PALABRA VEINTICINCO

El Milagroso Corán


 قُلْ لَئِنِ اجْتَمَعَتِ الْاِنْسُ وَالْجِنُّ ﱭ اَنْ يَاْتُوا بِمِثْلِ هٰذَا الْقُرْاٰنِ لَا يَاْتُونَ بِمِثْلِه۪

وَلَوْ كَانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَه۪ـيرﭲا  [1]

Bismillahir Rahmanir Rahim

“En el Nombre de Allah el Clemente y el Misericordioso”

[De los innumerables aspectos del milagroso Sabio Corán de Milagrosa Exposición, el tesoro de milagros y el milagro más grande de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), he señalado cerca de cuarenta en mis tratados en árabe, en Risale-i Nur en árabe, en mi comentario del Corán intitulado Isharat al-I’jaz (Los Signos de lo Milagroso), y en las veinticuatro Palabras que anteceden a ésta. Ahora explicaré hasta cierto punto sólo cinco de aquellos aspectos e incluiré dentro de ellos brevemente los otros aspectos, y en una Introducción daré una definición del Corán e indicaré su naturaleza.]

La introducción consta de Tres Partes.

PRIMERA PARTE: ¿Qué es el Corán? ¿Cómo se define?

Respuesta: Como se explica en la Palabra Diecinueve y se demuestra en otras Palabras, el Corán es el eterno traductor del poderoso Libro del Universo; el eterno intérprete de las variadas lenguas que recitan las aleyas de la creación; el comentador del libro de los Mundos de lo Oculto y de lo Manifiesto; el revelador de los tesoros inmateriales de los Divinos Nombres ocultos en los cielos y en la tierra; la llave hacia las verdades ocultas debajo de una larga serie de eventos; la lengua del Mundo Oculto en el Mundo Manifiesto; el tesoro de los favores eternos del Más Misericordioso y del discurso eterno del Más Sagrado, que vienen del Mundo de lo Oculto detrás del velo de este Mundo Manifiesto; es el sol, el fundamento y el plan del mundo espiritual del Islam; el mapa sagrado de los mundos del Más Allá; la palabra expuesta, la exposición lúcida, la prueba decisiva y el claro intérprete de la Esencia Divina, de los atributos, Nombres y funciones de Allah; es el instructor del mundo de la humanidad; la luz y el agua del Islam, el macro-atropo; la verdadera sabiduría de la humanidad; y la verdadera guía y el mentor que insita a la humanidad a la felicidad; es a la vez un libro de leyes y un libro de oraciones, un libro de sabiduría y un libro de adoración, un libro de órdenes y evocación , un libro de invocaciones, un libro de pensamiento y un libro único, abarcativo y sagrado que comprende muchos libros a los que se puede recurrir para todas las necesidades de toda la humanidad. Es la escritura revelada que se asemeja a una biblioteca sagrada que ofrece tratados apropiados para todos los variados modos y diversos caminos de todos los evliyas y veraces, de los sabios y académicos, que es apropiado para el placer de cada camino y lo enriquece y es adecuado para la dirección de cada camino y lo representa.

SEGUNDA PARTE y un complemento de la definición:

Como se explica y se demuestra en la Palabra Doce, ya que EL CORÁN ha venido del Trono Sublime y del Nombre Más Grande, y, del nivel más elevado de cada Nombre, es la Palabra de Allah con respecto a que Él es el Sustentador de Todos Los Mundos; es un decreto Divino a través de Su título de Allah de Todos los Seres; es un discurso en el nombre del Creador de los Cielos y de la Tierra; es una conversación relacionada a la soberanía absoluta; es un discurso eterno debido a la soberanía Divina universal; es un cuaderno de los favores del Más Misericordioso desde el punto de vista de la misericordia Divina abarcativa; es una colección de discursos en cuyo comienzo hay ciertas cifras con respecto a la enormidad de la majestuosidad Divina; y, a través de su descenso de lo abarcativo del Nombre Más Grande, es un libro sagrado lleno de sabiduría que presta atención e inspecciona todos los lados del Trono Sublime.

Es por este misterio que con completa aptitud se le dio al Corán el título de la Palabra de Allah y se le da siempre. Después del Corán viene el nivel de los libros y escrituras de los otros profetas. Sin embargo, aquellas innumerables Palabras Divinas son cada una en forma de inspiración que se manifiesta a través de una consideración especial, un título parcial, una manifestación particular, un Nombre particular, una soberanía especial, un reino particular, una misericordia especial. Las inspiraciones de los ángeles, del ser humano y de los animales varían mucho en relación a la universalidad y la particularidad.

TERCERA PARTE: EL CORÁN es una escritura revelada que contiene en resumen los libros de todos los profetas, cuyos siglos fueron todos diferentes, los escritos de todos los evliyas, cuyos caminos son todos diferentes, y los trabajos de todos los eruditos puros, cuyos caminos son todos diferentes. Sus seis aspectos son todos brillantes y refinados de la oscuridad de las dudas y del escepticismo; su punto de apoyo es ciertamente revelación celestial y Palabra eterna; su meta y objetivo es obviamente la felicidad eterna; su aspecto interno es guía claramente pura; su aspecto superior es necesariamente las luces de la fe; su aspecto inferior es evidencia y prueba innegables; su aspecto derecho es evidentemente la sumisión del corazón y la conciencia; su aspecto izquierdo es manifestadamente la subyugación de la razón y del intelecto; su fruto es indiscutidamente la misericordia de el Más Misericordioso y el reino del Paraíso; y su rango y conveniencia son con seguridad aceptados por los ángeles, los seres humanos y los genios.

Se ha demostrado cada uno de los atributos de estas Tres Partes relacionadas a la definición del Corán fehacientemente en otros lugares, o serán demostrados. Nuestros reclamos no son aislados; se puede demostrar cada uno con pruebas claras.

PRIMERA LUZ : Esta Luz consiste de tres ‘Rayos’.

PRIMER RAYO: Es la elocuencia del Corán, que está en el nivel de milagro. Su elocuencia es una maravillosa elocuencia nacida de la belleza del orden de sus palabras, la perfección de su concisión, las maravillas de su estilo, su singularidad y agradabilidad, la excelencia de su expresión, su superioridad y claridad, el poder y la veracidad de sus significados y de la pureza y fluidez de su idioma, que durante mil trescientos años ha desafiado a los letrados más brillantes de la humanidad, sus oradores más célebres, los más eruditos de ellos, y los invitó a cuestionarlo. Los ha provocado intensamente. Y a pesar de haberlos invitado a cuestionarlo, aquellos genios, cuyas cabezas tocan los cielos con su orgullo y presunción, han sido incapaces de hacer tanto como abrir sus bocas para hacerlo y han inclinado sus cabezas absolutamente humilladas. Así, señalaremos su elocuencia milagrosa en dos ‘Aspectos’.

Primer Aspecto: Es milagroso por las siguientes razones. La gran mayoría de la gente de la Península Arábiga de ese momento era analfabeta. Debido a esto, más que escribiendo, ellos preservaban las fuentes de su orgullo, eventos históricos e historias relacionadas con la buena moral, por medio de la poesía y la elocuencia. Debido a la atracción de la poesía y la elocuencia, los dichos significativos permanecían en las memorias de la gente y se pasaban de generación en generación. Como consecuencia de esta necesidad innata, entonces, el bien más demandado en el mercado inmaterial de esa gente era la elocuencia y la oratoria. Un poeta u orador de una tribu era como su héroe nacional más grande. Era él su más grande fuente de orgullo. Así, entre la gente del mundo, la elocuencia y la retórica de esa gente inteligente, quienes debido a  su inteligencia gobernaban el mundo después de haberse establecido el Islam, estaban en el nivel más elevado y avanzado. Era el objeto más preciado entre ellos del cual sentían una gran necesidad y la razón de su orgullo. Le asignaban tanto valor a la elocuencia que dos tribus entrarían en batalla por la palabra de un poeta o de un orador y harían las paces por su palabra. Incluso escribieron en oro sobre las paredes de la Kaba las siete casidas de siete poetas llamados al-Mu’allaqat al-Sab’a, estaban muy orgullosos de ello. Fue en esa época, cuando la elocuencia era así lo que más se  buscaba, cuando  el Corán fue revelado. Tal como en la época de Moisés (p.) fue la magia lo que más se buscaba y en la época de Jesús (p.), lo fue la medicina. Lo más importante de sus milagros estaba en esos campos.

El Corán, en consecuencia, invitó a los oradores árabes de esa época a responder a tan sólo una de las Suras más cortas. Los desafió con el decreto de:

وَاِنْ كُــنْتُـﮥْ ﯺﰍ رَيْبٍ مِمَّا نَزَّلْنَا ﱬ عَبْدِنَا فَاْتُوا بِسُورَةٍ مِنْ مِثْلِه۪ [2]

También dijo: “Si no creen, serán condenados e irán al Infierno”. Los provocó intensamente. Aplastó su orgullo de manera aterradora. Fue despectivo con sus mentes arrogantes. Primero los condenó a la extinción eterna y luego a la extinción eterna en el Infierno, así como también a la extinción mundanal. Dijo: “Debatan conmigo, o sus vidas y sus propiedades perecerán”.

Si hubiese sido posible cuestionar el Corán, ¿es acaso posible que habiendo una fácil solución como cuestionarlo con una o dos líneas para anular la afirmación, hubieran elegido el camino más peligroso y más difícil, el camino de la guerra? Sí, ¿es acaso posible que aquella gente inteligente, aquella nación con mente política, que alguna vez gobernaron el mundo a través de la política, hubieran abandonado el camino más corto, fácil y más liviano, y por el contrario, hayan elegido el más peligroso, que pondría sus vidas y sus propiedades en peligro? Porque si sus personajes literarios hubiesen podido cuestionarlo con algunas palabras, el Corán hubiera retirado su reclamo y se hubieran salvado del desastre material e inmaterial. Por el contrario, eligieron un camino peligroso y largo como la guerra. Eso significa que no era posible cuestionarlo por la palabra; era imposible, entonces se vieron obligados a pelear con él con la espada.

Además, hay dos razones convincentes para que el Corán sea imitado. La primera es la ambición de sus enemigos en cuestionarlo, la otra, el placer de sus amigos al imitarlo. Obligados por éstos, se han escrito millones de libros en árabe, pero ninguno de ellos se parece al Corán. Ya sean académicos o ignorantes, quienquiera que vea al Corán y a ellos seguramente dirá: “El Corán no se parece a éstos. Ninguno de ellos ha podido imitarlo”. El Corán es, por consiguiente, ya sea inferior a ellos, y según el consenso tanto de amigos como enemigos, es completamente inválido e imposible, o bien el Corán es superior a todos ellos.

Si dices: “¿Cómo sabes que nadie ha intentado cuestionarlo, y que nadie ha tenido la confianza suficiente para desafiarlo, y que la ayuda de nadie para alguien más fue en vano?”

La Respuesta: Si hubiese sido posible cuestionarlo, seguramente se hubiera intentado. Porque era una cuestión de honor y orgullo. La vida y la propiedad estaban en riesgo. Si se hubiera intentado, mucha gente hubiera apoyado semejante intento. Porque aquellos que se oponen a la verdad con obstinación siempre han sido muchos. Y si mucha gente los hubiera apoyado, seguramente habrían encontrado la fama. Porque incluso los concursos insignificantes atraían el asombro de la gente y encontraban la fama en las historias y relatos. Entonces un concurso y un evento tan extraordinario como ese nunca permanecerían en secreto. Las cosas más horribles e infames contra el Islam se han transmitido y hecho famosas, pero más allá de una o dos historias sobre Musaylima el Mentiroso, nunca se relacionó algo semejante. Musaylima era muy elocuente, pero cuando se lo comparó con la exposición del Corán, que posee infinita belleza, sus palabras pasaron a ser crónicas sin sentido.

Así, el milagro de la elocuencia del Corán es tan certero como que dos más dos son cuatro; y así es como es.

Segundo Aspecto: Ahora explicaremos en cinco ‘Puntos’ la sabiduría del milagroso Corán contenida en su elocuencia.

Primer Punto: Hay una elocuencia maravillosa y una pureza de estilo en el orden de las palabras del Corán. De principio a fin, Isharat al-I’jaz (Los Signos de Lo Milagroso) demuestra esta elocuencia y concisión en el orden de las palabras. La forma en que las agujas del reloj del segundo, del minuto y de la hora cada una completa el orden de las otras, de la misma manera, el verso de los diferentes significados en cada aleya del Sabio Corán, y el orden de sus palabras, y el orden de las relaciones entre las oraciones y las palabras, han sido expuestas en Isharat al-I’jaz, de la primera a la última página. Quien así lo desee, puede mirar eso y ver esta elocuencia maravillosa del orden de las palabras. Aquí, mencionaremos uno o dos ejemplos para demostrar el orden de las palabras de una oración:

وَلَئِنْ مَسَّتْهُمْ نَفْحَةٌ مِنْ عَذَابِ رَبِّكَ[3] En esta oración, quiere señalar el castigo tan terrible al mostrar la severidad de lo más ínfimo. Es decir, expresa la poquedad y todas las partes de la oración también consideran esa poquedad y la refuerzan. Así, la palabra لَئِنْ significa duda, y la duda apunta a la poquedad. La palabra مَسَّ es tocar delicadamente, también significa poquedad.  La palabra نَفْحَةٌ es meramente un suspiro, entonces está en singular. Gramaticalmente es un masdar marra y significa una sola vez. También el tanuín que indica algo indefinido en نَفْحَةٌ expresa poquedad y lo hace tan insignificante que a penas se conoce. La palabra  مِنْ significa división o una parte; significa un poco e indica escasez. La palabra عَذَابِ señala a un tipo liviano de castigo en relación a escarmiento severo o penalidad, y sugiere en poca cantidad. Y apelando a la compasión y al usarlo en lugar de Quien Somete, el Convincente, o el Vengador, la palabra رَبِّكَ indica la poquedad. Dice, si una pequeña cantidad de castigo sugerida en esta escasez tiene semejante efecto, puedes comparar qué escarmiento Divino y espantoso sería. ¡Cuánto, entonces, las pequeñas partes de esta oración se cuidan y se asisten entre sí! ¡Cómo cada una refuerza el objetivo del todo! Este ejemplo mira a las palabras y apunta a un nivel pequeño.

Segundo ejemplo: وَمِمَّا رَزَقْنَاهُمْ يُنْفِقُونَ [4] Las partes de esta oración señalan cinco de las condiciones que hacen que dar limosna sea aceptable.

Primera Condición: Es dar sólo limosna que no cause que el que la da tenga la necesidad de recibir limosna él mismo. Se establece esta condición a través de la división o de las partes expresadas por la palabra de مِنْ en las palabras de وَمِمَّا.

Segunda Condición: Es no sacarle a uno para darle a otro sino dar de la propiedad de uno mismo. Las palabras  رَزَقْنَاهُمْexpresan esta condición. Significa: “Da del sustento que es vuestro”.

Tercera Condición: No es para imponer una obligación sobre quien recibe. El uso del نَا tácito en esta oración, رَزَقْنَا establece esta condición. Es decir: “Yo os doy el sustento. Cuando vosotros dais una parte de Mi propiedad a uno de Mis siervos, no podéis imponerle ninguna obligación”.

Cuarta Condición: Debéis dársela a una persona que la gastará para subsistir, ya que la limosna que se les da a quienes la derrocharán, esto no es aceptable. La palabra يُنْفِقُونَ señala esta condición.

Quinta Condición: Es dar en nombre de Allah. Las palabras رَزَقْنَاهُمْ establecen esto. Es decir: “La propiedad es Mía; debéis darla en Mi nombre”.

Se pueden ampliar estas condiciones. Es decir, la forma en que se debe tomar la limosna, con qué bienes. Puede darse como aprendizaje y conocimiento. Puede darse como palabras, o como actos, o como consejos. La palabra مَا en مِمَّا indica estos varios tipos por su generalidad. Además, indica esto con la oración en sí porque es absoluta y expresa generalidad. Así, con las cinco condiciones de esta oración corta que describe el dar limosna, se abre un amplio campo ante la mente, indicar a través de la oración como un todo. Así, en la oración completa, el orden de las palabras tiene muchos aspectos.

De modo similar, el orden entre las palabras abarca una amplia esfera y tiene muchos aspectos. Y entre las frases. Por ejemplo:

قُلْ هُوَاللّٰهُ أَحَدٌ  Di Él es Allah, Uno (Corán, 112:1), contiene seis oraciones. Tres de ellas son afirmativas y tres son negativas. Demuestra seis niveles de unidad Divina y al mismo tiempo refuta seis formas de asociar copartícipes a Allah. Cada oración es a la vez la prueba de las otras oraciones y del resultado. Porque cada oración tiene dos significados. Un significado, es el resultado, y por el otro, es la prueba. Es decir, dentro de la Sura De La Adoración Pura (Corán, 112) hay treinta Suras compuestas de pruebas que demuestran unas a otras que están tan bien ordenadas como la Sura misma. Por ejemplo:

قُلْ هُوَ اللّٰهُ  لِاَنَّهُ اَحَدٌ ، لِاَنَّهُ صَمَدٌ ، لِاَنَّهُ لَمْ يَلِدْ ، لِاَنَّهُ لَـﮥْ يُولَدْ

لِاَنَّهُ لَـﮥْ يَكُنْ لَهُ كُفُوًا اَحَدٌ

Di, Él es Allah, porque Él es Uno, porque Él es el Eterno Adorado, porque Él no engendra, porque Él no es engendrado, porque no hay nada que se Le iguale.

Y: وَلَمْ يَكُنْ لَهُ كُفُوًا اَحَدٌ لِاَنَّهُ لَمْ يُولَدْ ، لِاَنَّهُ لَمْ يَلِدْ ، لِاَنَّهُ صَمَدٌ
لِاَنَّهُ اَحَدٌ ، لِاَنَّهُ هُوَ اللّٰهُ

Y no hay nada que se Le iguale, porque Él no es engendrado, porque Él no engendra, porque Él es Eternamente Adorado, porque Él es Uno, porque Él es Allah.

Y:

هُوَ اللّٰهُ فَهُوَ اَحَدٌ ، فَهُوَ صَمَدٌ ، فَاِذًا لَـﮥْ يَلِدْ ، فَاِذًا لَـﮥْ يُولَدْ ، فَاِذًا لَمْ يَكُنْ لَهُ كُــفُوًا اَحَدٌ

Él es Allah, entonces Él es Uno, entonces Él es el Eterno Adorado, entonces Él no engendra, entonces Él no es engendrado, entonces no hay nada que se Le iguale.

Puedes continuar de la misma forma. Otro ejemplo:

الٓمٓ ﱳ ذٰلِكَ الْكِــتَابُ لَا رَيْبَۚۛ  ف۪يهِۚۛ هُدًى لِلْمُتَّق۪ـينﭯ  [5]

Cada una de estas frases tiene dos significados. Con un significado cada una es una prueba de las otras frases, con el otro, es su resultado. De los dieciséis hilos de sus relaciones se teje un milagroso bordado de palabras bien ordenadas. Está descrito así en Isharat al-I’jaz. Además, como se explica en la Palabra Trece, es como si todas las aleyas del Corán tuvieran ojos que ven la mayoría de las otras aleyas y rostros que las ven, para que cada una extienda hacia las otras los hilos inmateriales de la relación; cada una teje un bordado milagroso. De comienzo a fin, Isharat al-I’jaz explica esta belleza y elocuencia del orden de las palabras.

Segundo Punto: Esta es la maravillosa elocuencia en su significado. Considera este ejemplo, que se explica en la Palabra Trece. Por ejemplo, si quieres comprender la elocuencia de la aleya:

سَبَّحَ  لِلّٰهِ مَا ﯺﰆ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضِۚ وَهُوَ الْعَز۪يزُ الْحَك۪ــيمُ[6]

imagínate  en la Era de la Ignorancia en los desiertos de la barbarie antes de la Luz del Corán. Entonces, en un momento todo se envuelve en la oscuridad de la ignorancia y el descuido y; se envuelve en velos sin vida de la naturaleza, oyes aleyas que vienen de la lengua celestial del Corán como: سَبَّحَ  لِلّٰهِ مَا ﯺﰆ السَّمٰوَاتِ وَالْاَرْضِ    o

تُسَبِّحُ لَهُ السَّمٰوَاتُ السَّبْعُ وَالْاَرْضُ وَمَنْ ف۪يهِنَّ [7] ¡Ahora mira! Ve cómo los seres muertos o dormidos del mundo vuelven a la vida en las mentes de los oyentes al sonido de تُسَبِّحُسَبَّحَ Lo glorifique alabándolo; cómo se vuelven concientes, se elevan y recitan los Nombres de Allah. Y cómo al grito y la luz de تُسَبِّحُ Lo glorifique alabándolo, las estrellas, que habían sido bultos de fuego sin vida en los cielos negros, y los seres desdichados de la tierra, todos se aparecen ante aquellos que lo oyen como palabras que demuestran sabiduría en la boca del cielo y de las luces que pronuncian la verdad. El planeta Tierra, también, en vez de ser un páramo desolado se ve como una cabeza con la tierra y el mar como lenguas, animales y plantas como palabras de glorificación y alabanza.

Ahora considera este ejemplo, que está demostrado en la Palabra Quince. Escucha estas aleyas. ¿Qué dicen?

يَامَعْشَرَ الْجِنِّ وَالْاِنْسِ اِنِ اسْتَطَعْتُمْ اَـنْـ تَنْفُذُوا مِنْ اَقْطَارِ السَّمٰوَاـتِـ وَالْاَرْضِ فَانْفُذُوا لَا تَنْفُذُوـنَـ اِلَّا بِسُلْطَانٍ ﱳ فَبِاَىِّ اٰلَٓاءِ رَبِّكُــمَا تُكَذِّبَانِ ﱳ يُرْسَلُ عَلَيْكُمَا شُوَاظٌ مِنْ نَارٍ وَنُحَاسٌ فَلَا تَنْتَصِرَانِ ﱳ فَبِاَىِّ اٰلَٓاءِ رَبِّكُــمَا تُكَذِّبَانِ  ﱳ وَلَقَدْ زَيَّنَّا السَّمَٓاءَ الدُّنْيَا بِمَصَاب۪يحَ وَجَعَلْنَاهَا رُجُومًا لِلشَّيَاط۪ـينﭭ ﱳ[8]

Estas aleyas dicen: “¡Oh, seres humanos y genios, arrogantes y obstinados en vuestra impotencia y bajeza, rebeldes y obstinados en vuestra debilidad y pobreza! Si desobedecéis Mis órdenes y tenéis poder para hacerlo, ¡exceded los límites de Mi dominio! ¿Cómo os atrevéis a oponeros a las órdenes de un Monarca Cuyas órdenes las obedecen las estrellas, las lunas, y los soles como si fueran soldados cumpliendo órdenes? En vuestra rebeldía, os oponéis a un Sabio y Glorioso Que tiene soldados obedientes que son así magnificentes. Supongamos que vuestros demonios se resistieran, Sus soldados harían llover piedras sobre ellos como balas de cañón. En vuestra incredulidad vosotros os rebeláis en las tierras de un Soberano tan Glorioso que entre Sus fuerzas hay algunas que, no son seres impotentes e insignificantes como vosotros, sino que suponiendo lo imposible fueran enemigos incrédulos del tamaño de las montañas o del globo terráqueo, podrían arrojar a las estrellas y misiles en llamas sobre vosotros de esa magnitud y derrotaros. Vosotros infringís una ley que amarra a los seres como esos; si fuera necesario, ellos podrían arrojar el globo terráqueo en vuestro rostro y hacer llover estrellas sobre vosotros como si fueran misiles, con el permiso de Allah”. Puedes comparar con éstas el poder, la elocuencia y la forma elevada de expresión de los significados de otras aleyas.

Tercer Punto: Esta es la maravillosa singularidad se su estilo. Por cierto, los estilos del Corán son tanto extraños como originales, maravillosos y convincentes. No ha imitado a nada ni nadie. Y nadie ha sido capaz de imitarlo. Su estilo siempre ha preservado la frescura, juventud, y la singularidad que tenía cuando fue revelado por primera vez y continúa preservándola. Por ejemplo, el estilo único de la cifra como muqatta’at, las ‘letras inconexas’ como الٓـﮥ Alif. Lam. Mim., الٓرٰ  Alif. Lam. Ra., طٰهٰ Ta. Ha., يٰسٓ Ya. Sin., حٰـﮥٓ   Ha. Mim.  عٓسٓقٓ‘Ayn. Sin. Qaf., al principio de algunas de las Suras. Hemos descrito cinco o seis de los destellos milagrosos que comprenden Isharat al-I’jaz.

Por ejemplo, estas letras al comienzo de ciertas Suras han tomado la mitad de cada categoría de las muchas categorías de letras conocidas, como las letras enfáticas (Kaf, Qaf, Ta, Alif, Yim, Dal, Ta, Ba), las sibilantes, las letras acentuadas, las letras débiles, las labio-linguales y las letras trémolo (qalqala: Qaf, Ta, Dal, Yim, Ba). Tomando más de la mitad de las letras débiles y menos de la mitad de las letras fuertes, ninguna de las cuales son divisibles, ha reducido a la mitad de cada categoría. A pesar de que la mente humana sería capaz de ello, reduciendo todas esas categorías a la mitad que se superponen una dentro de la otra, titubeante entre doscientas posibilidades, en la única manera posible, que estaba oculto a la mente humana y era desconocida para ella, y organizando todas las letras de esa manera, más allá de esa distancia amplia, no fue el trabajo de la mente humana. Y la casualidad no pudo haber interferido en él. Así, además de estas letras al principio de las Suras – cifras Divinas – demostrando cinco o seis destellos milagrosos similares, los eruditos muy versados en los misterios de la ciencia de las letras y las autoridades de entre los evliyas dedujeron muchos secretos de estas ‘letras inconexas’. Descubrieron tantas verdades que declararon que por sí solas, esas letras, forman un milagro brillante. Ya que nosotros no somos parte de sus secretos ni tampoco podemos brindar pruebas claras para todos, no podemos abrir esa puerta. Entonces nos conformaremos con referir a los lectores a la explicación en el libro Isharat al-I’jaz de cinco o seis destellos milagrosos relacionados a este tema.

Ahora señalaremos los estilos coránicos con respecto a la Sura, el objetivo, la aleya, la frase y la palabra. Por ejemplo, si se estudia con cuidado la Sura de la Noticia  [9]عَمَّ, muestra los eventos del Más Allá, la resurrección de los muertos, y el Paraíso y el Infierno con un estilo tan único y maravilloso que demuestra los actos Divinos y las obras del Soberano en este mundo como si miraran a cada uno de esos eventos en el Otro Mundo, y convenciera al corazón. Explicar el estilo de esta Sura por completo sería demasiado largo, entonces meramente indicaremos uno o dos puntos, como sigue:

Al comienzo de la Sura, para demostrar la resurrección, dice: “Hemos hecho de la tierra una cuna engalanada bellamente para vosotros, y las montañas son mástiles y polos llenos de tesoros para vuestra casa y vuestras vidas. Los hemos hecho en parejas, amorosas y cercanas unas de otras. Hemos hecho de la noche un cobertor para que durmáis confortablemente, el día es la arena en la que se ganan vuestra vida, el sol es una lámpara que da luz y provee calor, y de las nubes Hacemos que llueva agua como si fueran una vertiente que produce agua de vida. Y Creamos fácil y rápidamente del agua simple las variadas cosas que florecen y dan frutos que cargan todo vuestro sustento. Ya que esto es así, el Día de la Resurrección, el día cuando el bien y el mal se separen, os espera. No es difícil para Nosotros hacer llegar ese Día”. De una manera cubierta señala las pruebas de que después de esto en la resurrección, las montañas se desparramarán, los cielos se harán pedazos, el Infierno estará listo, y a la gente del Paraíso se les dará jardines y huertos. Dice en significado: “Ya que Él hace estas cosas relacionadas a las montañas y la tierra ante vuestros propios ojos, Él hará cosas parecidas a estas en el Más Allá”. Es decir, la ‘montaña’ al comienzo de la Sura se refiere al estado de las montañas en la resurrección, y el ‘jardín’, a los jardines y paraísos del Más Allá. Puedes comparar otros puntos con este y ver qué estilo tan bello y elevado tiene.

Y, por ejemplo:

قُلِ اللّٰهُمَّ مَالِكَ الْمُلْكِ تُؤْﯽﰆ الْمُلْكَ مَنْ تَشَٓاءُ وَتَنْزِعُ الْمُلْكَ مِمَّنْ تَشَٓاءُ[10]

Estas aleyas describen los actos Divinos en la humanidad, y las manifestaciones Divinas en las alternancias de la noche y el día, y la disposición del Soberano en las estaciones del año, y los actos del Soberano en la vida y la muerte sobre la faz de la tierra y en las resurrecciones de este mundo con un estilo tan elevado que cautiva las mentes de quienes prestan atención. Ya que su estilo brillante, elevado y de gran alcance se entiende claramente con poco estudio, no abriremos ese tesoro por ahora.

Y, por ejemplo:

اِذاَ السَّمَٓاءُ انْشَقَّتْ ﱳ وَاَذِنَتْ لِرَبِّهَا وَحُقَّتْ ﱳ وَاِذَا الْاَرْضُ مُدَّـتْـ
وَاَلْقَتْ مَا ف۪يهَا وَتَخَلَّتْ ﱳ وَاَذِنَتْ لِرَبِّهَا وَحُقَّتْ ﱳ[11]

Esto explica en un estilo verdaderamente elevado el nivel de sumisión y obediencia a las órdenes de Allah Todopoderoso de los cielos y la tierra. Es así: tal como un comandante en jefe abre dos oficinas para acomodar los asuntos necesarios para pelear, como una para la estrategia y una para que se enrolen los soldados, y cuando esos asuntos se cumplen y la pelea se termina, se dirige personalmente a las dos oficinas para convertirlas en algo más para algunos otros trabajos, ambos dicen, ya sea con las lenguas de quienes están empleados en ellas o con sus propias lenguas: “¡Oh, Jefe! Dénos un corto descanso para que podamos limpiar lo que quedó del trabajo anterior y tirarlo a la basura, después puede honrarnos con su presencia. Ahora sí, hemos tirado todo, esperamos su orden. ¡Ordene lo que desee! ¡Oímos y obedecemos! Todo lo que usted hace es verdadero, bueno y beneficioso”.

Del mismo modo, los cielos y la tierra se abrieron como dos arenas de obligación, prueba y examen. Después de que termine el período asignado, con la orden Divina, harán a un lado las cosas que pertenecían a la arena de prueba y dirán: “¡Oh, nuestro Sustentador! La orden es Tuya, empléanos ahora en lo que Tú desees. Nuestro derecho es sólo obedecerte a Ti. Todo lo que Tú haces es correcto”. ¡Considera cuidadosamente el estilo majestuoso de aquellas oraciones!

Y, por ejemplo:

يَٓا اَرْـضُـ ابْلَع۪ى مَٓاءَـكِـ وَيَا سَمَٓاءُ اَقْلِع۪ى وَغ۪يضَ الْمَٓاءُ وَقُضِىَ الْاَمْرُ وَاسْتَوَـتْـ ﱰ الْجُودِىِّ وَق۪يلَ بُعْدًا لِلْقَوْمِ الظَّالِم۪ـينﭯ ﱳ[12]

Para señalar a una mera gota del mar de la elocuencia de esta aleya, mostraremos un aspecto de su estilo en el espejo de una comparación. Sobre la victoria obtenida en una gran guerra, el comandante dice: “¡Alto el fuego!” a un ejército de fusilamiento, y “¡Alto!” a otro ejército de asalto. Él da una orden, y en ese momento cesa el fuego y se detiene el asalto. Dice: “Se terminó, los hemos vencido. Nuestra bandera está plantada en la cima del fortín alto del dentro enemigo. Esos tiranos maleducados han encontrado su castigo y han sido arrojados a lo más bajo de lo bajo”.

De la misma manera, el Soberano Inigualable dio la orden a los cielos y a la tierra para aniquilar a la gente de Noé. Cuando hubieron cumplido con su tarea, Allah decretó: “¡Bebe tu agua, oh, tierra! ¡Cesen su trabajo, oh, cielos! Se terminó. Ahora las aguas están retirándose. El Arca, que es un oficial Divino realizando su tarea como una carpa, está ubicada en la cima de la montaña. Los malhechores han recibido su retribución”. Ve la naturaleza elevada de este estilo. Está diciendo: “Los cielos y la tierra obedecen la orden como dos soldados altamente disciplinados”. Está así aludiendo al hecho de que el universo se enoja ante la rebeldía del ser humano. Los cielos y la tierra se indignan. Y con esta alusión está diciendo: “No se puede rebelar ante Alguien Cuyas órdenes son obedecidas por los cielos y la tierra como dos soldados disciplinados que no se deben rebelar”, restringiendo al ser humano de una manera impresionante. Así, describe un evento universal como el Diluvio con todas sus consecuencias y verdades en unas pocas oraciones de una manera concisa, milagrosa, bella y sucinta. Puedes comparar esta gotita del océano con otras gotas. Ahora considera el estilo demostrado por la ventana de las palabras.

Por ejemplo, considera las palabras كَالْعُرْجُونِ الْقَد۪يمﭭ  en:

وَالْقَمَرَ قَدَّرْنَاهُ مَنَازِـلَـ حَتّٰى عَادَ كَــالْعُرْجُونِ الْقَد۪يم ﭭ[13]

y ve qué estilo sutil demuestra. Es así: una de las mansiones de la luna está en las Pléyades. El Corán se compara con la luna cuando es luna creciente con una rama de palmera marchita y blanquecida. A través de este símil se representa para el ojo de la imaginación un árbol detrás de un velo verde de los cielos; una de sus ramas blancas, curvas y luminosas ha quitado el velo y ha levantado su cabeza; las Pléyades son como un racimo de uvas en la rama y las otras estrellas todas frutas luminosas de ese árbol oculto de la creación. Si tienes algo de discernimiento, comprenderás qué estilo, qué forma de expresión tan apropiada, llena de gracia, sutil y elevada es desde el punto de vista de los moradores del desierto, para quienes la palmera es el medio de vida más importante.

[1] Corán, 17:88

[2] Corán, 2:23

[3] Corán, 21:46

[4] Corán, 2:3

[5] Corán, 2:1-2

[6] Corán, 57:1; 59:1; 61:19

[7] Corán, 17:44

[8] Corán, 55:33-36, 67:5

[9] Corán, 78:1

[10] Corán, 3:26-27

[11] Corán, 84:1-5

[12] Corán, 11:44

[13] Corán, 36:39