PALABRA TREINTA

Segundo Objetivo

[El Segundo Objetivo señala una sola gema del tesoro de la siguiente aleya, y se relaciona a la transformación de las partículas.]


وَقَاـلَـ الَّذ۪ينَ كَــفَرُوا لَا تَاْت۪ينَا السَّاعَةُ قُلْ بَـﱱﲄ وَرَﯹﱎﰇ لَتَاْتِيَنَّكُــمْ
عَالِمﭭ الْغَيْبِ لَا يَعْزُـبُـ عَنْهُ مِثْقَاـلُـ ذَرَّةٍ ﯺﰆ السَّمٰوَاـتِـ وَلَا ﯺﰆ الْاَرْـضِـ

وَلَٓا اَصْغَرُ مِنْ ذٰلِكَ وَلَٓا اَكْبَرُ اِلَّا ﯺﰍ كِــتَابٍ مُب۪ـينﭰ   ﱳ    (34:3 ,ánrCo)

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

 [Este Segundo Objetivo señala el peso de un mero átomo del gran tesoro de esta aleya; es decir, una joya del cofre de la partícula, y discute en cierto modo su movimiento y deber. Consiste de una Introducción y tres Puntos.]

Introducción

La transformación de las partículas son las vibraciones y correrías que ocurren mientras los signos de la creación se escriben en el libro del universo con la pluma de poder del Eterno Que Inscribe. No son juegos casuales y movimientos mezclados, sin significado como creen los materialistas y naturalistas.  Porque como todos los seres, cada partícula dice Bismillah “En el Nombre de Allah” al comienzo de su movimiento, y levanta cargas infinitamente mayores a su fuerza. Por ejemplo, una semilla del tamaño de un grano carga con un enorme pino. Y al completar su tarea, dice: Alhamdulillah “Alabado sea Allah”. Porque al exhibir un arte que es bello y lleno de propósito y una decoración que es delicada y llena de beneficios que deja a todas las mentes estupefactas, muestra una obra de arte como una oda en alabanzas al Creador Glorioso. Mira cuidadosamente a las granadas y al maíz, por ejemplo.

Por cierto, las transformaciones[1] de las partículas son el movimiento y las vibraciones significativas que proceden según el dictado y los principios del ‘Libro Explícito’, que es un título del conocimiento y la orden Divina y es el arreglo del origen pasado y la progenie futura de todo en el Mundo de lo No-Visto. Proceden por medio de la trascripción del ‘Libro Explícito’, que es un título para el poder y la voluntad Divinos y está formada del tiempo presente y el Mundo Manifiesto y consiste de la libre disposición de ese poder y esa voluntad en la creación de las cosas. Así, este movimiento y esta vibración significativa proceden de la escritura y el dibujo de las palabras de poder en la ‘Tabla de Borradura y Reafirmación’, que es una página metafórica, y la realidad del fluir del tiempo.

PRIMER PUNTO: El Primer Punto trata dos Asuntos.

PRIMER ASUNTO: En cada partícula, en su movimiento y también en su inmovilidad, dos luces de la unidad Divina brillan como el sol. Porque como se demuestra brevemente en la Primera Indicación de la Palabra Diez y en detalle en la Palabra Veintidós, si cada partícula no fuera un oficial de Allah actuando con Su permiso y bajo Su autoridad, y si no se transformara dentro de Su conocimiento y poder, entonces cada partícula debe tener infinito conocimiento y poder ilimitado; debe tener ojos que todo lo ven, un rostro que mira todas las cosas y una autoridad sobre todas las cosas. Porque cada partícula de los elementos actúa, o puede actuar, de una manera ordenada en todos los seres vivos. Pero el orden dentro de las cosas y las leyes según las que están formados difieren de una cosa a la siguiente. Si las partículas no supieran su orden, no podrían actuar, incluso si pudieran actuar, no podrían hacerlo sin error. En cuyo caso, las partículas que están realizando sus tareas en seres están actuando con el permiso y a la orden, y dentro del conocimiento y por la voluntad, del dueño de un conocimiento abarcativo o ellas mismas deben tener semejante conocimiento y poder abarcativo.

Sí, todas las partículas de aire pueden entrar en los cuerpos de todos los seres vivos, los frutos de todas las flores, y las estructuras de todas las hojas. Pueden actuar dentro de ellos, a pesar de la forma en que están formados los seres, todos diferentes y su orden y sus sistemas son bastante distintos. Como si la fábrica de un higo fuera un telar para bordar telas y la fábrica de una granada fuera una máquina para producir azúcar, y así sucesivamente; los programas de sus estructuras y cuerpos son todos diferentes unos de otros. Una partícula de aire, entonces, entra o puede entrar en todos ellos. Toma su posición y actúa de una forma sabia y magistral sin error. Y al completar su tarea, parte. Una partícula en movimiento del aire en movimiento, en consecuencia, debe conocer las formas, los diseños, las medidas y las formaciones con las que las plantas y los animales, e incluso las frutas y las flores se visten, o bien debe ser un oficial actuando bajo la orden y la voluntad de alguien que sí sabe.

De modo similar, con una partícula estática de tierra estática: ya que tiene la habilidad de ser el medio y el lugar de cultivo para todas las semillas de todas las plantas que florecen y los árboles que dan frutos, debe haber en la partícula misma o en la porción del suelo que es su pequeña casa, maquinaria y fábricas inmateriales que trabajan bien en orden en todas las variedades de árboles y plantas, y flores y frutos – de hecho, es en cada partícula que debe haber una fábrica peculiar a ella y todo el equipamiento y la maquinaria que se necesita para el funcionamiento de la fábrica – o bien debe tener un conocimiento milagroso que sabe todo de todas las cosas y un poder milagroso que crea todo de la nada; o, aquellas tareas se realizan por la orden y con el permiso de Quien es Conocedor de Todas las Cosas, y a través del poder y de la fuerza de Quien es Absolutamente Poderoso sobre Todas las Cosas.

Si una persona sin entrenamiento e inexperta, común, simple y ciega fuera a Europa y entrara a todas las fábricas y máquinas, trabajara en todas las artes y en todas las bancos de trabajo de manera perfecta, ordenada y magistral, si produjera tales obras que fueran infinitamente sabias y artísticas a tal punto que dejara a todos sorprendidos, cualquiera con un grano de conciencia sabría que esa persona no estaría actuando por su propia iniciativa, sino que un maestro de todos las industrias le estaba enseñando y haciéndolo trabajar.

Y si hubiera una persona ciega e impotente que viviera en una pequeña casa sencilla y no pudiera ni siquiera levantarse de su silla, y si pequeños fragmentos de piedra, y pedacitos de material como hueso o algodón entraran a su pequeña casa y luego surgieran bolsas de azúcar, fardos de tela, cajones de joyas, vestimentas delicadas incrustadas de joyas y alimentos deliciosos, ¿acaso alguien con un grano de inteligencia no diría: “Esa persona es un desdichado portero o meramente un pasador en la puerta de la fábrica de un ser maravilloso y milagroso, que es la fuente de sus milagros”?

De exactamente la misma manera, el movimiento y las tareas de las partículas del aire en las plantas y los árboles, en las flores y frutos, que todos son misivas de Allah, todo lo que existe necesita de Él, sin que Él necesite nada. Las antiguas obras de arte de Allah Soberano, milagros de poder y maravillas de sabiduría, indican que las partículas están actuando bajo la orden y la voluntad del Creador Omnisciente y Glorioso, del Creador Generoso y Bello.

Las partículas de tierra, también, ya que son la fuente y los medios para los brotes, árboles y las plantas producidos por las semillas, cada una de las cuales es una fábrica y una mesa de trabajo diferente, una imprenta, un tesoro y una antigüedad diferentes, un manifiesto diferente que proclama los Nombres del Creador Glorioso y recita una oda loando Sus perfecciones, es tan definitivo como que dos más dos son cuatro, que las partículas de tierra están actuando a la orden, con el permiso, y a través de la voluntad y el poder de un Creador Glorioso Quien es el Señor de la orden de “¡Se! Y es”, etc. y bajo Cuya orden todo está subyugado. En esto creemos.

SEGUNDO ASUNTO: El Segundo Asunto indica brevemente las tareas y las instancias de sabiduría en el movimiento de las partículas.

Los materialistas, cuyo uso de su razón está limitado a lo que ven sus ojos, sus conocimientos sin sabiduría, en sus filosofías sin sentido que se basan en fundamentos de fugacidad, han tomado las transformaciones de las partículas, que consideran como el resultado de la coincidencia, como la base fundamental de todos sus principios y han mostrado que las obras de arte Divinas resultan de esas transformaciones. Cualquiera con un grano de inteligencia sabría qué contrario a todo razonamiento es atribuirle los seres adornados con infinitas instancias de sabiduría a algo basado en la coincidencia sin propósito ni sentido ni orden.

Mientras que, desde el punto de vista de la sabiduría del Sabio Corán, las transformaciones de las partículas tienen muchos propósitos y deberes, instancias de sabiduría. El Corán señala estas tareas e instancias de sabiduría con muchas de sus aleyas, como por ejemplo:

وَاِنْ مِنْ شَىْءٍ اِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِه۪ “No hay nada que no Lo glorifique alabándolo”. (Corán, 17:44) Mencionaremos muchas de éstas por medio de ejemplos.

El Primero: Al renovar y refrescar las manifestaciones de Su acto de creación, el Necesariamente Existente toma a todos los espíritus como modelos y para vestirlos cada año con cuerpos frescos a través de milagros de Su poder, y a través de Su sabiduría para transcribir miles de libros diferentes de cada libro, y para demostrar una verdad de forma constantemente diferente, y también para preparar el suelo y abrir camino para los seres, mundos y universos, que siguen uno detrás del otro, grupo por grupo, el Creador Glorioso hace que las partículas se muevan y las emplea por Su poder.

El Segundo: El Señor Glorioso de Toda Soberanía creó este mundo, y especialmente el campo de la faz de la tierra, en forma de una propiedad cultivada. Es decir, la preparó de modo tal que florezca y produzca cultivos siempre frescos y que Él pudiera sembrar y cosechar los innumerables milagros de Su poder. Así, al provocar el movimiento de las partículas con sabiduría y al emplearlas de un modo ordenado en Su campo de la faz de la tierra, Él muestra en cada época, cada estación, cada mes, por cierto, cada día, y cada hora, muchos universos a través de los milagros de Su poder, y hace que Su campo produzca diferentes cultivos constantemente. Demuestra con el movimiento de las partículas, las bendiciones del tesoro infinito de Su misericordia y las muestras de Su poder infinito.

El Tercero: El Eterno que Inscribe hizo el movimiento de las partículas con perfecta sabiduría y las empleó con perfecto orden para que, al mostrar los bordados de las infinitas manifestaciones de los Nombres Divinos, Él pudiera exhibir los innumerables bordados en un campo limitado, y establecer las manifestaciones de los Nombres, y Él pudiera escribir los infinitos signos, que señalarán los infinitos significados en una pequeña página.

Sí, en esencia, los cultivos de este año son como aquellos del año pasado, pero sus significados son diferentes. Ya que las determinaciones relativas se cambian, sus significados cambian y aumentan. Y a pesar de que las determinaciones relativas y las personificaciones transitorias se reemplazan y son aparentemente efímeras, sus bellos significados se preservan y son constantes y permanentes.

Ya que las hojas, las flores y los frutos del árbol de la primavera pasada no tienen espíritus, en realidad son iguales a aquellas de esta primavera. Pero las personificaciones relativas difieren. Y, las personificaciones relativas de esta primavera reemplazan aquellas de la primavera pasada con personificaciones diferentes para establecer los significados de las funciones de los Nombres Divinos, cuyas manifestaciones se renuevan constantemente.

El Cuarto: El Omnisciente y Glorioso provoca el movimiento de las partículas en el semillero estrecho de este mundo, en el taller y el campo de la faz de la tierra. Así haciendo que el cosmos fluya y que los seres viajen, para cultivar cosas como cosechas o ítems de decoración o provisión adecuada para el más amplio Mundo de las Dimensiones Internas de las Cosas, e innumerables otros mundos del Más Allá, como el Mundo infinito de las Similitudes. Así Él cultiva en este pequeño mundo grandes cantidades de cosechas apropiadas para esos inmensos mundos. Él provoca una inundación interminable para que fluya por el mundo del infinito tesoro de Su poder y para volcarla en el Mundo de lo Oculto, y, parte de ella en los mundos del Más Allá.

El Quinto: Al provocar el movimiento de las partículas con perfecta sabiduría a través de Su poder y al emplearlos con perfecto orden para mostrar las infinitas perfecciones Divinas, innumerables manifestaciones de belleza y de gloria, e incontables glorificaciones divinas en este campo estrecho y limitado y en este tiempo limitado y corto, Él provoca incontables glorificaciones en un tiempo corto y en un campo limitado. Muestra infinitas manifestaciones de Su belleza, gloria y perfección. Crea muchas verdades relacionadas a lo Oculto, muchos frutos para el Más Allá, y una gran cantidad de bordados y tejidos significativos de Sí Mismo y de formas de seres efímeros apropiados para el Mundo de las Similitudes y la Tabla. En consecuencia, Quien provoca el movimiento de las partículas es Quien muestra estos grandes propósitos y poderosas instancias de sabiduría. Si fuera de otro modo, debería haber un cerebro tan grande como el sol en cada partícula.

Aquellos filósofos tontos suponen que no tienen un propósito las transformaciones de las partículas, que ocurren con sabiduría que no se limita a los cinco ejemplos mencionados, sino con una sabiduría infinita. Se encaprichan con que las partículas, que giran como derviches mevlevíes glorificando a Allah y recitando Sus Nombres en dos movimientos extasiados, uno que gira sobre su eje, y el otro haciendo círculos, están dando vueltas como si estuvieran aturdidas y sin un objetivo. Se puede entender de esto, entonces, que su conocimiento no es conocimiento, es ignorancia, y su filosofía es inútil.

(Se tratará un sexto ejemplo más largo en el Tercer Punto)

SEGUNDO PUNTO: En cada partícula hay dos evidencias veraces de la existencia y la unidad del Necesariamente Existente. Por cierto, al llevar a cabo sus importantes tareas concienzudamente y al levantar cargas poderosas a pesar de no tener poder ni vida, una partícula da testimonio decisivo de la existencia del Necesariamente Existente. Y al conformar el orden universal peculiar para cada lugar que entra, al establecerse en cualquier lado como si fuera su patria, da testimonio de la unidad del Necesariamente Existente y de la unicidad de ese Ser Quien es el Dueño de todas las cosas, con sus caras aparentes y sus aspectos internos que miran hacia Él. Quien sea que posea las partículas debe poseer también todos los lugares en donde entran.

Así, la partícula es impotente, ya que sus cargas son extremadamente pesadas y sus tareas son infinitas, demuestran que se mueven y actúan a la orden de Quien Posee Poder Absoluto y en Su nombre. Y, el hecho de que, como a sabiendas, conformen el orden universal del cosmos y entren a cada lugar sin obstáculos demuestra que actúan a través del poder y de la sabiduría de un solo Ser Poseedor del Conocimiento Absoluto.

Un soldado establece relaciones con su pelotón, su compañía, su batallón, su regimiento y su división, y así sucesivamente, y tiene tareas relacionadas a cada uno. Ya que conoce todas esas relaciones y tareas, él actúa según ellas. Porque al haber recibido entrenamiento e instrucción bajo la disciplina militar, acata las órdenes y reglas de un solo comandante supremo que ordena todas esas acciones.

De la misma manera, todas las partículas se ubican adecuadamente dentro de los compuestos, y en los compuestos tienen relaciones beneficiosas y diferentes tareas bien reguladas que arrojan sabios resultados que son todos diferentes. En consecuencia, seguramente es sólo Uno Quien tiene al alcance el poder de todo el universo y Quien puede ubicar las partículas de tal modo como para preservar todas sus relaciones y tareas en los compuestos, y no arruinar los sabios resultados.

Por ejemplo, una partícula ubicada en el ojo de Tevfik[2] está ubicada adecuadamente con respecto a los vasos sanguíneos como las arterias y venas; los nervios motores y sensoriales, tiene una relación sabia y con un propósito con el rostro, y luego con la cabeza, el tronco, y con todo el cuerpo humano, y tiene tareas beneficiosas en relación a cada uno. Esto demuestra que sólo un Ser que crea todos los miembros del cuerpo será capaz de ubicar a cada partícula en esa posición.

Las partículas que entran en el cuerpo como sustancia en la caravana de la comida en particular hacen su viaje con un orden y una sabiduría sorprendentes. En su camino, pasan por modos y etapas de manera ordenada, y progresando concienzudamente sin confusión continúan hasta que son coladas por cuatro filtros en el cuerpo de los seres vivos. Entonces se cargan en los glóbulos rojos para ir en ayuda de los miembros y las células que necesitan sustento, haciendo que su ayuda resulte según una ley de bendición. De esto se puede comprender con claridad que Quien conduce estas partículas y las hace pasar por miles de diferentes estados debe necesariamente ser un Sustentador Generoso, un Creador Compasivo, en relación a Cuyo poder las partículas y las estrellas son iguales.

Además, todas las partículas actúan dentro de bordados del arte mayor y tienen una relación con todas las otras partículas allí. Ya que cada una está en una posición tanto de dominación como subyugación con todo el resto, ambas para cada una individualmente y para todas ellas en general, ya sea que conoce y crea ese bordado maravillosamente habilidoso y un arte ornamentado que demuestra sabiduría, que es mil veces imposible, o bien cada una de ellas es un punto asignado a ese movimiento, que procede de la ley del Decreto Divino y de la pluma de poder del Artesano Omnisciente.

Por ejemplo, si las piedras del domo de la mezquita de Santa Sofía no dependieran de la orden y de la habilidad de su arquitecto, todas las piedras deben tener la habilidad en el arte de construir como la del arquitecto Sinan, y debe estar sometido y también dominar al resto de las piedras. Es decir, deben tener el poder de decir: “Vengan, parémonos hombro con hombro para no caer y colapsar”.

De la misma forma, si las partículas de los seres, que son más artísticos, asombrosos y sabios que el domo de Santa Sofía, no dependen de la orden de un maestro constructor del universo, a cada una de ellas se le debe atribuir tantos atributos de perfección como los del Creador del universo.

Feya Subhanallah ¡Glorificado sea Allah!  Ya que los incrédulos y materialistas no aceptan al Necesariamente Existente, se ven obligados según su fe a aceptar tantos dioses falsos como partículas existen. Así, sin importar qué ilustre filósofo o erudito pueda ser un incrédulo, está inmerso en una profunda ignorancia al grado extremo y es una ignorancia absoluta.

TERCER PUNTO: Este Punto es una indicación del sexto ejemplo de las instancias poderosas de sabiduría en el movimiento de las partículas, que prometimos al final del Primer Punto.

Como establecimos en el pie de página de la respuesta a la Segunda Pregunta de la Palabra Veintiocho, otra instancia de sabiduría de las miles contenidas en las transformaciones de las partículas es iluminarlas, darles vida y hacerlas significativas para que sean apropiadas para la construcción del mundo del Más Allá. Es como si los cuerpos de los animales y humanos, e incluso de las plantas, fueran como casas de huéspedes, cuarteles y escuelas para aquellos que entran a tomar lecciones y entrenarse; las partículas inanimadas entran en ellos y se iluminan. Simplemente, las partículas reciben entrenamiento e instrucción y obtienen un tipo de iluminación dejando la relación con lo material. Pero al cumplir diversas tareas, se vuelven merecedores de ser partículas en el mundo de la permanencia y el reino del Más Allá, que está vivo con todos sus elementos.

PREGUNTA: ¿Cómo se sabe que hay sabiduría en el movimiento de las partículas?

RESPUESTA: Primero: Se sabe a través de la sabiduría del Creador, que está demostrado por todos los sabios beneficios, propósitos y el orden de todas las obras de arte. Porque una sabiduría que le adjunta sabiduría universal a algo muy particular no dejaría sin sabiduría ni propósito al movimiento de las partículas, que demuestran la más grande actividad en el flujo del universo y son los medios de los bordados llenos de sabiduría. También, una sabiduría y soberanía que no deja ni al ser más pequeño sin un salario, recompensa y perfección en sus tareas, no dejaría sus más numerosos oficiales y siervos principales sin luz, sin un salario.

Segundo: Al provocar el movimiento de los elementos y al emplearlos, el Artesano Omnisciente los eleva al nivel de minerales como si fuera un salario de perfección y los instruye en la glorificación peculiar de los minerales. Al provocar el movimiento de los minerales y al emplearlos, Él les confiere el rango del nivel de vida vegetal. Al presentar la vida vegetal en forma de sustento, Él les otorga, con su movimiento y empleo, el nivel de delicadeza de vida animal. Al emplear a las partículas en los animales, Él las eleva al ser sustento al nivel de vida humana. Al purificar las partículas en un cuerpo humano, al filtrarlas repetidamente y al favorecerlas, Él las promueve a los lugares más delicados y sutiles, que son el cerebro y el corazón. De todo esto se puede entender que el movimiento de las partículas no está sin sabiduría, sino que las partículas son forzadas a apresurarse hacia una especie de perfección merecedora de sí mismas.

Tercero: Entre las partículas de los seres vivos, algunos, como los de las pepitas o semillas, reciben tanta luz, delicadeza y cualidad que son como un espíritu o un rey para el resto de las partículas, para un árbol enorme, por ejemplo. Así, ya que entre todas las partículas de un árbol enorme algunas se elevan a este rango al cumplir sus tareas delicadas y al pasar por muchas etapas en la vida del árbol, demuestra que por la orden del Artesano Omnisciente estas partículas reciben una delicadeza, una luz, un rango y una instrucción espirituales por cuenta de y en honor a los Nombres Divinos manifestados en ellas según los tipos de movimientos que son las funciones de sus naturalezas, y en honor a ellos.

Para Concluir: Ya que el Artesano Omnisciente ha especificado para todo un punto de perfección y un nivel de refulgencia de existencia apropiado a ello, al darle a todo una habilidad que lucharán para alcanzar ese punto de perfección, Él los conduce hacia allí. Esta ‘Ley de Soberanía’ está en vigencia en todas las plantas y todos los animales, como así en los seres inanimados, en los que promueve a la tierra llana al rango de diamantes y al nivel de joyas invaluables. Dentro de esta verdad, el borde de una poderosa Ley de Soberanía’ se evidencia.

Y ya que el Creador Generoso otorga como pago a los animales que Él emplea en la poderosa ley de engendramiento un placer particular como una especie de salario. Y Él les da un salario de perfección a los animales empleados en otras funciones divinas, como las abejas y los ruiseñores, por ejemplo. Él les confiere un nivel en donde sienten entusiasmo y reciben placer. Y dentro de esto el borde de una poderosa ‘Ley de Bendición’ se evidencia.

Y ya que la realidad de todo mira hacia la manifestación de uno de los Nombres de Allah Todopoderoso, y está ligada a él, y es un espejo de él; cualquier belleza que se evidencia en cada una, es debido al honor de ese Nombre; el Nombre requiere que así sea. Si la cosa es o no conciente de ello, bajo el punto de vista de la realidad esta situación bella es deseada. Y de esta verdad, el borde de una muy poderosa ‘Ley de Belleza y de Hacer lo Bello’ se evidencia.

Y ya que, como lo requiere Su ley de bendición, cuando la vida de una cosa termina, el Creador Generoso no le quita el rango y la perfección que Él le ha otorgado, sino que hace permanente los frutos, resultados, significado y la identidad inmaterial de ese portador de perfección, y, si tiene un espíritu, su espíritu. Por ejemplo, Él hace permanente los significados y frutos de las perfecciones que Él ha manifestado en el ser humano de este mundo. Incluso regresarán a un creyente agradecido la personificación del agradecimiento y las alabanzas para los frutos efímeros que ha comido en la forma de un fruto del Paraíso. Y en esta verdad, el borde de una poderosa ‘Ley de Misericordia’ es evidente.

Y ya que el Creador Inigualable no desperdicia nada, Él no hace nada en vano. Incluso utiliza en las obras de arte de la primavera los escombros materiales de aquellos del otoño anterior, quienes, al haber cumplido con sus deberes, han muerto, incluyéndolos en su construcción.

Por cierto, según el misterio de: يَوْمَ تُبَدَّلُ الْاَرْضُ غَـيْرَ الْاَرْضِ[3]

Y la indicación de: وَاِنَّ الدَّارَ الْاٰخِرَةَ لَهِىَ الْحَيَوَانُ[4] Es por cierto un requisito de sabiduría que las partículas de la tierra, que son inanimadas e inconscientes aún realicen importantes tareas en este mundo, sean utilizadas e incluidas en algunas de las construcciones del Más Allá, las piedras, los árboles y todas las cosas de las que seguramente son animadas y concientes. Porque para dejar en este mundo las partículas del mundo cuando haya sido destruido o arrojarlas a la inexistencia sería un desperdicio. Y de esta verdad, el borde de una poderosa ‘Ley de Sabiduría’ es evidente.

Y ya que muchos de las obras, la espiritualidad y frutos de este mundo, y las páginas tejidas con los actos y las obras, y los espíritus y los cuerpos, de aquellos como los genios y seres humanos que están encargados de la Responsabilidad son enviados al mercado del Más Allá. Por cierto, es un requisito de justicia y sabiduría que después de haber recibido su perfección particular según el desempeño de sus tareas, las partículas de la tierra, que acompañan y sirven a esos frutos y significados, sean incluidos en la construcción del Más Allá. Es decir, se incluirán en él junto con los escombros de este mundo, que será destruido, después de muchas veces de servir y recibir la luz de vida, y después de ser el medio para las glorificaciones de los seres vivos. Y de esta verdad, el borde de una verdaderamente poderosa ‘Ley de Justicia’ es evidente.

Y ya que, tal como el espíritu domina al cuerpo, así también las órdenes que hacen que las cosas existan, que están escritas por el Decreto Divino, dominan las materias inanimadas. Las materias inanimadas son capaces de asumir una posición y un orden debido a la escritura inmaterial del Decreto Divino.

Por ejemplo, en todos los tipos de huevos y esperma, y las variedades de semillas y granos, las materias adquieren diferentes rangos y luces según las órdenes que hacen que las cosas existan, es están todas escritas diferentes por el Decreto Divino. Las materias inanimadas de las semillas, que son todas iguales según su sustancia[5], se vuelven la fuente de innumerables seres diferentes. Obtienen rangos y luces que son todas diferentes. Por cierto, entonces, es un requisito de un conocimiento abarcativo que si una partícula ha estado repetidamente al servicio de la vida y de las glorificaciones divinas que están en la vida, la sabiduría de esos significados se grabará en las frentes inmateriales de la partícula por la pluma del Decreto Divino, que no es negligente con nada. Y en esto, el borde de una poderosa ‘Ley del Conocimiento Abarcativo’ es evidente. Ya que esto es así, las partículas no quedan sin un propósito  [6].

En breve: Más allá de los bordes visibles de cada una de las siete leyes mencionadas anteriormente, es decir, la ‘Ley de Soberanía’, la Ley de Bendición’, la ‘Ley de Belleza’, la ‘Ley de Misericordia’, la ‘Ley de Sabiduría’, la ‘Ley de Justicia’ y la ‘Ley del Conocimiento Abarcativo’, y de muchas otras leyes amplias, se señala el Nombre Más Grande y la manifestación más grande de ese Nombre Más Grande. Se puede entender de esta manifestación que, como el resto de los seres, las transformaciones de las partículas en este mundo están ocurriendo con un equilibrio sensible medido con conocimiento, según las órdenes dadas por el poder Divino que hace que las cosas existan, sobre los límites trazados por el Decreto Divino, por las instancias más exaltadas de sabiduría. Simplemente, se preparan para ir a otro mundo más elevado[7]. En cuyo caso, los seres vivos son cada uno como una escuela, un cuartel y una casa de huéspedes para la instrucción de aquellas partículas viajeras. Se puede afirmar con certeza que esto es así.

CONCLUSIÓN: Como se afirma y se demuestra en la Primera Palabra, todas las cosas dicen: Bismillah “En el Nombre de Allah”. Así, como todas las cosas, todas las partículas y todos los grupos y recopilación particular de partículas dicen: Bismillah “En el Nombre de Allah” a través de su estado, y están en movimiento.

Según el misterio de los tres Puntos anteriores, al principio de sus movimientos todas las partículas recitan: بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّح۪يمﭭ Bismillahir Rahmanir Rahim “En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo” a través de su estado. Es decir: “Me muevo en el Nombre de Allah, por Allah, con Su permiso y por Su poder”. Entonces, como todos los seres, al final de sus movimientos, todas las partículas y todos los grupos declaran a través de su estado:

اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ رَبِّ الْعَالَم۪ـينﭯ “Alabado sea Allah, el Sustentador de Todos los Mundos”. Cada partícula así se muestra a sí misma como la punta de una diminuta pluma de poder Divino trazando los bordados de los seres artísticos, que son como odas de alabanza. Por cierto, cada una de ellas se muestra a sí misma como la punta de una aguja que va hacia los seres, que a su vez son como los registros de un gramófono poderoso, inmaterial y divino con innumerables brazos; hacen que esas obras de arte reciten odas glorificando a su Sustentador y un himno que alaba a Allah.

دَعْوٰيهُمْ ف۪يهَا سُبْحَانَكَ اللّٰهُمَّ وَتَـحِيَّتُهُمْ ف۪يهَا سَلَامٌ وَاٰخِرُ دَعْوٰيهُمْ اَنِ الْحَمْدُ لِلّٰهِ رَبِّ الْعَالَم۪ـينﭯ  ﱳ سُبْحَانَكَ لَا عِلْمَ لَنَٓا اِلَّا مَا عَلَّمْتَنَاﮈ اِنَّكَ اَنْتَ الْعَل۪يمُ الْحَك۪ــيمُ  ﱳ رَبَنَّا لَا تُزِغْ قُلُوبَنَا بَعْدَ اِذْ هَدَيْتَنَا وَهَبْ لَنَا مِنْ لَدُنْكَ رَحْمَةً اِنَّكَ اَنْتَ الْوَهَّاـبُـ

اَللّٰهُمَّ صَلِّ ﱬ سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ صَلَاةً  تَكُــونُ لَكَ رِضَٓاءً وَلِحَقِّه۪ اَدَٓاءً وَﱭ اٰلِه۪ وَصَحْبِه۪ وَاِخْوَانِه۪ وَسَلِّمْ وَسَلِّمْنَا وَسَلِّمْ د۪ينَنَا، اٰم۪ـينﭯ يَا رَبَّ الْعَالَم۪ـينﭯ

“Allí, su oración será: ¡Gloria a Ti, Allah! Y su saludo: ¡Paz! Y el final de su oración: ¡Las alabanzas a Allah, Señor de los mundos!”

(Corán, 10:10)

“¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio”. (Corán, 2:32)

“¡Señor nuestro! No desvíes nuestros corazones después de habernos guiado y concédenos misericordia procedente de Ti, ciertamente Tú eres el Dador Generoso”. (Corán, 3:8)

¡Oh, Allah! Otórgale bendiciones a nuestro maestro Muhammad que será de Tu complacencia y el cumplimiento de su verdad, y a su Familia, sus Compañeros, y sus hermanos, y otórgales paz. Y protégenos y protege nuestra religión. Amén. ¡Oh, Sustentador de Todos los Mundos!

 

[1] Este pie de página es un explicación de la larga oración [aquí, un párrafo] que define las transformaciones de las partículas diminutas, que es el tema del Segundo Objetivo.

El Registro Claro y el Libro Explícito se repiten en varias partes en el Sabio Corán. Un grupo de comentadores del Corán mantuvieron que son lo mismo, mientras otros afirmaron que son diferentes entre sí. Sus explicaciones en cuanto a sus verdaderos significados son diversas, pero en breve acordaron que ambos son títulos para describir el conocimiento Divino. Sin embargo, a través de la refulgencia del Corán, llegué a la conclusión de que el Registro Claro, que considera más al Mundo de lo Oculto que al Mundo Manifiesto, fue un título para un aspecto del conocimiento de Allah y Su orden. Es decir, considera más al pasado y al futuro que al tiempo presente. Considera más al origen y la progenie y a las raíces y semillas de todo, en lugar de a ellos en su existencia visible. Es un cuaderno del Decreto Divino. La existencia de este cuaderno se ha probado en la Palabra Veintiséis y también en el pie de página de la Palabra Diez.

Sí, este Registro Claro es un tipo de título para el conocimiento y la orden de Allah. Es decir, los orígenes, las fuentes y las raíces de las cuales las cosas son creadas con perfecto orden y arte muestran que tienen que estar arregladas según un cuaderno de los principios del conocimiento Divino. Y porque los resultados, la progenie y las semillas de las cosas contienen los índices y programas de los seres que serán creados subsiguientemente, indican que deben ser un registro pequeño de las órdenes Divinas.

Por ejemplo, una semilla puede verse como el programa y el índice que le dará forma a la estructura de todo el árbol, y, además, como la personificación diminuta de las órdenes que hacen que el árbol exista y determinan sus programas e índices. En breve, el Registro Claro es como un índice y un programa del árbol de la creación, que despliega sus ramas por cada parte del pasado y del futuro, y del Mundo de lo Oculto. En ese sentido, el Registro Claro es un cuaderno y registro de los principios del Decreto Divino. A través de la indicación y el requisito de esos principios, las partículas se emplean en sus deberes y movimiento en los cuerpos de las cosas.

En cuanto al Libro Explícito, considera más al Mundo Manifiesto que al Mundo de lo Oculto. Es decir, se concentra más en el tiempo presente que en el pasado o el futuro. Es un título, un cuaderno, un libro de voluntad y poder de Allah, más que de Su conocimiento y de sus órdenes. Si el Registro Claro es el cuaderno del Decreto Divino, el Libro Explícito es el cuaderno del poder Divino. Es decir, el hecho de que todo en su existencia, esencia, atributos y funciones muestren un arte y un orden perfecto demuestra que le ha sido otorgada la existencia a través de las leyes de una voluntad efectiva y los principios de un poder impecable. Y, también su forma específica e individual, a todo se le dio una medida designada y una forma particular. En consecuencia, el poder y la voluntad tienen un registro universal y un registro abarcativo de leyes, un gran cuaderno, según el que la forma particular y la sustancia de todo se corta, se cose y se viste. La existencia de este cuaderno, como el Registro Claro, se ha demostrado entre los asuntos del Decreto Divino y la voluntad del ser humano en la Palabra Veintiséis.

Tan sólo mira las tonterías de los negligentes, extraviados y filósofos, ellos han entendido que la ‘Tabla Preservada’ de poder creativo, y la manifestación, el reflejo y la demostración de las cosas de ese libro escrito con perspicacia de sabiduría y voluntad divina, y aún así, Allah no lo permita, al nombrarla ‘naturaleza’, la han hecho completamente sin sentido. Mientras que, por medio del dictado del Registro Claro, a través del decreto y la instrucción del Decreto Divino, el Poder Divino está creando la cadena de seres, cuyos eslabones son cada uno un signo de la creación de las cosas. Está provocando el movimiento de las partículas, está escribiendo en la página metafórica del tiempo, lo que se llama la Tabla de Borraduras y Reafirmación.

Así, el movimiento de las partículas es la vibración y el movimiento desde esa escritura y trascripción, que ocurre mientras los seres pasan del Mundo de lo Oculto al Mundo Manifiesto, mientras pasan del conocimiento al poder. Y en cuanto a la Tabla de Borraduras y Reafirmación, es una pizarra para escribir y borrar, un cuaderno permanentemente cambiante de la Suprema Tabla Preservada, que es fija y constante. Es su cuaderno en la esfera de la contingencia, donde todas las cosas son manifestaciones inacabables de vida y de muerte, de existencia y fugacidad. Y esta es la realidad del tiempo. Por cierto, lo que llamamos tiempo, que es un río poderoso que fluye en la creación, tiene una realidad como todo lo demás. Su realidad es como la tinta y la página de la escritura de Poder en la Tabla de Borraduras y Reafirmación.

لَا يَعْلَمُ الْغَيْبَ اِلَّااللّٰهُ

Nadie conoce lo Oculto, excepto Allah.

[2] El primer escriba de Risale-i Nur.

[3] Corán, 14:48

[4] Corán, 29:64

[5] Por cierto, las semillas están todas compuestas por los cuatro elementos; están formadas de materia como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y carbono. Materialmente pueden considerarse como iguales; la diferencia entre ellos yace sólo en la escritura inmaterial del Decreto Divino.

[6] Esta oración es la respuesta a la expresión ‘ya que’ al comienzo de los siete párrafos anteriores.

[7] Porque, como está claro por la observación, la luz de la vida es encendida y esparcida libremente en este mundo turbio y humilde con una actividad que es extremadamente extensa, y una luz fresca de vida se ilumina ampliamente, incluso en material insignificante y sustancias corrompidas, y esa materia densa e insignificante se refina y se pule con la luz de la vida. Esto indica claramente que este mundo túrbido y sin vida se está disolviendo, puliendo y embelleciendo a través del movimiento de las partículas y la luz de la vida en pro de otro mundo más sutil, exaltado, puro y vivo. Es como si estuviera siendo adornado para ir a algún mundo sutil. Si esas personas, en consecuencia, cuyas mentes están tan cerradas que no puede entrarles la idea de la resurrección de la humanidad, si ellas observan con la luz del Corán, verán una ‘Ley del Auto-suficiente a través de la cual el universo subsiste’ que es tan abarcativo como resucitar todas las partículas como si fueran un ejército. Puede verse claramente que está en vigencia y prevalece sobre la creación.

 

 

Palabra Veintinueve

Palabra Treinta y uno

[sharify]