PALABRA TREINTA Y UNO

Tercer Principio

¿Cuál fue la sabiduría y el propósito de la Ascensión?

La Respuesta: La sabiduría de la Ascensión es tan exaltada que el pensamiento humano no puede comprenderla. Es tan profunda que el pensamiento humano no la puede alcanzar, y tan sutil y delicada que el intelecto no puede verla por sí mismo. Pero incluso si la realidad de las instancias de sabiduría de la Ascensión no se puede comprender, su existencia puede darse a conocer por algunas indicaciones. Por ejemplo, como sigue:

Para demostrar la luz de Su unidad y la manifestación de Su unicidad en estos niveles de multiplicidad, el Creador del universo eligió un individuo ilustre para representar a todos los seres, y lo llevó por medio de una Ascensión que fue como una conexión desde los niveles más lejanos de multiplicidad hasta la fuente de unidad. Allí, dirigiéndose a él como representante de todos los seres concientes, Allah le explicó los propósitos Divinos y se los dio a conocer, y observó con su contemplación la belleza de Su arte y la perfección de Su soberanía en los espejos de Sus seres, e hizo que los observara.

Además, según el testimonio de Sus actos, el Creador, Artista del mundo tiene belleza y perfección infinitas. Ambos, la belleza y la perfección, son amados por sí mismos. Ya que esto es así, el Poseedor de esa belleza y perfección tiene un amor infinito por ellos, y Su amor infinito se manifiesta de muchas maneras diferentes en Sus obras de arte. Él ama Sus obras de arte porque Él ve Su belleza y perfección dentro de ellas.

Los más amados y elevados entre las obras de arte son los seres vivos. Los más amados y elevados entre los seres vivos son los seres concientes. Y por su amplitud, los más amados entre los seres concientes se encuentran entre los seres humanos. El individuo más amado entre los seres humanos es quien ha desarrollado por completo su potencial y probado las muestras dentro de ello de las perfecciones manifestadas en todos los seres y las repartió entre ellos.

Así, para ver en un punto y en un espejo todas las variedades de Su amor diseminadas por todos los seres, y para mostrar, con el misterio de Su unicidad, todas las variedades de Su belleza, el Creador Artista de seres, llevará a una persona que está al nivel de ser un fruto luminoso del árbol de la creación y cuyo corazón es como una semilla que contiene las verdades esenciales de ese árbol, y demostrará el amor por ese individuo, que representa al universo, a través de una Ascensión que es como un hilo que conecta la semilla- que es el origen- con el fruto- que es el fin. Lo llevará ante Su presencia y lo honrará con la observación de la belleza de Sí mismo. Y, para hacerlo esparcir ese estado sagrado hacia otros, Él lo favorecerá con Su Palabra y le encomendará Su Decreto.

Para ver esta sabiduría exaltada, la observaremos a través del telescopio de dos comparaciones.

Primera Comparación: Como se explica en detalle en la historia comparativa de la Palabra Once, había un rey ilustre que tenía numerosos tesoros que contenían diamantes, esmeraldas y joyas de todo tipo. Tenía mucha habilidad en artes extrañas, un conocimiento abarcativo de innumerables artes curiosas, y era un gran erudito y aprendiz de innumerables ciencias maravillosas. Como todo poseedor de belleza y perfección que quiere ver y mostrar su propia belleza y perfección, ese glorioso rey quiso abrir una exhibición y dispuso muestras dentro de él para revelar a la gente la majestuosidad de su soberanía para que la pudieran contemplar, y para manifestar su riqueza brillante, las maravillas de su arte, y las maravillas de su conocimiento. De esta manera podría observar su propia belleza y perfección inmateriales en dos aspectos. El primero era para que él mismo pudiera verlas con sus propias miradas sutiles que conocen todos detalles científicos, mientras que el otro era para que pudiera ver a través de la mirada de los otros.

Como consecuencia de esta sabiduría, el rey comenzó a construir un palacio enorme y espléndido. Estaba dividido magníficamente en departamentos y mansiones. Lo decoró con todo tipo de joyas de sus tesoros, y con sus propias manos llenas de arte lo adornó con las obras más delicadas y hermosas. Lo ordenó con las artes más sutiles de su sabiduría, y lo engalanó con las obras milagrosas de su sabiduría. Luego dispuso mesas con variedad de bendiciones y las más deliciosas comidas apropiadas para cada grupo y preparó un banquete general. Entonces, para mostrarles sus perfecciones a sus súbditos, los invitó al banquete y a contemplar sus perfecciones.

Luego nombró a uno de ellos como el general de rango más elevado, lo invitó a subir de los niveles y mansiones más bajos para pasear por esfera tras esfera en los niveles que surgen una después de otra. Mostrándole las sucesivas máquinas y talleres de su maravilloso arte y los almacenes para los productos que vienen por debajo, lo trajo a su esfera particular y departamento privado. Allí, lo honró al mostrarle la persona bendita que era la fuente de todas esas perfecciones y al llevarlo ante su presencia. Le informó de la verdadera naturaleza del palacio y de sus propias perfecciones. Lo designó como guía para los otros espectadores y lo mandó de regreso. Él debería describirle a la gente al creador del palacio a través de sus contenidos, inscripciones y maravillas, y explicarles a aquellos que entraban al palacio los significados alusivos de las inscripciones dentro de él, lo que significaban las obras de arte, y las inscripciones armoniosas y bien proporcionadas y las obras de arte en su interior, y cómo indicaban las perfecciones y habilidades del dueño del palacio. Debía enseñarles la conducta correcta al contemplar la exhibición, y describir el protocolo y las ceremonias según la complacencia y los deseos del rey educado y habilidoso, que no aparecía.

De exactamente la misma manera, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ الْاَعْـﱱﲄ “Y a Allah Le corresponde la descripción más alta”, el Creador Glorioso, Quien es el Monarca de la Eternidad, deseó contemplar y mostrar Sus infinitas perfecciones y su belleza ilimitada. Entonces Él hizo este palacio del mundo de tal manera que cada ser pronuncia Sus perfecciones con numerosas lenguas y señala Su belleza con muchos signos. El universo muestra a través de todos sus seres los muchos tesoros inmateriales ocultos en todos Sus Más Bellos Nombres y las muchas sutilezas cubiertas en todos Sus títulos sagrados. Y muestra esto de tal modo que, a pesar de que desde la época de Adán, todas las ciencias junto a todos sus principios han estudiado este libro del universo, todavía no se ha leído una diminuta proporción de los significados y signos del libro, que establecen e indican las perfecciones de los Nombres Divinos.

Así, la sabiduría del Glorioso de Belleza, el Bello de Gloria, el Creador Poseedor de Perfección, Quien abre el palacio del mundo como si fuera una exhibición para ver y mostrar Su propia belleza inmaterial y Sus perfecciones, requiere que Él le informe a alguien el significado de los signos del palacio para que no sean en vano y sin beneficio para los seres concientes de la tierra. Su sabiduría requiere que Él haga que uno de ellos viaje por los mundos más elevados, que son las fuentes de las maravillas del palacio y son los tesoros de sus resultados; que Él lo eleve por encima de los otros, lo honre con Su presencia cercana y lo haga viajar por los mundos del Más Allá, y le encomiende numerosas tareas, como un maestro para todos Sus siervos, heraldo de la soberanía de Su Divinidad, anunciante de aquellas cosas que Lo complacen, y exponente de los signos de la creación en el palacio del mundo; que destacara su preeminencia al conferirle las decoraciones de milagro, y diera a conocer por medio de un decreto como el Corán que esa persona es el intérprete personal y veraz del Glorioso Allah.

Así, como ejemplo, hemos demostrado con el telescopio de esta comparación una o dos de las muchas instancias de sabiduría de la Ascensión. Se pueden pensar otras instancias de la misma manera.

Segunda Comparación: Si una persona educada y habilidosa compusiera y escribiera un libro milagroso, y en todas las páginas del libro hubiera tantas verdades como cien libros, y en todas sus líneas tantos significados sutiles como cien páginas, y en todas sus palabras tantas verdades como para llenar cien líneas, y en todas sus letras tantos significados como cien palabras, y si todos los significados y verdades del libro observaran y señalaran las perfecciones inmateriales de su escritor que muestra milagros, seguramente no dejaría cerrado un tesoro inagotable para que sea inútil. Por cierto que se lo enseñaría a otros para que ese libro tan valioso no quedara sin significado ni fuera en vano, y sus propias perfecciones ocultas se volverían obvias y encontrarían su perfección, y su belleza inmaterial se vería; y para que él también estuviera complacido y para que se hiciera amar. Además, haría que alguien vaya por ese libro maravilloso desde la primera página hasta la última y le enseñaría todos sus significados y verdades para que la persona se las enseñara a otros.

De exactamente la misma manera, para mostrar Sus perfecciones, Su belleza, y las verdades de Sus Nombres, el Escritor Eterno ha escrito el universo de tal modo que todos los seres establecen y afirman Sus perfecciones infinitas, Nombres y atributos junto con sus aspectos innumerables. Por supuesto que si el significado de un libro permanece desconocido, su valor se reduce a nada. Sin embargo, un libro como el universo, cada palabra del cual contiene miles de significados, no puede perder su valor ni puede ser obligado a hacerlo.

Ya que esto es así, el Escritor del libro seguramente dará a conocer y explicará una parte de él a cada grupo según su capacidad. Instruirá en todos los contenidos del libro al individuo que tiene el punto de vista más amplio y abarcativo, la conciencia más universal y la habilidad más grande. La sabiduría requiere que Él lleve al individuo en un viaje elevado para enseñarle todos los contenidos de tal libro y sus verdades universales. Es decir, Él lo haría viajar desde el extremo más lejano de los niveles de la multiplicidad, que es la primera página, hasta la esfera de la unicidad Divina, que es la página final. Así, con esta comparación, puedes ver en cierta forma las instancias exaltadas de sabiduría de la Ascensión.

Ahora, consideremos al ateo que está oyendo, y, escuchando a su corazón, sabremos en qué estado se encuentra. Y entonces viene a la mente que su corazón diría: “He comenzado a creer en esto ahora, pero aún no lo comprendo claramente. Tengo otras tres dificultades más importantes:

La Primera: ¿Por qué esta Ascensión poderosa fue en especial para Muhammad el árabe (PyB)?

La Segunda: ¿Cómo es él la semilla del universo? Y dices que el universo fue creado de su Luz, y también que él fue su fruto más lejano e iluminado. ¿Qué significa esto?

La Tercera: En tus explicaciones anteriores dices que él hizo su Ascensión para elevarse hasta el reino celestial y ver las máquinas y talleres de las obras de arte que se encuentran en el reino de la tierra, y los tesoros de sus resultados. ¿Qué significa esto?”

La Respuesta

Tu Primera Dificultad: Se analizó en detalle en las treinta Palabras, entonces aquí dejaremos una lista concisa brevemente indicando las perfecciones de Muhammad (PyB), las pruebas de su profecía, y el hecho de que él fue el más merecedor de hacer la Ascensión. Es como sigue.

Primero: A pesar de las numerosas corrupciones de los textos de las Sagradas Escrituras como la Torá, los Evangelios y los Salmos, en épocas más recientes incluso, un erudito exigente como Husayn Jisri extrajo ciento catorce anunciaciones de la misión profética de Muhammad (PyB), que estableció en su libro Risale-i Hamidiye.

Segundo: Se ha demostrado históricamente que hubo muchas predicciones que anunciaban fehacientemente la misión profética de Muhammad (PyB), como aquellas de los dos adivinos Shiqq y Satih, que, poco antes de la profecía, dieron noticias de ello y del hecho de que él sería el último profeta.

Tercero: Hubo cientos de hechos extraordinarios, famosos en la historia, llamados irhasat, es decir, signos que advertían a la gente del advenimiento de un profeta, como, por ejemplo, la noche del nacimiento de Muhammad (PyB), los ídolos de la Ka’ba se cayeron de sus lugares y el famoso palacio de Khosroes el Persa se partió a la mitad.

Cuarto: La historia y las biografías del Profeta (PyB) muestran que él satisfizo la sed de un ejército con agua que fluyó de sus dedos, que en presencia de una gran congregación en la mezquita el soporte de madera seca sobre el que Muhammad (PyB) se estaba inclinando gimió como un camello y lloró al separarse de él cuando ascendió al púlpito, y que fue distinguido por cerca de mil milagros atestiguados por las aleyas del Corán, como por ejemplo: وَانْشَقَّ الْقَمَرُ “Y la luna se ha partido en dos”. (Corán, 54:1) Al referirse a la división de la luna, y verificado por quienes los investigaron.

Quinto: Cualquiera que considere los hechos y sea justo no puede dudar en estar de acuerdo con que como se acuerda unánimemente entre amigos y enemigos por igual se notaban sus buenas cualidades morales en el nivel más elevado de su personalidad, y que, según el testimonio de todas sus transacciones y actos, atributos y carácter de la más grande excelencia eran evidentes en la forma que él realizaba sus tareas y proclamaba el Islam, y según las cualidades delicadas y la conducta impuesta por la religión del Islam, las virtudes loables del más elevado orden se encontraban en la Sharía que él trajo.

Sexto: Como se alude en la Segunda Indicación de la Palabra Diez, es un requisito de la sabiduría que la Divinidad se manifieste. Y para que este deseo de que la Divinidad se manifieste, se haga realidad en el nivel más elevado y del modo más brillante por la adoración máxima realizada por Muhammad (PyB) en la práctica de  su religión. También, la sabiduría y la verdad requieren que el Creador del mundo muestre Su belleza en su perfección infinita de alguna manera. Y quien cumplió ese deseo, y lo mostró y describió es obviamente la persona de Muhammad (PyB).

También es claramente Muhammad (PyB) quien, en respuesta al deseo del Creador del mundo de exhibir y atraer las miradas atentas hacia Su arte perfecto dentro de la belleza infinita, presagió ese arte con la voz más fuerte.

Nuevamente es necesariamente Muhammad (PyB) quien, en respuesta al deseo del Sustentador de Todos los Mundos de proclamar Su unidad en los niveles de multiplicidad, anunció todos los niveles de unidad, cada uno en el nivel más grande de unidad.

Y, como lo indica la belleza sublime de los seres y como se requiere por la verdad y la sabiduría, el Dueño del mundo desea ver y mostrar en los espejos Su infinita belleza esencial y las sutilezas y cualidades de Su exquisitez. Y nuevamente es obviamente Muhammad (PyB) quien, en respuesta a ese deseo, actuó como un espejo y mostró Su belleza de la forma más radiante, y lo amó e hizo que otros lo amaran.

También, en respuesta al deseo del Creador del palacio de este mundo de exhibir Sus tesoros ocultos, que están llenos de los más maravillosos milagros y de joyas invaluables, y con ellos describir y dar a conocer Sus perfecciones, otra vez es obviamente Muhammad (PyB) quien las exhibió, describió y mostró de la manera más máxima.

También, ya que el Creador del universo lo hizo de una manera tal que Él lo adorna con diferentes variedades de maravillas y embellecimientos y ha incluido seres concientes en él para que puedan viajar y hacer excursiones y reflexionar sobre ello y aprender lecciones, la sabiduría requiere que Él desee dar a conocer los significados y el valor de las obras de arte a quienes las observen y reflexionen sobre ellas. Y otra vez es obviamente Muhammad (PyB) quien, en respuesta a este deseo del Creador del universo, por medio del Sabio Corán, actuó como guía de la manera más abarcativa de los genios y seres humanos, por cierto, de los seres espirituales y de los ángeles.

También, el Soberano Omnisciente del universo desea, por medio de un enviado, hacer que todos los seres concientes desentrañen el misterio oscuro que contiene los objetivos y propósitos del cambio y las transformaciones del universo y resuelvan el enigma de las tres preguntas desconcertantes: “¿De dónde vienen los seres?”, “¿Cuál es su destino?” y “¿Qué son?”. Y otra vez es obviamente Muhammad (PyB) quien, en respuesta a este deseo del Soberano Omnisciente, por medio de las verdades del Corán, desentrañó el misterio y resolvió el enigma de la manera más clara y máxima.

También, el Creador Glorioso del universo desea darse a conocer a los seres concientes por medio de todas Sus obras de arte delicadas y hacer que Lo amen por todas Sus preciosas bendiciones, y por cierto, hacerles saber por medio de un mensajero Sus deseos y lo que Le complacerá a cambio de esas bendiciones. Y otra vez es evidentemente Muhammad (PyB) quien, en respuesta a ese deseo del Creador Glorioso, por medio del Corán, explicó esos deseos y cosas que Lo complacen de la manera más exaltada y perfecta.

También, ya que el Sustentador de Todos los Mundos le ha dado al ser humano, que es el fruto del universo, una habilidad abarcativa que comprende al universo y lo ha preparado para la adoración universal, y ya que, por sus facultades y sentidos, la multiplicidad y el mundo afligen al ser humano, el Sustentador desea sacarlo de la multiplicidad hacia la unidad, de la trascendencia a la permanencia. Y otra vez es obviamente Muhammad (PyB) quien, en respuesta a ese deseo, por medio del Corán, actuó como guía de la manera más abarcativa y completa, y de la mejor manera, y llevó a cabo la tarea de la profecía del modo más perfecto.

De todos los seres, los seres vivos son los más superiores, y entre los seres vivos, los más superiores son los seres conscientes, y entre los seres conscientes los más superiores son los verdaderos seres humanos. Entonces quien de entre los verdaderos seres humanos llevó a cabo las tareas mencionadas anteriormente al nivel más abarcativo y de la manera más perfecta se elevó a través de una Ascensión abarcativa hacia “la distancia de dos arcos o aún más cerca”, llamó a la puerta de la felicidad eterna, abrió el tesoro de la Misericordia, y vio las verdades ocultas de la fe. Nuevamente es él.

Séptimo: Como se ve claramente, los seres se hicieron bellos con un grado absoluto de embellecimiento delicado y decoración. Tal embellecimiento y decoración claramente demuestran que su Creador posee una voluntad extremadamente fuerte para hacer algo bello y la intención de adornarlo. La voluntad de hacer algo bello y adornarlo demuestra que el Creador necesariamente posee un deseo fuerte y un amor sagrado por Su arte. Y entre los seres artísticos, quien mostró en sí mismo las maravillas más abarcativas y sutiles del arte, y las conoció y las dio a conocer y se hizo amar, y quien apreció las bellezas que se encuentran en los otros seres, declarando: ¡Ma’shallah! “¡Qué maravillas Allah ha deseado!”, y fue el más amado a la mirada de su Creador, Quien alimenta y ama Su arte, seguramente fue él.

Así, quien, declarando: Subhanallah “¡Glorificado sea Allah! ¡Ma’shallah! ¡Qué maravillas Allah ha deseado! Allahu Akbar  ¡Allah es el más Grande!” ante la exquisitez que engalana a los seres artísticos y las cosas sutiles y perfecciones que los iluminan, hace que los cielos resuenen, y quien, por las melodías del Corán, hace que el universo retumbe, y por su admiración y apreciación, su contemplación y muestra, y su mención de los Divinos Nombres y la afirmación de la unidad Divina, llevan a la tierra y al mar al éxtasis, es otra vez obviamente aquél (PyB).

Y entonces, según el significado de اَلسَّبَبُ كَالْفَاعِلِ ‘la causa es como el hacedor’, es pura verdad y absoluta sabiduría que quien en cuya balanza se encuentra el equivalente de todas las buenas obras realizadas por su comunidad, y cuyas perfecciones espirituales arrojan fuerza de las bendiciones de toda su comunidad, y quien, como resultado de las tareas que cumplió en su misión profética, recibió recompensa inmaterial y emanaciones ilimitadas de misericordia y amor Divino, avance por el camino de la Ascensión hasta el Paraíso, “junto al Loto del límite”, el Trono Divino, y “la distancia de dos arcos o aún más cerca”.

Tu Segunda Dificultad: ¡Oh, tú que estás escuchando! Esta segunda verdad que haces difícil es tan profunda y exaltada que la mente no puede elevarse hasta ella ni acercársele. Se puede ver sólo con la luz de la fe. Sin embargo, el hecho de que esta verdad existe puede acercarnos al entendimiento por medio de algunas alegorías. En cuyo caso, intentaremos hacer eso en un pequeño nivel.

Así, cuando el universo se considera desde el punto de vista de la sabiduría, se ve que lleva el significado de un árbol poderoso. Porque tal como un árbol tiene ramas, hojas, flores y frutos, así también en este mundo bajo- que es una parte del árbol de la creación-hay elementos, que son como sus ramas; plantas y árboles, que son como sus hojas; animales, que son como sus flores; y el ser humano, que es como el fruto.

Además, el Nombre Divino de Omnisciente requiere que una ley de ese Creador Glorioso que está en vigencia en los árboles generalmente también estará en vigencia en el árbol poderoso. Ya que esto es así, la sabiduría requiere que el árbol de la creación también esté formado de una semilla, y tal semilla contiene las esencias y los principios de otros mundos además del mundo corpóreo. Porque la semilla fundamental y original del universo que comprende miles de diferentes mundos, no puede ser un pedacito de materia disecada.

Ya que antes del árbol del universo no había otro árbol del mismo tipo, también es un requisito del Nombre de Omnisciente que el significado y la luz, que son como una fuente y una semilla de él, estén cubiertos con las vestimentas de un fruto del árbol del universo. Porque una semilla no puede estar permanentemente desvestida. Y ya que al comienzo de la creación no estaba cubierta en la vestimenta de un fruto, seguramente se vestiría con ella al final. Y ya que ese fruto es la humanidad, y ya que, como se demostró anteriormente, el fruto más famoso y el resultado sublime de entre la humanidad, que atrajo la atención de todos y restringió para sí mismo la mirada de una quinta parte de la humanidad, y con sus cualidades morales y espirituales hizo que el mundo lo considerara con sentimientos de amor o de asombro, es la persona de Muhammad (PyB), por cierto, la luz, que fue la semilla de la que el universo se formó, se vestiría  en corporeidad en su persona y aparecería en forma de un fruto final.

¡Oh, oyente! ¡No consideres improbable que este universo extraño y poderoso sea creado de la esencia particular de un ser humano! ¿Por qué el Todopoderoso de Gloria, Quien crea un enorme pino – una especie de mundo – de una semilla del tamaño de un grano de trigo, no crearía al universo de ‘la Luz de Muhammad’ (PyB)? [1] ¿Por qué no podría hacerlo?

Ya que, como el Árbol de Tuba, el árbol del universo tiene sus raíces y tronco por encima y las ramas por debajo, hay una línea luminosa que conecta desde el nivel de la fruta por debajo hasta el de la semilla original. Así, la Ascensión es lo que cubre y forma esa línea que conecta, el camino que Muhammad (PyB) abrió. Atravesó su cercanía de Allah, regresó por su misión profética, y dejó la puerta abierta. Los evliyas de su comunidad lo siguieron, viajaron por esa carretera luminosa con el corazón y el espíritu a la sombra de la Ascensión del Profeta (PyB) y, según sus habilidades, subieron a rangos elevados.

También – como se demostró anteriormente – el Creador del universo lo hizo y lo engalanó en forma de palacio para los objetivos demostrados en la respuesta a la Primera Dificultad. Ya que Muhammad (PyB) es el medio para darse cuenta de todos esos objetivos, debe haber sido favorecido por el Creador del universo antes de la creación del universo, debe haber sido el primer receptor de Su manifestación. Porque el resultado y el fruto de algo se considera primero. Es decir, la existencia material viene a lo último y viene primero inmaterialmente. Sin embargo, ya que Muhammad (PyB) fue el más perfecto fruto, y el medio de todos los otros frutos que adquieren valor, y el medio de todos los objetivos que se manifiestan, su Luz debe haber recibido la primera manifestación de creatividad.

Tu Tercera Dificultad: Es tan extensiva que aquellos como nosotros con mentes estrechas no pueden contenerlo ni comprenderlo. Sin embargo, podemos mirarlo de lejos.

Sí, los talleres inmateriales y las leyes universales del mundo bajo están en los mundos más elevados. Y los frutos de las acciones de los genios y de los seres humanos y los resultados de las acciones de todos los innumerables seres de la tierra- que es una exhibición de obras de arte- están también representados en los mundos más elevados. Además, muchos signos y el testimonio de muchas narraciones muestran que las buenas obras tomarán la forma de los frutos del Paraíso y las malas tomarán la forma de las comidas agrias del Infierno. La sabiduría de la creación y el Nombre Divino del Omnisciente hacen que esto sea necesario y el Sabio Corán lo indica.

Por cierto, la multiplicidad sobre la faz de la tierra está tan esparcida y la creación está tan ramificada que muy por encima de todos los seres dispersos por el universo están las especies de seres y clases de seres. Éstas se encuentran sobre el globo terráqueo, siempre cambiante, siempre llenando la tierra y vaciándose de ella. Así, las fuentes y minas de esta multiplicidad y estos particulares son leyes universales y manifestaciones universales de los Nombres Divinos.

Esas leyes universales y manifestaciones universales y abarcativas de los Nombres son los cielos que son, en cierta forma, puros e indistintos y cada uno forma un cielo que es como el Trono y el techo de un mundo y que es su centro de dirección. Uno de esos mundos es el Paraíso, “junto al Loto del límite. A cuyo lado está el jardín del Refugio”. Está establecido por las cuentas que dio el Portador de Buenas Nuevas (PyB) que la alabanza y la glorificación sobre la tierra toma la forma de los frutos del Paraíso[2]. Así, estos tres puntos demuestran que los tesoros de los resultados y los frutos producidos sobre la tierra están allí, en los cielos, y que las cosechas y productos de esos resultados y frutos también regresan allí.

No digas: “¿Cómo puede ser que mis palabras Alhamdulillah ‘¡Alabado sea Allah!’, que se forman sólo de aire, se vuelvan un fruto corpóreo del Paraíso?”. Porque a veces, mientras sueñas, comes en forma de una manzana deliciosa una buena palabra que dijiste durante el día mientras estabas despierto. Y a veces comes de noche, en forma de algo agrio, una palabra horrible que dijiste durante el día. Si calumnias y difamas a otros, comerás en forma de carne podrida. En cuyo caso, las buenas palabras y las palabras horribles que dices en el sueño de este mundo, comerás en forma de frutos en el mundo del Más Allá, que es el mundo de la conciencia. No deberías considerar improbable que las comerás.

[1] Suyuti, al-Hawi li’l-Fatawa, ii, 545; Qastalani, al-Mawahib al-Ladunniyya, i, 25-83.

[2] Kanz al-‘Ummal, i, 459-60; Manzari, al-Targhib wa’l-Tarhib, ii, 422-3.