PALABRA TREINTA Y DOS

Segunda Parada

بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّح۪يم ﱳ قُلْ هُوَ اللّٰهُ اَحَدٌ ﱳ اَللّٰهُ الصَّمَدُ[1]

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

Esta parada consiste de tres Objetivos.

El Primer Objetivo

El representante de los extraviados y aquellos que le asignan copartícipes a Allah cayó a la tierra por la bofetada que recibió de una estrella, como se describió al final de la Primera Parada. Entonces, porque no pudo encontrar copartícipes ni siquiera en un lugar tan pequeño como una partícula que vaya por él a ningún lado desde las partículas hasta las estrellas, renunció a reivindicarlas de esa manera y en lugar de eso lo intentó por medio de tres preguntas importantes para inducir dudas como el Satanás en las mentes de los creyentes sobre la unidad y unicidad Divina.

La Primera Pregunta: Él dijo como los ateos: “¡Oh, vosotros que creéis en Allah! Mirando por parte de mis clientes, no pude encontrar nada, ni obtener nada de los seres del universo; no pude sustentar mis afirmaciones. Pero entonces, ¿cómo demostráis la existencia de Quien es Uno y Único y posee poder infinito? ¿Por qué no pensáis que es posible que otros interfieran y compartan Su poder?”.

La Respuesta: Está demostrado decisivamente en la Palabra Veintidós que cada ser, cada partícula, cada estrella, es una evidencia luminosa del Necesariamente Existente y Absolutamente Poderoso. Cada eslabón en las cadenas de seres del universo es una evidencia clara de Su unidad. El Sabio Corán demuestra esto con sus innumerables pruebas y menciona con frecuencia esas pruebas que son más claras desde el punto de vista de la gente en general. Por ejemplo:

وَلَئِنْ سَئَلْتَهُمْ مَنْ خَلَقَ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضَ لَيَقُولُنَّ اللّٰهُ
وَمِنْ اٰيَاتِه۪ خَلْقُ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضِ وَاخْتِلَافُ اَلْسِنَتِكُــمْ وَاَلْوَانِكُــمْ[2]

Con estos y muchas aleyas como estas, el Sabio Corán presenta la creación de los cielos y de la tierra como pruebas obvias de la unidad Divina. Y entonces, les guste o no, por el modo en que se fueron creados los cielos y la tierra, cualquiera que sea conciente se verá obligado a afirmar al Creador Glorioso. Como dice el Corán: لَيَقُولُنَّ اللّٰهُ “te dirán: Allah”.

En la Primera Parada comenzamos con una partícula y demostramos la marca de unidad sobre los seres tantos como las estrellas y los cielos. Con aleyas como estas, el Corán rechaza la asociación de copartícipes a Allah desde las estrellas y los cielos hasta las partículas. Indica esto de la siguiente manera:

El Absoluto Poder Quien crea los cielos y la tierra con tanto orden y equilibrio, por supuesto crea el sistema solar, que es una región de él. El sistema solar está obviamente en Su mano que controla y dirige.

Ya que el Absolutamente Poderoso sostiene al sol y a sus planetas en Su mano, y los ordena, subyuga y dirige, por cierto la tierra, que es un miembro del sistema solar y está atado al sol, también está en Su mano que regula y controla. Ya que esto es así, las obras de arte que son creadas e inscritas sobre la faz de la tierra y son como sus objetivos y los frutos están también en Su mano que sustenta y perfecciona.

Y ya que todos los seres diseminados por toda la tierra, que engalanan y adornan su faz, son constantemente renovados, yendo y viniendo, llenando la tierra y vaciándola, todos están dentro de la mano de Su conocimiento y poder; y,  ya que se miden, se ordenan sobre la balanza de justicia y sabiduría; y, ya que todas las especies de seres vivos están en la mano de Su poder; por cierto, todos los miembros bien ordenados y perfectos de aquellas especies, que son como especimenes en miniatura del cosmos, balances de las especies del universo y diminutos índices del libro del universo, están evidentemente en Su mano que crea, sustenta, dirige y perfecciona.

Y ya que esto es así, las células, los glóbulos de la sangre, los miembros y músculos que comprenden aquellos cuerpos de los seres vivos también están obviamente en la mano de Su conocimiento y poder.

Y ya que cada célula y cada glóbulo de la sangre está bajo Su orden y en la esfera de Su dominio, y ya que están en movimiento según Sus leyes, seguramente las partículas de las que están formados y que son como lanzaderas que tejen los bordados de arte que los visten, también están necesariamente en la mano de Su poder y la esfera de Su sabiduría. Porque están en movimiento de modo ordenado y sin errores realizan sus tareas bajo Su orden, con Su permiso y por Su poder.

Y ya que esto es así, las características de identidad y las marcas distintivas que se encuentran en todos, las diferencias de las voces y los idiomas, como de los rostros, necesariamente también ocurren por Su conocimiento y sabiduría.

Entonces, ahora mira la aleya que menciona y señala el comienzo y el fin de esta cadena:

وَمِنْ اٰيَاتِه۪ خَلْقُ السَّمٰوَاـتِـ وَالْاَرْـضِـ وَاخْتِلَافُ اَلْسِنَتِكُـــﮥْ وَاَلْوَانِكُــﮥْﮈ اِنَّ ﯺﰍ ذٰلِكَ لَاٰيَاـتٍـ لِلْعَالِم۪ـينﭯ[3]

En consecuencia ahora decimos: ¡Oh, representante de los incrédulos! Puedes ver que estos argumentos tan fuertes como las cadenas del universo demuestran el camino a afirmar la unidad Divina y demuestran un Poseedor de Poder Absoluto. Ya que la creación de los cielos y de la tierra demuestra un Creador Todopoderoso, el poder infinito de ese Creador Todopoderoso y que Su poder infinito llega al punto de la perfección infinito, no hay absolutamente ninguna necesidad de ningún copartícipe. Es decir, Él de ninguna manera necesita copartícipes.

Ya que Él no tiene necesidad, ¿por qué sigues ese camino oscuro? ¿Por qué te sientes obligado a seguirlo? Además, ya que tanto Él como los seres no necesitan copartícipes, tal como es imposible que haya algún copartícipe de Su Divinidad, así también es imposible que haya alguno en Su creación y en el sustento de los seres. Su existencia es imposible. La razón de esto es como sigue:

Demostramos que el poder del Creador de los cielos y de la tierra es tanto infinito y también, al punto de la perfección infinita. Si hubiera algún copartícipe, significaría eso, a pesar de que Su poder es infinito, otro poder limitado amenazaría y superaría Su poder infinito y perfecto y tomaría posesión de ciertas áreas de él. Entonces sería necesario, sin que hubiera ninguna obligación, que algo limitado hiciera que algo infinito sea limitado y que eso mismo se volviera infinito por un tiempo. Esto es una imposibilidad múltiple y muy irracional.

También, ya que no hay necesidad de copartícipes, y, ya que su existencia es imposible, afirmar lo contrario es puramente arbitrario. Es decir, ya que no hay motivo que pueda inducir semejante afirmación, racional o lógicamente, sería sin sentido. Según la ciencia de la jurisprudencia, tal afirmación se designa como ‘arbitraria’. Es decir, es una ‘afirmación abstracta’ sin sentido.

Un principio de las ciencias de la teología y la jurisprudencia es este:

لَاعِـبْرَةَ لِلْاِحْتِمَاـلِـ الْغَـيْرِ النَّاشِئِ عَنْ دَل۪يلٍ وَلَا يُنَاﯺﰆ الْاِمْكَــانُ الذَّاتِىُّ الْيَق۪ـينﭯ الْعِلْمِىَّ

que una probabilidad que no se origina de ninguna indicación o prueba no tiene ninguna importancia; no puede inducir a ninguna duda en un asunto que es definitivo. No puede sacudir la certeza que está basada en sano juicio.

Por ejemplo, es posible que el mar de Barla, o lago de Egridir, consista de melaza de uvas o que se haya transformado en aceite. Pero ya que esa posibilidad no se origina de ninguna indicación, no afecta nuestro conocimiento certero, ni induce a dudas en el hecho de que consiste de agua.

En consecuencia, cuestionamos a cada tipo de ser y cada rincón del cosmos; cualquier cosa que fue cuestionada, desde las partículas hasta las estrellas en la Primera Parada, y desde la creación de los cielos y de la tierra hasta las características individuales en los rostros en la Segunda Parada, todo demostró con la lengua de ser su sello de unidad; todo da testimonio de que Allah es Uno.

Tú viste esto por ti mismo. No hay nada, entonces, en ningún ser del universo sobre lo que la posibilidad de que Allah tenga algún copartícipe se pueda construir. Es decir, ya que afirmar que Allah tiene copartícipes es puramente arbitrario y no tiene sentido, una ‘afirmación abstracta’ es pura ignorancia y una estupidez absoluta.

Así, nada queda para el representante de los desviados por decir enfrentado a esto. Lo único que podría decir sería: “Lo que indica que Allah tiene copartícipes es la configuración de las causas del cosmos. Es que todo está atado a una causa. Entonces eso significa que las causas tienen un efecto real, y si tienen un efecto, ¿no son capaces de ser copartícipes de Allah?”

La Respuesta: Los efectos han estado atados a las causas por la voluntad Divina y la sabiduría y la demanda a la manifestación de muchos Nombres Divinos requiere que así sea. Todo ha sido atado a una causa, pero hemos demostrado fehacientemente en numerosas partes, incluyendo muchas de las Palabras, que “las causas no tienen un poder real con el que crear sus efectos”. Entonces, por ahora diremos esto:

Entre las causas, los seres humanos son obviamente los más superiores, tienen el poder más grande de elección y el dominio más amplio. Y entre las más obvias de las acciones obvias del ser humano con su propia voluntad están comer, hablar y pensar. Además, todas estas facultades son cadenas extremadamente bien ordenadas, maravillosas y significativas. Pero de los cien eslabones de estas cadenas sólo una está sujeta al poder de elección del ser humano.

Por ejemplo, en la cadena de acciones relacionadas a la comida, que se estira desde el alimento de las células del cuerpo hasta la formación de la fruta, sólo mover la mandíbula y masticar la comida están sujetos a la elección del ser humano. Y en la cadena del habla, sólo exhalar aire y soplarlo en el molde de la articulación de las letras. Y mientras que una palabra en la boca es una semilla, se vuelve como un árbol; en el aire resulta en los frutos de millones de la misma palabra y entra en los oídos de los oyentes junto con millones de otros. La imaginación del ser humano apenas alcanza este brote metafórico, entonces ¿cómo lo alcanzaría el corto brazo de la elección?

Ya que entre las causas el ser humano es el más superior y tiene el poder de elección más grande y aún así sus manos están atadas de la creación real, ¿cómo otras causas, como los seres inanimados, los animales, los elementos y la naturaleza tendrían cualquier dominio real sobre otras causas? Cada una de esas causas es sólo un contenedor; una cubierta de las obras de arte Divinos; un mozo que lleva la bandeja de dones del Compasivo.

Por supuesto, el recipiente del regalo de un rey, o el pañuelo en el que está envuelto, o el individuo que trae el regalo, que está ubicado en su mano, no pueden de ninguna manera ser copartícipes en la soberanía del rey. Cualquiera que supone que son copartícipes está creyendo un sinsentido absurdo. De la misma manera, las causas aparentes y los intermediarios no tienen absolutamente ninguna participación en el sustento de Allah para Sus seres. No tienen ningún otro rol más que realizar un servicio de adoración.

 

 

[1] Corán, 112: 1-2

[2] Corán, 31:25; 39:38, 30:22

[3] Corán, 30:22