَحْدَةُالْعَنَاصِرِ وَاْلاَنْوَاعِ الْمُنْتَشِرَةِالْمُسْتَوْلِيَةِعَلَى وَجْهِ اْلاَرْضِ

Aquel viajero mundial, viajando a través de diferentes épocas, encontró la escuela por del Renovador del Segundo Milenio, Imám al-Rabbani, Ahmad al-Faruqi. Entró y escuchó la lección que enseñaba el Imám:

“El resultado más importante cedido por todos los caminos rectos es revelar las verdades de la fe. Revelar, aclarar una sola verdad de la fe es preferible a mil hechos, profecías y placeres”.

El Imám decía también: “Antes, las grandes personas habían dicho que alguien vendrá y se mostrará ante los teólogos y los eruditos de la teología. Que él demostraría todas las verdades de la fe y el Islam con pruebas racionales y suma claridad. Quisiera ser hombre y tal vez lo soy”.[1]

Él siguió su instrucción diciendo que la fe y la aseveración de la unidad Divina eran la fundación, la sustancia, la luz y la vida de toda la perfección humana; que el dicho del Profeta (PyB): تَفَكُّرُ سَاعَةٍ خَيْرٌ مِنْ عِبَادَةِ سَنَةٍ se refiere a la reflexión en la fe; y que el modo silencioso de la invocación practicada en la Orden de Naqshíbandi es una forma de esta reflexión más excelente.

El viajero escuchó con sumo cuidado. Él giró y se dirigió a su alma maligna: “Así es, como este Imám heroico dice. Para aumentar la fuerza de la fe de alguien un átomo se necesita más de una tonelada de gnosis u otra forma de perfección y más dulce que la miel de cien experiencias visionarias. “Por otra parte, los filósofos de Europa se han unido durante mil años para inventar objeciones y dudas en su hostilidad a la fe y al Corán, y han atacado a los creyentes. Ellos desean sacudir los pilares de la fe que son la llave, la fuente, la fundación de la felicidad eterna, de la vida inmortal, del Paraíso eterno. Deberíamos reforzar por lo tanto nuestra fe haciéndola una realidad en vez de una de la imitación. ¡Entonces vamos,  avancemos! A fin de llevar los veintinueve niveles de la fe que hayamos encontrado, cada uno tan poderoso como una montaña, al número bendito de treinta y tres, el número de letanías que siguen tras el rezo, y a fin de ver un tercer lugar de parada en este reino de instrucción, llamemos a la puerta del sustento dominante del mundo animado y abramos con la llave de  بِسْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ . Así, suplicando, él llamó a la puerta de este Tercer Lugar de Parada, un compendio y un espectáculo.

Diciendo, بِسْمِ اللهِ الْفَتَّاحْ , él abrió la puerta. El Tercer Lugar de Parada se hizo visible a él. Entró y vio que fue iluminado por cuatro verdades grandes y rodeadas que demostraron la unidad Divina tan brillante como el sol.

           LA PRIMERA VERDAD: la Verdad de Quien Abre.

Es decir la revelación de Quien Abre, simple y de formas variadas y separadas innumerables, juntas, en todas partes, en un instante solo y por un hecho solo, por la manifestación del Nombre del Abridor.

Sí, del mismo modo que el poder creativo de Allah ha revelado a seres innumerables como flores en el jardín del cosmos, y ha dotado a cada uno con una forma ordenada e identidad distinta, por la manifestación del Nombre de Quien Abre, entonces también, aunque de una forma más milagrosa, él ha dado a cada una de las cuatrocientas mil especies de seres animados en el jardín de la tierra su forma simétrica, embellecida y distinta.

يَخْلُقُكُمْ فِى بُطُونِ اُمَّهَاتِكُمْ خَلْقًا مِنْ بَعْدِ خَلْقٍ فِى ظُلُمَاتٍ ثَلاَثٍ ذٰلِكُمُ اللهُ رَبُّكُمْ لَهُ الْمُلْكُ لاَ اِلٰهَ اِلاَّ هُوَ فَاَنّٰى تُصْرَفُونَ

اِنَّ اللهَ لاَ يَخْفٰى عَلَيْهِ شَيْءٌ فِى اْلاَرْضِ وَلاَ فِى السَّمَاءِ

هُوَ الَّذِى يُصَوِّرُكُمْ فِى اْلاَرْحَامِ كَيْفَ يَشَاءُ لاَ اِلٰهَ اِلاَّ هُوَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ

Como estas aleyas indican, la prueba más fuerte de la unidad Divina y el milagro más notable del Poder Divino abre las formas. Como las formas de Quien Abre es repetidamente establecida y expuesta de modos diferentes en otra parte en Risale-i Nur, y en particular en las Etapas Sexta y Séptima de la Primera Puerta de la Segunda Estación de este tratado, referimos la discusión de esta materia a esos sitios y nos restringimos aquí a lo siguiente:

Según el testimonio de la botánica y de la biología, basada en la investigación profunda, en esa forma de Quien Abre hay en la apertura y el despliegue de formas, tal totalidad y arte que además de Un Solo y Único, Un Absolutamente Poderoso, capaz de ver y hacer todas las cosas en todas las cosas, nadie podría comprender este hecho completo y abarcativo. Ya que este hecho de desplegar formas exige una sabiduría, una atención y totalidad que están presentes en todos lados y están contenidas dentro de un poder infinito. Este poder, por su parte, puede ser encontrado sólo en aquel Único que es Quién administra el cosmos entero.

Sí, por ejemplo, como se decreta en las aleyas mencionadas, el atributo de Allah ‘de revelarse’ expresado en la revelación y la creación de las formas de los seres humanos a partir de las matrices de sus madres, dentro de tres oscuridades, por separado, con equilibrio, claridad, y orden, sin ningún error, confusión, o fallo; esta verdad de desplegar y crear las formas de todos los seres humanos y animales, por todas las partes de la tierra, con el mismo poder, la misma sabiduría y el mismo arte, es la prueba más poderosa de la unidad de Allah. Entender y abarcar todas las cosas es en sí mismo una forma de unidad que no deja dudas a la asignación de compañeros a Allah. Como las diecinueve Verdades de la Primera Puerta que atestiguan la existencia necesaria de Allah también certifican la existencia del Creador a través de su propia existencia, entonces también atestiguan Su unidad a través de su totalidad. Nuestro viajero entonces vio la siguiente Segunda Verdad en el Tercer Lugar de parada:

LA SEGUNDA VERDAD: la Verdad del Clemente

Vemos con nuestros propios ojos que hay Alguien que ha cubierto la faz de la tierra con mil regalos de misericordia y lo ha convertido en un lugar de festejo. Él ha presentado una extensión de cientos de miles de diferentes y deliciosos alimentos de Misericordia, y ha hecho del interior de la tierra un almacén que contiene miles de bendiciones preciosas de compasión y sabiduría. Aquel Ser nos envía también la tierra, en su rotación anual como un barco o un tren, cargado de los más finos cientos de miles de necesidades humanas vitales, proviniendo del Mundo de lo Invisible; y Él nos envía también la primavera, como un buque mercantil que lleva el alimento y se viste para nosotros. Así nos nutre, con suma compasión. Para que nosotros podamos sacar ganancia de aquellos regalos y bendiciones, Él nos ha dado además cientos de miles de apetitos, necesidades, sentimientos, sensaciones y sentidos.

Sí, como se expuso en el Rayo Cuatro acerca de la aleya de la suficiencia de Allah, Él nos ha dado un estómago que puede tomar el placer de infinitas variedades de alimento.

Él nos ha dado tal vida que por los sentidos asociados podemos sacar la ventaja de las bendiciones innumerables del enorme mundo corpóreo, justo como si esto fuera una  extensión un poco generosa.

Él nos ha favorecido con el estado humano para que nos deleitemos con los regalos ilimitados tanto del mundo espiritual como del material, a través de instrumentos como el intelecto y el corazón.

Él nos ha comunicado el Islam de modo que saquemos la luz de las tesorerías ilimitadas del Reino de lo Invisible y de la Manifestación.

Él nos ha dirigido a la fe de modo que seamos iluminados por las luces innumerables y los regalos de este mundo y del Otro. Este cosmos parece un palacio equipado y embellecido por la calidad Divina de la misericordia con antigüedades innumerables y artículos de valor, el cual le había dado en las manos del ser humano las llaves para abrir todos los cofres y recámaras de aquel palacio, así como le ha otorgado a la naturaleza del ser humano todas las necesidades y sentidos que le permitirán hacer uso de ellos.

Esta misericordia que abarca este mundo y el Otro, y en efecto todas las cosas, es sin duda una manifestación de unidad dentro de la unidad.

Tal como la luz del sol es una parábola de unidad, a través de su entendimiento, todas las cosas que lo afrontan, cada objeto brillante y transparente que recibe el reflejo de la luz, el calor, y los siete colores del sol, son también una parábola y un símbolo de unidad. Así, cualquiera que ve su luz exhaustiva concluirá que el sol de esta tierra es uno y único. Atestiguando la reflexión caliente y luminosa del sol en todos los objetos brillantes, y hasta en las gotas del agua, dirá que la unidad del sol, o el propio sol, está presente con sus atributos cerca de todas las cosas; está en el corazón como un reflejo de todas las cosas.

Entonces también el logro de todas las cosas, por la misericordia infinita del Misericordioso y Bello, como una luz, demuestra la unidad de aquel Misericordioso y que Allah de ninguna manera tiene ningún copartícipe. Del mismo modo, el hecho de que bajo el velo de aquella piedad comprensiva, las luces de la mayoría de los Nombres del Misericordioso y una especie de manifestación de Su esencia son encontradas en todo, y sobre todo en todos los seres, y en el ser humano en particular, y el hecho de dar a cada individuo una totalidad que proviene de la vida que hace que él contemple y esté relacionado con el universo entero, demuestra la unidad del Misericordioso y que Él está presente en todas las cosas y hace todas las cosas en todas las cosas.

Sí, El Misericordioso muestra el esplendor de Su gloria en todo el cosmos y por todas partes de la tierra por la unidad y totalidad de Su misericordia. Con la manifestación de Su unidad, Él reúne especimenes de todas Sus bendiciones, de cada miembro de cada especie animada y, en particular del ser humano, ordena los instrumentos y herramientas de los seres vivos, y proclama la solicitud especial de Su belleza a cada individuo, esto sin romper la integridad del universo. En cuanto al ser humano, es en él donde Allah da a conocer de forma concentrada varias formas de Su bendición.

Del mismo modo, puede decirse que un melón está concentrado en su semilla; el ser que hace la semilla debe ser necesariamente él que hace el melón. Después, con el equilibrio especial de su conocimiento y la ley particular de su sabiduría, Él le saca la semilla, los junta y los recubre con una cáscara. Nadie más que el Uno y Único que hace el melón es capaz de hacer su semilla. Lo contrario sería imposible.

Ya que a través de la manifestación de Misericordia, el cosmos se convierte en un árbol o un jardín, la tierra se hace la fruta como un melón, y el ser humano se hace como una semilla, ciertamente el Creador y Sustentador del ser vivo más pequeño debe ser el Creador de toda la tierra y todo el cosmos.

En Resumen: Como la fabricación y el despliegue de las formas regulares y ordenadas de todos los seres por la verdad de la Apertura, que es completa, demuestra la unidad al punto de ser evidente, entonces también la verdad de la Misericordia, que logra todas las cosas, que nutre a todos los seres vivos que nacen y llegan a la vida en este mundo, en particular el recién llegado, con sumo orden y suma regularidad, haciendo todas las necesidades para alcanzarlas, no olvidando ninguna de ellas, esta misma piedad que alcanza a todos los individuos en todas partes, en el mismo instante, demuestra tanto unidad, como unidad dentro de la unidad. Nuestro viajero entonces atestiguó la siguiente Tercera Verdad en el Tercer Lugar de Parada.

LA TERCERA VERDAD: la Verdad de la Misericordia

Es decir para administrar con orden completa y equilibrio los cuerpos celestes imponentes y rápido que se mueven e imperioso, elementos entrometidos, y los habitantes necesitados, débiles de la tierra; para causar que se ayuden los unos a los otros; administrarlos conjuntamente; tomar todas las medidas necesarias concernientes a ellos; y hacer de este mundo enorme un reino perfecto, una ciudad magnífica, un palacio bien embellecido.

Dejando de lado las esferas enormes de esta administración imperiosa y misericordiosa, ya que es explicado y probado en secciones importantes de Risale-i Nur como la Palabra Diez, mostraremos, por medio de una comparación, una sola página y la etapa de aquella administración cuando se manifiesta en la primavera sobre la faz de la tierra. Es así:

Supongamos, por ejemplo, que algún conquistador mundial maravilloso reuniera un ejército de cuatrocientos mil grupos de diferentes nacionalidades, y les suministrara ropa y armas, las instrucciones y las licencias y los salarios a cada grupo y nacionalidad, por separado y diversamente, sin defectos ni errores, sin demoras ni confusión, en el momento apropiado, con suma regularidad y de la forma más perfecta, ninguna causa además del poder extraordinario del comandante maravilloso podría extender su mano para intentar algo tan enorme, complejo, sutil, equilibrado, multitudinario y administrado. Si extiende su mano, destruye el equilibrio y causa confusión.

También vemos con nuestros propios ojos que una mano invisible crea y administra cada primavera a un ejército magnífico formado de cuatrocientas mil especies diferentes. En otoño –un ejemplo del día de la resurrección – libera a  trescientas mil de aquellas cuatrocientas mil especies de plantas y animales de sus deberes, y se van de licencia a través de la actividad de la muerte y en nombre del fallecimiento.

En primavera –una muestra de la reunión que sigue a la resurrección –construye trescientos mil ejemplos de la resurrección de los muertos en el espacio de unas semanas, con sumo orden y disciplina. En el caso del árbol, cuatro resurrecciones ocurren, el árbol en sí mismo, sus hojas, sus flores, y sus frutos. Después de mostrar la primavera a nuestros ojos exactamente como la precedente,  da a cada especie y grupo en el ejército de gloria, que contiene cuatrocientas mil especies diferentes, su sustento apropiado y provisión, sus armas defensivas y ropa distintiva, sus órdenes y descartes, y todos los instrumentos y herramientas que necesitan, con sumo orden y regularidad, sin error ni fallo, sin confusión ni omisión, de manera inesperada y en el momento apropiado. Esto así demuestra su unidad, su unicidad, su poder infinito y su piedad ilimitada dentro de la perfección de la dominación, la soberanía y la sabiduría, y escribe con la pluma del Decreto Divino esta proclamación de la unidad Divina en la faz de la tierra, en la página de cada primavera.

Después de leer sólo una página de esta proclamación de una primavera, nuestro viajero le dijo a su alma maligna: “El tormento del fuego del Infierno es justicia pura para aquellos que cometen el error de negar la resurrección. Ya que tal negación refutaría las numerosas promesas y negaría el poder de Un Poderoso Convincente y Glorioso, Quién ha prometido y ha asegurado a todos Sus profetas miles de veces y ha expuesto en miles de aleyas del Corán, explícitamente y por vía de la alusión, que Él causará una resurrección y una reunión, mucho más fácil para Él que los miles de reuniones milagrosas que ocurren cada primavera, cada una más maravillosa que la Reunión Suprema”. Su alma respondió: “Creemos lo que dices”.

           LA CUARTA VERDAD, que forma la Etapa Trigésima Tercera: la Verdad de la Compasión y la Concesión de Provisión

Es decir, Allah envió, sobre la faz entera del globo, dentro de la tierra, en el aire y por encima de éste, y en el océano y a su alrededor, de todos los seres vivos, sobre todo aquellos dotados con espíritu, y de entre ellos, sobre todo el impotente, el débil y el joven, todo su sustento necesario, material e inmaterial, de la manera más solícita, sacándolo del suelo seco y rudo, de lo sólido, de los huesos secos como trozos de madera, y en caso de la más delicada de todas las formas de sustento, desde la sangre y orina, en el momento apropiado, de manera ordenada, sin ninguna omisión o confusión, delante de nuestros ojos, por una mano invisible.

Sí, la aleya:  اِنَّ اللهَ هُوَ الرَّزَّاقُ ذُو الْقُوَّةِ اْلمَتِينُ restringe  a Allah la tarea de sostenimiento y suministro, y la aleya:

وَمَا مِنْ دَابَّةٍ فِى اْلاَرْضِ اِلاَّ عَلَى اللهِ رِزْقُهَا وَيَعْلَمُ مُسْتَقَرَّهَا وَمُسْتَوْدَعَهَا كُلٌّ فِى كِتَابٍ مُبِينٍ

provee  una garantía dominante y promete arreglar la provisión para todos los seres humanos y animales. Del mismo modo, la aleya:

وَكَاَيِّنْ مِنْ دَابَّةٍ لاَتَحْمِلُ رِزْقَهَا اَللهُ يَرْزُقُهَا وَاِيَّاكُمْ وَ هُوَ السَّمِيعُ الْعَلِيمُ

establece y proclama que es Allah Quien garantiza y asegura a todos los seres impotentes, débiles y desgraciados que son incapaces de asegurar su propio sustento, de una manera inesperada, en efecto desde lo Invisible o incluso desde la nada;  Él por ejemplo es Quién mantiene animales en el lecho marino y en su juventud. Esta proclamación es dirigida en particular a aquellos seres humanos que adoran causas y son inconscientes de que es Él Quien otorga la provisión del velo de la causalidad. Otras numerosas aleyas del Corán e innumerables pruebas cósmicas demuestran de forma unánime que esta es la compasión de un solo Proveedor Glorioso que nutre a todos los seres vivos.

Sí, ahora los árboles requieren una cierta forma de sustento, pero no tienen, ni poder ni voluntad. Ellos permanecen por lo tanto en sus sitios, confiando en Allah, y su provisión viene rápidamente a ellos. Entonces también el sustento de los niños fluye a sus bocas a través de pequeñas bombas maravillosas, ayudadas por la atención y la ternura de sus madres. Entonces cuando los niños adquieren un poco de poder y voluntad, la leche cesa. Estos casos diferentes claramente demuestran que el sustento lícito no es proporcionado a la voluntad y poder, pero viene en relación a la debilidad e impotencia, que inducen a la confianza en Allah.

La voluntad, el poder y la inteligencia con frecuencia incitan a la avaricia, que es una fuente de pérdida, y a menudo empuja a ciertas personas cultas hacia una forma de mendicidad, mientras que por contraste y debilidad confiada del ser humano tosco, ordinario y común puede hacer que él alcance la riqueza.

El proverbio:

كَمْ عَالِمٍ عَالِمٍ اَعْيَتْ مَذَاهِبُهُ وَ جَاهِلٍ جَاهِلٍ تَلْقَاهُ مَرْزُوقًا,

establece que la provisión lícita no es ganada por el poder y la voluntad, sino por la misericordia que se encuentra en el trabajo y en los esfuerzos aceptables; es otorgada por una ternura que se compadece de la necesidad.

Sin embargo, la provisión y el sustento son de dos tipos:

La Primera es la provisión verdadera y natural, requerida para la vida; está garantizada por el Sustentador. Es, en efecto, tan regular y bien ordenada que esta provisión natural, almacenada en el cuerpo en forma de grasa y otras cosas, es bastante para asegurar la supervivencia durante al menos veinte días, aun si no se come nada. Aquellos que se mueren aparentemente de hambre antes de los veinte o treinta días sólo creen estar sintiendo hambre, y, antes de que la provisión almacenada en su cuerpo se agote, mueren en realidad no de una carencia de  provisión, sino de una enfermedad que surge de la carencia de precaución y la perturbación del hábito fijo.

La Segunda es la provisión metafórica y artificial, surge debido a la adicción al hábito, derroche y mal uso, pero que adquiere el aspecto de una necesidad. Esta forma no está garantizada por el Sustentador, pero depende de Su bendición: a veces Él puede darla, y otras veces Él puede no darla.

Con respecto a esta segunda forma de provisión y sustento, feliz es quien considera su frugalidad –fuente de felicidad y placer – alegría y esfuerzos lícitos, como una forma de adoración y rezo activo para el sustento. Él acepta la bendición de Allah de forma apreciativa y agradecida, y pasa su propia vida felizmente.

Desgraciado es quien se da cuenta del derroche –fuente de miseria y pérdida – y  avaricia, abandona los esfuerzos lícitos, golpea en cada puerta, pasa su vida con pereza, opresión y desgracia, y además lleva su propia vida a la muerte.

Del mismo modo que un estómago requiere sustento, así también las capacidades sutiles y los sentidos del ser humano, su corazón, espíritu, inteligencia, vista, oído y gusto, también solicitan su sustento del Proveedor Compasivo y de forma agradecida lo reciben. A cada uno de ellos por separado y de forma apropiada se le presenta tal provisión de la tesorería de la misericordia que lo alegra y le da placer. En efecto, el Proveedor Compasivo, a fin de darles la provisión en la medida más generosa, ha creado cada una de las capacidades sutiles de los seres humanos –vista, oído, corazón, imaginación, e intelecto – en forma de una llave para Su tesorería de piedad. Por ejemplo, la vista es una llave a la tesorería que contiene joyas preciosas como la imparcialidad y la belleza para ser vista en la cara del universo, y los mismos adquieren verdad de todos los demás mencionados; todos ellos se benefician por la fe. Continuamos con nuestra digresión:

El Todopoderoso y Sabio Quién creó este cosmos creó también la vida como un resumen completo del cosmos y concentra todos Sus objetivos y las manifestaciones de Sus Nombres allí. Del mismo modo, dentro del reino de la vida, hizo de la provisión un centro completo de la actividad y creó en los seres animados el gusto a la provisión, haciendo que los seres vivos respondan a Su dominación y amor, con gratitud permanente y universal,  dominación que es uno de los objetivos significativos y los casos de la sabiduría inherente en la creación del universo.

El siguiente es un ejemplo de dominación que causa que el amplio reino de la dominación se alegre: los cielos están hechos para el regocijo, con ángeles y seres espirituales, el Mundo de lo Invisible con espíritus, y el mundo material, en particular el aire y la tierra, con la existencia de todos los seres vivos, en particular las aves, grandes y pequeñas, en todas las épocas y lugares. A través de la sabiduría, que causa alegría, y  es el elixir de la vida y del espíritu, los animales y los seres humanos, tal como si fueran azotados por la necesidad de la provisión y sustento, así son librados de la pereza. Esta también es una de las actividades sabias de la dominación. Si no fuera para tales casos significativos de sabiduría, la provisión destinada a animales sería causada instintivamente  para precipitarse hacia ellos y satisfacer sus necesidades, sin ningún esfuerzo por su parte, como la provisión y sustento están hechos para precipitarse hacia el árbol.

Si hubiera un ojo capaz de atestiguar y entender la superficie entera de la tierra a la vez, a fin de percibir las bellezas de los Nombres del Clemente y Proveedor y el testigo que ellos sostienen para la unidad Divina, vería que la dulce belleza está contenida en la manifestación sensible y solícita del Proveedor Clemente Que envía a las caravanas de animales al final del invierno, cuando su provisión está a punto de ser agotada,  una comida muy deliciosa, abundante y variada, y las bendiciones, sacadas exclusivamente de Su tesorería invisible de piedad, como el socorro de la bendición invisible y Divina, colocado en manos de las plantas, las copas de los árboles y el pecho de las madres. El poseedor de aquel ojo que todo lo ve se daría cuenta de lo siguiente:

La fabricación de una sola manzana, la donación generosa de ella a un ser humano como sustento verdadero y provisión, puede ser llevada a cabo sólo por un Ser Que hace que las temporadas, las noches y los días roten, Quién hace que el planeta gire como un buque de carga, y así trae las frutas de la temporada al alcance de aquellos invitados necesitados de la tierra quienes permanecen esperando. Como el sello de su naturaleza, el sello de la sabiduría, la impresión del Eterno Alabado, el sello de misericordia que debe ser encontrado en la superficie de la manzana, debe ser encontrado también en todas las manzanas y demás frutas, plantas y animales. De ahí que el Maestro verdadero y Hacedor de la manzana sea necesariamente un Soberano Glorioso, el Creador Bello de todos los habitantes del mundo, quienes son las parejas, los congéneres y los hermanos de la manzana; de la tierra enorme que es el jardín de la manzana; del árbol del cosmos que es su fábrica; de las temporadas que son su taller; y de la primavera y verano que son su lugar de maduración.

En otras palabras, cada fruta es un sello de unidad que da a conocer al Escritor y Hacedor de la tierra, su árbol, y del libro del universo, su jardín; esto demuestra Su unidad, y muestra al número de frutas, el sello adjunto al decreto de la unidad.

Ya que Risale-i el Nur es una manifestación de los Nombres Misericordioso y Sabio, y numerosos destellos y misterios de la verdad de la Misericordia se han expuesto y probado en muchas partes de Risale-i Nur, dejamos la discusión adicional del tema a esas partes y nos contentamos con esta breve indicación, de la gran tesorería, debido a las circunstancias desfavorables que sufrimos ahora.

Nuestro viajero ahora dice: “¡Alabado sea Allah! He visto y he oído Verdades de Treinta y Tres árboles que atestiguan la existencia necesaria y unidad del Creador y Soberano que yo buscaba en todas partes e investigaba después. Cada una de las verdades es brillante como el sol y no deja ninguna oscuridad. Es tan fuerte y firme como una montaña. Cada una de ellas, con sus verificaciones, apoya al testigo decisivo de Su existencia, y con su entendimiento demuestra Su unidad en forma de manifestación. Demostrando implícitamente todos los pilares de la fe, la totalidad y consenso de estas verdades hace que nuestra fe avance de la imitación a la realización, de la realización al conocimiento de la certeza, del conocimiento de la certeza a la visión de la certeza, y de la visión a la certeza a la absoluta certeza.

اَلْحَمْدُ لِلهِ هٰذَا مِنْ فَضْلِ رَبِّي.

اَلْحَمْدُ لِلهِ الَّذِى هَدٰينَا لِهٰذَا وَمَا كُنَّا لِنَهْتَدِىَ لَوْلاَ اَنْ هَدٰينَا اللهُ لَقَدْ جَاءَتْ رُسُلُ رَبِّنَا بِالْحَقِّ

En breve alusión a las luces de la fe derivadas por nuestro viajero inquisitivo desde las cuatro verdades sublimes él atestiguó en el Tercer Lugar de parada, se había dicho en la Segunda Puerta de la Primera Estación, acerca de las verdades del Tercer Lugar de parada:

لاَ اِلٰهَ اِلاَّ اللهُ الْوَاحِدُ اْلاَحَدُ الَّذِى دَلَّ عَلٰى وَحْدَتِهِ فِى وُجُوبِ وُجُودِهِ مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِ حَقِيقَةِ الْفَتَّاحِيَّةِ بِفَتْحِ الصُّوَرِ ِلاَرْبَعِ مِأَةِ اَلْفِ نَوْعٍ مِنْ ذَوِى الْحَيَاةِ الْمُكَمَّلَةِ بِلاَ قُصُورٍ بِشَهَادَةِ فَنِّ النَّبَاتِ وَ الْحَيَوَانِ ..

وَ كَذَا مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِ حَقِيقَةِ الرَّحْمَانِيَّةِ الْوَاسِعَةِ الْمُنْتَظَمَةِ بِلاَ نُقْصَانٍ بِالْمُشَاهَدَةِ وَ الْعَيَانِ ..

    وَ كَذَا مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ حَقِيقَةِ اْلاِدَارَةِ الْمُحِيطَةِ لِجَمِيعِ ذَوِى الْحَيَاةِ وَ الْمُنْتَظَمَةِ بِلاَ خَطَاءٍ وَ لاَ نُقْصَانٍ ..

وَ كَذَا مُشَاهَدَةُ عَظَمَةِ اِحَاطَةِ حَقِيقَةِ الرَّحِيمِيَّةِ وَ اْلاِعَاشَةِ الشَّامِلةِ لِكُلِّ الْمُرْتَزِقِينَ الْمُقَنَّنَةِ فِى كُلِّ وَاقْتِ الْحَاجَةِ بِلاَ سَهْوٍ وَ لاَ نِسْيَانٍ جَلَّ جَلاَلُ رَزَّاقَهَا الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمُ  الْحَنَّانِ الْمَنَّانِ وَ عَمَّ نَوَالُهُ وَ شَمِلَ اِحْسَانُهُ وَ لاَ اِلٰهَ اِلاَّ هُوَ

سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ

يَا رَبِّ بِحَقِّ بِسْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ يَا اَللهُ يَا رَحْمٰسنُ يَا رَحِيمُ صَلِّ وَسَلِّمْ عَلٰى سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ وَعَلٰى اٰلِهِ وَاَصْحَابِهِ اَجْمَعِينَ بِعَدَدِ جَمِيعِ حُرُوفِ رَسَائِلِ النُّورِ الْمَضْرُوبِ تِلْكَ الْحُرُوفُ فِى عَاشِرَاتِ دَقَائِقِ جَمِيعِ عُمْرِنَا فِى الدُّنْيَا وَاْلآخِرَةِ مَعَ ضَرْبِ مَجْمُوعِهَا فِى ذَرَّاتِ وُجُودِى فِى مُدَّةِ حَيَاتِى وَاغْفِرْلِى وَلِمَنْ يُعِينُنِى فِى نَشْرِ رَسَائِلِ النُّورِ وَكِتَابَتِهَا بِصَدَاقَةٍ بِكُلِّ صَلاَةٍ مِنْهَا وَ ِلآبَائِنَا وَلِسَادَاتِنَا وَشُيُوخِنَا وَ ِلاَخَوَاتِنَا وَاِخْوَانِنَا وَلِطَلَبَةِ رِسَالَةِ النُّورِ الصَّادِقِينَ وَبِالْخَاصَّةِ لِمَنْ يَكْتُبُ وَيَسْتَنْسِخُ هٰذِهِ الرِّسَالَةَ بِرَحْمَتِكَ يَا اَرْحَمَ الرَّاحِمِينَ آمِينَ

وَ آخِرُ دَعْوٰيهُمْ اَنِ الْحَمْدُ لِلهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ

 

[1]  Con el tiempo se probó que el hombre al que se refiere aquí no es en realidad un individuo sino la colección Risale-i Nur misma. Puede ser que la gente reveladora se hubiera dado cuenta de quién era el insignificante intérprete y promulgador de Risale-i Nur y de allí que se refirieran a “un hombre”.