RAYO CATORCE

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Rayo Catorce

Un Apéndice Corto de Mi Declaración

Le digo esto a la Corte de Afyon:

            Como dice en mi declaración, que se ha presentado ante ustedes y se ha puesto ante la ley y su justicia: haber allanado mi casa tres veces ilegalmente, haberme convocado para interrogarme y haberme arrestado, ha violado la dignidad de tres cortes elevadas y ha puesto en entredichos a su justicia, por cierto la insultó. Porque tres cortes y tres ‘comités de expertos’ han examinado de cerca durante dos años mis libros y cartas de veinte años, y hemos sido absueltos y nos han regresado nuestros libros y cartas. Además, vivir en absoluto aislamiento bajo la vigilancia más rigurosa durante tres años después de haber sido absueltos, pude escribir sólo una carta inofensiva por semana a algunos de mis amigos. Fue como si todas mis relaciones con el mundo se hubieran cortado, porque a pesar de que me habían dado mi libertad, no pude regresar a mi región natal. Atropella el honor de esas tres cortes el que traigan la misma pregunta nuevamente ahora, como si no consideraran en absoluto sus decisiones justas. Hago una petición a vuestra corte para preservar el honor de aquellas cortes, que actuaron con justicia conmigo. Deberían encontrar algún asunto para acusarme que no sea “por Risale-i Nur”, “por organizar una sociedad política”, “por fundar una orden sufí”, ni “por la posibilidad de poner en riesgo la seguridad y perturbar el orden público”, porque ¡forman parte del mismo caso! Tengo muchas faltas. He decidido ayudarlos en cuanto a mi culpabilidad, porque he sufrido mucho más afuera de la prisión que dentro de ella. Encontraría más comodidad ahora ya sea en una tumba o en prisión. Verdaderamente estoy harto de la vida. Suficiente, ahora, con estos veinte años de tormento en confinamiento solitario, vigilancia intolerable y humillación. Provocará la ira Divina. Avergonzará a este país. Les estoy recordando. Nuestro refugio más firme y escudo es:

حَسْبُنَا اللّٰهُ وَنِعْمَ الْوَكِيلُ

حَسْبِىَ اللّٰهُ لاَ اِلهَ اِلاَّ هُوَ عَلَيْهِ تَوَكَّلْتُ وَهُوَ رَبُّ الْعَرْشِ الْعَظِيمِ

 

* * *

وَ بِهِ نَسْتَعِينُ

[Esta petición, que después de dieciocho años de silencio me veo obligado a presentar ante la corte y una copia que estoy enviando a Ankara, está compuesta por mis objeciones escritas en relación a la acusación, que estoy obligado a presentar.]

Esto es un resumen de un corto discurso de defensa: deben saber que es exactamente lo que le dije dos veces al fiscal público y al inspector policial, y por tercera vez al jefe de policía y a seis o siete inspectores y policías, que tres veces vinieron a registrar mi casa en Kastamonu; y lo que dije en respuesta a las preguntas del fiscal público en Esparta, y a las Cortes de Denizli y de Afyon. Es así:

Les dije: He estado viviendo solo durante dieciocho o veinte años. Viví durante ocho años en Kastamonu en frente de la estación policial, y en otros lugares durante veinte años, bajo vigilancia y supervisión constante, y el lugar donde me estaba quedando fue registrado varias veces, pero no encontraron ni la más mínima indirecta o señal de nada relacionado a este mundo o a la política. Si hubiera habido algo irregular de mi parte y la policía y los jueces no lo supieran, o sí lo sabían pero lo ignoraron, entonces seguramente tienen que rendir cuentas mucho más que yo. Y si no, ¿por qué, a pesar de que en ningún lugar del mundo se molesta a los ermitaños que están preocupados por sus vidas en el Más Allá, ustedes me molestan a mí sin necesidad de esta manera, en detrimento del país y de la nación?

Nosotros, Los estudiantes de Risale-i Nur no hacen de Risale-i Nur una herramienta de corrientes mundanales, ni siquiera de todo el universo. Además, el Corán severamente nos prohíbe la política. Porque la tarea de Risale-i Nur es servir al Corán a través de las verdades de la fe y a través de pruebas extremadamente poderosas y decisivas, que frente a la incredulidad absoluta – que destruye la vida eterna y también transforma la vida de este mundo en un veneno horrendo – induce incluso a los filósofos ateos más obtusos a creer. En consecuencia, no podemos hacer de Risale-i Nur una herramienta de nada.

Primero: Para no reducir al valor de fragmentos de vidrio a los ojos de los negligentes, las verdades como diamantes del Corán al dar la falsa idea de propaganda política, y para no traicionar esas verdades preciosas.

Segundo: La compasión, la verdad y la rectitud, y la conciencia, el camino fundamental de Risale-i Nur, severamente nos prohíbe la política e interferir en el gobierno. Porque dependiendo de una o dos personas irreligiosas caídas en la incredulidad absoluta que merecen bofetadas y calamidades, hay siete u ocho inocentes; niños, enfermos y ancianos. Si las bofetadas y calamidades le suceden a uno o dos, los demás sufren también. En consecuencia, ya que el resultado es dudoso, nos han prohibido severamente de interferir en la vida de la sociedad por medio de la política, en detrimento del gobierno o del orden público.

Tercero: Se necesitan cinco principios, esenciales, en esta época extraña para salvar la vida social de este país y esta nación de la anarquía: respeto, compasión, refrenarse de lo que está prohibido (haram), seguridad, renunciar a lo ilícito y ser obediente con la autoridad. La evidencia de que cuando Risale-i Nur se refiere a la vida de la sociedad establece y refuerza esos cinco principios de una manera poderosa, sagrada y  preserva la piedra fundacional del orden público, es que durante los últimos veinte años Risale-i Nur ha convertido a cien mil personas en miembros inofensivos y beneficiosos de esta nación y este país. Las provincias de Esparta y Kastamonu son testimonio de esto. Esto significa que sabiéndolo o no, la gran mayoría de quienes intentan obstaculizar a Risale-i Nur están traicionando al país, a  la nación y el dominio del Islam en nombre de la anarquía. Ciento treinta grandes bienes y beneficios para este país de los ciento treinta tratados de Risale-i Nur no se pueden refutar por los daños imaginarios de dos o tres de sus partes, que se consideran dañinos desde el punto de vista superficial de los negligentes engañados. Cualquiera que refute lo primero con lo último es absolutamente injusto y tiránico.

En cuanto a mis propias faltas personales sin importancia, sin desearlo, estoy obligado a decir esto: soy alguien que ha vivido solo y en soledad, en un exilio similar al confinamiento solitario por veintidós años. Durante ese tiempo, no he ido ni una sola vez por mi propia voluntad al mercado y a las concurridas mezquitas. A pesar de sufrir mucha persecución y angustia, ni una sola vez me he postulado al Gobierno para mi propio confort, al contrario de todos mis compatriotas exiliados. En veinte años no he leído ni un solo periódico, ni escuchado alguno, ni he sentido curiosidad por alguno. Como lo atestiguan todos mis amigos cercanos y quienes se encuentran conmigo, por dos años completos en Kastamonu y siete años en otros lugares no supe nada de los conflictos y las guerras del mundo, y si se había declarado la paz o no, o quién más estaba involucrado en la pelea, y no sentí curiosidad por ellos y no pregunté, y por cerca de tres años no escuché la radio que sonaba cerca de mí aparte de tres veces. Pero triunfante confronté con Risale-i Nur a la incredulidad absoluta, que destruye la vida eterna y transforma la vida de este mundo incluso en dolor y sufrimiento compuesto; y con Risale-i Nur, que surgido del Corán, ha salvado la fe de cien mil personas, como ellos mismos lo atestiguaron, y para cien mil personas ha transformado la muerte en papeles de cese de actividades. ¿Hay alguna ley o algún beneficio que obligue que una persona así sea acosada a este punto, y se la haga desesperar y hacerla llorar para hacer que cientos de miles de esos hermanos inocentes lloren también? ¿No es una tiranía sin precedente en nombre de la justicia? ¿No es acaso un fallo injusto sin precedente en nombre de la ley?

Si me acusan como algunos de los oficiales que registraron mi casa, diciendo: “Usted y uno o dos de sus tratados se oponen al régimen y nuestros principios…”

La Respuesta, Primero: Estos nuevos principios vuestros no tienen ningún derecho en absoluto de entrar en los refugios de los ermitaños.

Segundo: Rechazar algo es una cosa, no aceptarlo de corazón absolutamente es otra cosa, y no actuar según eso es una cosa totalmente diferente. Las autoridades consideran la mano, no el corazón. Todos los gobiernos tienen opositores vehementes que no interfieren en el gobierno y el orden público. De hecho, los cristianos que estuvieron bajo el gobierno del Califa Omar (que Allah esté complacido con él) no fueron molestados a pesar de que rechazaron la ley de la Sharía y el Corán. Según los principios de la libertad de pensamiento y de conciencia, mientras que no molesten al gobierno, si algunos de los estudiantes de Risale-i Nur no aceptan el régimen y vuestros principios en aspectos académicos y actúan en oposición a ellos, e incluso, si son hostiles con el jefe del régimen, no se los puede tocar legalmente. En cuanto a los tratados, dije que eran confidenciales y evité su publicación. De hecho, con respecto al tratado que fue la causa de este asunto, sólo una o dos veces en ocho años en Kastamonu alguien me trajo una copia. El mismo día lo guardé en algún lugar. Ahora ustedes lo están publicando a la fuerza, y se ha vuelto famoso.

Es sabido que si hay alguna falta en una carta, sólo las palabras equivocadas son censuradas, y el resto es permitido. Como resultado de los cuatro meses de investigación cercana en la Corte de Eskishehir, sólo quince palabras se encontraron en cien tratados de Risale-i Nur que eran la causa de críticas, y ahora en sólo dos páginas de las cuatrocientas páginas de Zülfikâr hay explicaciones de las aleyas del Corán sobre la herencia y el velo de la mujer, que se escribieron hace treinta años y no concuerda ahora con el Código Civil. Esto demuestra fehacientemente que no tienen un objetivo mundanal, y que todos las necesitan. Las cuatrocientas páginas de Zülfikâr, que todos necesitan, no se pueden confiscar por dos páginas. Deberían suprimir esas dos páginas y regresarnos la colección; es nuestro derecho que nos sea devuelta.

Si dicen como quienes creen que la irreligión es política de algún tipo y en este episodio han dicho: “Estás arruinando nuestra civilización y nuestro placer con estos tratados vuestros…”

Yo respondo: Es un principio universal aceptado mundialmente que ninguna nación puede continuar existiendo sin religión. Particularmente si es incredulidad absoluta, hace surgir tormentos más dolorosos en este mundo que en el Infierno, como se ha demostrado con absoluta certeza en la Guía Para la Juventud. Ese tratado ahora se ha impreso oficialmente. Si, que Allah no lo permita, un musulmán reniega, cae en incredulidad absoluta; no puede permanecer en un estado de ‘incredulidad dudosa’, que lo mantiene vivo hasta cierto punto. Tampoco puede ser como los europeos irreligiosos. Y con respecto al placer de la vida, cae infinitamente más bajo que los animales que no tienen sentido del pasado y del futuro. Por su extravío, las muertes de todos los seres del pasado y del futuro, y por estar eternamente separado de ellos, abruman su corazón con dolores y separaciones ilimitados constantemente. Si la fe entra en su corazón y empieza a creer, esos amigos innumerables repentinamente surgen a la vida. Dicen a su manera: “No morimos y no fuimos aniquilados”, transformando su estado infernal en placer como el Paraíso. Ya que la realidad es esta, les advierto: no desafíen a Risale-i Nur, que se basa en el Corán. No se puede derrotar. Sería muy lamentable para este país[1]. Iría a otro lugar e iluminaría allí. También, si tuviera tantas cabezas como cantidad de pelos en ella todos los días me cortaran una, no inclinaría esta cabeza, que está dedicada a la verdad del Corán, ante el ateísmo y la incredulidad absoluta, no lo haría ni podría renunciar a este servicio de la fe y de Risale-i Nur.

Por cierto, cualquier falta en la declaración de alguien que ha sido un ermitaño durante veinte años no será considerada. Él está defendiendo a Risale-i Nur, entonces no puede decirse que se desvió del sujeto. La Corte de Eskishehir no encontró nada después de haber estudiado sus cien tratados, tanto los confidenciales como los demás, durante cuatro meses, aparte de uno o dos puntos que tocan a un sujeto que necesita un castigo liviano, y les dio una sentencia de seis meses a quince personas de ciento veinte. Cumplimos la sentencia también. Y hace algunos años todas las partes de Risale-i Nur llegaron a manos de las autoridades de Esparta, que después de estudiarlas por muchos meses, se las regresaron a sus dueños; y ya que después de cumplir esa sentencia, nada se encontró que le concierna a la policía o a los jueces durante mis ocho años en Kastamonu a pesar de las investigaciones exhaustivas; y ya que durante la última investigación en Kastamonu algunos de mis tratados salieron a la luz, en una condición que nunca se hubieran publicado, habiendo estado ocultos debajo de pilas de leña varios años antes, como fue verificado por el grupo de policía; y ya que a pesar de que el Jefe de Policía de Kastamonu y los jueces dieron su palabra cierta de que me regresarían esos libros inofensivos que estaban escondidos, siguieron adelante conmigo y no recibí esos libros, ya que el segundo día repentinamente llegó la orden de Esparta de mi arresto; y que las cortes de Denizli y Ankara nos absolvieron y devolvieron todos mis tratados;  por cierto y sin duda, como consecuencia de los seis hecho anteriormente mencionados, lo demandan sus puestos que la Corte de Afyon y su fiscal público tomen en consideración este derecho mío tan importante, como lo hicieron la Corte de Denizli y el fiscal público. Espero que el fiscal público, que defiende los derechos de la gente, también defienda mis derechos personales, que debido a mi relación con Risale-i Nur son como derechos públicos importantes; y espero esto de él.

El Nuevo Said durante veintidós años se ha retirado de la vida social, y no conoce las leyes actuales no cómo debería llevarse a cabo la defensa, y está presentando a esta nueva corte la defensa irrefutable de cien páginas que presentó en las Cortes de Eskishehir y Denizli; él cumplió el castigo por sus errores hasta ese momento, y después de eso en Kastamonu y Emirdag vivió un confinamiento solitario bajo vigilancia constante; él en consecuencia ahora se queda callado y deja que el Viejo Said hable. Y el Viejo Said dice esto:

Ya que el Nuevo Said se ha alejado del mundo, no habla con ‘los mundanales’ salvo que esté absolutamente obligado a defenderse, y no lo considere necesario. Pero que muchos artesanos y comerciantes inocentes sean arrestados por este asunto debido a una pequeña conexión conmigo hizo que surgiera mi extrema empatía, ya que en este momento de trabajo no han podido ganarse la vida para sus familias. Me molesta profundamente. Juro que si hubiera sido posible, hubiera cargado con todas sus dificultades. De todos modos, si hay alguna culpa, es mía. Ellos son inocentes. Por esta situación, digo, a pesar del silencio del Nuevo Said: ya que el Nuevo Said desdichado respondió las cientos de preguntas innecesarias del fiscal público de Esparta, Denizli y Afyon, es mi derecho preguntarle al actual Ministro de Justicia, con la intención de defender mis derechos, las tres preguntas que le pregunté al Ministro de Asuntos Internos, y al jefe Kaya Shükrü, hace trece años.

La Primera: ¿Qué ley establece que ciento veinte personas incluyéndome a mí mismo deberían ser arrestadas por la mera discusión verbal con un sargento gendarme de un hombre de Egirdir, quien no sabía que un estudiante de Risale-i Nur estaba llevando una carta mía sin importancia? Entonces con excepción de quince, se estableció la inocencia de todos ellos y fueron absueltos después de cuatro meses de investigación de la corte. ¿Según qué principios se mencionan esas posibilidades en lugar de hechos concretos? ¿Según qué regla de justicia está provocar la pérdida de miles de liras de setenta desafortunados que ya habían sido absueltos previamente por la Corte de Denizli después de nueve meses de investigaciones?

La Segunda Pregunta: Según el principio fundamental de:

وَلاَ تَزِرُ وَازِرَةٌ وِزْرَ اُخْرَى etc., ni siquiera un hermano de sangre puede ser responsable por las faltas de su hermano, entonces ¿bajo qué ley de justicia fui arrestado en Ramadán por un breve tratado cuya publicación ya había impedido, que había llegado a mis manos una o dos veces en ocho años, que estaba originalmente escrito hace más de veinticinco años, que salva a los creyentes de dudar de una cantidad importante de puntos y les impide negar algunos Hadices alegóricos mal interpretados – porque este tratado se encontró en poder de alguien que yo no conocía y estaba muy alejado de mí, y se le dio el significado equivocado, y se encontró una carta ofensiva en Kütahya y en Balikesir; y arrestar ahora en este frío helado a numerosos artesanos y comerciantes por tener en su posesión una carta vieja y común y corriente escrita por mí, o por haberme llevado en su carruaje, o por su amistad para conmigo, o por haber leído uno de mis libros, o arruinarlos, y provocarles a ellos y al país y a la nación, pérdidas materiales e inmateriales de miles de liras – qué ley requiere esto? ¿Qué artículo de qué ley necesita esto? Exijo saber estas leyes para no dar ningún paso en falso.

Sí, una razón para nuestros arrestos tanto en Denizli como en Afyon fue esta: incluso si suponiendo lo imposible, el Rayo Cinco se refiriera a este mundo y a la política, – a pesar de que se escribió hace mucho tiempo mientras estuve en Darü’l-Hikmeti’l-Islâmiye, y el original se escribió incluso antes de eso, con la idea de salvar al fe de la gente común frente a quienes negaron algunos Hadices porque pensaron que eran irracionales, ya que no supieron cómo debían interpretarse – e incluso si se hubiera escrito en este momento, ya que era privado, y no se encontró en mi poder en los allanamientos, y sus noticias sobre el futuro resultaron ser ciertas, y disipa las dudas sobre cuestiones de fe, y no molesta el orden público, y no provoca confrontación, y sólo da noticias sobre las cosas, y no especifica a ningún individuo, y establece una verdad académica de forma general, – ya que este es el caso, seguramente incluso si el significado del Hadiz se ve como para conformar a ciertas personas en esta época, y antes de exhibirse y hacerse público en las cortes, se había mantenido como confidencial para que no surgieran disputas, no puede de ninguna manera constituir un crimen. Tampoco considero posible que en cualquier corte legal del mundo se considere un crimen decir: “rechazar algo es una cosa, y no aceptarlo con bases académicas o no actuar según ello es algo completamente diferente. Ese tratado no acepta con bases académicas un régimen que iba a emerger en el futuro cercano”.

En Breve: Risale-i Nur ha matado de raíz durante treinta años la incredulidad absoluta, que destruye la vida eterna, convierte a la vida de este mundo en un veneno horrendo, arruinando todos sus placeres; ha matado con éxito las ideas ateas de los naturalistas; ha demostrado brillantemente con argumentos maravillosos los principios que traerán felicidad a esta nación tanto en esta vida como en la próxima; y se basa en la realidad del Corán, desde el Trono Divino. Afirmamos, y estamos dispuestos a demostrarlo, que no uno o dos puntos de un breve tratado como ese, sino que si contuviera mil errores, sus mil aspectos buenos y significativos harían que quedaran olvidados.

Tercera Pregunta: Es la regla de que si en una carta de veinte palabras, cinco se consideran censurables, las cinco se censuran y el resto se permite. Entonces, ya que después de examinarla por cuatro meses la Corte de Eskishehir pudo encontrar sólo quince palabras de cien mil que desde el punto de vista superficial se consideraron dañinas; y ya que el Gabinete cuestionó sólo las explicaciones de dos aleyas coránicas, porque estaban en contravención a la ley actual a pesar de que se escribieron treinta años antes, en dos de las cuatrocientas páginas de Zülfikâr; y los Comités de Expertos de Denizli y de Ankara cuestionaron sólo quince errores; y ya que hasta el día de hoy ha sido el medio para reformar el carácter de cientos de miles de personas, Risale-i Nur le ha traído mil cosas mucho más beneficiosas para este país y esta nación; ya que esto es así, a qué principio del Gobierno de la República se ajusta, para arrestar en esta época de trabajo y en este invierno crudo a desafortunados como los que están a mi servicio buscando la complacencia de Allah, porque realizaron un pequeño servicio para Risale-i Nur, o escribieron uno de sus tratados porque había salvado su fe, y fueron fraternales conmigo por su bondad y porque yo era un anciano y un extraño en Emirdag? ¿Cuál de sus leyes permitiría algo así?

Ya que según la ley de la libertad de conciencia, los principios de la República no interfieren con los de la irreligión, seguramente es evidente que no interfieren con la gente religiosa que no se involucra en el mundo tanto como les es posible, y no disputan con los mundanales, y luchan productivamente por sus vidas en el Más Allá, su fe y su país también. Se que los políticos que gobiernan en Asia, donde operaron los profetas, no prohibirán, ni pueden hacerlo, evitar los pecados y las buenas obras, que por mil años han sido tan esenciales para esta nación como la comida y la medicina. La humanidad demanda que cualquier cosa que no se ajuste al punto de vista actual en las preguntas mencionadas anteriormente se pase por alto, ya que, habiendo vivido en soledad por veinte años, se preguntaron con la cabeza del Said de hace veinte años.

Considero mi deber patriótico el recordar lo siguiente, para el beneficio del país, la nación y la seguridad pública: arrestar y hacerse resentidos en este camino por una leve conexión conmigo y con Risale-i Nur, puede hacer que se vuelvan en contra del Gobierno muchas personas que son religiosamente benéficas para el país y su seguridad, así abriendo camino a la anarquía. Sí, excede mucho más de cien mil personas que han salvado su fe a través de Risale-i Nur y se han vuelto inofensivas y altamente beneficiales para la nación. Con su moderación y propósito, tal vez se encuentren en cada gran departamento del Gobierno de la República y en cada nivel de sociedad. Es esencial que estas personas no sean ofendidas sino protegidas.

Siento una fuerte ansiedad de que ciertas personas oficiales que no prestan atención a nuestras quejas ni nos permiten hablar, y nos reprimen con varios pretextos, abren camino a la anarquía para el detrimento de este país.

También, por el bien del Gobierno digo esto: ya que las cortes tanto de Denizli como de Ankara examinaron el Rayo Cinco, y no lo objetaron sino que nos lo regresaron, es esencial para el Gobierno que las demandas no se reabran oficialmente, haciendo surgir rumores y habladurías. Tal como oculté el tratado antes de que llegue a manos de las cortes y se publicara, así también las autoridades y la Corte de Afyon no deberían hacerlo el objeto de preguntas y respuestas porque es poderoso e irrefutable, las informaron antes de ocurrir y resultaron ser ciertas. Además, su objetivo no es este mundo, como mucho, uno de sus muchos significados se adecua a una persona que está muerta y enterrada. Por el país, la nación, el orden público y el gobierno, estoy obligado por mi conciencia a advertir en contra de hacer esas noticias y significados oficiales debido a la amistad engendrada para él, y además de publicarlo al reprendernos.

* * *

 

[1] Los terremotos severos que ocurrieron las cuatro veces que desafiaron a Risale-i Nur demuestran que sería “muy lamentable para este país”.